Mi primera infidelidad
Muy buena para la primera vez .
Hola a todo, eh estado leyendo muchos relatos y quiero relatar sobre mi infidelidad. Me describió para que tengan idea de mi. Me llamo Sandra y soy de Guadalajara y tengo 34 años. Soy de piel blanca y pelo negro. Tengo un busto de 34 dd y un trasero también grande y jugoso. La verdad no por presumir pero no se me nota mis embarazos pasados. No tengo nada de panza gracias al gym. Peso 55kilos y mido 1.56 de altura. Estoy casada desde los 18 con mi amor de la infancia. También tengo dos hijas de 16 y 12. Mi esposo tiene ya 39 y la verdad me ah dado todo. Vivo muy feliz sin ninguna falta de nada. Yo me dedico a la casa y mis hijas. no eh tenido que trabajar gracias al éxito de mi marido. Es un hombre muy bueno y mejor padre. Solo que como todo, no puede ser perfecto. De primero no sabía la verdad que era de verga chica por falta de experiencia. Le mide aproximadamente 9-10cm. Pensaba que las pelis xxx era solo fantasías y nada común. Pero bueno con el tiempo y chismeando con amigas mi di cuenta que es más placentero una verga más dotada. Y que 9-10cms es casi nada. La verdad si me complacía mucho con sexo oral y sus dedos. Pero jamás me eh venido con solo su verga. Tras el saber que el era chico y que no era normal me indigné a serle fiel por amor y no buscar alternativas. Y así fue, fiel hasta que conocí a Jorge. Hace un año nos dimos cuenta que teníamos nuevos vecinos. Una pareja joven y que se habían casado recientemente. El se llama Jorge de 24 y Carmen de 22. A los días nos presentamos como familia y ellos como pareja. Fue una convivencia muy agradable y conectamos muy bien. Jorge no me quitaba la mirada. Y me comenzó a disgustar porque no quería problemas con Carmen oh mi esposo. Jorge es muy simpático y físicamente muy bien. Alto de barba y musculoso. Carmen tiene lo suyo pero es rellenita. Al final nos llevábamos bien y fue pasando los días. Carmen era algo separada y no muy sociable. Trabaja en un hospital y queda fuera mucho. Jorge trabaja de casa y pues siempre está allí. Mi rutina diaria va asi. Cocino el desayuno para las niñas y mi marido. Después despido mi marido y yo llevo a mis niñas al cole de allí al gym y a la casa. Cierto día llegando a la casa después del gym algo sudado bajé del carro y Jorge estaba afuera. Al mirarme se acercó a saludarme. Platicamos un rato y me comí con la mirada. La verdad si me sentí muy excitada con solo saber que me deseaba. También yo me percaté que llevaba un pantalón algo pegado y se le marcaba el paquete. Platicamos sobre el gym y que el ocupa también ir etc etc. me preguntó sobre mi marido y le mando saludos y de allí nos despedimos. Yo ya sentía mi conchita mojada por sus miradas descaradas. Caminando a la casa voltee a donde se encontraba Jorge y sin ningún descaro no bajó la mirada y se notaba que me estaba mirando el culo. Yo nomas me volví a despedir con la mano. Al entrar a la casa me fui directamente al baño me quité toda la ropa y me me metí a la regadera. Me comencé a tocar y estaba empapada. Me recordaba de su paquete que se miraba. Me imaginaba como era y como se sentiría dentro de mi. Me metía los dedos al más no poder. Me corri como nunca. Al los minutos ya en mi cama recostada no me podía creer que me causaba Jorge. Nunca jamás me había emocionado así. Siempre eh recibido piropos de hombres y nunca me había emocionado así. Siempre los ignoraba. Ya con la cabeza fría traté de ignorar mis pensamientos y seguí mi día. Esa noche traté de hacer el amor con mi marido pero no me dejó por qué estaba explotado del trabajo. Yo la verdad estaba muy caliente. Al próximo día al llegar a mi casa deseaba que Jorge estuviera afuera pero nada. Yo seguía como perra en celo. Me volví q tocar pero no me llenaba. Así pasaron los días hasta que la próxima semana se me coincidió verlo afuera regando sus plantas. Antes de bajarme del carro sentí nervios pero yo ya no podía más. Quería jugar con el. Llevaba un short de gym pegado y sin bragas. Me lo subí un poco para que se me viera más las nalgas y se me marcara la conchita. Al bajarme me miró y se dirigió así mi. Nos saludamos y nos pusimos a platicar. Le comenté que venía con mucha sed del gym. Y le dije que si gustaba una agua. Me la aceptó y le dije ya vengo. Me fui caminando coquetamente por las aguas a mi casa. En camino no podía creer