Me desvirgó mi tío y luego mi esposo me comparte, es un cornudo consentidor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos.
Mi mamá es trigueña latina y mi papá es tiene abuelos franceses por parte de su madre.
Asi que soy el resultado de esa mezcla.
Soy morena, no soy muy alta, mido 1.64 mt, mis ojos son grandes, café oscuro, nariz respingona, no soy ni delgada ni gorda, pero tengo cintura y luego anchas caderas y terminan con un par de grandes y redondas nalgas, luego bonitas piernas, mis senos para mi tamaño son grandes y bien paradas.
Siempre ha habido alguna que otra amiga que me pregunta si mis nalgas y senos son operados, pero no, son 100% naturales.
Desde pequeña he tenido bonita figura y bonito cuerpo, razón por la cual tanto mi madre como mi padre me han tenido sobreprotegida, ya que muchos hombres desde niña se me acercaban con diversos fines; hasta en la escuela algunos profesores hombres, se me acercaban y querían que los acompañara a sus casas o en sus autos, pero siempre mis padres estuvieron presentes para orientarme.
A pesar que a mi me encantaba ver sexo en videos en internet.
Desde que una amiga me enseño como buscarlos en la red, yo visité sitios desde los 13 años.
Me ponía cachonda y terminaba tocándome la chuchita hasta tener orgasmos.
Yo tenía un tío, que llamaré Kevin.
Este tío era muy bello, lindo, era casado, pero tenía fama de mujeriego, y es que mi tío Kevin era bien parecido y buen cuerpo, las mujeres se le insinuaban constantemente y siempre tenía bronca con su esposa.
Pues este tío desde niña era mi protector, me daba dinero, me compraba cosas que mis papás no podían o no querían, me compró mi primera computadora personal, me sacaba a pasear o me llevaba al cine, total que para mi era mi amor platónico.
Cuando cumplí los quince años, con un cuerpecito más desarrollado, el tío Kevin me dijo que yo tenía que ser suya, que el quería ser mi primer hombre en la cama, -ayy lo que dices tío- le decía yo, pero me mojaba solo de pensarlo, Cuando llegó diciembre de ese año, me había prometido que en año nuevo yo sería suya.
En la casa de mis padres, se junta buena parte de la familia, tíos, primos, cuñadas, yernos, etc.
Siempre hay fiesta hasta casi amanecer.
Solo que mi papá desde hace años, me dice que me retire como a una de la mañana y me encierre en mi recamara.
Asi sucedió esa noche, mi papá me dijo que me retirara a mi habitación, que me encerrara y que no le abriera a nadie.
Vi que mi tío Kevin oyó todo, se acercó a mi y me dijo que él se despediría y que encontraría la forma de entrar a la casa de nuevo y que le abriera la puerta de mi recamara.
El tío se marchó, luego a través de una ventana se metió a la casa de nuevo, me tocó la puerta, yo abrí y luego cerré con llave, alli estabamos mi tío y yo solitos, y nadie nos podía molestar.
-te lo dije Cris, quiero ser tu primer hombre- y terminando de decir eso se sentó en la cama, me puso sobre sus piernas, me puso la cabeza en su hombro y comenzó a besarme, yo solo había tenido un solo novio y a escondidas, asi que si había aprendido a besar.
No besamos bien rico, con lengua y todo eso.
Yo me había puesto para el año nuevo, una blusa sin tirantes, asi que él solo tuvo que bajar mi blusa y mis senos que cubrían casi todo mi torso salieron y estuvieron disponibles para el me las mamara, lo hizo con mucha experiencia, chupando y jalando mis pezones con sus labios.
Mis pezones se erectaron como tornillos, me dio que los tenía divinos, que era una chiquilla muy hermosa.
-tu también eres bello- le dije a mi tío Kevin.
Luego de no se donde,mi tío sacó una tanguita tipo hilo dental y un sostén pequeñito que apenas taparía mis pezones.
Me dijo que me lo pusiera, que quería verme con eso puesto.
Me fui a mi tocador dentro de mi habitación y me lo puse, me miraba como una putita.
Cuando salí mi tío estaba entre la sabanas de mi cama, solo con un calzoncillo puesto tipo bikini, al verme le brillaron los ojos, se acarició la verga sobre su ropa interior.
Me acosté a su lado y comenzó a besarme de nuevo la boca, asi delicioso con lenguita incluida, acarició mis senos con sus manos y luego mi entrepierna y mi chuchita encima de mi tanguita, eso me fue poniendo caliente, luego sus labios bajaron a mis senos y mientras los mamaba me decía que -eran los senos más perfectos que había visto-, su mano ya estaba dentro de mi tanguita y con sus dedos acariciaba mis chuchita que ya estaba muy mojadita.
