Me entregue a mi jefe y me gusto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primero quiero dejar claro que fue la primera vez que le fui infiel a mi marido y a cualquier novio, no es mi naturaleza hacer eso.
Tenia 6 años de casada, no tengo hijos por ahora. No es excusa para lo que hice pero, mi matrimonio es volvió un poco aburrido, al igual nuestras relaciones sexuales. En este relato llámenme Teresa, no puedo revelar mi nombre por razones del caso. Hace un año entre a trabajar como secretaria a una firma de construcción, mi jefe es un hombre grande, en mi caso yo mido 1.65 mt, soy morena, algo prietita, con poco busto, pero mi trasero es bien paradito y me echan muchos piropos por ello. Mi jefe mide casi 1.90 mt, es un hombre corpulento, amplio torax, de alrededor de 50 años.
Desde que llegue a trabajar mi decía insinuaciones por mi colita, yo me mantuve firme hasta donde pude. Luego sus atenciones dia a dia, las que mi marido no tenia conmigo, como llevarme flores o dulces, decirme que me veía bien, cositas que mantienen la llama prendida. En cambio mi jefe a pesar que era casado me daba ese tipo de atenciones. Por fin durante una celebración de la empresa, m i jefe se ofreció llevarme a casa, eran como las 11 de la noche, estaciono el auto a una calle de mi casa y me dijo que me había escogido como asistente a una reunión de la empresa, que es cuando se decide lo del presupuesto del siguiente año, que en esa reunión estarían las personas mas importantes de la empresa. Me pagarían viáticos en dólares.
Yo le agradecí mucho, el me abrazó y sin que nuestros labios se unieron, quise retirar rápidamente mis labios, pero mi jefe no me dejó, esa noche habíamos bailado juntos varias piezas y me decía cosas lindas al oído, asi que ya había una atmosfera entre los dos para terminar asi la noche. Nuestras lenguas eran de fuego y se retorcían entre ellas, luego su boca recorrió mis orejas, mi cuello, bajo uno de mis tirantes de la blusa y su boca tomó uno de mis senos y lo chupó muy rico, la pasión me estaba ganando, cuando sus labios fueron a mi otro seno, lo detuve, me subí mi blusa y salí de su auto, me fui corriendo a mi casa como si hubiera hecho una travesura.
Los siguientes días, el era mas especial conmigo. Me dio la invitación a la reunión anual de la empresa, yo vi que iniciaba el jueves y terminaba el viernes al medio dia, pero el me dijo que le dijera a mi esposo que llegaría hasta el sábado, lo dijo con tanto morbo que le dije que eso haría.
Mi esposo no puso objeción para que fuera, total era de mi trabajo. Cuando empaqué mis cosas, a propósito metí algunas braguitas muy atrevidas, como que en mi interior, ya sabía que podía suceder. Durante el dia jueves, todo era estar en reunión con altos ejecutivos, mi jefe hacia presentaciones, yo le asistía en la computadora y los datos. Ese dia cuando subí a mi habitación, iba en el ascensor con el, el iba a un piso distinto, pero me tomó de los hombros y me dio un beso muy sensual. Me abrazó y metió sus manos debajo de mi falda para tocar mi colita por encima de mis medias, me dijo que pronto eso seria suyo.
El viernes, todo siguió igual con la reunión. En un receso mi jefe se acercó a mi, me dijo que un su amigo le había prestado un chalet con piscina y que al salir de allí no iríamos a descansar en ese lugar, al principio yo no estaba segura, una batalla moral se desató en mi cabeza, por un lado estaba mi marido y por otro quería estar con mi jefe en ese lugar.
Después de la reunión llegamos al chalet, estaba fuera de la ciudad y era lindísimo, tipo bungalow metido en la espesura de la jungla, no habían mas casas cerca, la casa y una piscina con una pared que envolvía la casa que tenia gran lujo. Sin perder tiempo mi jefe me tomó de la cintura y comenzamos a besarnos, ahora sin recato. Me quito la camisa y me dejo en sostén, luego me besó los senos bajándolo, como lo hizo aquella noche. Me dijo que nos metiéramos a la piscina, yo le dije que no había traído traje de baño, -yo tampoco- me dijo el. Nos empezaos a desvestir frente a la piscina, para tener casi 50 años tenía un buen cuerpo mi jefe. Le vi su miembro viril, era enorme!, tal vez dos veces el largo que el de mi marido. Yo me quede en ropa interior, pero el se acerco a mi y me quito mi sostén y mi braguita. Se me quedo viendo el cuerpo desnudo. Solo mi marido lo había visto en los últimos años. Me dijo que era linda y me abrazó para besarme, nos dimos un suculento beso de lengua y saliva. Sus manos masajeaban mis nalgas por detrás, las apretaba y me decía al oído que estaban deliciosas. Me llevo a una silla de descanso y me acostó, me abrió las piernas y me comenzó a dar una tremenda chupada de rajita, su habida lengua, llena de experiencia me hizo vibrar allí acostada, yo solo podía tomarlo de la cabeza y gemir de gusto. Me hizo venirme rápidamente en su boca. Luego metió dos dedos en mi rajita (y vaya que sus dedos eran gruesos) y me masturbó mientras me lamia el clítoris, yo crei que me desmayaría de tanto placer.
