MI ESPOSA CINTHYA Y MI VIEJO JEFE 4
Comienza el descontrol.
-Si acabo de llegar cariño. No sabía que había otra piscina aquí- le respondí con enfado
– sí, yo tampoco, pero don Ernesto envió a alguien a avisarte- me dijo mientras me esquivaba la mirada.
-Héctor al fin llegas muchacho, pensamos que ya no venias- mientras se acercaba junto con don Mario con sus cuerpos mojados por la batalla que acababan de tener con mi esposa.
– no sabía que estuvieran aquí.
– pero como ps si envié a alguien del servicio a avisarte.
-nadie me aviso.
– ve pos que mala suerte justo ya estábamos de salida ¿no es así Cinthya? – decía el viejo mientras la recorría con la mirada.
-eh si ya estábamos cansados de la piscina jeje.
– bueno entonces vámonos- le dije mientras tomaba sus cosas y la llevaba a nuestra habitación.
– nos vemos luego Cinthya- fue lo ultimo que menciono don Ernesto.
– eh si después don Ernesto jeje.
De camino a nuestra habitación le pregunte que había pasado con su bikini si el que tenia puesto no es con el cual salió de nuestra habitación, y ella procedió a contarme lo que había pasado, uno de las personas que servían bebidas le había manchado su bikini y don Ernesto “amablemente” ofreció en comprarle otro para que puedan disfrutar de la piscina, curiosamente al mismo empleado fue a quien le encomendaron la tarea de avisarme donde estarían.
Cuando llegamos a la habitación Cinthya de inmediato se metió a la ducha, tardo mas de lo habitual pero finalmente salió.
-necesitaba refrescarme jeje.
– estuviste en la piscina bastante tiempo, ¿no te refrescaste?
– ay si tontito, pero no es lo mismo
– y que tanto hicieron en la piscina?
Al parecer mi pregunta la sorprendió y tardo en responder.
-bueno ya sabes nadar jaja.
– y que más?
– em nadar, y don Ernesto y don Mario me retaron jaja ya sabes que yo no me dejo cariño.
– así? ¿Como fue el reto? – mientras esperaba su respuesta, podía ver que evitaba verme a la cara.
– solo quien nadaba más rápido jjeje.
Me la quedé viendo por unos segundos, no podía creer que ella me este mintiendo nunca lo había hecho, pero comprendí por qué lo hacía, en retrospectiva fue ella quien haciendo uso de su deliciosa figura orillo a los viejos a actuar de esa forma. Ella restregó su culo contra ellos, ella empezó los juegos de mano, ella era la que actuó de manera extraña. ¿Qué podía decirles a los viejos?,” ¿Por qué dejaron que mi esposa los manoseara?”, seria eso algo loable?, como quedaría yo.
Decidí dejarlo ahí por el momento no quería un enfrentamiento con Cinthya en ese lugar, el escándalo podía escalar a mayores, por suerte para mi durante la tarde no hubo rastros de don Ernesto ni de su amigo lo que me tranquilizo y mi esposa también estaba “tranquila”, aunque podía ver que por momentos se perdía en sus pensamientos, aprovechamos para dar un paseo por la pequeña laguna artificial que había en el club, nos recostamos en el pasto y hablamos de lo que haríamos durante la noche.
-Que planes tienes para la noche cariño?
– no lo sé, tú quieres hacer algo?
– mm ir a bailar? Jaja
– tu no te cansas no cariño? – le dije sonriendo
– no amor jeje, pero podemos hacer algo que a ti te guste.
Cinthya siempre es así trata de complacerme como una buena esposa, cuando no tengo ánimos para algunas actividades ella se limita y no lo hace. Hace poco paso lo mismo ella quería que llevemos clases de salsa en pareja, pero yo me negué poniendo escusa el trabajo y que no tenía tiempo, ella me escucho y solo me dijo “tienes razón cariño” y no volvió a mencionarme eso, me sentí mal por no darle gusto en ese momento y ahora me pasaba lo mismo. Y no quería sentirme así otra vez.
-vamos a bailar cariño.
