Mi prima Rosario
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por flacoluis.
Mi prima Rosario
Crecimos prácticamente juntos, yo soy tres meses mayor que ella, vivíamos en una ciudad del interior y a menos de una cuadra. Todos los juegos de niños eran juntos, éramos muy amigos hasta que por razones económicas, su familia se trasladó a la Capital.
Pasamos tiempo sin vernos, pero seguíamos siendo muy amigos, en vacaciones siempre nos veíamos, porque siempre venían a visitar a los abuelos.
Nunca vi a Rosario como una niña, siempre como un amigo.
En una oportunidad, por enfermedad del Abuelo, vinieron su papá y ella. Luego de los saludos, vi un cambio que me dejó muy sorprendido, hasta ese momento yo no me había desarrollado todavía, andaba por los 14 años y era en la época que algunos amigos ya lo habían hecho, ya tenían pelos en el pubis y … cuando nos hacíamos las pajas, ellos acababan, mientras que yo y algún otro, todavía teníamos la pija chiquita y solo teníamos un cosquilleo, pero no largábamos nada.
Rosario en cambio, vino ya con las tetas creciditas, con las caderas mas anchas, ya casi convertida en una mujer. Aunque no era bonita, estaba con un cuerpo muy lindo, y además, tampoco era fea.
Salimos un par de veces juntos, pero nada mas, solo que a partir de ese momento, las pajas que me hacía eran pensando en ella.
El día que iba a regresar, fue por mi casa para que la acompañe a despedirse de la tía Susana, que vivía un poco lejos y no tenía ganas de atravesar el pueblo sola
Yo estaba acostado aún y le dije que tenía pereza que fuera sola
– Acompañame primito, que te lo recompenso con besos
– No, quien quiere tus besos, jajajaja
Se acostó a mi lado y comenzó a darme besos en la cara y a pedir muy mimosa que la acompañe. Al fin accedí a hacerlo y le pedí que salga para vestirme.
– No, no salgo, vestite delante mío.
– Es que estoy desnudo, no tengo siquiera calzoncillos
– Igual, quiero verte así
– Entonces también tendrás que mostrarme vos
Se quitó la blusa, el sostén y me dijo:
– Asi está bien?
Nunca había visto unas tetas asi, en vivo y tan cerquita, quedé embobado y no sabía que hacer, hasta que me tomó la mano y la llevó a su pecho
– Te gusta?
– Ssssiiiii
– Ahora dejame ver que tenés vos
Me destapó y yo tenía la pija durísima pero creo que aun asi, no debía llegar a los 10 cm
Se quitó la pollera y se metió en mi cama, me abrazó y llevó mis manos un rato a sus pechos, otro rato a que acariciara su cola, sus caderas y se quitó la bombacha. Para mi fue algo que ni siquiera estaba preparado a ver, que su conchita ya estaba llena de pendejos, mientras que a mi todavía no me había salido un solo pelo
Ella se puso encima mio, acomodó mi pija en su rajita y se la metió asi de una y empezó a moverse, ahora a la distancia del tiempo, creo que mas se estaba masturbando con mi pijita .
En un momento mientras se movía me pidió que le chupe las tetas.
– Chúpame, besame las tetas, pero no muerdas, despacito, chúpame , chúpame que estoy por acabar.
Yo pasaba la lengua por el pezón y metía primero una , luego la otra en mi boca, y chupaba, mientras Rosario quedaba como loca encima mio. Tanto que en un momento hasta me asusté por verla como gemía y pensé que la lastimaba.
Cuando ella terminó, se salió de mi, y me dijo que la recompensa la iba a tener ya, que me quede quieto, y se ensalivó la mano y empezó a hacerme ella una paja, creo que fue la primera vez que tuve de verdad un orgasmo, fue algo maravilloso.
Me levanté, la acompañé a casa de la tía Susana y luego ella se fue a su casa otra vez,
Al año otra vez nos encontramos en una fiesta familiar.
Se casaba uno de nuestros tíos e hicieron la fiesta en una chacra en las afueras de la ciudad.
Los cuatro que éramos mas o menos de la misma edad, Rosario, Julio, Alicia, hermana de Julio, y yo.
Como nos interesaba mucho mas estar íntimamente con Rosario, nos perdimos de los mayores y nos pusimos a charlar.
Yo quería mostrarle que ahora si, ya era un hombrecito, que tenía pendejos, que ya tenía una verga de un tamaño respetable y además que ya acababa-
En un momento vi que Julio quería estar a solas con ella y por supuesto yo también asi es que lo charlamos.
– Dejame estar un rato con Rosario a solas, vos encárgate y hacè lo que puedas con Alicia
– No, dejame a mi un ratito con Rosario
– Y que querés que haga yo con Alicia, no seas egoísta
– Es que siendo tu hermana, tampoco yo voy a poder hacer nada
– En todo caso, el que pueda llevarse a Rosario, después tiene que contarle al otro que hicieron, vale?