Las lamidas fuertes de mi jefe alcanzaban también mi colita, su lengua pasaba por mi ojete del culo varias veces. Sus grandes y musculosos brazos me abrían las piernas al máximo para que el pudiera meterme su lengua en mi rajita, que ya era una sopa de saliva con mis jugos vaginales.
-que mamada me está dando jefe!- le gritaba a todo pulmón. Por un momento el cargo de conciencia por ponerle los cuernos a mi marido desapareció, mi jefe se comía toda mi rajita y sus largos dedos se metían hasta lo más profundo de mi vagina y salían mojados de mi interior.
De pronto se puso de pie y tomando con su mano su enorme verga, me pidió que se la chupara, me senté en la silla y la tome en mi mano y le pase la lengua como si fuera una paleta de helado. Su verga era durísima, larga y gruesa, la de mi marido parecía de juguete en comparación a la de mi jefe. Mi boca es grande por eso pudo entrar entre mis labios, la chupe y la lamí repetidas veces. Mi jefe gemía cada vez que la succionaba para chuparla bien. Luego, sin darme cuenta, el me levanto en peso y me volteo en el aire, de modo que allí parado, mi jefe tenia enfrente mi rajita y yo con la cabeza hacia abajo, me quedaba su verga, era una 69 increíble. El comenzó a lamer mi rajita mojada de nuevo mientras yo me tragaba su verga.
No tardo mucho tiempo esa posición, luego me acostó en la silla y colocando mis piernas en sus costados me abrió las piernas para colocar su tolete en mi rajita, su glande que era muy cabezón abrió las paredes de mi vagina y se fue deslizando con cierta dificultad dentro de mi rajita. Aullé de placer y dolor al sentir esa enorme verga en mi chuchita. Parecia como si me estuviera partiendo por la mitad, su verga se iba metiendo y me llenaba toda la raja. Luego empezó a bombeármela para ir poco a poco ensartándomela toda. Yo estaba como loca, gimiendo y pidiéndole que me la metiera todita. Mi jefe entro en un ritmo tremendo rápidamente, me follaba sin piedad, el estaba muy excitado, se podía ver por su cara y sus ojos. Me follaba y luego me la sacaba para lamer mi rajita abierta, al parecer le gustaba el sabor de mi chuchita. Asi me estuvo cogiendo por un buen rato.
Despues, me dijo que nos fueramos adentro, pues se sentía frio el viento por la hora. Ya en la habitación me puso en cuatro sobre la cama con el culo hacia fuera, me dijo que mi colita era linda y que desde hace mucho tiempo había fantaseado con ella. Se coloco atrás y comenzó a besarme las nalgas mas bien eran besos chupones, su lengua se sentía caliente, luego su boca tomo dirección hacia mi rayita, me abrió las carnes con ambas manos e inicio a darme un tremenda chupada de culo, nunca me la habían dado asi, con tanta dedicación, lamio mi ano en círculos y luego le pasaba la lengua arriba y abajo varias veces, yo estaba excitadísima nunca crei que me pondría asi, con un hombre comiéndose la parte prohibida de mi cuerpo. Mi jefe metió dos dedos en mi chuchita y mientras seguía comiéndose mi ojete me masturbo hasta que me vine a chorros.
Luego invirtió en procedimiento, bajo a lamer mi rajita y comenzó a meter un dedo en mi culito, su lengua en mi clítoris hizo que me relajara tanto que su dedo entro hasta el cabo, y sus dedos eran gruesos y largos, luego como hizo hace unos minutos, mientras me comia la chuchita me masturbaba con su dedo en el ano. Mi jefe lo hacia con tanta experiencia, que no sentí dolor ni nada, solo placer, luego puso un dedo en mi raja y el otro seguía en mi culo, me pistoneaba sus dedos adentro y afuera, sus labios chupaban mis nalgas, luego un segundo dedo en mi raja, -ohh padre!!- la habitación me daba vueltas en la cabeza, que orgasmo tan brutal, sus dedos en mi raja parecían estar encharcándose con tantos jugos vaginales que salían de mi chuchita. Me quede como desmayada en la cama, que forma de gozar mi cuerpo el de este hombre.