– enserio? Mm no quiero que te sientas obligado amor. – ella sabía leerme a la perfección
-claro que no estoy obligado, además quiero bailar con mi esposa ¿hay algo de malo en eso?
– claro que no tontito- mientras nuestros labios se unían en un tierno beso.
Así pasamos el día tranquilo haciendo otras actividades, hasta que el sol se oculto y llego la noche. Estábamos en nuestra habitación preparándonos para ir a bailar, pero somos interrumpidos por el sonido de la puerta. Fui a atender mientras Cinthya estaba ocupada con su cabello.
-Héctor muchacho
– don Ernesto buenas noches- me sorprendió verlo en la puerta. ¿Qué está haciendo aquí?
– pos venía a hacerles una invitación jeje.
En eso salía Cinthya a ver quién había tocado la puerta
-buenas noches Cinthya- dijo el viejo mostrando su sonrisa maravillado.
– ¡don Ernesto! – respondió con nerviosa mi esposa, ante su presencia y desviaba la mirada.
– pos cómo le decía a Héctor les venia a hacer una invitación.
– emm si mm si díganos de que se trata? – se ponía notar sus nervios.
– ps verán con mi compadre Martín estábamos pensando en unas partidas de póker que les parece jeje.
– eh bueno don Ernesto vera justo estabam..- yo iba a decirle que no podíamos porque teníamos planes, pero mi esposa me interrumpió.
– si don Ernesto aceptamos. – lo dijo con una seguridad y yo me quede viéndola confundido, si teníamos otros planes.
– pos entonces ya está jeje los esperamos en la habitación de Martin.
– porque en su habitación? ¿No hay zona de juegos en el club?
– si muchacho, pero ya no queremos tanto ruido es molesto jajaja, más cómodos estaremos allá.
Don Ernesto nos indico el numero de habitación y como llegar, después de eso se retiró. Yo comencé a recriminarle a Cinthya el porque acepto si ya teníamos planes y ella se escuso con lo de hacer algo diferente y que sería más divertido. Seguí molesto, pero ella se disculpo hasta que me tranquilicé, pero no entendía el porqué de su decisión y sobre todo porque quería estar cerca a ellos después de lo que paso.
En fin, después de tanto hablar ya estamos en la puerta de la habitación de don Mario, tocamos la puerta y el mismo nos recibió.
-ey ya están acá, pasen rápido jeje.
– buenas noches don Mario y gracias. – respondió mi esposa mostrando una sonrisa encantadora.
– gracias don Mario-le dije secamente
Pude notar que la habitación era bastante amplia, llena de comodidades, nos llevo directamente a la pequeña sala que tenia y nos sentamos en el mueble. Mientras hablábamos apareció don Ernesto.
-Epa, entonces soy el último en llegar jaja. – viéndonos a todos, pero en especial a Cinthya quien esquivo su mirada.
– pensamos que ya no venias jjaja.- respondió don Mario.
– jajaja ya quisieras jaja- mientras se reía como desgraciado.
Enseguida don Ernesto se sentó con nosotros, al lado de Cinthya quien seguía sin poder darle la cara, mientras eso pasaba don Mario estaba en otro ambiente donde estaba su minibar y sacaba unas bebidas. Dejo las bebidas en la pequeña mesa y dijo que había olvidado algo y que en unos momentos volvía saliendo del lugar. Seguíamos charlando y don Ernesto nos dice que en unos momentos vuelve y va en dirección al baño que estaba cerca al minibar según nos dijeron, unos segundos después Cinthya se levanta y va al minibar a buscar agua y sale detrás de don Ernesto. No podía quedarme tranquilo después de lo que había acontecido el día anterior en la piscina así que fui y sin hacer ruido me acerqué un poco a ver qué pasaba, pero no podía ver nada sin que me descubran, así que solo pude escuchar lo que hablaban. Don Ernesto salía del baño y Cinthya estaba en el minibar.
-eh don Ernesto! – Cinthya lo llamo.
– Cinthya jeje dime que sucede? Jeje.
– emm bueno quería hablarle, no sé cómo decirlo, pero… quería pedirle una disculpa.
– eh pos y eso por qué?
