Mi mujer resulto ser una caja de sorpresas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por libresex.
Yo era un chico del monton y ella la novia de un jugador de futbol con un futuro prometedor. Jamas pense que una chica tan atractiva se fijase en mi, pero asi ocurrio, mi caracter y forma de ser ayudo mucho, y tambien las muchas horas que dedique al gimnasio.
En fin, que ella dejo a su novio y termino en mis brazos, tras un corto noviazgo nos casamos, fuimos felices, tuvimos un par de niños y comimos perdices.
Hasta ese punto todo bien, pero los años pasan, a veces surje la monotonia y otras la tentacion. Yo soy ejecutivo de una multinacional y tengo que reconocer que muchas chicas han intentado llebarme al huerto, pero yo he resistido mas o menos a la tentacion. Mi esposa, Eva, trabaja en una inmobiliaria, tambien me suponia que a ella le tenian que llover las ofertas para liarse con algun tio, ya fuera del trabajo o bien algun cliente.
Llevaba algunos dias notando a Eva algo nerviosa, pero no conseguia entender el porque de su comportamiento. Una noche, despues de acostar a los niños y antes de irnos a dormir, decidio sincerarse conmigo. Antes de empezar a hablar, me dijo que me queria, que seguia enamorada de mi y que desde que dejo a su novio futbolista no habia probado a otro hombre que no fuera yo. Pero, como casi todas la cosas, tenia un pero. En la inmobiliaria trabajaba con un compañero, Alberto, casado tambien, de 60 años. Con este manteniamos una relacion cordial, incluso saliamos las dos parejas de vez en cuando a cenar y a tomar algo. Eva me confeso que Alberto llevaba bastante tiempo cortejandola, me reconocio que en el fondo, y a pesar de rechazarlo siempre, se sentia exitada por su comportamiento. La semana anterior habian ido, los dos juntos, a enseñar una casa de campo a unos clientes, cuando estos terminaron la visita, ellos se quedaron en la casa.
Alberto empezo a insinuarse, su comportamiento era mas osado que de costumbre, y ella, en un momento de debilidad, bajo la guardia y empezo a consentir cosas que nunca hasta ese momento le habia permitido. Alberto se atrevio a cogerle el culo y a tocar sus pechos disimuladamente. Ante la actitud permisiba de ella, decidio atreverse a mas. Eva me reconocio que no penso lo que hacia cuando le dejo hacer, pero que siempre habia tenido la fantasia de tener sexo con un hombre muy mayor, Alberto le doblaba la edad. Este la llebo hasta el dormitorio, con el pretexto de recoger unos documentos olvidados, alli se atrevio a abrazarla y a manosearla, Eva le dejo hacer, entonces el prosiguio, le desabotono la blusa y le saco sus grandes y duros pechos del sujetador. Ella estaba muy exitada ya y se dejo caer sobre gran cama de matrimonio.
Alberto ya tenia via libre para follarla, iba a conseguir lo que buscaba desde hacia mucho tiempo, se despojo de su ropa, lo que la exito mas aun, el cuerpo maduro y rellenito de Alberto le agradaba, empezo a acariciarlo con lujuria, empezado por su pecho velludo y canoso y termino cogiendo entre sus manos su madura polla empalmada. Me reconocio que le comio la polla con ganas, la exitaba mucho poder mamarle el rabo a un hombre mayor, darle placer, hacerlo gozar. Luego el le comio el coño, se lo chupaba como si alguien fuera a arrebatarselo, era mucho tiempo deseando hacerlo y por fin lo tenia para saborearlo a placer.
Termino colocandose encima de ella y le metio la polla en el coño y comenzo a follarla. Eva me afirmo que no duro demasiado tiempo y que ella, aunque sintio placer, no llego a tener un orgasmo, pero que se sentia a gusto siendo follada por aquel viejo, le daba mucho morbo y la exitaba intensamente darle placer a un hombre mayor, tanto que se sintio encantada cuando lo noto correrse dentro de su coño, saboreo el momento en el que el chorro de semen lleno su dilatado sexo. Luego se vistieron y se marcharon de la casa en direccion a la oficina.
Eva me aseguro que le dijo a Alberto que aquello que habia pasado era simplemente un desliz, que no volveria a ocurrir. Pero al dia siguiente coincidieron en la oficina, en el cuarto de la fotocopiadora, y alli Alberto la acorralo, le volvio a meter mano por todo su cuerpo, la hizo apollarse en la fotocopiadora y se subio la falda. Ella se sintio incapaz de resistirse, entonces el coloco su polla entre sus nalgas y la introdujo lentamente en su ojete. Asi estuvo enculandola un buen rato, despacio, deleitandose con su culo mientras ella, sumisamente se dejaba hacer, pero el no se conformo con esto, la hizo arrodillarse y, eyaculando en su boca, la convencio para que se tragase hasta la ultima gota de su corrida.
Yo me quede muy sorprendido por la confesion de mi mujer, pero a la vez estaba muy exitado y en ereccion. No pude reprimirme y la tome entre mis brazos, la despoje de su ropa interior y la folle diciendole cosas guarras: que si le gustaba el sabor de la corrida de Alberto, que si se sentia bien cuando le tenia la polla metida en el culo, etc. Terminamos corriendonos los dos entre gemidos de placer, tanto Eva como yo, tuvimos un orgasmo muy intenso, hacia tiempo que no sentiamos asi.
