Mi cuñada es una prostituta!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos los lectores y lectoras. Soy Carlos de 31 años, y quiero compartir mi experiencia de tipo sexual que me ocurrió con mi cuñada Mariela. No soy muy bueno para escribir, pero aquí les va:
Soy casado desde hace 5 años, a pesar que no he sido completamente fiel a mi esposa, ya que he tenido uno que otro encuentro con mujeres, nunca he repetido un encuentro sexual dos veces con la misma mujer y para mi eso tambien es cierta fidelidad. Desde que eramos novios, mi mujer, Claudia de 29, me había comentado que tenía una media hermana, es decir solo de padre, que vive en Norteamérica, al parecer no le gustaba mucho saber de ella, porque era el fruto de una relación fuera de matrimonio de su padre.
En mi caso suelo viajar frecuentemente por cuestiones de negocios de la empresa a la que represento. Cierto día mi esposa me comentó que su padre le había pedido de favor recoger a su medio hermana el viernes y que ella estaba molesto por eso. Ya que su media hermana no le agradaba para nada. Como yo iba a estar cerca de la ciudad donde esta el aeropuerto, le dije que si no le molestaba, yo lo haría. Total que me agradeció y asi quedamos.
Llegó ese día, fui al aeropuerto. Ese día las condiciones climatologicas eran adversas, llovía mucho desde el día anterior. Asi que pregunté en la recepción de la compañía del vuelo y me dijeron que el vuelo llegaría más tarde, posiblemente a eso de las 11:15 pm, y aun eran las 8:00 pm, llamé a mi mujer para contarle.
Llegó por fin el vuelo y como yo no la conocía en una hoja de papel blanco, apunté su nombre, se llamaba Mariela. Cuando de repente me tocan el hombro, yo volteo y me encuentro a una deliciosa morena, de talla pequeña, talvez 1.60 mt, menudita, con dos impresionantes tetas solo tapado por un diminuto escote, sus piernas con tacones altos se miraban de campeonato. Todos los pasajeros se le quedaban viendo.
-Yo soy Mariela!, quien eres tú?-
_Hola!, yo soy Carlos, esposo de Claudia, me pidió que viniera por ti!-
Ella me vio de arriba para abajo, no creo que peque de modesto, pero tengo un cuerpo atletico y hago mucho deporte, además creo ser simpatico. Volviendo al tema, la ayudé a cargar sus maletas. Estaba lloviendo todavía. Asi que buscamos un hotel donde hospedarnos, porque el camino a casa era peligroso a esa hora. Previo llamé a mi esposa para comentarle que ya había llegado su hermana.
En el hotel, pedimos dos habitaciones sencillas. Aun estaba impresionado por Mariela, no se parecía en nada a mi esposa, mi esposa es de tez blanca, pocos senos y de pierna delgada. Realmente Mariela era muy atractiva y más con su atuendo, además de su escote, llevaba una falda corta arriba de la rodilla. No tardó mi verga en erectarse sin control. Ya cada uno en su habitación, sonó mi teléfono y era Mariela, quería saber si cenabamos juntos, ya que ahora los aviones no ofrecen cena en el boleto. Fuimos al bar del hotel, que era lo único que estaba abierto. Ya sentados con un whisky cada uno en las manos y un sándwich, empezamos a platicar, era más de la media noche ya.
Hablamos de mil cosas, pero me pareció muy simpatica Mariela, tenía tema de conversación. En el tercer whisky le dije que no sabía que mi esposa tenía una hermana tan bella como ella. A ella le gustó el comentario y también me devolvió el mismo diciendo que era un hombre muy guapo para su hermana, se dejó notar las diferencias entre ellas con ese comentario. Por un momento supe que tenía oportunidad de ligar a la hermana de mi mujer, asi que empecé a sacar todo mi armamento de conquistador. Seguimos charlando otro buen rato.
Para mi suerte, el bar cerraba a la 1:00 am y le dije a Mariela que compraramos una botella de whisky y nos fueramos a mi habitación, eso era la prueba final, hubo un momento de pausa, pero ella aceptó gustosamente!
