Mi esposa con un compañero de trabajo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esposa inicia infidelidad con maestro. (Primera parte.)
Era un día en que los alumnos no tenían clases, aun sin embargo la oficina de la dirección se turnaba para trabajar solo en guardias, y a mi esposa le avía tocaba trabajar ese día junto al director, los intendentes y otro maestro.
Las labores eran las de siempre pero mas relajados que de costumbre, ya que era temporada de receso, la verdad los intendentes se perdían en algún salón de clases lo mas alejado que se pudiera para descansar sin que nadie le llamara la atención, por su parte el director con cualquier excusa se encerraba en su of. para trabajar mas tranquilo ya que le molestaba el ruido y las interrupciones que pudrían distraerlo, por tal motivo y ya que no avía nada que hacer mi esposa se ponía a platicar con el maestro al que le tenia mucha confianza y que en ocasiones daba la impresión de que lo admiraba, no se si por su forma de ser o lo mucho que trabajaba, ya que siempre me estaba contando que hizo tal cosa y otra cosa, yo la verdad no le ponía mucha atención, o al menos lo disimulaba por que solo halaba de el, y aun y cuando me comentaba que todas la maestras le decían que era muy guapo, según ella no lo era tanto.
Total, la plática fue entrando más en confianza que comenzaros a reír por cualquier comentario, y para que no se diera cuenta el director mi esposa le pidió que la acompañara a sacar algunas fotocopias al cuatro de atrás, en donde mientras sacaba las copias seguían platicando sin que molestaran a nadie. Como de costumbre ala copiadora se le atoraron las hojas, motivo por el cual dejaron de platicar para dedicarse a tratar de sacarlas, momento en el que sin querer y por lo reducido del cuarto cuando mi esposa se inclino para tratar de solucionar el problema accidentalmente su cuerpo hizo contacto con el del maestro precisamente ala altura de sus nalgas con una de las piernas de el, que despistadamente y por respeto provocaba que el se retirara lo mas que podía.
Mi esposa no era una miss universo, pero tenia muy bien formado su cuerpo en relación a sus cuarenta años cumplidos, y como en el plantel donde laboraba la mayoría eran de entre cincuenta y sesenta años, destacaba mas su figura que a los pocos compañeros hombres que tenia les llamaba tanto la atención, sobre todo por la forma en que vestía, ya que bastaba cualquier pequeño descuido para que se le notara el contorno de sus pequeñas pantaletas que le gustaban usar, y que en ocasiones por lo corto de la falda ya algunos de ellos avían podido descubrir, al igual que sus tetas que por su tamaño no siempre llenaban el sostén motivando que cuando algún maestro se parara al lado de ella fácilmente podía apreciar sus pequeños pezones sin que ella se diera cuenta, acompañada de su pequeña cintura que hacía que sus nalgas simétricas y paradas resaltaran cuando usaba los uniformes muy ajustados.
La situación de roces se volvió a repetir en varias ocasiones sin que mi mujer le tomara mucha importancia, hasta que en una de esas fue tan directo entre el centro de sus nalgas con la parte delantera de el, que provoco que los dos se sonrojaran pidiendo ella disculpas, a lo que el disimuladamente solo encogió los hombros como tratando de ignorar el momento, sin lograrlo ya que a igual que sus compañeros a el también le llamaba mucho la atención mi esposa, y por lo que en ese momento sucedía denotaba que a ella tampoco el le era indiferente ya que mientras cruzaban sus miradas, el tiempo pareciera detenerse, y de manera inesperada en medio de aquel silencio fueron lentamente acercándose hasta quedar sus rostros tan cerca que sin poder evitarlo al mismo tiempo unieron su bocas par empezar un encuentro inesperado, acompañado de un abrazo desesperado que en ocasiones pareciera que estuvieran forcejeando.