El tío Kevin me daba una deliciosa mamada de tetas, uno de sus dedos jugaba con mis labios vaginales y luego otro con mi clitoris, comencé a gemir, no había pena por eso, pues la bulla de música y gritos por la fiesta que había afuera, eliminaba cualquier posibilidad de ser oídos mis gemidos.
El tío me quitó el sostén y luego también la tanguita, quedó en cueros delante de él.
Me acostó en la cama y luego se puso sobre mi en posición invertida, primero me colocó su pene cerca de mi rostro y me dijo que se lo mamara, le dije que nunca había hecho eso, me fue diciendo, chupa aqui, pasa tu lengua asi, mete la punta en tu boca y chupalo, enseñándome la técnica de la felación, a los pocos minutos yo le daba una buena mamada de verga a mi tío Kevin, el gemía ahora de lo que yo le hacía.
Yo apenas podía meter en mi boca la tremenda verga de mi tío, no tenía experiencia en tamaño de penes, pero ahora que soy mayor puedo decir con propiedad que la verga del tío Kevin esta entre las más grandes que me he comido.
Seguí chupando su verga, el se fue acomodando encima en forma invertida y su cabeza quedó entre mis piernas, me hizo lo que después supe era una 69, el metió su boca en mi sexo y comenzó a mamarlo, su lengua intentaba meterse en mi virginal agujero de la vagina, luego se iba a mi clitoris y lo tomaba entre sus labios y lo chupaba, yo empecé como a tener ganas de orinar, pero era solo una tremenda excitación, no pude contenerme y dejando la verga del tío por un lado comencé a gritar un buen orgasmo.
El tío no dejó de chuparme la chuchita ni un solo instante mientras tuve mi corrida, eso provocó que de mi vagina bajara un flujo de jugos íntimos que el bebió con su boca.
Luego de es volví a meter su pene en mi boca y lo chupé con tanta intensidad que empecé a saborear gotas de semen en mi boca, el tío me tuvo que parar, pues me dijo que si seguía lo iba a hacer eyacular.
Entonces dejamos la 69.
Me acostó boca abajo y me dijo que quería comerse mi bello trasero.
Me besó desde los muslos y siguió lamiendo hasta encontrarse mis nalgas, a mi me daba cosquillas, pero pronto sabría que esas cosquillas llevaba a la excitación.
El tío apretó y chupó mis nalgas cada centimetro.
Luego abrió mis carnes en dos, y puso su lengua en mi culito, lo lamí como si hubiera sido un helado de crema, yo desconocía el placer que pueda dar una buena chupada de culo, me hizo gritar y retorcerme en la cama, apreté los dientes de la excitación, cosa más rica y con sus dedos tocando mi clitoris me vine en otro brutal orgasmo, mejor que el primero.
Luego el tío Kevin se subió encima de mis nalgas y colocando su verga entre mis nalgas, divisó la abertura de mi chuchita y empujando su verga me desvirgó de un solo tajo.
Grité y patalee, su verga había destrozado mi frágil himen, me dolió un poco al principio, pero conforme me iba cogiendo, su verga entrando y saliendo de mi chuchita, comencé a gritar pero de gusto, me sentí llena de la verga de mi tío, fue riquísimo.
No quería que él dejara de entrar y salir de mi vagina mojada.
Al rato me puso en cuatro, el siempre detras de mi, sentí su pene entrar, ahora con más facilidad y sin dolor, dentro de mi chuchita, me hizo gritar de gusto, como dije la música estruendosa de la casa me hacía gritar sin ser escuchada.
Si mi padre hubiera sabido lo que ocurría dentro de mi recamara, se hubiera muerto.
El tío ahora me volteo y en la posición que ahora sé que se llama misionero, me cogió a placer, nos besamos, mamó mis tetas y me metía la verga sin cesar un instante.
El dijo que estaba por terminar, me dijo que lo haría dentro de mi y que luego me daría un nombre para comprar en la farmacia al día siguiente.
Sentí como de su verga salía una cantidad increible de semen, gritó varias veces y cada vez arrojaba una buena cantidad de esperma dentro de mi vagina.
Hasta que después de varios segundos dejó de hacerlo.
Ambos estábamos muy sudados y fatigados.
Me dijo que nos fueramos juntos a la ducha a quitarnos el sudor.
Lo hicimos, fuimos desnudos, alli en la ducha comenzó a besarme y a chuparme los senos, me decía que eran una delicia.
Luego se puso atras de mi, me abrazó y acarició mi chuchita con su mano y sus dedos, sentí su pene de nuevo erectarse al contacto con mis nalgas.
Luego el fue arqueando su cuerpo y pude sentir como su verga entraba de nuevo en mi chuchita, estando los dos de pie debajo de la regadera.
Me sujeto ahora por la cintura y comenzó a moverse adentro y fuera de mi vagina.
Me fui excitando y ahora los dos nos movíamos al ritmo de esa rica fornicación.
