Mi amante ahora fue mi amante
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos y todas que leen estos relatos, mi nombre ficticio es Luis Pedro, ahora con 42, pero cuando todo comenzó tenia 35, o sea hace siete años.
Yo era en ese momento profesor de secundaria, daba clases en un colegio mixto privado. Habia una chica de 14 años que me llamaba la atención ese año, yo al parecer también le gustaba. Yo daba matemática y física ese año, y ella tenia problemas con esos cursos, asi que en los recesos, que eran de media hora, ella se iba a una pequeña oficina que tenia, de unos 2 x 3 mts, y yo notaba que ella se ponía nerviosa cuando estaba conmigo, no fue difícil besarla por primera vez, la acomode en mi regazo y la hice vibrar solo besandole los labios, el cuello y sus bellas orejitas.
Yo ya estaba casado, luego de pasar unos 20 minutos besando esa linda muñeca, me senti mal pues me había dejado vencer el deseo porque la chiquilla estaba linda, Jenny que asi la llamare, era de 1.50 mt de estatura, tez blanca, ojitos verdes y era un barbie en pequeño, con sus senos en pleno desarrollo y un culito compacto pero respingon. Luego de ese primero encuentro, pensé en terminarlo y disculparme con Jenny, pero nada sucedió como lo tenia pensado, al otro dia ella me llevó un corazón con algo escrito, me decía que desde que me había hablado conmigo una tarde que yo ni me acordaba ella supo que estaba enamorado de mi. Ante eso no pude ponerle fin a ese pequeño encuentro, es más, nos abrazamos y nos volvimos a comer a besos, yo meti mi mano debajo de su falda colegial y le toque sus bonitas y suaves piernitas, mi mano llegó a su braguita y acaricie su tierna panochita, ella suspiro mucho y se aferraba a mis labios. Yo me comencé a excitar mucho, mi mano dejo de acariciar su sexo y ahora la meti dentro de su blusita e hice a un lado su pequeño sostén y acaricie sus muy bellas tetas, y las comencé a mamar buscando sus pezones, Jenny gimoteaba como una gatita, eso me ponía mas cachondo todavia, no deje de chuparle sus tetitas hasta que sonó el timbre que anunciaba el fin del receso y llamaba a clases.
Y cada dia o cada dos días como máximo, Jenny me buscaba en mi despacho y nos acariciábamos cada vez más, yo ya le quitaba su braguita y esta caía al suelo y comenzaba a acariciar sus pliegues vaginales que se mojaban entre mis dedos, le mamaba sus dos bellas tetitas y ella tenia ricos orgasmos entre mis brazos. También ella se animaba tocándome el bulto en los pantalones. Luego en otra ocasión yo lo saqué de mi pantalón y ella me masturbaba con su pequeña mano, y después ella se agacho para darle unos besitos a mi pija erecta, y asi poco a poco iban subiendo de nivel nuestras caricias.
En otro cierto dia, ella me había hecho una tarjeta y decia que habíamos cumplido un mes desde aquel riquísimo beso de 20 minutos. En ese momento la recoste sobre mi escritorio y sacando le su braguita levante su faldita, por primera vez le vi su rajita tierna, casi sin pelitos, labios rosaditos y comencé a devorarsela, Jenny gemia como si se acabara el mundo y yo sumergido en su deliciosa panochita, lamiendo y chupándolo todo. Mis labios y bigote se llenaron de sus juguitos intimos, le sobrevino un brutal orgasmo que ella se quedo como muerta encima de mi escritorio. La tuve que reanimar pues nuevamente el timbre nos sorprendió, hasta dejó olvidada su braguita y salio corriendo para su salón de clases.
A Jenny le gustó el sexo oral que le di ese dia, y después de eso me dejaba comérsela. Pero una de esas veces le dije que ella podía hacer lo mismo conmigo, asi que me saque la pija y le dije que no solo podia darle besitos, sino que la podia chupar toda, le fui enseñando y ella aprendió muy bien, a la segunda vez estalle en su boquita, ella puso una cara de extrañeza cuando sintió dentro de su boquita mi lechita, pero poco a poco aprendió a tragarla. Asi desde ese dia también hicimos unos deliciosos 69, yo le sacaba sus jugos íntimos y ella me sacaba la lechita. Yo ya empezaba a imaginarme hacer el amor con Jenny, pues cuando tenia sexo con mi esposa pensaba en Jenny y tenia unas grandes eyaculaciones en la raja de mi mujer.