Al final escogimos su habitación y no la mia. Seguimos tomando. Luego ella dijo que se pondría más cómoda, entro al tocador y al salir, guuauuu! Se había puesto un camisón casi transparente, sin sujetador, yo podía ver la aureola morena de sus pezones pegadas a la tela y además su tanguita diminuta que se perdía entre sus dos montañas que eran sus nalgas.
-Que te pasa cuñadito, te haz quedado mudo!- me dijo con tono burlón.
-Es que estas rica cuñadita, estas para comerte!- le dije sin tapujos
-Y por que no dejas la botella y empiezas ya!!- me dijo viendome a los ojos y haciendo una sonrisa cachonda.
Me avalancé sobre ella y la tiré a la cama y comencé a besarla en la boca, ella sacó rapido su lenguita que se retorcio contra la mia, luego bajé a mamarle sus enormes tetas y a chupar sus pezones oscuros que se pararon de inmediato. Que ricas estaban sus tetas!. Mi mano fue a parar adentro de su tanguita y acaricie sus labios vaginales. Mariela se mojó de inmediato, no era ajena a todo, sino se miraba que estaba decidida a todo esa noche. Ella también metio su mano entre mis pantalones y se puso a masajear mi verga de forma rica.
Me hice a un lado para quitarme la ropa, me quedé en cueros al igual que ella, luego le busqué su raja para mamarla, pero ella quería chupar mi verga también, asi que quedamos en un rica 69 de ladito. Le chupe su raja con mucha lujuria, le abri las piernas al máximo y meti mi boca hasta que mis labios tocaron los labios menores de su raja. Mariela gemía y no dejaba de chupar mi verga con largos y fuertes chupones que me ponían a mil. Después le metí dos dedos en su raja mientras mi lengua jugaba con su ano y me quedé pajeandola.
-Ay Carlos, que rico me comes la panocha y mi culo, asi papi asi!- me decía Mariela lo cual me calentaba mucho más.
-Es que la tienes rica cuñadita mmm!- le respondia yo.
Al poco rato, la oi gritar su venida, estaba llegando inexorablemente a un buen orgasmo, causado por mi lengua en su raja. Ya era hora de cogerla.
La puse acostada boca abajo y me subí sobre ella, con una mano guié mi verga para su raja y se la dejé ir, la penetré sin cesar hasta que solo mis huevos quedaron fuera de su coño. Ella me abrazó muy excitada y empezamos a coger con un rico vaiven, ni fuerte ni lento, sino una rica cogida que me permitía besarle los labios y mamarle las tetas bonitas a placer. Mariela gemía mucho y me pedía que no parara de hacerselo.
El climax estaba en lo máximo. En minutos el ritmo de la cogida fue aumentando, cada envión para penetrarla la hacía gemir y hacia rechinar la cama. Su raja era un charco de jugos vaginales mezclados con alguna eyaculación mia.
-Ayy Carlos ayy Carlos!!- grito Mariela y se vino por segunda vez. Yo aceleré y la tomé de los hombros para asirme y ahhhh llegué a mi orgasmo, le vacié una gran cantidad de semen en su raja abierta, ninguno hizo el esfuerzo de separar nuestros cuerpos, asi que sin sacarsela le deposité todo adentro, nos quedamos besándonos un rato mientras mi verga perdía toda su dureza en su vagina.
Ella se paró y se fue al tocador, en mi caso me puse el calzoncillo y serví otro trago para cuando saliera. Se lo dí al salir ella. Brindamos y lo primero que me dijo, fue agradecerme la follada, ya que estaba muy estresada del viaje y coger la había relajado. Que mujer!.
Mariela solo se puso su tanguita y ahora nos acostamos en la cama y seguimos bebiendo, a la media hora más o menos comenzamos a besarnos de nuevo, yo fui recorriendo con mi lengua su cuello, sus orejas, luego bajé a sus senos y alli me quede saboreando toda la extensión de sus tetas y chupando sus pezones, eso la calentó, busco con su mano mi verga y la encontró ya erecta.
-Carlos! Parece que ya estas listo!- diciendo eso y ella buscó mi verga y bajandome los canzoncillos comenzó a mamarmela, se fue acomodando poco a poco hasta que quedó entre mis piernas, lo que siguió fue una memorable mamada, me chupó los huevos como nadie me lo había hecho, asi también lamió hasta mi culo.
