Me gano mi instinto y ahora mi conciencia me juzga
Historia contada por Maribel, una mujer casada que engañó a su esposo con una nena.
Esta historia la narra una mujer casada, se cambian los nombres por discreción.
Hola, me llamo Maribel, tengo 38 años, soy una mujer casada, pero no feliz. Me casé con Rolando hace 10 años, es el propietario de una empresa de transporte, yo soy administradora de un almacén de ropa, nos va bien con los que ganamos y tenemos nuestra casa en un buen sector de la ciudad, él era un hombre buen mozo que me conquistaba cada día era detallista conmigo, muy amoroso, pero eso cambió cuando nos casamos, empezó a ser distante conmigo, ya no me quería hacer el amor y he Sido una mujer muy fogosa, me describo soy bajita, cabello negro, piel mestiza, un buen cuerpo, aunque no de súper modelo, tengo senos grandes y buena cola, volviendo al tema de mi marido, todos los fines de semana se ausentaba se iba el sábado en la mañana y no volvía sino los domingos en la noche y si era feriado hasta el lunes en la noche, con el tiempo sospechaba que me era infiel pero no he podido comprobarlo, así que, me di a la pena y no le presté atención, en uno de esos fines de semana sucedió mi historia.
El sábado en la noche terminaba mi jornada, era fuerte porque precisamente era feriado, no trabajaba ni Domingo ni lunes, mi mejor amiga Diana me llamó:
– Amiga que está haciendo mañana? – Descansar y arreglar la casa por? – Porque le tengo una invitación, unos amigos míos me invitaron a una fiesta en una finca y pues para no ir sola pues quería saber si iba conmigo. – Amiga usted sabe que yo ando ocupada. – Rolando está en casa? – No, como novedad el está fuera. – Amiga aprovecha y vamos. – Bueno, está bien. – Mañana paso temprano.
El domingo, muy de mañana llegó Diana llegó a recogerme en su camioneta, salí con un jean, una blusa escotada y unos tenis, me veía muy bonita, de pronto algún galán se fijaría en mi jejejeje. Ya en la finca, Diana me presentó con sus amigos y unas amigas, iban con sus hijos, parejas, mejor dicho era plan familiar, en algún momento me sentí incomoda y decidí ir a pasear por la finca a tomar aire y ordenar mis pensamientos, llegué a un lago de agua cristalina y me senté a contemplar la naturaleza, en medio de mis pensamientos oí una voz angelical infantil que me dijo – Está bien? Al observar, ví una niña, tan hermosa que quedé absorta, era de cabello castaño recogido en dos coletas, ojos café, piel blanca, suave y tersa, casi igual a mi estatura, vestía una blusa manga larga y un pantalón de jean oscuro, que moldeaba bien su cola, mi corazón aceleró y tartamudeando logré contestar – si, si claro decidí cambiar de ambiente estar sola y ver la naturaleza. – Si, yo también vengo acá a ver la naturaleza, es muy bonita. – Y, tus papás? – Están con sus amigos, estás reuniones no me gusta venir porque a mí me gusta jugar y ninguno de los niños quieren hacerlo entonces me aburro. – Te entiendo, por cierto, me llamo Maribel y tú? – Me llamo Sharon. No sabía que me pasaba pero cada vez que escuchaba a Sharon me embobaba y comenzaba a sentir cosas que ni siquiera mi esposo me hacía sentir, me atraía una niña. – Y, cuántos años tienes, Sharon? – Tengo 11 años. – wow, pero que linda que eres. – Tu cuántos años tienes, señora Maribel? – Tengo 38. – ayy, te ves muy joven y bonita. – Gracias Sharon.
La conversación fluía, me contaba como era su vida, la escuela, yo por mi parte le contaba mis cosas, pero cada minuto que pasaba y cada vez que la escuchaba sentía que me derretía, mi corazón palpitaba más rápido, se perdía mi razón y pasaba a jugar mi instinto fogoso, jugábamos y aprovechaba para toquetearla, al tiempo escuchábamos que nos llamaban a almorzar, nos sentamos, yo al lado de mi amiga, y ella al lado de sus padres, quienes eran amigos de Diana, pero eran como muy descuidados en especial con Sharon, ahí recordaba como me descuidaba mi esposo.
La tarde pasaba, todos bebían, yo bebí unas copas, pero al ver cómo se descontrolaban y empezaban a emborracharsen, me volví a alejar y volví al lago y su paisaje, al momento veía a Sharon llegar también, se había separado de sus padres para volver.
– Papá y mamá ya estaban borrachos, no quería verlos así, por eso volví. – Igual mi amiga, jajajaja. – Porqué las personas se vuelven así cuando beben? – Lo que pasa nena es que los adultos a veces tenemos demasiadas cosas en que pensar, y eso a veces nos cansa y pone tristes, recurrimos a esas bebidas porque nos ayudan a olvidar esas cosas por un momento. – uhhmmm.