– este por lo que paso ayer, me entiende- la voz de Cinthya se escuchaba entrecortada, nerviosa.
– a ps mira no sé qué malo hiciste jaja.
– no debí comportarme así, ustedes son unos señores y fue mi culpa lo que paso. – la voz de Cinthya se escuchaba firme al fin.
– tranquila Cinthya, hablo por mí y por Mario, no tienes porque disculparte de nada, solo nos estábamos divirtiendo jeje. Pos en todo caso si te incomodo lo que paso, yo te pido perdón a ti Cinthya. – nunca había escuchado la voz de mi jefe entrecortándose y débil.
– no don Ernesto! eh digo no pasa nada jeje no se ponga así – Cinthya otra vez se escuchaba alegre como ella siempre era.
– a pos ahora si te veo como siempre, así debes estar Cinthya tu eres alegre y divertida ps no me gusta que estés toda aguaitada jeje.
– gracias don Ernesto, ya me saqué esa carga de encima.
– a pos entonces ya deja eso atrás y vamos a divertirnos.
– si jeje seguro pierde jajaja.
Me quede tranquilo Cinthya ya estaría mas tranquila y sobre todo ella acepto la culpa de lo ocurrido, mientras estaba ahí se escuchó la puerta era don Mario quien regresaba así que de inmediato volví a sentarme. También volvía Cinthya y atrás de ella don Ernesto, mi esposa tenia otro semblante y ahora si cruzaba miradas con don Ernesto y con don Mario, supongo que la culpa no la dejaba tranquila y eso causaba su actitud anterior.
Al fin estábamos los 4 sentados alrededor de la mesa cada uno tenia una cerveza, pero Cinthya por pedido de ella solo tenía agua, y don Mario explicaba en que consistiría el juego mientras barajeaba las cartas. Teníamos que armar escalera de números consecutivos o lograr obtener 4 cartas del mismo número, obviamente Cinthya acostumbraba a jugar estos juegos así que la primera ronda fue como una practica para que ella se acoplara. Después de la primera ronda Cinthya pudo saber cómo jugarlo y ya a la tercera gano.
-a pos mira como de bien juegas Cinthya ya esta nos ganaste jajaja. – la alabo don Ernesto.
– jeje gracias don Ernesto, aprendo rápido jaja. – todos nos reímos porque en verdad aprendió muy rápido.
– pos si se nota jaja.
– bueno entonces ahora si vamos a jugar enserio, que les parece jaja.
– vamos a apostar? – pregunte
– ajajaja no Héctor nada de dinero, tranquilo jaja.
– entonces? Jeje – pregunto Cinthya.
– Mario trae la fuente jeje- a lo cual don Mario se levantó y fue a traer una fuente con varias copitas llenas. – Cinthya y yo mirábamos extrañados.
– pos miren cada que alguien gana una partida elige quien bebe, como verán cada uno tiene 6 copitas el que se quede sin copas pierde jeje. ¿Qué les parece?
– me gusta jaja es emocionante – Cinthya emocionada.
– si me parece bien – respondí
– que bien entonces a jugar jaja.
Así empezamos, yo estaba decidido que debía ganar para hacer que los viejos se emborrachen, estaba seguro que Cinthya no me diría a mi que beba y por eso estaba tranquilo, la primera partida la gane yo y elegí a mi jefe para que se tome la primera copa y así lo hizo entre risas lo bebió todo, la segunda partida la gano don Mario y como era de esperarse fui yo quien tomo la copa, sentí que la bebida estaba bastante fuerte y de inmediato me golpeo la cabeza, se rieron por mi gesto pero continuamos, muchas partidas después ya solo me quedaba don copas, a don Mario le quedaba uno, a don Ernesto le quedaban 4 y a Cinthya 3. Todos estábamos bastante animados riéndonos, Cinthya se abanicaba con la mano al parecer tenia bastante claro el cual yo no sentía.
-me dan un segundo ya vuelvo jeje. Dijo mi esposa mientras se dirigía al baño.
