MI ESPOSA Y MI AMIGO EL PINTOR
En estos primeros cinco años nada paso, pero cuando llego la pandemia y nos debimos restringir en reunirnos con otras personas, el tener que trabajar en casa y otras limitaciones creo que afecto todo lo bueno que teníamos en nuestro matrimonio. Aplazamos la decisión de tener un hijo y mi esposa ….
Hola amigos me llamo Antonio, estoy casado con Marcela, una mujer muy atractiva que además se maquilla y vista llamando la atención donde quiera que vaya. Al comienzo en nuestro noviazgo y matrimonio yo me sentía muy orgulloso de ser la envidia de amigos y conocidos, pero con el tiempo me di cuenta que los ojos con que miraban a mi esposa era ojos de desear follársela.
En estos primeros cinco años nada paso, pero cuando llego la pandemia y nos debimos restringir en reunirnos con otras personas, el tener que trabajar en casa y otras limitaciones creo que afecto todo lo bueno que teníamos en nuestro matrimonio. Aplazamos la decisión de tener un hijo y mi esposa volvió a tomar sus anticonceptivos.
De las pocas relaciones que teníamos era con una hermana de mi esposa y su marido y del edificio donde vivíamos con Juan un joven pintor, muy divertido que nos garantizaba no tener problemas en la pandemia ya que nos había contado que sus materiales los pedia por correo y las ventas que hacia las tramitaba a través de internet, de manera que la seguridad esta a la vista.
En el segundo año de la pandemia como se redujeron las medidas de protección gracias a las vacunas, empezamos a reunirnos con cierta frecuencia con Juan, el traía una botella de vino que es lo preferido por él, y la disfrutábamos junto con mi esposa. Algunas veces baje a su taller que lo tiene dentro del mismo aparta-estudio que lo constituye un baño, una cocineta, la cama y un sector dedicado a su trabajo donde están las pinturas, atriles, pinceles y todo lo propio de ese trabajo.
En el curso de las visitas de Juan a nuestro departamento note cierta coquetería de el con mi esposa y comencé a sentir algo de celos, pero creí que era mi imaginación la que me traía a la mente estos pensamientos, hasta que una noche después de haber bebido un par de botellas de vino en algún momento vi que mi esposa estando detrás de mi me hablo de algo, pero al mismo tiempo le guiño un ojo a Juan y esto si me dio mala espina.
Al dia siguiente mi esposa me dijo voy a la droguería, ya regreso, como yo estaba trabajando, le respondí… ok
Sin embargo un presentimiento me llevo a acercarme al ojo de la puerta para observar cuando ella se subiera al ascensor y apenas cerro la puerta me acerque al indicador de piso y vi que se detuvo en el quinto piso, el mismo donde queda el departamento de Juan y espero unos minutos y el ascensor permaneció quieto. Esto alboroto mis celos y decidí tomar cartas en el asunto sin armar un escándalo. Puse atención y Marcela regreso media hora después diciendo… que problema la escasez de cosméticos con esta pandemia y siguió para la habitación, luego entro al baño, se demoro unos cinco minutos y se dedico a su computadora. Con todo esto yo quede muy mareado.
Recordé que había comparado una mini cámara de video y no la había utilizado, de manera que esa noche cuando Marcela se fue a dormir, lei las instrucciones y la active conectándola a mi celular.
Dos días después con cualquier excuse pase al departamento de Juan y mientras conversábamos y admiraba sus últimos cuadros busque la forma y el lugar de instalar la minicámara y que él no la detectara y en medio de la revolución del departamento no me resulto difícil definir el sitio y que tuviera buena captación.
En los días siguientes estuve alerta en cada oportunidad que mi esposa salía del departamento con cualquier excusa, activaba la cámara en mi celular y la mayoría de las veces solo veía a Juan trabajando, hablando por celular o viendo porno en su computador que eso si le gustaba. Lo cual me indicaba los deseos de follar con alguna mujer que le diera oportunidad. Una vez fue con una modelo en la cual hicieron de todo y aun guardo la grabación. Pero finalmente llego el momento que yo esperaba.
Marcela salió del departamento y no dijo nada porque yo estaba hablando por teléfono con mi oficina, pero rápidamente corte la llamada para activar la minicámara de mi celular para ver si sucedía algo de lo que yo sospechaba.
Juan se levantó y abrió la puerta del departamento y oh sorpresa apareció mi esposa y el admirándola de arriba abajo le dijo… pensé que no habías quedado a gusto y no ibas a volver. Pero ella le respondió… No sabes cuanto me fascino, pero entiende que estoy casada, amo a mi marido, pero te deseo desde hace tiempo y a continuación se fundieron en apasionado beso con lengua y mientras esto sucedía las manos de Juan acariciaban las nalgas de mi esposa y la apretaba contra su cuerpo.
Después de una prolongada jornada de besos apasionados, Juan comenzó a recogerle hacia arriba el vestido a Marcela y aparecieron sus hermosas nalgas separadas por una tanga, que al hacerla girar Juan para admirarla vi que tenia un pequeño triangulo que cubría su coño, prenda que nunca le había visto usar.