La tarde caía, nos asomamos con Sharon a dónde estaban los invitados, todos seguían celebrando, Diana ya no podía más de la borrachera, los papás de Sharon, totalmente divertidos y sin pensar en ella para nada, decidimos caminar por los linderos de la finca, era muy grande, de un momento a otro, comenzó a caer un gran aguacero, nos alcanzamos a mojar, corríamos como podíamos pero estábamos ya lejos de la casa de la finca, para fortuna nuestra, había una vieja choza, llegamos y entramos, nos encerramos y pasamos el temporal. – Tengo miedo doña Maribel. – Ven. Y sin pensarlo, abracé a Sharon, las dos estábamos mojadas, la niña por la lluvia, yo, por la lluvia y la excitación, mi instinto, la lluvia, y la sensación de protección que tenía la niña, me permitió acariciarla, ella respiraba tranquila, también acariciaba mi espalda, mi excitación crecía con cada caricia, luego en medio de la oscuridad, busqué en mi instinto y le robé un pico en la boca, la luz de la linterna lograba mostrar una cara de sorpresa de Sharon, no le dejé espacio para más palabras y la besé otra vez, esta vez un beso apasionado y profundo, la nena se dejó llevar, la lluvia, la choza, la luz tenue mostró la ocasión perfecta, rápidamente, le quité la blusita a Sharon, mostraba unas tetitas incipientes, ahí dejé salir totalmente mi instinto y bajé a su cuello y sus senitos y los chupé, respiraba pesado la nena, Sharon se entregaba a mi y yo me entregué a mi instinto, no me importó que era una mujer casada y ella una niña, luego volví y la besé, me incomodaba mi blusa mojada así que me la quité también, ella miraba sonrojada y con sorpresa el tamaño de mis tetas, solo que el brasier amarraba su libertad, seguía besando si boca con gran lujuria, Sharon respiraba pesado y emitía pequeños gemidos, me estaba sintiendo plena, estábamos preparadas para una ocasión de sexo y amor, procedí a quitarle los tenis, el pantalón y sus cucos, era una mini diosa, que hermosa niña, luego la acosté en el suelo y seguí recorriendo con mi lengua su cuerpito, devoraba su piel suave y tersa, me estaba adueñando de su inocencia, llegué a su vagina, hermosa, virginal, pasé mi lengua, ella gemía ya entregada, lo disfrutaba, yo ya estaba loca, y en medio de mi locura, metí mi dedo en su vagina, Sharon gritó de dolor, yo dejé quieto mi dedo, cuando dejó de gritar comencé a moverlo lentamente y cuando volví a escucharla gemir, intensifique la masturbada mientras chupaba su vagina, estaba quitándole la virginidad a Sharon, ella gemía y se movía de un placer que ella desconocía pero yo le enseñaba, -umm uhhm ahh ahh ahhh así así ahh ahha hh ahha ahh uhhmm ayyyyyyyyyyyy.
Sharon en un ataque semiepileptico tendría su orgasmo, yo subí a su boca y la volví a besar, su agitada respiración pasaba a mi boca, estaba encendida y queria mi orgasmo, entonces me quité mi brasier, dejándole libre a Sharon mis tetas, ella abrió sus ojos como platos al verlas turgentes, rosadas y pitonadas, pasé sus manitas en ellas, ella abría su boca de admiración, luego la senté y yo acomodé una teta en su boca, ella abrió y empezó a chupar, me excité más y era yo quien gemía, nos cruzabamos miradas, y su mirada inocente me prendió más luego me puse de pie, me quité mi calzado y mi jean, también mi brasilera, dejando ver una Cuca velluda, mojada y palpitante, hice que Sharon se arrodillara, tome una de sus manitas y la pasé por mi vagina, líquido vaginal tenía esa mano, ella miraba con sorpresa – saca la lengua.- ordené. Ella sin chistar sacó su lengüita, tomé su cabeza con mi mano y la acerqué a mi vagina, la sentí en mi raja y tuve un corrientazo, ella miraba hacia mi cara, cruzaba mi mirada con su mirada inocente, ella lamía mi vagina y se la debía comer, al pensar eso me excité y empecé a mover mi pelvis en su lengüita, ella lamía y yo gemía, tenía a una niña de 11 años dandome sexo oral y no me gustaba, al parecer a ella le gustó mi líquido vaginal ya que se dedicó a chupar mi vagina, con vellos y todo, estaba excitada, tanto así que me recosté en una de las paredes de la choza, seguía lloviendo fuerte, mis gemidos se mezclaba con el sonido de la lluvia – ohh si nena así así me encanta como me la chupas ahh ahh ahhh ahhh ohh ohh, sigue chupando, me quiero venir en tu boquita nena dame dame dame. Sharon seguía chupando mi vagina yo ya me había degenerado y estaba pervirtiendo a una nena de 11 años, las chupadas sonaban fuerte, mis gemidos también, mis movimientos eran rápidos en el momento de mi orgasmo agarré fuerte la cabeza de Sharon, – ayy ayy ayy no pares no pares ahh ahh ahh aahh UH UH UH ahhhhhhhhaaaaaaaaaaaaa.
Mi orgasmo había llegado, me había venido en la boquita hermosa de Sharon, me relajé y nos sentamos, las dos desnudas, nos miramos, ella me miraba con sorpresa, y agrado, yo la miraba a ella, esa mirada inocente, ví su boquita y tenía restos de mi líquido vaginal, nos miramos, no nos dijimos palabras, nos acostamos y nos acurrucamos hasta quedarnos dormidas en medio de una choza en la lluvia.
Al día siguiente nos levantamos y nos organizamos y después de una historia que nos inventamos pudimos salir bien libradas, le di mi número a Sharon y extrañamente ella tenía su celular y me dió el suyo, nos despedimos pero después ella y yo nos volveríamos a ver pero eso será otra historia.
Hola hermosa ví tu relato,me encantaría que pudiéramos hablar??