Me hago el tonto porque me gusta V
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aun asi mi esposa fue a visitar al cura a la nueva porroquia unas dos veces pero ya no era lo mismo, por lo que decidio no seguir asistiendo a los oficios religiosos.
Paso unos dos meses distraida, ansiosa, por las noches no podia dormir y en varias ocaciones me decia probemos talves ahora se puede, me mama la verga pero la mayoria de las veces eran fallidas.
Un dia que venia de hacer algunas compras de la ciudad, por el estado de distraccion que andaba no se fijo y se estrello en nuestra barda de madera la cual quedo practicamente destruida, por lo que no tube mas remedio que contratar a dos carpinteros para que la arreglaran.
Estubo todo el dia apenada, yo llegue a proponerle que por que no contratabamos a otro chofer para que ella no manejara y asi se sintiera acompañada, pero no quiso hacerlo, ya que argumento que los choferes solo estan poco tiempo ella se encariña y luego se van y eso no le gustaba.
Del taller de carpinteria que contrate me mandaron dos hombres relativamente jovenes (34 y 36 años) de nombre Julian y Leonardo, altos, de buena contextura como todos los carpinteros, Julian era algo moreno, recio y poco hablador, en cambio Leonardo era un negro alto, corpulento muy dicharachero y alegre, contaba chistes a todas horas y por todas las cosas que veia, hablaron conmigo sera unos 20 minutos y el no paro de hablar, "si maestro no se preocupe, que en menos que canta un gallo su cerca esta arreglada" y "por la lana no se preocupe si no le gusta no la paga" y cosas por el estilo.
Antes de irme, llame a mi esposa y le presente a los nuevos trabajadores los cuales muy educamente se quitaron las gorras y la saludaron alegremente.
Me cerciore de mis camaras ocultas y de que estubieran funcionando adecuadamente ya que cuando les presente a los trabajadores los ojos de mi esposa brillaron amorosamente, y la lengua se le salio un poco acaricinadose los labios.
Como a las 11 de la mañana, no habia nadie en la casa solo mi esposa y los carpinteros, era dia libre de casi todo el personal, mi esposa preparo limonada y llamo a los jovenes a que fueran a tomar el refresco a la casa, lo cual hicieron alegremente, limpiandose los zapatos al entrar y sentandose en el sofa de la sala, mi esposa habia puesto un frasco grande de refresco en la mesita, vesita como siempre sus faldas voladas por encima de las rodillas, una blusa descotada que cuando se inclinaba dejaba ver hasta el ombligo y sus inseparables braguitas blancas ya humedas de seguro por lo que se estaba imaginando.
Ya sentados los jovenes mi esposa les hizo una demostracion espectacular de sus bragas al momento de sentarse frente a ellos, los que no mostraron disimulo para observar detenidamente hasta los hilos de bordado de las bragas de mi mujer.
Luego ella se hizo hacia adelante tomo los vasos que estaban en la mesa y se los entrego a los jovenes, se levanto volviendo a enseñarles las bragas y se inclino hacia adelante para servirles el refresco, ellos no miraban nada mas que el espectacular par de tetas de mi esposa, despues ella se acerco a su asiento dejandose caer nuevamente y mostrando otra vez las bragas blancas mas humedas todavia.
Leonardo le dijo que si le prestaba el baño, poniendose de pie delante de mi mujer y mostrando un bulto inmenso a nivel de su entrepierna que dejo mariada a mi mujer, la cual presurosamente le dijo que lo acompañaria hasta el baño.
siguiendola por el pasillo leonardo iba viendo el culo bamboleante de mi mujer que lo movia hasta mas no poder, llegando a la puerta en el pasillo estrecho se junto hacia la pared y le señalo la entrada, Leonardo pasando rozando el culo di mujer con su tremenda verga, lo cual hizo suspierar a mi mujer, la que contra todas las razones no se movio de donde estaba, el la observaba a traves del espejo y haciendose el tonto se dio la vuelta sacudiendo la culebra que tenia por verga cuando termino de orinar y a mi esposa se le fueron los ojos, diciendo el perdon señora no sabia que usted estaba ahi.
Mi esposa no pudiendo deternerse se avalanzo sobre la verga de Leonardo atrapandola con las dos manos y diciendole si yo queria conocer este mostruo, empujandolo suavemente hacia el water, leonardo se sento y mi mujer comenzo a hacerle una mamada fenomenal, solamente le alcanzaba un poco mas de la mitad de la verga de leonardo y eso que la garganta de mi esposa es profunda y ella estaba emocionada succionano y lamiendo la verga de leonardo que no se dio cuenta cuando entro a la habitacion julian quien no perdio tiempo cuando vio lo que se estaba cocinando en el baño, procedio a levantarle la falda a mi mujer hizo a un lado la braga y le ensarto una verga de unos 17cm de largo con un buen grosor, eso ya fue sublime para mi mujer, la que no paro de gemir, gritar, pedir polla, que cambiaran de lugar que queria que leonardo la atravezara, esto no haciendose el rogado, le dio la vuelta a mi mujer se la coloco encima y ella fue bajando poco a poco
Increiblemente la atrapo completa, hasta leonardo se asusto de la capacidad de la vagina de mi mujer, era la primera vez que lograba meterla completa en una mujer,emocionada mi mujer comenzo a saltar sobre la tranca negra de leonardo, Julian se acerco por delante de mi mujer y se la puso en la boca para que la mamara,, lo cual gustosa comenzo a hacerlo hasta tenerlo bien lamido. Despues de esto leonardo se acosto en el piso mi mujer se puso sobre el y comenzo a ensartarse nuevamente el garrote templado de leonardo, julian se puso detras de mi mujer hurgandole el culito primero con los dedos y cuando lo tubo listo le dejo ir la verga completa, mi mujer a estas alturas solo palabras subidas de tono decia, cabrones, putos, machos, hijos de puta, culeenme, abranme el culo, partanme en dos, soy su zorra, soy su puta, hagan lo que quieran conmigo pero no me dejen como estoy.
Despues invirtieron los papeles y yo pense ahora si desgracia a esta zorra pero que va, esta puta tiene gran aguante, se trago nuevamente completa la monstruosa verga de leonardo por el culo, y julian por la vagina, hasta que sintio como los dos carpinteros acababan dentro de ella, sacandolas posteriormente y limpiandoselas con la lengua hasta dejarlas completamente limpias y blandecitas, ahora les dijo vayan a trabajar que mañana temdremos otra sesion similar.
Autor: Anonimo
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