Entre Jenny y yo empezamos a planificar encontrarnos después de clases, y por fin sucedió, ella pidio permiso para ir a dormir con una amiga y yo inventé salir con amigos. Finalmente alli estábamos los dos mi auto entrando a un automotel, subimos a la habitación alfombradas y llena de espejos. Ella me confesó que era su primera vez, estaba muy nerviosa, yo habia llevado un lubricante gel, el cual nos sirvió mucho. Iniciamos al igual que en mi despacho, besos caricias intimas, su panochita estaba mojadita a pesar de nos nervios. Me comi su panochita hasta que la hice correrse en mi boca y luego ella me dio una rica chupada de pija y de cojones. La detuve no queria en este momento correrme tan rapido.
Desnuda totalmente, le abri sus piernas, le pregunte estúpidamente si estaba segura, me dijo que si. Le unté el lubricante y le frote mi glande varias veces en su pepa, ella gimió, y posteriormente le fui hundiendo mi pija en su panochita, ella gritó y me araño los brazos, se la deje ir más y alli su virginidad fue historia, luego se la metí hasta la mitad y ya empece a pistonearla, suave y lentamente para que se acostumbrara a mi pija en su chuchita. Me fui poniendo encima buscándole los labios pero también para terminársela de meter toda. Luego en la posición del misionero me puse a cogerla, primero lento, pero iba ganando rapidez, su panochita estaba muy mojada y caliente, pronto ella se corrió, yo seguí pistonenado y baje a morderle sus pezoncitos rosados. La estabamos pasando de maravilla y al parecer había tenido poco dolor.
Luego la puse a cabalgarme, yo abajo y ella se montó como jinete sobre mi pija, dejé que ella sólita la tomara y se la pusiera en su chuchita, luego se la fue metiendo y después se puso a saltar encima, fue una diablilla encima de mi pija, diciendo que yo era su dueño, que ella era mi mujercita, que siempre quería estar asi penetrada por mi pija, en si ella estaba excitadisima. Yo ya estaba a punto de explotar, ahh y se me olvidaba comentar que antes de ese dia yo le había preguntado las fechas de su periodo menstrual e hicimos las cuentas y ella no estaba en su periodo critico esa noche, asi que podía cogerla y llenarle su panochita de toda la leche que quisiera. De ese modo explote dentro de ella en esa posición vaquera, luego la puse en cuatro y que perfecto culo el que ya tenia, es cierto que aun le faltaba carne pero la forma y la dureza ya la tenia. La cogí al estilo perruno y nuevamente nos corrimos como perros cada uno.
Cada dos semanas, inventábamos cualquier cosa para volver a coger, aunque les digo que ya lo hacíamos en el despacho, en el colegio, pero por el corto tiempo, era unos rapiditos ricos, pero no tan buenos como cuando ibamos a algún motel. Estuvimos saliendo y cogiendo con Jenny mas de un año, luego terminó cuando yo conseguí otro trabajo, ella lloró cuando le conté que me tenia que trasladar a otro lugar y otra ciudad, debo decir que para mi también fue duro dejarla, pero ya tenia problemas en mi casa y eso influyó en mi decisión final.
Pasaron seis años, habíamos adquirido con mi mujer una casa en un residencial exclusivo, teníamos dos años de haberla comprado, cuando nos invitaron dentro del residencial a una fiesta privada de bienvenida a nuevos vecinos, que habían adquirido una casa alli. No estuvo bien, llegamos con mi esposa y al presentar a los nuevos vecinos, lo que es el destino, era Jenny y su esposo, un medico joven cardiologo. Yo la reconocí de inmediato, era todo una mujer ya, bella como siempre, me temblaron las piernas y no me animaba ir a saludarla, fue ella quien tuvo el valor y llego conmigo y me saludó muy cordial, iba con su marido, me presentó como un antiguo profesor suyo del colegio. Al parecer su esposo era de buena familia y adinerada.
