Mi primera vez con maduros
Continuando con el segundo relato, luego de mi venganza, me deje coger por otros maduros.
Hola queridos lectores. Como me imagino deben estar pendientes de mi segundo relato.
Soy Andrea tengo 16 años y soy de Argentina. Como me describí soy una adolescente con una piel blanca cabello ondulado color castaño, ojos color miel, con unas piernas tonificadas y unas nalgas paraditas, y unas tetas de escándalo.
En el relato anterior conté como me cogi a mi cuñado por venganza a mi novio.
Luego de mi primera vez, y de cumplir mi venganza. Esa noche me encontré con mi novio en su casa. Fui vestida con un mini shorts bien pegado a mi cuerpo y una remerita color verde sin mangas.
Mi cuerpo estaba cansado pero seguía caliente con la experiencia que viví ese día con Julio, mi cuñado.
En la casa de Máximo no había nadie. Tal como el me lo anticipo, sin perder tiempo yo me fui insinuando rápidamente. Al llegar lo abrazo y le doy un beso apasionado, dejando que el me abrace, no tardo mucho para excitarse y comenzar a meter mano. Con la calentura que yo ya venía acumulando rápidamente tome la iniciativa y me abalance sobre el y dejarlo recostado en el sofa, mientras yo lo montaba y restregaba mi cuerpo sobre el me quité mi remera, no llevaba sostén, mis pechos saltaron dejando ver mis pezones erectos, Máximo sorprendido me jaló tiernamente el cabello y yo solté un suspiro. Luego de estar un rato así, dándonos placer con las manos y la boca, me llevó hasta la habitación. Mis ojos delataban mi calentura. Mi novio no podía creer lo que veia. Yo haciéndome la inocente le dije que ya no aguantaba más, que quería que fuera la primera vez ya, entonces mi novio que estaba como un toro, con violencia me quita el resto de mi ropa y me recuesta boca abajo, se agachó y abrió mis nalgas para el recorrer mis partes bajas con su lengua, primero comenzó con mi conchita qué estaba comenzando a lubricarse rápidamente. Luego llego hasta la entrada de mi culito, un golpe de electricidad llego a mi cuerpo haciéndome gemir y perder el control. Me sentí una perra, ya quería que me penetre. Pero decidí tomar el control. Lo hice sentar en un extremo de su cama, me puse de rodillas en el suelo, y me dirigí gateando, con una mano baje su cremallera y con la otra intente sacarle el pantalón. Como un resorte salio su pija, estaba de buen tamaño, calculo tendría unos 16cm pero su tronco era grueso. No puedo describir como me sentía al recordar que ese mismo día su hermano me desvirgo, entre el recuerdo y lo que estaba pasando ya estaba muy caliente. Así que me puse a recorrer su pija con mi lengua, tal cual su hermano me enseñó, Máximo estaba temblando de placer y ya comenzó a salir liquido preseminal de la punta de su capullo. El sabor estaba riquísimo. El buscaba ver mi rostro mientras se la chupaba. No pudo aguantar más y tomó mi cabeza dejándome prisionera entre sus piernas, con su pija en mi boca, comenzó a moverse rápidamente y acabo en mi boca, sentí en mi garganta como su leche caliente me llenaba, me quité y quise montarlo para que me penetre pero el me pidió perdón, su amigo estaba durmiendose y no podría cogerme. Me sentí frustrada y molesta porque quería accion. Me recoste a su lado y nos acariciamos hasta que el se durmió. No hubo forma de despertarlo. Entonces me vestí nuevamente y sali molesta de su casa, quería coger, estaba desesperada y decidia a llegar a mi casa con restos de otro hombre aunque fuera. En el camino a mi casa un taxista frena cerca mio y me dice que no era un lugar seguro en esas horas de la noche y se ofreció a llevarme hasta donde yo necesitaba. Ese hombre un poco gordito y mayor, como de unos 40 años estaba más que agradable.
Accedí a subir al coche de ese desconocido con el riesgo que eso implicaría, pero estaba teniendo la idea de cogermelo. Subí del lado del acompañante, me presente con mi nombre, el se llamaba Ariel. Me preguntó hasta donde iba, le dije salí a caminar y despejarme porque había tenido una discusión con mi novio. El mostrándose comprensivo me ofreció a tomar algo mientras podríamos charlar de algo para hacerme compañía. Acepte, el comenzó a conducir, mientras charlamos agradablemente nos fuimos alejando de la ciudad, llegamos a una estación de servicio en la ruta fuera de la ciudad. Bajamos del vehículo y nos sentamos en el bar, cuando llego el mozo pidió dos cervezas, si bien yo tenia 16 años, con mi cuerpo ya parecía una jovencita de 20 años. Me preguntó por el problema que tenía con mi novio. Y le conté que estaba insatisfecha por lo que ocurrió. El sonriendo y guiñando un ojo me dice, que tonto tu novio, una chica muy linda no puede estar pasando esas cosas.
