Mi primera vez con una pareja
Hola este es mi primer relato, me llamo Miguel Ángel y vivo actualmente en la CDMX y te voy a contar como en mi primera vez me pagaron y ahora soy masajista y acompañante de mujeres.
Hola este es mi primer relato real, me llamo Miguel Ángel y vivo actualmente en la CDMX y te voy a contar como en mi primera vez me pagaron y ahora soy acompañante / masajista.
Todo comenzó un fin de semana, un sábado por la noche para ser más exacto entre 11 y 12 de la noche, lo recuerdo muy bien ya que fue ese mismo día el cumpleaños de un buen amigo, que al igual que yo apenas cumplía la mayoría de edad, 18 años, aunque yo era más grande por un par de meses, como toda fiesta a esa edad fue divertida llena de alcohol, cervezas y muchos conocidos de la universidad, así como del trabajo. Yo trabajaba al otro día por lo que decidí irme a mi casa temprano, me ofrecieron llevarme en coche, pero tenía ganas de caminar y disfrutar de la noche.
Iba caminando por una avenida cercana a mi casa mientras fumaba un cigarro, pensando en cuestiones del trabajo, así como de la escuela, cuando veo acercarse un auto sobre la avenida, el auto se orilló junto a mí, eran una pareja de unos 30 años aproximadamente, el chico se acercó a la ventana del copiloto para preguntarme una dirección, yo me acerqué un poco más al auto del mismo lado y pude verlos mejor.
Ella era una mujer muy atractiva, iba de copiloto, vistiendo ropa deportiva muy ajustada de marca. Me llamo la atención de inmediato, no es que yo sea un pervertido, pero no pude disimular nada ya que venía bastante desinhibido por la fiesta y los baqueros que traía puestos eran muy ajustados, aunque siendo honesto no me importo en lo absoluto que lo notara, mientras yo hablaba con su esposo. De reojo podía ver su blusa blanca pegada a su piel como si estuviera mojada, tal vez sudada lo que permitía ver como si no trajera brasier, en ese momento fue mucho más evidente mi excitación y cuando voltee a verla ella solo estaba sonriendo.
Su marido era un poco mayor, de unos 35 años o poco más, bien parecido al igual que su mujer y se veía que hacía bastante ejercicio, me recordó a un amigo del gimnasio que es fisicoculturista, por lo que imagine: que se habían conocido en el gimnasio o algún lugar deportivo, lo que su esposa me confirmo en otra ocasión.
No le estaba prestando mucha atención a su esposo mientras hablaba ya que yo estaba algo tomado y su esposa parecía estarme coqueteando, lo que me parecía algo extraño con su esposo a un lado, poniéndome algo nervioso.
Me preguntaron cómo llegar a una dirección a solo unos minutos de donde estábamos, como a 30 minutos caminando, muy cerca de donde yo venía, incluso pensé que iban a la misma fiesta lo que me pareció extraño por su edad y después de algunas explicaciones, la chica fue la que me pidió acompañarlos para no perderse en el camino ya que no conocían bien esas calles y su esposo me propuso que a cambio de acompañarlos me pagarían por mi tiempo. Fue tan imprevisto que lo primero que pensé fue en salir corriendo, tenía miedo y me causo desconfianza que dos extraños en medio de la noche me ofrecieran dinero solo por acompañarlos sin mencionar que su esposa parecía estarme coqueteando y eso me confundió aún más.
Como te mencionaba; acababa de cumplir 18 años unos meses atrás, por lo que era muy inocente, hijo de una familia muy conservadora y estricta. En esos años yo estudiaba, trabajaba y practicaba varios deportes, así como asistía al gimnasio mínimo tres veces a la semana. Con mi rutina diaria era casi imposible tener novia a pesar de que muchas chicas me buscaban para salir la mayoría de las veces no llegábamos a llevar una relación duradera.
Volví a explicarles cómo llegar a su destino, a lo que casi suplicándome me volvieron a pedir los acompañara o cuando menos los encaminara a unas calles para no perderse. A todo esto, cada vez que la chica me pedía que los acompañara lo hacía mordiendo su labio inferior y coqueteándome descaradamente frente a su marido, algunas veces acariciando uno de sus pechos disimuladamente, yo solo volteaba a ver a su marido cuando me hablaba para pedirme que por favor los ayudara.
Lo dude un momento antes de aceptar, solo dije: claro los acompaño pero le recordé que tenían que pagarme para poder tomar un taxi de regreso, los dos sonrieron y el chico me dijo claro hasta una propina te vas a llevar, los dos se veían de confianza, con un buen coche, mercedes si mal no recuerdo, lo que también me dio confianza y sin más, subí a la parte de atrás, pero antes de arrancar el auto ella se acercó a él y le dijo algo que no puede escuchar, el movió la cabeza en señal de afirmativa, a lo que su esposa salió casi corriendo del auto, para subirse conmigo en la parte de atrás, lo que me permitió verla de cuerpo entero y se veía muy bien físicamente.
En ese momento no me imaginaba que iba a pasar ya que yo aún no había estado con ninguna chica, solo besos y manoseos con alguna novia de la universidad.
Mientras ella se acomodaba en el asiento yo no podía apartar la vista de ella, hasta que su esposo con una cerveza en la mano me hablo para ofrecerme de beber preguntándome si bebía, claro le respondí con un poco de timidez ya que me vio claramente como estaba viendo a su esposa, se rio un poco diciéndome que me pusiera cómodo y encendió el coche para dirigirnos a la dirección que me habían preguntado antes, mientras iba haciéndome platica y yo guiándolo por las calles.
