mi esposo y sus enemas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me ordeno mantener mi concha sin pelos, para poder lavar bien mi concha después de los enemas, el mismo corto con la rasuradora todos mis pelitos, paso una y otra vez la rasuradora cortando la piel en algunas zonas pero no le importaba
Yo lloraba porque me estaba doliendo mucho, me dijo quedaras como un bebe, luego mojo un algodón con alcohol y me paso directo en mi cocha me retorcía del ardor y dolor que me estaba causando, y recibí unas buenas palmadas en mis nalgas, me dijo que me comportara ya que esto lo realizaría siempre, no quería verme ni un pelito en mi vagina y desde luego no me salve del enema cada vez con mas líquidos de diferentes formulas que me quemaban mis extrañas
Ya no podía soportar tanto dolor pero seguía enamorada de el, y el lo sabia,
me desnudaba y me ponía en diferentes posiciones la mas dolorosa, con la cabeza colgando el liquido entraba con mas facilidad y casi me llegaba al estomago.
ese ritual se repetía cada vez que llegábamos del trabajo yo sabia todo lo que me esperaba desnudarme, la revisión de mi esposo, ponerme en la posición que el elegía, rasurar mi conchita, el enema, un buen baño…
Hasta que se le ocurrió que mi conchita quedaba sucia porque no podía lavar bien mi clítoris y eso que lo jabonaba y fregaba con fuerza, siempre terminaba llorando porque me dolía mucho entre lagrimas yo le pregunte porque, el dijo que el capuchón del clítoris se escondía, por lo tanto tengo la solución, te pondré un aro en tu clítoris para poder jalarlo cuando te limpie tu concha yo le dije que no quería por favor no hagas eso, pero poco le interesaba lo que pensaba
Me llevo con una persona que realizaba este trabajo, me subieron en una camilla, me abrieron bien las piernas, el hombre observo donde quería mi esposo el aro, el le dijo que era un lugar difícil de poner pero lo aria, que yo no debía moverme aunque doliera
Me limpio con un liquido que me ardió mucho, pero eso no era nada comparado con el dolor que iba asentir miro un buen rato en mi vagina y luego escuche ya lo pondré donde usted me dice tendré que jalar el clítoris con esta pinza para poder ponerlo detrás del capuchón
Yo seguía rogando que no lo hiciera pero de nada sirvieron mis lamentos mi esposo estaba decidido sentí la pinza apretando mi clítoris y comencé a llorar y moverme de inmediato, eso dolía me imaginaba cuando pincharan mi capuchón, el hombre dijo sujétenla, ya vamos y cruzo mi clítoris con el aro uf hay no no no ,el dolor fue tan fuerte que me desmayé cuando desperté, estaba en una camilla parece que me hubieran sacado mi clítoris , pero hay estaba con un tremendo aro que no dejaba que mis labios mayores se cerraran
Mi esposo me dijo que me vistiera y nos fuimos a casa el me realizaba curaciones todos los días por lo menos se olvido de los enemas, el jalaba el aro en todas direcciones para ver que no se infectara
Una vez sano comenzó con los lavado, jabonaba rigurosamente la vagina tirando el aro con mucha fuerza y este cada vez mas asomaba su cabeza ya parecía un pene chico me dejaba muy adolorida y tenia que darle las gracias por lavarme mi conchita, como se dio cuenta que el clítoris crecía me dijo, mientras estés en casa debes andar desnuda y con unas pesas que puso en el aro, que con cada paso estas se movían y hacia que me doliera, pero tenia que aguantar porque si no recibiría unas buenas palmadas que me quedaba marcado mi culo
Como ven mi vida sigue siendo un martirio, no se que mas se le ocurrirá a mi esposo, pero lo amo no lo puedo dejar tendré que seguir sufriendo en silencio
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