Mi mujer es puta. Parte II
Nos mirábamos mientras las follábamos como putas y nos excitó muchísimo. Ellas gemían a cada golpe de polla contra sus más que húmedos coños..
Eran casi las diez de la noche cuando mi mujer llegó a casa. Tomó una ducha rápida y nos pusimos a cenar. Me extrañó que llegara tan tarde así que le pregunté el motivo de su tardanza.
-Nos hemos quedado Miguel y yo, mi jefe y yo a repasar unas notas para la reunión de mañana con los jefazos. Después nos hemos puesto a charlar un poco de todo y hemos terminado hablando de sexo, de lo que nos pone, lo que no, lo que les gusta a nuestras parejas… ¿Sabes lo que le pone mucho a su mujer?
-¿Qué?- Pregunté interesado.
-Que la usen. – Respondió con una risa.- Sí, sí… que la usen, así tal cual. Por ejemplo, que Miguel se despierta de madrugada y le apetece follar, pues coge y la folla. Que llega a casa y ella está preparando la comida y a él le dan ganas…pues la folla. Que están en un parking o en el cine y le apetece que se la mamen, pues ella pone su boca. Dice que la excita mucho eso.
-¿Y de qué más habéis hablado?- Sabía que había algo más y eso me excitaba. Mi polla ya estaba lo suficientemente dura y excitada.
-Pues me dijo: “Ven, mira”. Me acerqué y se cogió con las dos manos el paquete y me dijo: “Joder…se me ha puesto a punto de estallar…”. La verdad es que tenía un buen paquete… Así que le dije que si le dolía mucho podía ayudarle. Me arrodillé, se la saqué, (la tenía súper erecta) y comencé a chuparla. Estaba muy dura, era como meterse un palo en la boca.-Sonrió al decir esto.- Luego me puso contra la vidriera del despacho y me folló por detrás. Seguro que más de uno de las oficinas de los edificios de al lado o de enfrente nos han visto, así que si ves un vídeo mío en alguna de las páginas porno de esas que ves…no te extrañes. ¿Has acabado?
-¿De qué?- Pregunté extrañado.
-De meneártela. Sé que te estás tocando…
Sí, lo sabía, sí. Me conoce bien. Así que sin más disimulo me puse de pie y le dije que me la chupara como se lo había hecho a él. Me la chupó como quien muere de hambre y antes de correrme me metió un dedo en el culo y mi polla estalló en su boca llenándola de leche.
A los pocos días mi mujer invitó a cenar a su jefe y a su esposa. Al abrir la puerta vi a un tipo de mi edad, bien vestido, de sport, pero todo de marca. A su lado una mujer que vestía un vestido de gasa semi transparente dejando ver su ropa interior. Llevaba en la cintura un cinturón rojo que resaltaba su estupenda figura. Tomamos unos aperitivos, bebimos, luego cenamos, bebimos más, postre, cava, licores. La conversación era buena y terminamos por desinhibirnos.
-¿Sabes lo que le hice a tu mujer hace unos días?
-Sí…menuda follada le metiste en tu despacho.-Dije mirando pícaramente a su mujer, Olga, que así se llama. Ella me miró y dijo:
-Sí, ya me lo contó… mientras me follaba…
Mi mujer y yo nos miramos sorprendidos y sonreímos. De repente Miguel se levantó, se puso al lado de su mujer apartando la silla, se sacó la polla y la untó en la nata del pastel para luego decirle a su mujer que se la comiera. Cosa que hizo gustosa, relamiendo y tragando aquel rabo duro. Ni sé inmutaron por nuestra presencia, era como algo normal para ellos, sin dudas ya lo habían hecho más veces.
-Ven, anda ven.- Me dijo.-Mira como la chupa.
-Me puse a su otro lado y vi cómo entraba y salía de su boca. Me la saqué, la metí en su copa de cava y le dije que la lamiera. Así lo hizo. Miguel la cogió de la cabeza y obligó a que me la chupara. Ella lo hizo de buen agrado. Mi mujer miraba excitada la escena mientras se tocaba los pezones por el interior de la blusa. Luego él se puso detrás de ella y le agarró las tetas sobándoselas mientras nos miraban. Le dijo que se levantara, la desnudó y la sentó en el sofá.
Abre las piernas.- Ordenó. Y ella obedeció mostrando su coño húmedo.- Olga, ven.
Ella obedeció. Ya sabía lo que tenía que hacer. Se arrodilló y comenzó a lamer el coño de mi mujer. Aquello me excitó mucho. Era la primera vez que veía cómo le comían el coño a mi mujer. Ella me miró asombrada y con cara de que aquello le gustaba empezó a gemir para nosotros. Después de un rato follando su coñito con la lengua y los dedos, Olga se sentó sobre la cara de mi mujer y ella comió también su coño. Lo restregaba por su boca moviendo las caderas agitadamente. Luego bajó el cuerpo e hicieron un 69 espectacular. Después, Olga se levantó, abrió las piernas de mi mujer y puso su coño contra el de ella haciendo la tijera. Mi mujer no tenía experiencia en ese movimiento, así que lo hacía todo Olga, ella le apretaba los muslos para sentir más su coño frotando con el suyo. Me miraba extasiada, se estaba corriendo.
-¡¡¡Aaaahhh!!! ¡¡¡Mmmmmmmmmm!!! Para Olga, para…no puedo más…Mmmm ¡¡¡oooohhh!!!
Estaba a punto de desmayarse de placer, pero Olga no paró, le quedaba poco para correrse también así que siguió hasta que un gran gemido se escapó de su boca. Yo no podía más. Puse a Olga a cuatro patas, la cogí del pelo y se la clavé hasta los huevos. Miguel hizo lo propio con mi mujer. Nos mirábamos mientras las follábamos como putas y nos excitó muchísimo. Ellas gemían a cada golpe de polla contra sus más que húmedos coños. Se acariciaban las tetas que chocaban entre sí debido a nuestros golpes en sus coños.
-Putas… zorras… Mmmm… Así…así….¡perras! Así se folla a las putas como vosotras…¡mmm!
Les decíamos hasta que al final nos corrimos en sus coños. Caímos sobre ellas extasiados. Sin lugar a dudas esa fue la mejor noche. Hubo otras después, pero aquella fue la mejor. Supongo que por ser la primera.
Cuando mi mujer me decía que saldría tarde del trabajo ya sabía lo que estaba haciendo, así que iba a casa de Miguel y Olga y me follaba a su mujer, usándola. A veces entraba sin decir nada y allí mismo, en la entrada, contra la pared me la follaba. Otras veces la ataba a la cama y la dejaba cubierta de semen para que la encontrara así su marido cuando llegara. El muy cabrón se vengaba haciendo video llamada para que viera cómo se follaba a mi mujer junto a otra compañera de trabajo.
Ahora la cosa está más calmada. A ver con qué nuevas me sorprende la puta de mi mujer. Qué puta es…
Lindo sería un trío hmh