MI ESPOSA Y SU CUÑADO
Esto que les voy a compartir es la realización de algo que imagine varias veces que llegara a suceder entre mi esposa y su cuñado. Esto porque hace tiempo vine notando que a él le atraía mi esposa y entre ellos existía mucha empatía, él le hacía bromas y ella se las celebraba y de paso la magreaba .
Esto que les voy a compartir es la realización de algo que imagine varias veces que llegara a suceder entre mi esposa y su cuñado. Esto porque hace tiempo vine notando que a él le atraía mi esposa y entre ellos existía mucha empatía, él le hacía bromas y ella se las celebraba, y cuando él creía que yo no me daba cuenta, aprovechaba para ciertos magreos, que ella no rechazaba.
Hace un mes fuimos a una discoteca, plan que fue promovido por mi esposa con motivo del viaje de su hermana al exterior a un seminario de actualización de su profesión, y concurrimos varias parejas, entre ellas la hermana de mi esposa, su esposo o sea el cuñado de mi esposa, mi esposa y yo, en total éramos diez personas.
En aquella oportunidad, como siempre los acercamientos de mi esposa, Fabiola y su cuñado, Efren, fueron constantes y él procuraba que yo bailara con Liliana su esposa a cambio él lo hacía con mi esposa. La discoteca estaba a tope, lo cual favorecía los intereses de Efren para escabullirse entre las parejas en la pista de baile.
Vi la oportunidad de subir al segundo piso, desde donde considere habría una excelente vista de las personas que disfrutaban de la pista de baile y le dije a Liliana… Voy al baño, ya vengo.
Y efectivamente lo que suponía fue que encontré a Efren y mi esposa bailando muy apretaditos y él cada vez que podía deslizaba su mano a las nalgas de mi esposa y ella quizás para no dar espectáculo se la subía a la cintura, pero no se enojaba, al contrario, se reía. Esto sucedía a la madrugada, cuando todos habíamos consumido unas cuantas copas y me consta de antemano que mi esposa con unas buenas copas de licor facilita acompañarlo con sexo, al menos así siempre ha sucedido cuando consumimos licor en una reunión o en una fiesta y regresando a casa es seguro una buena oportunidad para disfrutar del sexo. Y en esos momentos de mucha excitación fue cuando comenzó a acceder a disfrutar cosas como el sexo anal, lo cual antes nunca acepto.
Esa noche en un descanso en que compartí unos minutos con Efren, salió a relucir el tema del sexo y en algún momento él hablo algo del sexo anal con su mujer, diciendo ella jamás lo había aceptado.
Le comenté…Por el contrario, una vez que Fabiola aprendió a disfrutarlo, cuando hay oportunidad los dos gozamos haciéndolo. Y agregué… Aunque un amigo un día que hablamos del tema me dijo… cuando las mujeres aceptan el sexo anal, es muy común que acepten tener sexo con hombres distintos a su pareja.
Él enseguida con una expresión de alegría dijo… ¿Y tú crees que eso sea verdad?
Hasta ahora no me consta, pero en una época yo tuve muchos años viajando en razón de mi trabajo y pudo esto haber sucedido.
Esa noche termino la fiesta y cada cual para su casa. Al llegar note la excitación de mi esposa por el licor y el magreo de su cuñado que la debía haber excitado deseando un orgasmo y así fue, apenas entramos a la habitación, me abrazo, nos besamos, nos desnudamos y disfrutamos de una deliciosa intimidad en la que ella al quedar satisfecha, pronto se quedó dormida.
Una semana después mi esposa me dice… ¿Que será de Efren, ahora que esta solo sin Liliana?
Le dije… Llámalo y averigua como esta, y si es el caso invítalo este fin de semana y compartimos unas copas.
Así que al final del dia Fabiola me conto que ya había coordinado todo, y que Efren vendría el viernes en la noche.
Muy bien, le respondí.
El viernes al regresar del trabajo vi que Fabiola se había arreglado más de lo normal, vestida con una falda corta, que poco usaba, maquillaje, peinado, en fin bastante atractiva.
Yo me prepare para atender al invitado y a mi esposa, y procure que consumieran una buena cantidad de tequila, mientras tanto yo después de la primera copa, cambié el wiski por algo parecido, el té.
Así a media noche, ellos estaban en su fiesta, yo promovía que bailáramos y nos turnábamos con Fabio, por momentos me separaba simulando ir al baño o a la cocina y ese era el momento en que el cuñado aprovechaba con su magreo y hasta lo vi darle besos en la mejilla y en el cuello a Fabiola, esto último, yo sé que la excita tremendamente.
Se me había olvidado contarles, que desde hace tiempo, en la sala tengo un hermoso reloj espía que compre como elemento de seguridad cuando dejábamos solo el apartamento pero ahora me iba a servir para ver que podía acontecer entre Fabiola y Efren, estando alicorados cuando los dejara solos.
Simulé estar muy borracho y dije… Voy a recostarme un rato y ya vuelvo.
Me fui a la habitación y minutos después vino Fabiola, reviso que yo estaba durmiendo y regreso a la sala. Ellos siguieron la fiesta, y yo escuchaba la música y sus risas. En ese tiempo por lo que veía en mi celular solo era el magreo normal, roces, baile apretando sus cuerpos y nada más.