Una vez que mi esposa se calentaba ya no podía detenerse, y en la situación en la que se encontraba a solas en aquel diminuto cuarto y con aquel maestro que tantas maestras deseaban, la mantenía súper caliente por lo que termino por soltar su cuerpo para que el empezará a recorrerlo mientras la apretaba hasta casi juntarle el miembro en la entrepierna de ella, haciendo que su respiración se aceleraba mientras el masajeaba todo el contorno de su figura hasta llegar a sus nalgas en donde hábilmente levanto el vestido y metió sus dos manos para literalmente cargarla por lo fuerte que se las apretaba, mientras ella seguía besándolo y en ocasiones metiendo su lengua lo mas que podía encontrándose por momentos con la de el, que en ese momento alcanzaba con una mano a meterle los dedos en su vagina casi empapada, mientras con la otra le desabrochaba la parte superior para dejar al descubierto las dos pequeñas tetas que eran adornadas por ese par de pezones erguidos y duros que el empezó a masajear suavemente con las yemas de los dedos, y siguiendo acariciándole el culo, metiendo la mano por entre las nalgas para llegar por debajo hasta la vulva hinchada y meterle los dedos mientras con el antebrazo el rozaba el ano, haciendo que explotara un primer e intenso orgasmo mojándole la mano y la entrepierna de ella, que ese preciso momento desabrochaba el cinturón y le abría el cierre para ayudarse a alcanzar la verga de aquel maestro que la tenia ensartada con sus dedos, misma que ya presentaba una gran erección, que aun y cuando no era la de un joven, la rigidez era suficiente para que la acariciarla de arriba abajo y poder adivinar el tamaño y grosor de lo que se disponía a descubrir al ponerse de rodillas frente a el para con los ojos bien abiertos admirarla frente a su cara, y sin resistir por lo caliente que estaba se lo acerco a la boca para empezar a mamarla
Al principio de una manera desesperada, ya que se la metía como tratando de tragársela toda pero sin lograrlo ya que su tamaño aun y cuando no era muy grande se podría decir que si sobrepasaba la media normal, al igual que su grosor que le llenaba la boca que poco a poco fue cediendo hasta que con movimientos mas lentos y pausados por fin la pudo por momentos tener asta la empuñadura, para continuar con movimientos de su cuello mas rápidos y profundos que en ocasiones hacía que la cabeza de aquel miembro le explorara la garganta mientras que con su labio inferior le rozara los huevos, para después succiónala fuertemente como queriendo extraer todo aquel lubricante natural que le ayudaba a entrar en su totalidad y salir por completo en repetidas ocasiones, dando la impresión de que para el fuera el primer sexo oral de toda su vida, ya que al sacárselo de su boca le lamía con la punta de la lengua la parte baja de sus huevos provocando que se retorciera de placer
Continuando su labor deslizando su lengua por todo lo largo bajando y subiendo para volver a metérselo de nuevo ala boca ayudada por el, que la tomaba del pelo como invitándola a que se la siguiera mamando, aceptando ella para continuar con aquel acto pero esta vez con un vaivén sincronizado y veloz que hacía que en aquel lubricante se formaran pequeñas burbujas cristalinas que se le resbalaban por todo el contorno de sus labios, su barbilla y su cuello, para sorpresivamente detenerse por completo e incorporase para bajarse desesperadamente la tanga asta las rodillas, y volteándose de espalda a el fue inclinado el dorso al tiempo que levantaba su falda para mostrarle el culo desnudo que tantos maestros muchas veces imaginaron, situación que el fácilmente pudo advertir, tomándola con una mano por la cintura mientras que con la otra apuntaba su verga para colocarle la punta en la entrada de la panocha hinchada de mi esposa, que hasta ese momento jamás avía sido penetrada por ninguna otra persona.
Por supuesto y de seguro tubo sexo oral con sus anteriores novios, pero el que se la cogía desde siempre había sido yo, y en ese momento sin poder contener su calentura se enfilaba a formar parte de el gran numero de señoras infieles, y levantando el culo iba separando sus nalgas para recibir por primera vez una arremetida con un miembro de mas tamaño y grosor que el de siempre que empezaba a penetrarla abriéndose paso entre sus paredes vaginales para arrebatarle un sordo quejido que le provocaba aquel palo que lentamente la entraba y que pareciera no se detendría hasta tocar fondo, lográndolo con la ayudada de ella que apoyada en la pared empujaba para restregarle las nalgas mientras el al mismo tiempo se abalanzaba cuidadosamente hacía adelante, llegando a juntar su pelvis con el ano de mi mujer cuando abría al máximo sus nalgas, que le entregaba a su primer amante que la tenía ensartada asta el fondo en donde se detenía por un momento para empezar a sacársela y cuando apenas intentaba volver a ensartarla se escuchaba que el director se acercaba al cuarto de copiado, interrumpiendo aquel acto infiel para rápidamente vestirse y nerviosamente fingir que solo trataban de retirar las hoja atoradas, dejando a los dos con una calentura reprimida, el por no descargar su semen y ella por que aun y cuando se la mamo, solo pudo recibir una sola entrada y salida de aquella lubricada y gran verga, que la penetro en adulterio, situación que posiblemente no se repetiría, pero que si alguna vez se presentara la ocasión, no dudarían en esconderse al algún motel de paso para terminar lo que empezaron.
Esa misma noche por insistencia de mi mujer hicimos el amor de una manera desenfrenada, pero estoy seguro que aun y cuando yo me la estaba cogiendo, en su imaginación era aquel maestro que terminaba su labor, ya que al momento de sus orgasmos cerraba los ojos mientras escapaban de su boca quejidos que me sorprendían por su intensidad y que eraan acompañados de una expresión de satisfacción en su cara que solo volví a ver una noche que llago de una posada nocturna de su escuela, que me pareció tardo mas de lo normal, y que después les contare lo que realmente paso…….
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