Mi esposa y sus amantes
Mi esposa me cuenta como folla con sus amantes.
Mercedes salió de casa y yo me senté frente al televisor a beber cerveza y molerme la mente pensando en qué estaría haciendo o qué le estaría haciendo su amante en turno, pero aquella situación, lejos de molestarme, me causaba un morbo tremendo y por lo regular terminaba pajeándome en el baño con las fotos que me mandaba de sus encuentros y ese día no fue la excepción, ya que como a las once de la noche me llegó el primer mensaje que decía: “Estamos entrando al hotel”.Mi corazón comenzó a latir fuertemente y, nervioso, le contesté.“Mándame una foto”.No recibí respuesta, pero no despegué la mirada del móvil; su estado marcaba en línea, así que pensé que tal vez estarían entrando a la habitación o tal vez aquel tipo ya la estaría manoseando y de pronto otro mensaje.“¿Quieres ver cómo estoy?”Eso me calentó tremendamente y no dudé en decirle que sí.“Sí”Pasaron tal vez un minuto o dos y otro mensaje llegó.“Mira, Cornudito”.El mensaje venía acompañado de una foto que ansioso comencé a descargar y cuando aquella foto apareció, me quedé helado. Mercedes estaba de pie frente a un espejo con los pechos de fuera y de inmediato tuve una erección. Sabía que ella tenía niveles al estar con sus amantes y a veces, si el tipo la había excitado tremendamente, ella mandaba fotos más atrevidas y esta era una de esas veces, así que le escribí.“Vas a dejar que te haga de todo”.“S픓Le pediste que usara condón”.“jajaja… no”Para un tipo como yo, eso era algo que me calentaba de sobremanera.“Te vas a dejar hacer el culo”.“Claro”.Mercedes estaba comportándose como toda una esposa infiel y además muy puta, y le mandé el siguiente mensaje:“Me dejarás estar contigo cuando vuelvas”.“Claro, Cornudito, tendrás tu regalito”.En ese momento salió de línea y, excitado, comencé a admirar la foto y no pude evitar comenzar a tocarme. Se veía muy cachonda luciendo sus hermosos pechos y no tuve de otra más que esperar mientras pensaba cómo aquel tipo la estaría penetrando; tal vez la tendría hincada metiéndole su verga en la boca o, mejor aún, tal vez la estaría penetrando de a perrito. Cientos de imágenes cruzaban mi mente y hasta me imaginaba cómo estaría bramando de placer y así pasaron casi dos horas y de pronto el móvil sonó y vi que era otro mensaje; ansioso lo abrí y el mensaje decía:“Así me tenía”.Y comenzaron a llegarme más fotos y, casi temblando de la excitación, comencé a descargarlas y me di cuenta de que las fotos habían sido tomadas por el amante, ya que aparecía Mercedes encima de este, cabalgándolo, y la verdad, desde ese ángulo sus enormes pechos se le veían tremendos y sabía que ella estaba gozando aquella cogida.


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