A continuación, Juan se quitó el pantalón saltando a la vista una verga de muy buen tamaño, muchísimo mas grande que la mía, por lo menos un cincuenta por ciento más, después de esto Marcela se acomodó en cuatro sobre un sofá sin brazos y Juan parado al borde del mismo le ofreció su miembro erecto que ella de buena gana recibió en su coño. Así permanecieron follando varios minutos, donde Juan permanecía como una estatua y Marcela era la que se movía adelante y atrás clavándose la verga de Juan y a Cada penetración dejaba salir un ahh, ahh, ahh, hasta que cambiaron de posición. Juan se sentó y con su verga parada recibió el coño de Marcela que se dejó caer para hundírsela hasta la raíz. En esta posición dándole Marcela la espalda a Juan pude observar en su cara el deseo manifiesto de disfrutar esa verga en su interior.
Luego Marcela cambio de posición y se subió a horcadas de frente a Juan y mientras se besaban la verga de Juan entraba y salía del coño de mi esposa y ella era la que mas movía su cadera para disfrutar la enorme verga de Juan.
Después de disfrutar en esta posición Juan hizo acostar a marcela en el sofá y levantándole las piernas hasta colocarlas en sus hombros dirigió su verga al coño de Marcela para follarla con mucha fortaleza, ya que ella le había dicho… cógeme fuerte y el de inmediato le hizo caso. Por momentos se detenía Juan para tomar respiración y volvía a accionar con mas violencia el coño de Marcela, ella gemía bajo el cuerpo de Juan y de pronto sus gemidos aumentaron el volumen y fue cuando alcanzo su orgasmo. Por su parte Juan continuo un minuto mas y le dijo… te voy a llenar su coñito con mi semen como te gusta y enseguida bufando exploto dentro de ella. Por unos segundos quedaron pegados e inmóviles hasta cuando Juan se levanto y le trajo unas toallas de papel para que Marcela secara su coño. En todo el tiempo que cogieron pasaron mas o menos veinte minutos que comparado con lo acontecido días atrás cuando active mis sospechas coincide con esa media hora que Marcela dijo que había ido a la droguería.
A continuación, Marcela recompuso su ropa y se despidió de Juan agradeciéndole los minutos que le había dedicado y él a su vez le dijo… No te olvides el camino, sabes que aquí siempre serás bienvenida, gracias le dijo ella pero recuerda que estoy casada y no quiero perder a mi marido.
Cuando apagué el celular me di cuenta que tenia una excitación enorme entonces me fui al baño auxiliar y tuve que masturbarme para calmar la erección y regresar al trabajo. Durante este tiempo Marcela ya había regresado y no dijo nada entro a la habitación y luego al baño, de seguro a borrar los recuerdos que le había dejado Juan.
En la noche cuando Marcela se durmió, me puse unos audífonos para escuchar y ver en detalle el video y nuevamente tuve una erección como la de la mañana, entonces me puse a recapacitar sobre dos cosas, una lo que le dijo Marcela a Juan “pero entiende que estoy casada, amo a mi marido, pero te deseo desde hace tiempo” y dos el ver a mi mujer follando con otro las erecciones que me producía. Con estas dos premisas si hacia el reclamo a Marcela podría acabar con mi matrimonio y por otra parte no volverla a ver follar para excitarme.
Por eso decidí quedarme callado y mas bien facilitarle las cosas a Marcela para que follara con Juan cuando ella quisiera hasta que un día me decidí a ser un cornudo y baje al departamento de Juan a hacerle visita y de paso retirar la minicámara
Días después, estando reunidos los tres una noche después de habernos bebido dos botellas de vino, puse en la televisión de la sala uno de los videos donde ellos estaban follando y la reacción que obtuve fue silencio total y extremo nerviosismo. Una vez terminado el video les dije… Hace tiempo que sé que los dos tienen una atracción sexual muy fuerte, pero también se lo que Marcela te dijo la segunda vez que follaron, que debías entender que ella estaba casada, que me amaba, pero la relación contigo Juan era solo de deseo.
Sabiendo eso no me voy a oponer a estén juntos disfrutando del sexo, quizás he descuidado a Marcela y a ella le gusta el sexo mas que a mi de manera que tienen mi aprobación, incluso si lo quieren hacer ahora lo pueden hacer, de pronto hasta me les uno. Y ellos se miraron sorprendidos y Marcela me pregunto si era cierto lo que estaba diciendo, le asegure que era totalmente verdadero y lo hacía porque quería verla feliz.
La única condición que les puse era que cuando Marcela dejara de tomar anticonceptivos para tener nuestro hijo se suspendería mi autorización. Juan entre apenado y feliz me dijo que me ofrecía disculpas, pero yo debía ya saber más que nadie que Marcela no era una mujer que pudiera pasar desapercibida, por eso la atracción que se dio entre ellos, además que no haría nada que nos fuera a separar.
Aclarados todos los temas, Marcela me miro y yo le hice señas si quería follar con Juan lo podían hacer y entonces ella se levantó, me dio un largo beso y me dijo al oído jamás te cambiare por nadie, un esposo como tu no se encuentra fácilmente.
Y para motivarlos a iniciar su sesión de sexo les dije… Bueno, vamos, mientras yo traigo otra botella de vino, se pueden ir desnudando y disfrutar la noche.
Como yo quería participar mas tarde, le di a Juan un preservativo para que no se fuera a correr dentro de marcela y yo entrar en acción. Desde ese día compartiremos a mi esposa con Juan hasta que decidamos tener nuestro hijo, entretanto todos felices. Hasta aquí mi relato espero les haya gustado.
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