Mi esposa y su amigo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Que tal mi nombre es… no tiene caso, pues para lo que voy a contar, debería darme pena decirlo.
Todo comenzó hace unos seis meses, mi esposa y to habíamos pasado un matrimonio hasta cierto punto feliz, con sus problemas como es normal, ella es instructora de aerobics y yo profesionista; en nuestra casa vivían sus hermanos pequeños pues ella se hizo cargo de ellos al separarse sus padres, y al no tener nosotros hijos, no nos causaba problema cuidarlos.
En una ocasión que yo trabajé hasta tarde, ella los llevo a la feria para que se divirtieran, se subieron a varios juegos, y en uno de ellos que era del tiro al blanco, conoció aun muchacho que se le acercó y comenzaron a charlar, al salir de ahí el se ofreció a llevarlos en su carro a lo que ella aceptó, pues ya era tarde. Ahí comenzo la amistad de ella con esta persona, me imagino que al sentirse atraído por ella comenzó a visitara con regularidad, sus hermanos me lo comentaban y cuando yo le reclamaba, molesta me decía que sólo era su amigo.
Al pasar el tiempo comenzaron las invitaciones a salir, y ella lo aceptaba, en una ocasión que fueron a comer, al regresar, alfredo, como el se llama, la besó y ella correspondio a ese beso, asi cada día que el pasaba por ella a los aerobics se iban a pasear y despues se paraban a una calle de la casa para besarse. Hasta que un día lluvioso, el la llevó como de costumbre, detuvo el auto en la esquina , y comenzó a besarla, esta vez con caricias más ardientes, frotándole los senos
Magdalena, mi esposa, se empezó a exitar mientra el seguía besándola toda, el levantó su playera y le mamó los pezones, con la otra mano trataba de desabrochar su falda por el cierre de atrás sin conseguirlo, en ese momento Magdalena se separó un poco y se subió la falda, bajó sus medias mientras el se bajaba el pantalón, como ella no traía pantaletas, el intentó meterle la verga, pero la incomodidad del carro se lo impedía, en ese momento ella se volteó y le ofreció sus nalgas
Alfredo se colocó por detras de ella y la penetró. Asi estuvieron unos 10 minutos, cuando Magdalena sentía que el eyaculaba, sacó la verga de su vagina con sus manos y la masturbó hasta que él acabo en ellas, se vistieron y Alfredo la fue a dejar. Yo ya estaba en la casa y desde que entró la vi rara, asi estuvo muchos días, en los que se repetía aquello, hasta que un día me confesó la verdad.
Para no hacerles la historia larga, le diré que en la actualidad me encuentro separado de ella, pensando si perdonarla o no.
Bueno relato. Creó que se rompe la confianza y lo mejor es dejarlo. Cada pollito en su cajita.