– Si, prometido
Cuando logré estar a solas unos segundos con Rosario, ella fue quien me dijo:
– Me contó Alicia que quiere estar sola contigo, llévatela a algún lugar
Por supuesto que no desconfié nada, me fui con Alicia solos a un lugar donde tenían almacenados fardos de paja, allí nos pusimos a charlar, nos besamos, y logré acariciar sus tetas, pero no pasó de eso
Pasó casi una hora y nos reencontramos.
– Pudiste hacer algo con Alicia? Preguntó Julio
– No, y aunque hubiera podido no te lo contaría
– Entonces no te cuento lo de Rosario
– Si, prometiste contarme
– Y después me contàs que hiciste con mi hermana
– Si, claro que si
– Me la cojí, dijo Julio
– De veras? No lo creo
– Te lo juro, y al final, me pidió que le chupara las tetas, que iba a acabar asi
Cuando me contó esto, vi que era verdad, que si lo habían hecho. Ahí me di cuenta que Rosario era toda una putita, que ya tenía intenciones de tirarse a uno de nosotros, y que en ese momento, quien le interesaba era Julio, pero que le gustaba mucho coger.
Al rato, cuando terminó la fiesta, Rosario me dijo,
– Primito, te debo una, en cualquier momento te la vas a cobrar.
Pasaron varios años, yo fui a trabajar también a la capital, nos vimos pero ella salía con alguien, me presentó una amiga, con la cual me puse de novio, y salimos juntos varias veces
Luego yo me casé, no con su amiga, tuvimos dos chicos, ella también se caso y hasta se hizo amiga de mi mujer
En una oportunidad que nos fue a visitar, le comenté que tenía buena memoria y que todavía me debía una, de aquel casamiento, lo cual hizo que se echara a reír como loca y me dijo que la llame una tarde de estas que me lo iba a pagar bien. A los pocos días, la llamé, dije en mi trabajo que tenía que salir, y me encontré con ella.
Fuimos derecho a un hotel, allí le demostré todas las ganas que le tenía, desde que llegamos besándola y desnudándola. La acariciaba, la miraba, cuando estábamos los dos desnudos, empecé a besarla toda, desde los pies, las piernas, hasta detenerme en su concha.
Por uno de esos descuidos, no había apagado mi cel y sonó, era mi mujer. Por supuesto que Rosario no quería que yo atendiera, pero sí lo hice, y mientras hablaba, ella bajó hasta mi pija y empezó a chuparla.
Mi calentura era tal que casi le acabo en la boca, y no podía siquiera hablar coherentemente con mi esposa. Le dije que estaba ocupadísimo en ese momento, que en cuanto quedara libre, la llamaría
– Que te pasa? Es que querés que mi mujer nos descubra?
– No, amor, me calentó mucho que te llamara y me dieron ganas de chuparte asi, es que no te gustó?
– Si, si, me gustó mucho.
Siguió chupándome la pija, y luego mirándome, me comentaba,
– Sabés que te creció mucho desde la última vez que lo hicimos?
– Si, jajaja, ahora te gusta mas, verdad?
– Ay si Papi, chúpame las tetas, amor, haceme acabar chupándome las tetas, me encanta.
Yo ya lo sabía y asi lo hice
Cuando ella acabó, empezó a moverse mas y mas para hacerme acabar a mi, yo la miraba a la cara
– Quiero que llames a tu marido, con la verga adentro que lo llames y hables con el
– No, no lo voy a hacer, por que querés eso?
– Quiero que lo llames porque vos te vas a calentar mucho con eso y yo también
– Está bien , lo llamo…
Cuando Ignacio contestó el tel, le saqué la verga de la concha y con sus jugos lubriqué un poquito su culito, y empecé a forzar un poco
– Hola amor, como estás? Voy camino a casa de Valeria, a visitarla
Hice un poquito mas de fuerza y casi entró la cabeza en su culo
– Nooooooo, por ahí no
– Que pasa? Donde estás?
– Es que voy en taxi y el taxista tomó por una calle equivocada
Seguí poniéndole la pija en el culito y ella me hacía señas de que no, que no quería por allí
– Amor voy a cortar, porque este h de p. me va a llevar por lugares donde no quiero, te importa si te llamo mas tarde?
– Hijo de puta, que me hacés?
– Te la pongo asi, por la cola, por lo que me hiciste sufrir el día que te cojiste a Julito, te acordas?
– Ahora quiero que cuando llegues, le digas al cornudo de Ignacio que vas con el culo lleno de leche, te animas de decírselo?=
– Ay , no se si me voy a animar, pero te prometo que voy a tratar de convencerlo para hacer un trio contigo o para que el nos vea mientras cojemos, hace mucho que me dice que tiene la fantasía de verme coger con otro. Te gustaría?
– Si amor, lo vamos a hacer.
Esta es la historia de mi primita muy puta Rosario, aclaro que es su nombre verdadero, los otros no lo son, pero quise hacerle un homenaje al no cambiar el suyo
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