A la mañana siguiente volvimos a hablar del tema, planteamos las cosas muy claramente intentando darle una solucion. Yo tenia claro que Eva me queria, pero tambien tenia muy claro que se encontraba enganchada a Alberto, y que este iba a aprovechar la situacion para hacer de ella su amante y follarla a su antojo siempre que quisiera. Eva me confirmo, con su sinceridad habitual, que esto podia suceder. Entonces de mutuo acuerdo decidimos que para evitar rumores y habladurias, deberiamos aceptar la situacion, si ella necesitaba ser poseida por Alberto, era mejor que lo hiciera en casa y con mi participacion, y si era posible que Maria, la mujer de Alberto, se pusiese al corriente de la situacion.
El primer paso consistio en que Alberto pasase por casa una tarde, supuestamente para follar a solas con Eva. El acepto de buen grado y a las seis de la tarde se presento en casa. No hizo sino llegar y empezar manosear a Eva, esta se lo llevo hasta nuestra habitacion, alli terminaron de desnudarse y tumbarse sobre la cama morreandose. En ese momento yo hice aparicion, desnudo tambien, Alberto se sobresalto, se quedo mudo, pero yo me apresure a decirle: sigue con lo que estas haciendo, disfrutala, pero procura satisfacerla, tienes mi permiso para ello. Eva lo atrajo hacia ella y lo hizo ponerse encima, terminaron follando y corriendose, cuando el eyaculo entre gemidos, mi mujer lo aparto a un lado y yo ocupe su lugar follandola, volvimos a corrernos intensamente como la noche anterior, mientras Alberto permancia, muy sorprendido, de expectador.
Una semana mas tarde, Maria, la mujer de Alberto, se presento en mi despacho, yo le habia hecho llegar el rumor de que su marido estaba follandose a mi mujer. A pesar de tener 56 años, se conserba bastante bien, es una mujer elegante, alta y con un buen cuerpo, podria pasar por tener diez años menos como minimo. Llevaba un abrigo muy largo, me miro fijamente y dejo caer su abrigo al suelo, iba totalmede desnuda bajo este, se acerco a mi y me dijo: follame. Yo no lo pense ni un momento, porque lo iba a hacer?, Maria estaba muy apetecible y ademas su marido se follaba a mi mujer, asi que me sentia con todo el derecho del mundo a follarla si ella accedia, como era el caso.
Me despoje rapidamente de mi ropa, y la tumbe en un sofa del despacho. No me dio tiempo de montarme encima de ella, poque ya me tenia cogido por la polla y empezaba a mamarla con deseo. Despues de un buen rato paro y me comento: estoy despechada por lo de mi marido y tu mujer, pero esto me sirve para poder llegar hasta ti, ahora tengo via libre para follar contigo, siempre te he deseado y me ha costado mucho poder disimularlo. Yo nunca me lo habia imaginado, pero si era asi, mejor que mejor. Me coloque encima de ella y le meti la polla hasta el fondo, estuve montandola un buen rato, no paraba de correrse, los orgamos le venian uno tras otro. Llego el momento de correrme yo, pero ella no dejo que lo hiciera en su coño, me hizo sacarle la polla y se coloco arrodillada delante de mi, trago mi leche hasta la ultima gota, pero de manera muy lenta, primero la saboreaba dentro de su boca para sentir el sabor de mi semen. Tuvimos que terminar apresuradamente para no levantar sospechas en la oficina.
Al siguiente dia, se presento Maria en casa, yo habia quedado con ella para tener sexo en casa y que mi mujer lo presenciara por sorpresa. Cuando Eva llego a casa, Maria y yo estabamos en el dormitorio, Maria me la estaba mamando cuando Eva abrio la puerta de la habitacion, se quedo de piedra cuando vio la escena, su primera intencion fue la de enfurecerse, pero tanto Maria como yo la apaciguamos.
Tu no follas con Alberto? pues nosotros tambien podemos follar, y sin ocultartelo, esperamos que te quedes para que nos veas gozar como tu gozas con Alberto. Eva se aguanto y se quedo mirando mientras nosotros follabamos, Maria termino de chuparme la polla, luego yo comi su coño, su sabor era rico, nada que envidiar su maduro coño al mucho mas joven de Eva. Luego follamos, pasando de una postura a otra, el misionero, a cuatro patas, incluso la cogi en peso y la folle, sujetandola con mis fuertes brazos, suspendida en el aire, gemia de placer cada vez que llegaba al orgasmo, podir ver de reojo la expresion desencajada por los celos de mi mujer. Finalmente termine enculando a Maria y corriendome dentro de su ojete, no pude reprimir mis jadeos de placer, lo que enrravieto mas a Eva.
Despues de esto, Eva termino con Alberto, se volvio mas celosa y posesiva que nunca. Alberto tuvo que aguantar que su mujer terminara liada conmigo y se quedo sin volver a follarse a mi mujer. Pero yo le cogi el gusto a Maria y segui viendome con ella a escondidas. Es mas siempre que podemos, Maria y yo frecuentamos pubs de intercambio, en los que solemos contactar con otras parejas.
Asi que Alberto no solo tiene que soportar que su mujer haya sido mi amante, sino que sin saberlo, lo sigue siendo y ademas es disfrutada por otros hombres con los que contactamos para hacer intercambios swiger.
Autor: libresex
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