como estaba actuando. Me desconocía. Me daba ya ganas de arrepentirme de mi juego pero me convencí que solo eso era. Al salir nos tomamos las aguas y sin falta el me devoraba con la mirada. Miradas que expresaban mucho. Yo le hablaba sobre sus plantas y me hacía la tonta. Me movía sexualmente y le meneaba mi culo. Caminando y platicando de las plantas. Al ver su entrepierna volví a ver su paquete. Se miraba enorme. Ya con las botellas vacías me comencé a despedir. El me dijo que me iba ayudar con la basura. Al querer darle la botella el me agarró la mano. Me miró fijamente y con eso me decía todo. Yo me safe y al segundo se disculpo. Yo le dije que no se preocupara y que no pasaba nada. Me volvió a mirar y me dijo que era hermosa. Y solo bajé la mirada. Le dije me voy. Le me detuvo y me agarró la cintura. Yo intenté sacarme. La verdad ya estaba arrepentida. Pero también estaba que ardía de caliente. Le dije que me dejara y que recordara que estaba casada. Me dijo que entonces por qué lo coqueteaba. Trato de besarme y no me dejaba. Yo quería correr a la casa y tenía miedo que nos vieran. El me repego su paquete y eso me derretía. Ya no podía resistirme. Y solo pude decir que aquí no. Me cargo sin saber que iba hacer y me llevo a su casa. Yo le decía que ya no por favor pero la verdad no intentaba escapar. Al entrar me bajó en el sillón y me besó. Yo ya no resistíe y me perdí en el beso. Mi mente ya no era de ser la mujer fiel. Ni recordaba que era madre y esposa. Me sentí como una perra en celo. Me repegaba su verga y me tocaba toda. Me quito el sports bra de ejercicio y comenzó a chuparme las tetas. Me mordía y no podía más. Me metió la mano y comenzó a tocar mi conchita. Estaba empapada. El me besó toda hasta bajarme el short y comerme. Me chupaba de lo más rico que había tenido. Me hacía gemir y decir cosas turbias. Le decía que quería ser su perra. Me desconocía. Así estuvimos unos minutitos y fue mi primer orgasmo. Me chorreé bastante. El se paró y de inmediato se bajó su pantalón y allí fue la primera vez que miré una verga descomunal. Estaba llena de venas gruesa y larga. Es de aprox 22cm. Como tres veces más larga que mi marido. La tenía con los vellos públicos recortados y rasurados los huevos. Le colgaban los huevos bastante y se miraban llenos de leche. No podía creer lo que miraba. De repente me agarró y me hinco la tome con mi mano y la paje un poquito. Estaba enorme. Me dijo que la chupara, y pues yo me moría de ganas de probarla. Me metí la punta y la lamí timada mente. Comencé más y más a meterla y solo la mitad me cabía. Se la chupe por unos cuantos minutos. Hicimos un 69 y me sentía en el cielo. El comenzó a decirme cosas turbias. Que la verdad me hizo perder más la cabeza. Me encantó. Me decía que era su perra y que me iba partir. Yo solo le respondía que si que no dejara de comerme. De repente me levanto y me llevo a su cuarto. Me aventó y abrió mis piernas me miró a los ojos y me dijo que me iba cojer. Yo le dije que me hiciera suya. De una me dejó cayer la mitad de su verga y sentía que me estaba partiendo. La sacaba y la metía. Me sentía como nunca. De repente me decía que me iba a meter toda su vergota. Yo solo pedía más. Sentí que me abrió por completo. Sus huevos rebotaban en mis nalgas. Era un exatis increíble. Me cojia como quería me decía palabras que jamás mi marido se atrevería. Me decía que era una puta que le pertenecía. Que me iba cojer a su gusto y cuando quisiera. Yo le decía que si a todo. Me cambiaba de posicións me daba la cojida de mi vida. Me vine varias veces la cama estaba empapada de mi flujo. Yo le chorreaba su vergota. Duramos una hora así hasta que anunció que iba correse. La saco de una y me hincho. A los segundos me lleno de leche la cara. Una cantidad asombrosa. Jamás me había dado leche en la cara mi marido. El quedo exhausto y se recostó. Yo la verdad no sabía que hacer. Solo sentía que mi conchita estaba bien abierta. Me dijo Jorge que estaba muy contento y que ya le pertenecía. Me vestí y me limpié la cara un poco y Me mandó a mi casa muy satisfecha. Llegando me bañe y me sentí mal por lo sucedido pero me sentí tan feliz que decidí que esta sería mi nueva vida.
Buenísimo, así es como creo yo que debe ser una mujer , quisiera que la mía tomara esa iniciativa , muero por ser cornudo pero mi mujer no se manifiesta.
Muy candente tu historia.