Pero más tarde Fabiola volvió a revisar como me encontraba y para que quedara convencida hasta ronque, simulando que estaba profundamente dormido. Esta vez cerró la puerta, seguramente para que la música y las risas no me fueran a despertar. Pero eso a mí no me importaba porque a través de mi celular estaba viendo que pasara entre ellos.
Antes de volver a bailar escuche que ella le dijo a Efren… El hombre está profundamente dormido, creo que los tragos lo noquearon. pensé que esto era un aviso de oportunidad para Efren.
Me reacomodé, y me di cuenta que los hechos, increíblemente, me estaban generado una tremenda erección.
Con el baile, el ambiente se estaba calentando y los besos en la mejilla y el cuello, acompañados de caricias en las nalgas de Fabiola habían llegado a besos muy apasionados en la boca. Pero de pronto se separaron, Fabiola corrió las cortinas y apagó una de las luces. Esto me indicó que lo que vendría sería intenso y así fue.
Al volverse a reunirse para bailar, Efren comenzó a acariciar los senos de mi esposa, ella se giró y él pegado a las nalgas de ella le refregaba su verga con efusividad al tiempo que no paraba de acariciar sus senos y besarle el cuello.
Cuando los dos estaban bastante calientes, él se atrevió a aflojar los botones de la blusa de Fabiola, correr su sujetador quedando a la vista sus senos. Aquí él la hizo girar para comenzar a besárselos y chuparlos con efusividad y esto le abrió las puertas para que él pudiera deslizar su mano por debajo de la falda de Fabiola y ¡Oh sorpresa! Debajo ella no tenía nada, su tanga ya se la había quitado y al día siguiente la encontré en baño de visitas.
Así las cosas, pronto Efren la sentó, le subió la falda, le separo las piernas y comenzó una sesión de sexo oral que la llevó a las puertas de un orgasmo, pero el sabiamente se detuvo, porque lo que deseaba era tenerla suficientemente excitada para que ella aceptara sexo anal. La hizo parar, luego inclinar y que apoyara sus manos en el brazo del sofá, le subió la falda hasta la cintura y al tener al frente esas hermosas nalgas de mi esposa, se bajó el pantalón saltando como un resorte su verga de buen tamaño, la lubricó con los flujos de Fabiola y cuando estuvo listo a comenzar la penetración ella le dijo… ¡Como quieres hacerlo! Él le respondió me muero de ganas por disfrutar tu culito. Ella dijo… ¿Verdad? Si lo he deseado hace tiempo.
Y con la ayuda de mi esposa comenzó a penetrarla hasta desaparecer su verga dentro de ella. Cuando lo logro totalmente ella dejo salir un ¡Auuchhh! Que paso dijo él. No, no es que la verga de mi marido es más pequeña, pero sigue, sigue que me gusta. Y el tomándola por las caderas inició un mete y saca que fue creciendo en velocidad al igual que los gemidos de parte de ella. Simultáneamente, Efren con una mano comenzó a frotarle el clítoris y con la otra le apretaba un pezón y con esto los dos fueron aumentando su excitación, así como los gemidos de mi esposa que abría su boca cada vez que Efren le clavaba su verga.
Cuando los dos llegaron al límite, primero ella y luego él, se quedaron pegados un par de minutos. en los que ella le dijo… Efrencito, que rico, pero me has dejado mi culito en candela.
¿Pero te gustó? Pregunto él.
Si, que me gustó mucho.
Pero seguramente habrás probado otras vergas más grandes que la mía.
Me reservo la respuesta, le contesto.
Lo que me hizo pensar que pueden haber existido otros que han disfrutado de ese maravilloso cuerpo.
Al separarse y ponerse vertical a Fabiola le comenzó a fluir y deslizar por la parte interna de sus piernas parte del semen que Efren le acababa de dejar dentro.
Como él ya había conseguido lo que deseaba, recompuso su ropa y se despidió de Fabiola con un apasionado beso, diciéndole… Fue maravilloso, espero lo repitamos muchas veces. Ella le respondió…No lo se.
Él salió del departamento y Fabiola se fue directo al baño de nuestra habitación, se puso su bata de dormir y cuando se estaba acomodando bajo las frazadas se dio cuenta que yo estaba despierto y me dijo… ¿No estabas dormido? Le respondí… SI, estaba dormido, pero tus gemidos cuando follabas con Efren me han despertado. Me pareció que lo disfrutaste bastante. Pero ahora necesito que estes conmigo porque tus gemidos me han generado una tremenda erección, y ella sin ningún comentario se acomodó boca arriba, se recogió la bata y me dijo… Ven.
Y ahí mismo me subí sobre ella y comencé a follarla con mucha energía mientras imaginaba como otros, quien sabe cuántos, se la habrían follado y eso me excito sobremanera hasta explotar dentro de su concha y sin la preocupación ella que disfrutara un orgasmo,
Después de ese día he estado pensando que esto me servirá para realizar más fácil mi fantasea de verla follar con otro.
He tratado de relatar todo muy ajustado a lo que pasó y espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.
Buen relato, me gustaría que contarás más experiencias de tu esposa con su cuñado y con otras personas
Ssludos