– por supuesto Cinthya todo el tiempo que quieras jeje – respondió don Ernesto. mientras la veía alejarse tenia sus ojos clavados en sus piernas, Cinthya estaba con un short de jeans ajustado y un suéter crema holgado que ocultaba su figura, pero se ajustaba a sus tetas.
Mientras esperábamos don Mario tenia la cabeza sobre la mesa, y yo estaba sentado sin decir nada, las bebidas me habían afectado de sobre manera, pero a don Ernesto le quedaban 4 así que estaba en mejor condición. Cinthya volvió un poco tambaleando y se sentó.
-entonces continuamos jeje- su sonrisa estaba llena de picardía.
Seguimos jugando y la ronda la gana don Ernesto otra vez y me elige para beber ya me pesaba la cabeza, pero los 3 prácticamente me obligaron a beber, entre risas Cinthya me miraba y hasta don Mario parece que se levanto para su ultimo aliento. La siguiente ronda prácticamente ya no participamos ni yo ni don Mario, aunque aun teníamos una copa cada uno, otra vez la gano don Ernesto y viéndome dijo que estaba ido dijo “Cinthya te elijo a ti jaja” “mira nomas ni Mario ni Héctor pueden jajaja” escuchaba su risa.
A todo esto, Cinthya bebió y podía ver que se abanicaba con las manos. Don Mario se quedo dormido en sentado y nos reímos, pero yo tampoco podía seguir, pero escuchaba lo que hablaban.
-que pasa Cinthya? – pregunto mi jefe
– es que tengo calor jeje. – respondía mi esposa
– pos quítate tu suéter es por eso jaja.
– jeje es cierto.
Cinthya tomo su suéter por ambos lados y se lo procedió a quitar, el viejo la miraba embobado por la delicadeza y sensualidad con la que lo hacía, termino de quitárselo dejando a la vista un pequeño top corto, quedó al descubierto, esa prenda mínima que abrazaba sus curvas y sus redondas esferas que, con el más mínimo movimiento, amenazaba con revelar demasiado. Levantó los brazos y la tela subió un poco más, dejando ver la tersura de su vientre, su sexi ombligo hacia imaginar el sin fin de caricias que merecía.
A todo esto, observe a mi jefe, su rostro era de completo deseo morboso, al tenerla de lado el cuerpo de Cinthya podía verse en su completo esplendor el short y el top quedaba de espanto, pude ver que don Ernesto trago saliva al tener a tan majestuosa hembra a su lado. Al terminar de hacerlo Cinthya volteo, y pude percibir una sonrisa juguetona en sus labios, no sé si lo hacía apropósito, no quise pensarlo. La ronda de juegos siguió, pero ahora solo serian ellos.
-ah ahora si me siento más libre jeje.
-me alegro Cinthya jeje- tenia los ojos clavados en las tetas de mi esposa.
– bueno sigamos jugando don Ernesto jeje o ya se rinde- decía mi esposa animada
-jajaja para nada damita sigamos.
Siguió la partida y gano don Ernesto, Cinthya bebió su copa y don Ernesto tenia un rostro de satisfacción.
-jaja que fuerte están los tragos- Cinthya volvía a abanicarse con sus manos.
– pos si, es mejor no crees jaja, pero bueno que tal si hacemos algo diferente Cinthya.
-amm jeje como qué?
– seguir bebiendo ya no es divertido mejor porque no hacemos retos jeje- dijo el viejo mientras la veía.
– me encanta la idea jeje.
– jajaja ya sabia que tu le entras a todo jaja
– claro que si jeje, pero dame un momento ya vuelvo.
Cinthya se fue al baño, me quise levantar, pero no podía, nunca me había pasado eso no tenia fuerzas, y me quedé dormido unos segundos. Pude escuchar lo que hablaba mi jefe “por la puta madre Mario como te vas a dormir ajajaja, eres un pendejo” “me voy a gozar a la culona, uff si vieras lo rica que están sus tetotas” “ya está con calorcito la condenada jjajaa” podía escuchar su risa desgraciada.
Cinthya volvía y eso me despertó, aunque no podía moverme podía ver lo que pasaba.
-uff que calor hace jeje- decía mi esposa.