-Subete Mariela que quiero metertela otra vez!- Ella al oirme, se subió sobre mi verga y se la clavó hasta el cabo. Mariela se movía con un movimiento de caderas increible, parecía que estaba bailando salsa sobre mi verga. Yo sentía que mi verga topaba con sus ovarios cada vez que la metía hasta el fondo. Sus tetas se meneaban como bolsas frente a mi ojos
De nuevo Mariela comenzó a lanzar gemidos feroces. Se movió con golpes secos y ella misma, con sus movimientos pelvicos provocó su nueva venida.
-Ayy Carlos, que rico, que rico!- me dijo después de haber pasado su climax. Ella aún seguía arriba de mi.
La cambie de posición, me moría por cogerla al estilo perruno y tener frente a mi su bonito culo y sus nalgas. Asi que la penetré y aferrandome a sus nalgas me puse a cogerla de nuevo por atras, su raja estaba tan mojada y dilatada que mi verga entraba y salia de su raja sin problema. Esa hembra si sabía coger. Mis dedos hurgaban el orificio de su culito, crei que ella se opondría, pero no dijo nada, asi que le inserté medio dedo en su ano y segui cogiendola, al rato empujé y mi dedo se fue completo en su orto. Mariela empezaba a quejarse de placer.
-Carlos!, me la quieres meter por atrás?- me dijo entre gemidos.
Yo ya no respondí, sino que saqué mi verga de su raja y la puse en esfínter, me sujeté de sus buenas nalgas y empujandola le clavé mi gordo glande, ella chilló y relajó sus musculos, asi que seguí empujando y se la metí a la mitad, ahora me puse a bombearsela lentamente para irla acostumbrando. Poco a poco se la fui metiendo hasta que la tenía toda adentro, era fascinante cogerla por su culo, me apretaba rico la verga.
La estuve sodomizando por un largo rato, mi verga entrando y saliendo de entre sus nalgas. Fue sensacional como gozamos los dos a costas de su orto. Al fin me tocó el turno de volver a venirme, le llené de leche su chiquito. Descansamos un rato. Ya eran las 3:40 am, pronto amanecería, asi que quise despedirme, pero ella no me dejó, me dijo que no quería dormir solita esa noche. Asi que me quedé el resto de la noche con la hermana de mi esposa.
Por si no fuera suficiente, nos despertamos a las 8:00 am y lo primero que hicimos fue hacer el amor de nuevo. La ensarté por sus dos orificios por turnos, en una posición la cogía por la vagina y en otra por su culito. Como suele suceder, los hombres somos más eficientes para coger temprano, mi verga estaba durisima y tardé mucho para venirme, en cambio ella tuvo al menos tres orgasmos de lujo. Ella me pidió que terminara en su boca y le chorrie mi leche en su rostro, ella con su lengua se tomó parte de mi venida. Luego nos bañamos juntos y salimos de camino.
Llegando al pueblo donde vivimos, Mariela me pidió que la dejara en casa de su padre, lo cual fue mejor para mi, ya que juntos podriamos vernos raro y mi mujer podría sospechar. Llegué a la casa y le informé a mi esposa que su hermana estaba en casa de su padre. En las casi tres semanas que estuvo Mariela alli, apenas se vio con mi esposa un par de veces y ya no hubo ningún otro encuentro conmigo.
Mi esposa cuando se fue Mariela de regreso me dijo –que bueno que se fue ella, ya que no me cae bien y yo se que yo no le agrado, seria ella capaz de todo con tal de hacerme daño o hacerme sentir mal. Si supiera.
-Cariño, te debo confesar algo!- me dijo Claudia. –qué mi amor?-
-No te lo quería decir, hasta que Mariela se fuera, pero fijate que ella estuvo en malos pasos alla en el norte, supimos que ella trabajaba en una casa de citas, de esas donde envian prostitutas a domicilio.. –
Yo me quedé pensado…fue planeado lo de mi encuentro por ella, con tal de acostarse con el marido de su media hermana?
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!