Mi mujer fue bien culeada por su amigo (2da parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como recordarán, mi esposa fue pisada por su amigo Alan en una fiesta, lo cual me dejó casi en shock. Lentamente lo traté de superar sin decirle que sabía lo ella y su amigo aquella noche (y que tambien siguieron despues de la fiesta por unos meses).
Estando en el centro, mi esposa se encontro a Alan, y este se le insinuó entre bromas, lo que a mi me molesto y excito al mismo tiempo.
Habiendo algo de confianza con él, mi esposa le dejó entrever que si era posible que fuera a nuestra casa a beber algo, y que yo estuviera presente no era problema le dijo.
Llegando a casa me juró que sería su prueba de fuego para demostrarme que ya había cambiado.
La noche llego y mi esposa lucia un lindo vestido rojo, muy ajustado, que hacia notar su pequeñito calzon. Me di cuenta que Alan se habia calentado porque en su pantalon de buzo se levantaba un gran bulto.
Como teniamos que salir a fumar a la puerta, vi que Alan aprovechaba cada salida para apegarse a su espalda y hundirle el pico entre sus nalgas, cosa que a mi esposa parecia gustarle porque se detenia para sentirlo mejor. La llegaba a levantar con cada clavada que le daba, daba la impresion que la enganchaba con su verga.
Miriam ya estaba caliente, no dejaba de mirarle el paquete a Alan.
Despues de varios tragos, me senti mareado y me acoste en el sillon, lo que aprovecharon, ante la insistencia de el y la negativa de mi mujer, para ir a nuestra pieza.
Mientras yo estaba en el sillon del living, ellos se sentaron en el borde de la cama, casi de espaldas a mí. Entonces el amigo de mi esposa le paso la mano sobre el hombro y la atrajo hacia el, comenzando a susurrarle cosas al oído y a darle pequeños besos en la mejilla.
Estuvieron así un ratito hasta que de pronto advertí que la otra mano estaba acariciando la entrepierna de mi mujer, la cual se dejaba hacer, incluso entreabriendo tímidamente los muslos para que el avanzara hacia su vagina.
En ese momento sentí la primera emoción de la noche, un estremecimiento de excitación que me recorrió el cuerpo hasta llegar a los testículos. Me costaba creerlo, pero ahí estaba, frente a mi, mi mujer con los dedos de Alan abriéndose paso bajo su calzon.
Al cabo de unos minutos de caricias y besos se separaron para tirarse entonces sobre la cama, ya completamente desinhibidos. Entre juegos y risas se quitaron algo de ropa. Mientras mi esposa se acomodaba recostada en las muchas almohadas que tiene y levantaba la cola para que le quitara el calzon, lo miró sonriente y divertida.
Parece que te está gustando, ¿verdad? – Le dijo a Alan.
Claro, mucho. – le contesto – ¿y a ti?
También!! Y me va a gustar más todavía dentro de un rato.
Siguieron entonces los juegos, y su amigo se dedico a chuparle la zorrita durante un rato, su lengua rozaba el clitoris de mi mujer mil veces por segundo, ella parecia explotar, lo tomo de la nuca y lo atrajo hacia ella, Alan la tomo de los gluteos y le clavo su lengua, haciendola saltar de placer.
Miriam ya no podia mas, asi que olvidando su promesa, lo empujo sobre la cama y contemplo el miembro de su amigo, era de unos 25cm, grueso, con las venas marcadas y una gran cabeza roja. Sus testiculos eran grandes y redondos. Ella de inmediato se lanzo a comerse esa gran verga como una verdadera puta. Alan gritaba de placer, mientras ella trataba de meterse en su boquita ese gran pedazo de carne duro como piedra. Sus lindos labios rodeaban la cabeza del descomunal miembro y pasaba la lengua por todo su largo, incluyendo las bolas.
Ese fue otro momento de gran excitación, era una locura, mi esposa con el pico de Alan en su boca, viendo el miembro brillar por la saliva de ella. Era calentura mezclada con celos, rabia, arrepentimiento, no se. Pero la excitación era más grande que todo lo demás.
Luego mi esposa se tendió boca arriba con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas esperando la penetración.
Se acerco a ella y le dijo
¿Deseas tenerla adentro?
Siiiiiii !! – le dijo
Entonces él se agarro la verga y la apuntó a su vagina mojada.
Al entrar ella lanzó un gemido delicioso, moviendo sus caderas para recibir lo mas adentro posible a su amigo.
Empezaron a culear y ella ya se olvidó si yo estaba o no, se dedicó completamente a gozar y a pedir más y mas placer.
Alan se movia como un animal, cada vez la bombeaba mas fuerte y duro, Miriam babeaba con la lengua afuera con la culeada que Alan le daba.
Su amigo la tomo de las caderas, la dio vuelta y la puso en cuatro, los ojos de Alan brillaban mirando el culazo de mi mujer. Sin dudarlo le apoyo el pico en su hoyito y de un solo golpe se la metio hasta el fondo. ¡Culeame Alan, dale duro, clavame con fuerzas!, Alan la tomo de las caderas y empezo a penetrarla cada vez mas violento, dejando solo sus bolas afuera de mi mujer. ¡Toma puta, siempre te quise culear asi! ¿te gusta verdad?, Mientras miriam le respondia: ¡Siiiii, montame como siempre te imagine!, Miriam logro su primer orgasmo anal, Alan se dio cuenta y le saco la verga del culo para sentarla sobre el.
Mi esposa saltaba sobre esa estaca, se levantaba casi hasta la puntita y luego se dejaba caer aplastando sus bolas, Alan le chupaba ambos pechos al mismo tiempo, asi la aserrucho unos 10 minutos,Alan la agarraba de sus nalgas, mi mujer no podia mas con su calentura hasta que ambos acabaron sudados enteros.
Alan se vistio apurado, le dio un gran beso y se fue. Mi linda esposa me fue a despertar, sudada aun, como si nada hubiese pasado.
Caliente este relato es rico tener una esposa asi de audaz que no lo piense mucho para cornear al marido Frelicidades al autor.