Recuerdo que me puso contra la pared, y tomándome de las caderas me hundió con fuerza su verga hasta lo más profundo de mi chuchita y me daba una rica follada, comencé a gemir y gemir hasta alcanzar un tercer orgasmo, increíblemente rico también.
Sentí de nuevo su semen en mi chuchita y como me salía y se resbalaba en mi entrepierna hasta mezclarse con el agua de la regadera.
Regresamos a la cama, hubo otros besos, le besé la verga casi sin erección.
El se puso boca arriba con las piernas separadas y yo me puse en medio y me dijo que le chupara las bolas, se refería a sus testiculos.
Me puse a pasarle la lengua por sus bolas arrugadas y subía por el tronco de su verga y luego me metía su glande a la boca y lo chupaba.
Repetí este tratamiento varias veces, en las últimas su verga estaba de regreso, tenía otra vez una buena erección.
Mi tío era cachondo, ahora sabía porque las mujeres lo buscaban.
En eso, el me pidió cualquier tipo de crema, se la dí, me dijo que me pusiera en cuatro dándole la espalda.
El primero me dio otra buena lamida de culo, no es que quiera repetirlo, pero me excitó desde ese momento que me chuparan el orto, me ponía como loca y le pedí a mi tío que cogiera de nuevo, pero el me dijo que lo haría pero no por la chuchita, me colocó la crema de manos en mi ano y en toda su verga, supe que quería metermela por el orto, lo había visto en los videos que veo en internet, pero no me atraía esa idea, pero en ese momento quería que mi tío Kevin me quitara el virgo también de mi culito, asi que obedecí todo lo que me decía.
Me metió primero un dedo con crema en mi culito y lo movía, luego dos dedos y los movía adentro y afuera, al principio me sentí incomoda, no puedo decir que fue placentero.
Pero conforme iba haciendolo, me sentía mejor.
En eso el me dijo que ya estaba dilatado mi orto, se puso atras de mi tomó su pene y lo colocó en la entrada de ano, fue empujando despacio, sentí como su verga abría mi recto, me dolió mucho cuando la cabeza de su pene entró.
Pero el me tranquilizó pidiendome que aguantara un poco más.
Luego fue metiendo el tronco de su verga y se fue deslizando muy lentamente hacia adentro, incluso él hizo pausas deteniendo la inserción, para que yo me acostumbrara a tenerlo dentro y para que me dilatara el recto.
Tardó unos 5 o 6 minutos en metermela toda.
Cuando lo hizo se detuvo y me besó la espalda, diciendome -ya estuvo!-, -ya te la metí toda en tu bello culito-, -ahora me moveré despacio y poco a poco te vas a sentir mejor-; el tío se fue moviendo lento, sacaba un poco su verga y la volvía a meter en mi hoyo, tal como dijo, cada vez me sentí menos mal, al grado que fue sintiendo rico al poco rato.
Ahora sabía porque existe gusto por hombres y mujeres de ser penetradas por el ojete del culo, pues es placentero.
Al cabo de varios minutos, yo ya gemía de gusto y la verga de mi tío entraba más rápido en mi orto.
Aunque no llegué a un orgasmo esa noche sexual, si sentí placer que me cogiera por ese lugar.
El por supuesto se corrio y eyaculó dentro de mi culito, me lo llenó tanto de semen que me salió un chorro cuando me la sacó del orto.
En ese año nuevo, me estrené como mujer, usaron sexualmente mi cuerpo, me desfloraron mis dos agujeros, mamé mi primera verga, me mamaron mi chuchita por primera vez.
Y todo dentro de mi propia casa, con mis padres presentes.
El tío Kevin entró al tocador, se lavó bien la verga, me dijo que su verga olía a mi caca, pero que mi colita era riquisima.
Me recomendó que cuando vaya a tener encuentros sexuales por el ano, con alguno de mis novios, me hiciera un lavado gástrico.
Y me dio que tenía que irse, para eso habían pasado casi las dos horas desde que entró a mi habitación.
Ya se oía menos ruido en la casa, muy probablemente algunos invitados familia, ya se habían ido a dormir o a sus casas.
El se puso la ropa y al salir no solo se llevó su persona sino también mi virginidad con él.
Como suele suceder con las adolescentes como yo, creí estar enamorada de mi tío después de ese encuentro.
Ya no hubo más, pues una semana más tarde él se fue al norte mojado a trabajar.
Me rompió mi corazón.
Pero el tiempo todo lo cura.
Tuve mis novios más adelante.
A los 18 años, me convertí en la reina de la belleza de mi municipio.
En las celebraciones conocí al hijo de uno de los Ranchos más grandes de la región.
El tipo me acompañó en todos los eventos sociales y luego me pidió que fuera su novia.
Acepté, el chico era muy lindo y luego averigué que también lo era en la cama.
Pero tenía un tremendo defecto, le gustaba ser cornudo y compartir a su mujer.
No lo supe sino hasta después de casada con él.
Si quieren saber más.
CONTINUARÁ
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