Pero el estaba lejos de haber terminado, asi como quede boca abajo en la cama, el se fue subiendo, alcance a ver su erección, era total, tomo su verga con la mano y me pasaba su glande por el culo y por la rajita, de pronto siento que me penetra la chuchita, yo casi sin moverme, pues mi jefe esta sobre mi, solo atino a gemir cuando me da sus embestidas, su verga me penetra sin piedad, siento su vientre topar contra mis nalgas cada vez que me penetra profundo, la cama se mueve con cada empujon, me siento penetrada hasta donde nadie había llegado dentro de mi vagina. Mi jefe me besa y lame la espalda y el cuello, se nota que el está muy excitado también, lo oigo gemir y pujar cada vez que su pene se desliza en mi interior. Yo ya siento que me vengo de nuevo, solo puedo apretar las sabanas con las manos y morderla mientras me sigue embistiendo. Para ese momento ya estoy agotada, me quede como una muñeca de trapo, a merced de mi jefe.
Por un momento siento que la saca toda de mi chuchita, y comienza a frotarla contra mi ojete de culo, ya no tengo fuerzas para oponerme, las penetraciones anales no han sido de mi gusto, las he tenido mas para darle placer a mi amante de turno, novio o esposo en su momento, pero siempre me han producido dolor.
-Espera! No te muevas- me dijo mi jefe.
Se levanto y salió de la habitación y a los quince segundos regreso traia un tubo, al parecer era un ungüento, me dijo que mi colita se miraba muy cerradita y diciendo eso me unto una crema sin color, me esparció adentro y afuera de mi ano,
Luego se volvió a subir a la cama me monto y primero me volvió a penetrar en la raja, estaba dando tiempo para que me hiciera efecto, su verga volvió a ponerse rígida y dura dentro de mi chuchita, luego la puso en mi ojete y la froto un par de veces y finalmente la empujo y me penetro, no sentí nada hasta que su glande se fue deslizando en mi recto, sentí su verga cuando tocaba las paredes de mi recto, nunca había sentido nada igual, luego de varias embestidas, sentí su vientre pegarse a mis nalgas, era una señal que me la tenia toda metida, como pudo caber eso en mi ano?.
Luego comenzó a moverse lentamente, entraba y salía de mi colita. Empezaron a aparecer sus gemidos en acción, mi jefe gemia y pujaba cada vez mas recio. Yo comencé a tener la primera sensación de placer en mi vida a través de una penetración anal y lo digo honestamente. En eso mi amante al fin dio señales de cansancio, saco su pene de mi ano y se coloco en la cama acostado boca arriba, me pidió que me le montara al estilo vaquero, me subí y el deteniendo su verga con su mano me busco de nuevo mi dilatado culo, me fui sentando en su verga, me penetro ahora fácilmente, mi ano se devoro todo lo largo de su verga. Yo me movía arriba abajo y adelante y atrás, eso lo estaba poniendo como loco, además yo sentía placer al hacer eso, sentía rico dentro de mi recto. Sentí que las fuerzas se me perdían, quise reducir la velocidad de la cabalgada, pero el me tomo de la cintura y siguió con el vaivén, grite y a los diez segundos el grito, pude sentir como su esperma caliente salía de la cabeza de su verga e inundaba mi recto, nunca había sentido tal sensación. Fue exquisito.
Al fin me soltó y cai en la cama, estaba exhausta pero satisfecha sexualmente. -Que clase de cogida te acaban de dar-, me decía yo misma en mi cabeza.
Nos bañamos juntos, tocándonos y besándonos, ya no hubo sexo, creo que el quedo seco y yo quede agotada. En la mañana me sorprendió, el me llevo el desayuno a la cama y me dijo al oído que había estado espectacular lo de anoche, yo le sonreí y le dije que para mi había estado riquísimo y que planeáramos la siguiente ocasión.
Mi jefe me sigue cogiendo y le gusta tanto entrar en mi colita que me dice, que nunca mas se la vuelva a dar a mi marido, y para mi ha sido como una orden, ya no dejo que mi marido me de por allí, le invento cualquier excusa, eso solo es ahora para mi jefecito, con quien siento rico ser poseída por ese lado y por todos.
Espero les haya gustado y espero contar algunas cositas intimas mas..
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