ME COJÍ ALCOMPAÑERO DE MI MARIDO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
ME LLAMO JUANA Y TENGO 48 AÑOS BIEN TENIDOS.
TENGO UN HOGAR MARAVILLOSO DE 24 AÑOS DE MATRIMONIO Y UNA FAMILIA NORMAL Y MUY ESTABLE.
Lo que les estoy narrando sucedió hace un mes.
Estábamos con mis hijos cenando, cuando sentimos llegar a mi marido, pero me sorprendió oírlo conversar- salí a recibirlo con mi ropa cómoda de estar en casa, una faldita medianamente corta, de tela ligera que marcaba bien mi culo que según dice mi esposo es de película, y una blusa azul oscura amarrada debajo de mis senos, sin el sostenedor y que mostraba el tamaño grande de mis pezones y el tamaño mediano de mis tetas.
Saludé de beso a mi esposo y tendí mi mano a los dos visitantes y el mas alto de ellos inmediatamente puso sus ojos en mis tetas lujuriosamente y el mas bajo fue simplemente muy social.
después de esto pregunté si se tomaban un refresco y dijeron que si y di media vuelta hacia la cocina a traerlos y mientras caminaba sentía sus miradas en mi culo, con la disculpa de decirle algo a mi esposo medio me giré hacia ellos y efectivamente me miraban ambos con ojos de lobo hambriento mientas mi esposo organizaba sus elementos de trabajo.
mi esposo llegó al comedor y abrazó a nuestros hijos intercambiaros algunas frases y dijo: no queremos ser interrumpidos tenemos que diseñar un proyecto y debe se hoy, son mis compañeros de trabajo, y nosotros asentimos.
Les llevé los refrescos y vi sus miradas lujuriosas sobre mi y fui y puse tres platos sobre la mesa y se lo dije a mi marido y me subí a mi recámara, donde me duché, me coloque mi bata de dormir y me recosté a ver la tv y un rato después como siempre, me quedé dormida.
No se porqué me desperté, y no estaba mi marido a mi lado.
me cubrí y baje y la casa estaba a oscuras, llegué al comedor y ahí vi a mi marido dormido sobre sus brazos y sobre la mesa, estaba solo y lo desperté y le dije que subiera a la cama y subimos juntos y mientras lo hacíamos me dijo que se sentía agotado y que sus compañeros estaban en la habitación de huéspedes.
Se duchó, se acostó y al momento se quedó dormido.
Prendí la tv, sabiendo que me quedaría en un momento dormida.
No se porque me entró la inquietud de ir a asomarme para saber si los compañeros de mi esposo estaban cómodos.
la puerta estaba medio abierta y el cuarto a oscuras.
prendí la luz y le bajé la intensidad para no despertarlos; uno estaba dormido en el sofacama y el otro en la cama doble.
El del sofá tenía puesto su t-shirt y unos boxer y dormía de costado, y el otro estaba con la piernas y todo el pecho desde su estómago al descubierto y me dije que tenía un pecho espectacular, muy varonil- la sábana solo le cubría sus partes intimas y cuando me acerqué recordé que este era el que case me come con los ojos al llegar.
le miré su rostro y era apuesto, muchas mujeres babearían por el y de verdad hasta me sentí tentada de tocarle ese pechote, pero no lo hice.
Miré su estómago y vi que tenía camino de bellos que conducían a sus genitales y me pareció bonito, pero, wau, wau, me dije y me acerqué mucho mas para ver que bajo la sábana se marcaba una vergota descomunal, de esas que se ven en las películas porno, me acerqué aún mas y vi ese bulto, me sorprendí por lo que estaba haciendo y sintiendo y viré para regresar a mi habitación con el corazón acelerado y ya estaba a punto de ingresar, pero me detuve y regresé al cuarto de huéspedes y al entrar el corazón se me quería salir y volví a prender la media luz.
llegué al borde de la cama y el hombre seguía en la misma posición boca arriba y sus piernas abiertas , tomé un celular de su mesa de noche y prendí su linterna, me arrodillé a la orilla de la cama y alumbré su verga debajo de la sábana y era fascinante, de gran tamaño, gruesa y con una cabeza monumental, se veía sensacional; mirando la cara del tipo, puse mi mano suavemente sobre la sábana que cubría este monumento viril, y la dejé quieta, y el hombre no se movió, la apreté suavemente y wau, que exquisito trozo de carne flácido.