Le dije crees que soy linda? Porque no me siento así, me siento rechazada.
Ariel: ojalá yo fuera tu novio y me dieras esa oportunidad, no te imaginas como la pasarías. Yo tomando mi dedo índice, lo apoye en mis labios y le dije.
Yo: crees que hoy podrías mostrarme esas cosas tan linda que me dices.
El sorprendido toma mi mano, me da un besito en la boca y me dice
Ariel: bebecita vamonos de aquí.
Pago lo que bebimos y pidió un pack de latas para llevar, un paquete de cigarrillo. Subimos a su auto, abrió una lata, tomo un trago grande y me hizo sentarme arriba de el, sus brazos eran enormes, me tenía prisionera, mientras me daba besos y se movía, mis ojos se desorbitaron. Yo sola me levante mi remera para ofrecerle mis tetas. Me las comía con pasion. Sentí su verga bajo su pantalón estaba parada y dura. Entonces Ariel me dijo que aquí no podíamos hacer nada porque podría vernos la policía, que iríamos a un motel. Así que me pidió que me quite toda la ropa y mientras el conduce qué vaya chupando su verga, sin oponerme hice eso. Yo desnuda totalmente iba chupandole la pija mientras entramos a la ciudad, pero parecía que nunca llegabamos, el encontró un lugar vacío, y estacionó su auto, me dijo no llegamos. Baja. Yo desnuda baje, el también, me hizo sentar sobre el capot de su auto, y comenzó a tocarme toda la raja, se puso un condon rápidamente, tomo mis piernas y las levanto. Y comenzó a penetrarme salvajemente. Tan excitada estaba que mis jugos vaginales ya salían de mi. Ariel me decía pendeja que putita estas, te gusta? Te gusta la verga. Tengo más para darte. Desde ahora serás mía, te voy a romper toda. Esas palabras me hacían llegar al climax. Yo le respondía si bebe dame más fuerte quiero más, haceme tuya, dame y haceme todo lo que quieras. Ariel muy caliente me comenzó dar cachetadas en mis mejillas y me decía con que te gusta la pija? Cuantas te podrías comer esta noche? Y eso me puso a mil con mi calentura, yo gemia como una puta y no tenía control sobre mi. Ya respondía sola, en mi calentura le dije quiero que me des todas las que quieras.
Ariel: si pendeja? Quieres eso? Te animas?
Yo: si me vas a hacer todo lo que dices obvio que si.
Entonces Ariel se quita. Toma su celular y escribe unos mensajes. No preste atención porque me puse a beber las cervezas. Mientras se la chupaba, vi unas luces qué se aproximaba, eran 2 taxis más. Ariel sonríe y me dice pendeja ahí llegaron los refuerzos espero que te comportes como lo que sos. Con solo escuchar eso ya llegue al orgasmo pero quería más, entonces sin decir palabras, dos de sus amigos entraron a su taxi. Uno reclina el asiento del acompañante y se sienta, me hace subirlo y sentarme en su verga, mientras lo montaba y me recostaba sobre el dándole besos, el otro compañero se puso detrás mío, tomo su verga y apuntando la introdujo, era un doloroso proceso, estaba siendo penetrada doblemente vaginal, mi conchita se fue dilatando permitiendo que entren cada vez más, se estiraba como un chicle. Comenzaron a moverse al mismo ritmo y cada vez aumentaron la velocidad. Ariel miraba y me decía cada vez cosas muy sucias. El pidió que no me hagan la colita qué el sería el encargado. En el medio del acto, como ya era casi de madrugada, mi celular comenzó a sonar, era mi madre preguntando si ya estaba por llegar. Con esos dos hombres dentro de mi se me complicaba para hablar con mi madre. Quiero creer que casi se da cuenta de lo que estaba sucediendo porque mi voz temblorosa y susurrando le dije que si. Ya estaba por regresar a mi casa. Entonces colgamos y los machos qué estaban ahí dieron unas embestidas salvajes haciéndome llegar a otro orgasmo. No me querían soltar, pero les di mi número y me comprometí a terminar eso en otro momento. Estaba rota, llena de sudor y leche de esos hombres, me sentía sucia pero feliz. Me dieron una toalla de manos para que me limpie, me logré vestir y Ariel me estaba llevando ya a mi casa. Unos metro antes de llegar, como despedida baje y comencé a chuparle la pija nuevamente, quería llevarme un recuerdo.
muy buen relaro, convendria dar un poco mas de trama y de paisaje para que se disfrute mas, pero muy bueno !
muy bueno tu relato mi Telegram @eltecnico2030 Charlamos?