Luego de la fiesta, la vi un par de veces, yo en mi auto y ella en el suyo, solo fueron saludos. A pesar que al verla me despertó muchas emociones, me dije que lo mejor era asimilar eso y vivir cada quien su vida que ya habíamos construido. Pero Jenny pensaba diferente.
Estando en mi casa, yo estaba solo, mi esposa acaba de salir a hacer cosas en el centro, de pronto tocaron el timbre, fui a abrir, y era Jenny. Abri rápido, las piernas nuevamente me temblaban, ella estaba bellisima, sus ojos verdes resaltaban ahora con el delineador de ojos que utilizaba, llevaba un vestido de una pieza, cortito, con zapatos de tacon altísimos, era ya toda una hembra hermosa. Nos saludamos, la invité a entrar y ella aceptó. Empezamos hablando de nuestra familia actual, de donde trabajabamos, hasta que salió el tema de nuestra relación anterior, los ojos de Jenny brillaban, hasta que vino la pregunta prohibida. -Sientes algo por mi todavia?- que me hizo Jenny, yo empece a contestar con distractores, que ahora teniamos una familia estable, que los años pasaron, entonces vino ella se acercó a mi y me besó. Yo correspondí, eso queria, eso deseaba hacer. Cerré la puerta, nos sentamos y ella se coloco en mis brazos como hacíamos en aquellos años, mi mano recorrió sus piernas y sus senos ahora más grandes pero siempre duritos.
Ella tomó mi mano y la puso dentro de su braguita, acaricie su panochita, sus labios vaginales e inclusive metí un dedo dentro de su chuchita, estaba alli dentro mojadito y caliente como siempre lo encontré. La cargué y la lleve a mi recamara, la acosté y nos seguimos besando con todo nuestro deseo, le fui quitando prenda por prenda de ropa, hasta que quedo en cueros sobre mi cama, le abri las piernas y vi la panochita de una mujer, la panochita que yo habia estrenado hace varios años, se miraba deliciosa. Me la comi con mucho deseo y le meti la lengua hasta dentro de su vagina, ella se revolcaba sobre la cama de gusto, me decia que su panocha era solo mia y que la tomara porque era su dueño. Sin quitarme el pantalón, saque mi verga y la penetré, entre gemidos, suspiros, quejidos y muchas frases amorosas. La folle duro entrando y saliendo de su panocha, la llevé rapido a un estruendoso orgasmo, luego ella me quitó y me quitó los pantalones y me comenzó a mamar la pija desesperadamente, mi pija estaba llena de nuestros jugos intimos, pero a ella no le importó y la chupó toda.
Luego se fue montando encima y se la clavó en su chuchita de nuevo, se cabalgo despacio porque nos besabamos o me ponía sus tetas para mamarlas por turnos, fue algo increíble, se me olvidó que mi esposa podia regresar en cualquier momento, aunque ella se toma su tiempo cuando sale al centro.
Jenny me cabalgó hasta hacerme explotar dentro de ella, la llené de lechita, se quitó ella de encima y nuevamente me lamió la pija hasta dejármela limpia. Luego Jenny se puso en cuatro frente a mi y me preguntó si le gustaba lo que veia, sus bellas nalgas y en el centro su panochita mojada y dilatada, me puse atrás y aun con la verga semidura, la penetré y la pistonee hasta que mi pija se endureció dentro de su vagina, yo le daba pistonazos secos y duros, que la hacían gemir cada vez que se la metía. Ella me dijo voltenado su cabeza que se la metiera por el culo, debo confesar que honestamente en nuestro romance de algunos años, nunca le toqué su culito, pero ahora me lo ofrecia, le ensalivé su ano con mi saliva y algunos jugos de su vagina, y le coloqué mi glande en su orificio y la fui penetrando, ella gemía y gritaba que siempre quiso tenerme alli dentro. La culie varios minutos por alli, pero era tan apretadito que de nuevo me llevó a otra corrida, esta vez le inundé su recto de mi lechita. Terminamos besándonos sudados y llenos de nuestros jugos íntimos. Fue un polvazo para recordar.
Esto ultimo pasó hace ocho meses y aun me la sigo cogiendo, su joven marido se mantiene la mayor parte del tiempo en congresos, reuniones, en el hospital, de viaje, tranto que descuida mucho a Jenny, para mi suerte. Ella esta pensando separarse y vivir sola.
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