No me pude contener y levanté con cuidado la sábana y sentía como mi coño se mojaba y se levantaba henchido de ganas, introduje mi mano con temor a despertar a tipo y puse mi mano sobre ese mástil, estaba muy caliente y lo apreté, nunca había tenido una verga tan gruesa en mi mano y la seguí apretando y mi corazón a millón, mi coño lleno de líquido pre seminal anhelaba verga, una pollota como esa partiéndolo, abriéndolo en una profunda penetración.
el tipo no se movía, seguía dormido y yo me arriesgué más, y desplacé mi mano lenta y suavemente desde su bolas grandes y belludas haciéndole un recorrido hasta llegar a su cabeza y wau, que maravilla!!, mi boca llena de agua y mi coño lleno de leche y esa vergota a mi disposición y ese hombre dormido, por lo que comencé a darle besitos y mas suaves besito a través de ese largo y delicioso recorrido lo lamía con mucho cuidado y le oí un mmmmm, me asusté, esperé, y seguí degustando el manjar de esa venosa pollota en mi boca, sensación que me recorría todo mi cuerpo centrándose en mi concha hambrienta.
No pude resistir las ganas y me metí esa cabezota a la boca y cupo, la dejé ahí mirando con cuidado que el tipo siguiera en su sueño, no reaccionó y procedí a chuparla muy lento para no despertarlo, pero lo que desperté a ese grueso y pesado bate que se empezó a enderezar y por eso la saqué de mi boca y esperé un tantito y cuando se bajó volví a meter esa cabeza en mi boca y a chupar ese lujo de verga, pero inmediatamente se empezó a levantar intenté sacarla de nuevo y ya no pude, recibí una manaza en mi nuca que me empujaba para que me la introdujera mas, haciéndome ingresar centímetro a centímetro su tronco hasta que su cabezota llegó a mi garganta exquisitamente y yo llena de placer y de deseos y mi coño expulsando sus líquidos mas placenteros.
Ya el tipo del cual no conocía ni su nombre, me empujaba mi cabeza y la volvía a sacar mientras gemía por mi mamada, se acomodó en posición sentado con las piernas abiertas y me dijo: acércate perra, mamas como toda una profesional y yo, ya desinhibida agarré con las dos manos esa hermosa verga y me la metí a la boca dándole una soberana mamada, la chupaba, la lamía, le pasaba mi lengua a cada vena que parecían reventar.
el seguía diciendo en susurro, dale perra, sigue puta, y nunca me habían dicho así, pero lo degustaba, mi cachondez estaba en el punto mas alto, el me dijo, tráeme ese culo a mi boca y me erguí y así lo hice y se dispuso a lamerme, chuparme, mi anegado coño haciéndome subir a las nubes y bajándome de nuevo y yo conteniéndo los gritos que querían salir de mi garganta.
Me ordenó: siéntate en mi verga, te voy a matar, me hizo colocar de espaldas a el y yo agarrando su palo tieso y grueso con las dos manos, puse su enorme cabeza en la boca abierta y jugosa de mi coño y de verdad que mi corazón estaba en mis límites, pero empecé a devorarme esa tremenda tranca centímetro a centímetro, degustándola, saboreándola, sintiendo como me abría y me partía en dos mi coño, hasta que entró toda su verga y la dejé quieta un ratito para disfrutar ese pollón dentro de mi, mas el hombre me levantó de las nalgas y me levantaba y bajaba con fuerza y como me dijo, parecía que me quería matar atrabezada por ese tronco duro.
y me vine, salía mucha leche de mi en este largo orgasmo que parecía inacabable mientras le ecuchaba decirme, follatela perra, trágatela puta y yo ya estaba loca y tuve otro delicioso orgasmo lleno de leche que no alcanzaba a imaginar de donde salía tanto, ni yo misma me conocía, de pronto el hombre empezó a decirme ¡¡te la voy a dar!! viene toda mi leche y yo le dije ¡¡dámela!! y el se quedó quieto y sentí como expulsaba con fuerza en cada palpitar de su vergota una gigantezca cantidad de leche que desbordaba mi coño haciendo que chorreara mucho sobre el mismo.
hizo una pausa, se quedó en reposo y su miembro se puso flácido y lo sacó.
yo sin mediar palabra, recojí mi ropa y salí corriendo de ahí.
Al otro día me levanté a las 9 como de costumbre, y estaba sola, mis hijos y su papá acostumbran a preparar su propio desayuno para que yo no madrugue.
nunca los volví a ver y nunca más le he faltado a mi esposo, pero hoy sé que hay una puta insaciable dentro de mi.
PETRA.
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