– si quieres puedes quitarte otra cosa jajaja- dijo el viejo
– jaajaja gracioso es usted- dijo mi esposa mientras le daba un pequeño toque al hombro.
– pos la oferta esta damita jeje- y ambos se rieron
– y si mejor lo dejamos para otro momento es que mi esposo está dormido y sería mejor llevarlo a que descanse jeje.
– no te preocupes damita déjalo ahí pos está a gusto ahí igual que Mario jaja.
– pero mej..
– a ya se seguro te acobardas jaja no vas a cumplir los retos jajajja, está bien damita anda nomas- el viejo ya sabía cómo funcionaba Cinthya.
-clarooo que no jeje, vamos a jugar, reparta.
– a caray así se habla.
El viejo repartió las cartas y empezó el juego.
-ya sabes Cinthya vale todo jeje.
– por supuesto solo no se acobarde- la mirada de Cinthya mostraba un brillo raro.
Pasaron unos minutos y Cinthya gana la primera.
-ganeeeee! Jeje-
– aajaja cual va ser mi reto.
– amm bueno, ps cuéntame un chiste jaja
– solo eso? Jajaja que falta de imaginación tienes damita, mis retos van a ser más complicados jajaja.
Don Ernesto conto un chiste a lo cual Cinthya soltó una carcajada, y siguió el juego. La siguiente gano, mi jefe.
-bueno cual será tu reto? Jaajaja
– ya dígame jeje
– quiero que bailes jeje
– bailar? Jaja lo hago con gusto.
Don Ernesto puso música con su teléfono, lento, Cinthya empezó a moverse al compás de la música lentamente y de forma sensual podía ver que el viejo no apartaba la vista de tan magnifico show, no había visto a Cinthya tan dispuesta, ella dio media vuelta dejando su redondo culo a la vista del viejo quien se encontraba sentado, hipnotizado por sus movimientos. La música termino y Cinthya había cumplido su reto.
-bailas bien rico damita
– jeje gracias don Ernesto – pensé que Cinthya se molestaría por el comentario, pero lejos de hacerlo agradeció. Se notaba acalorada y ya no llevaba su suéter.
– entonces seguimos- dijo el viejo.
La siguiente partida la gano Cinthya.
-jajaja ahora me toca
– esta bien damita, dime cual es el reto
– ammm bueno tiene que hacerme masajes jeje.
– que reto tan complicado jaja – respondió el viejo con sarcasmo
Cinthya se quedo sentada y mi jefe se puso atrás de ella, tomo sus hombros y empezó a darle leves movimientos, a lo cual Cinthya respondió con una sonrisa de satisfacción.
-lo hace muy bien jeje.
– soy muy hábil con las manos damita – desde su posición el viejo podía ver las tetas de mi esposa con total descaro.
Las manos del viejo fueron subiendo y bajando, la respiración de Cinthya empezó a entrecortarse y don Ernesto se dio cuenta de esto así que siguió con tarea, sus manos se deslizaron hasta los limites de los pechos de Cinthya y siguió masajeando, ella cerro los ojos por eso, pero no objeto nada. En un momento el viejo baja hasta la cintura de Cinthya lo que sorprende a ella.
-jaja don Ernesto me da cosquillas.
– tu dijiste masajes, pero no especificaste en que parte jejeje- el viejo se reía maquiavélicamente.
– jaja ya don Ernesto ya termino el reto jajaja- Cinthya estaba acalorada, tenia unas gotas de sudor en la frente, casi imperceptibles.
Don Ernesto la dejó, pero Cinthya estaba mas animada y se notaba que estaba bastante excitada por lo que había pasado. El viejo al parecer estaba mas animado y supongo que decidió probar suerte.
-Cinthya tu tienes unas piernas sexis jejeje.
– usted cree jeje- Cinthya estaba sumida en el momento.
– pos si estas bien buena damita.
– emm gracias jeje solo hago un poco de ejercicio.
– ha con razón te caes de buena jeje si me permites decirlo estas hecha toda una mamacita- dijo el viejo mirándola y con un tono sugerente.
– jajaja ay que dice don Ernesto no exagere jeje.
– no exagero solo digo lo que veo jeje. ¿Acaso no se notó en la piscina? Jaja
– ay don Ernesto por dios, no me haga recordar eso jeje.
– pos así nos pusiste a mi compadre y a mi jeje. Es lo que tu cuerpito provoca Cinthya.
– mm bueno eee si supongo que es cierto jeje- ella estaba atrapada en el momento.
– jaja recuerdo que me debes un castigo ejeeje.
– amm si lo sé- ella buscaba controlarse.
-Entonces creo que es momento de pagar jejeje.
– jajajaja ya don Ernesto de verdad ahora mismo?
– ps si damita, o vas a negarte jeje.
– claro que no yo tengo palabra jeje.
– bueno ps tu castigo será hacer lo mismo que hiciste en la piscina jajajaja.
– ay no don Ernesto eso no jajaja por favor.
– aa ya sabes a lo que me refiero jajaja, lo lamento damita castigo es castigo jeje. Aunque claro puedes rehusarte jeje ¿lo harás?
– jajaja mm bueno, pero como lo haremos? Jeje- Cinthya aceptada hacer lo que el viejo decía, quería detenerlos, pero no podía.
– bueno yo me sentare tu ingéniatelas jeje. – el viejo estaba feliz y procedió a sentarse en el mueble.
– amm bueno, pero solo unos momentos jeje.
Don Ernesto se acomodó, puso los brazos atrás del sillón mostrando una postura de control mientras veía a Cinthya, quien tenia una sonrisa traviesa en los labios.
-estoy listo damita jeje.
– amm si jeje déjeme poner algo de música.
– como gustes mamacita – al parecer a Cinthya le gusto lo que dijo el viejo porque le regalo una sonrisa al viejo.
– solo para que sepa esta canción me lo recomendó mi amiga Anahí jeje para cuando este con Héctor, pero bueno ya habrá oportunidad jeje.
– jaja me siento halagado por tu primera vez jeje. Bailando esa canción claro jeje.
– jaja gracioso, bueno ya está jeje.
La canción comenzó a sonar pude distinguir que se trataba de lo que se escucha hoy en día ride or die, Cinthya comenzó a acercarse a don Ernesto quien la esperaba atento casi babeando, se puso frente a el mientras movía sus caderas al ritmo de la música “ que rica estas Cinthya” salía de la boca de mi jefe, Cinthya solo sonreía y se dio vuelta dejando su tremendo trasero en la cara del viejo poco a poco fue bajando hasta estar sentada sobre el miembro de don Ernesto, quien disfruto el sentón de mi esposa, ella se mordió la parte inferior de los labios, obviamente estaba disfrutando del momento.
Mi jefe tenia la cabeza hacia atrás y mi esposa comenzó a mover el culo sobre su paquete, hacia movimientos circulares, meneándose deliciosamente. Cada vez los movimientos de ella se aceleraban por eso puso sus manos sobre las piernas del viejo para usarlos de apoyo, con esto don Ernesto la miro sorprendido, ella volteo y sus miradas se cruzaron, se sentía el chispazo travieso en sus ojos.
-que rico te mueves mamacita.
– le gusta don Ernesto? – la mirada de Cinthya era de completa entrega.
– no sientes como me tienes?
– si se siente bastante jeje.
El viejo no aguanto mas y tomo a Cinthya de sus tetas, a lo cual ella se sorprendió.
-mmm don Ernesto eso no era el castigo jejeje. – mientras se dejaba manosear.
– quieres que me detenga?
– mm es que no sé, ummm no.
Mi jefe y Cinthya estaban en descontrol ella estaba entregada al momento movía su culo, mientras el amasaba sus tetas con total descaro haciendo que ella emita leves gemidos.
-ah don Ernesto se siente rico jeje.
– y vas a sentirte mejor culona.
– mm sí, pero uhmm- Cinthya jadeaba
Acto siguiente don Ernesto se levanto junto a ella y mientras seguían en los manoseos morbosos la llevo a la habitación.
Continuara…
Buenísimo!! Espero con ansias la siguiente parte!
Que caliente se está poniendo, esperando con ansias la siguiente parte.