Estaba tan apenado que evite por unos minutos voltear a ver a su esposa por lo que no me di cuenta que ella se estaba tocando los pechos sobre la playera, al igual que se comenzaba a tocar sobre el pantalón deportivo, con sus piernas completamente abiertas me golpeo con su rodilla izquierda para hacerme voltear, en cuanto la vi casi escupo la cerveza del asombro, pero ella solo me guiño el ojo mordiéndose otra vez el labio, para después meter una mano debajo del pantalón mientras con la otra mano se subía la playera hasta sacar sus dos pechos casi perfectos, con un pezón rosado ya durito por la exitación.
No lo podía creer, ya me encontraba algo tomado y con esa visión era como un sueño, una mujer madura para mi edad seduciéndome enfrente de su marido y pensando que aparte me iban a pagar, yo voltee a ver a su marido, pero el parecía no darse cuenta y seguía manejando, eso me puso más nervioso por lo que mi mente se quedó en blanco con una increíble erección dentro de mis pantalones, al ser tan inocente no sabía qué hacer, solo observaba a esa hermosa mujer masturbarse frente a mi haciendo gestos de placer y gimiendo cada vez más fuerte.
Estaba a punto de explotar, pero ella se adelantó primero y con un fuerte gemido termino, yo voltee a ver a su marido, pero seguía manejando como si nada, aunque podía ver su cara de satisfacción por el retrovisor. En cuanto volví la mirada a su encantadora esposa me tomo del cuello para darme un beso que me dejo sin respiración, metía su lengua dentro de mi boca, jugaba con ella dentro, me mordía los labios con fuerza, pero sin hacerme daño, comenzó a tocar mi pene sobre el pantalón apretándolo con cierta rudeza y yo empecé a hacer lo mismo. En cuanto la, toque sentí su humedad impregnada en su pantalón deportivo completamente pegado a su cuerpo, sentía claramente sus labios vaginales ya inflamados y muy cálidos.
Ella echo su cabeza hacia atrás tomándome de la mía para acercarme a su cuello, en ese momento perdí completamente el miedo y comencé a besar su cuello, lamiéndolo, chupándolo, mordiéndolo como ella lo había hecho con mi boca, suspiraba y gemía suavemente, yo seguía acariciándola ya con las dos manos, una en sus pechos, acariciándolos con firmeza, apretándolos muy rico, pasando las yemas de los dedos alrededor de sus pezones hasta tomarlos directamente con las puntas de los dedos y apretando suavemente primero uno y después el otro, ella seguía suspirando mientras me apretaba la mano que tenía en su entrepierna.
Ella solo apretaba con fuerza mis manos con las suyas mientras yo seguía tocándola, me había olvidado de su esposo y por reflejo voltee a ver que estaba haciendo, pero él seguía manejando sin decir nada, voltee a ver el espejo retrovisor y solo nos veía sonriendo. Vio que lo vi y me pregunto si me gustaba, su esposa le respondió primero con un si entrecortado a lo que sonrío de nuevo y me volvió a preguntar a mí con dos palabras: ¿y a ti te gusta?
Ya más confiado le respondí: claro, volteando a verla a ella le dije está bien rica, eres muy afortunado, me encanta, viéndola directamente a los ojos.
Recuerdo que era de piel clara un poco bronceada, con el cabello largo, castaño claro con unos ojos color miel, su nariz pequeña y sus labios carnosos, pero bien definidos pintados de color rojo, su cuerpo era de una mujer madura con caderas anchas lo que me encanta, con unas piernas hermosas, se notaba que iba al gimnasio todos los días sus medidas eran 90-65-100 de mi estatura aproximadamente.
Su marido siguió manejando parándose en cada semáforo para hacer tiempo sin decir nada más, de pronto ella me empujo sobre el asiento y comenzó a desabrochar mi pantalón mientras me preguntaba si en verdad le gustaba, yo me quede callado un memento ya que no tardo nada en sacar mi pene ya bastante duro, del pantalón y comenzó a apretarlo fuerte con su pequeña mano, me hacia un poco de daño ya que lo hacía con mucha fuerza, con una mescla de deseo y lujuria, que me encanto en ese momento, con la voz entre cortada le dije claro que sí, acaso no lo sientes, haciendo un gesto para que viera mi pene completamente inflamado, con el glande rojo, con las venas marcadas a lo largo del pene y dando pequeños saltos cada vez que lo soltaba para acariciar mis testículos, era como si tuviera mente propia ya que nunca había estado tan excitado, parecía que estaba eyaculando con las contracciones que hacia mi pene en su pequeña mano. Ella me dijo que sí que yo también le gustaba mucho y por eso me había escogido.
En ese momento caí en cuenta de lo que estaba pasando: solo era un juguete sexual para ella o tal vez si le gustaba y su marido no la complacía en la cama o tal vez era solo una fantasía que yo les iba ayudar a cumplir, en fin pasaron mil ideas por mi cabeza en segundos y tome la decisión de que si yo era su fantasía de ella, ella seria mi fantasía hecha realidad y mi primera vez, por lo que no dije nada, la tome del cuello la bese metiendo toda mi lengua en su boca mientras ella hacia lo mismo y seguía jugando con mi miembro con sus manos.
Me acerque a su oído chupando su lóbulo y le susurre: ¿quieres chuparla verdad?, estaba nervioso aun pero completamente decidido, ella con un pequeño gemido dijo que si moviendo la cabeza y bajando la cabeza poco a poco mordiendo mis pezones en el camino hasta llegar a mi pene, me pareció que lo estaba olfateando lo que hizo que mi miembro empezara a dar saltos pegando en sus labios, lo que ella aprovecho para besar el tronco, bajando hasta mis testículos ya muy sensibles por lo inflamados que estaban, bajo mis pantalones por completo, sin dejar de pasar su lengua por todo mi cuerpo, hasta que volvió a besar mi glande pero esta vez comenzó a succionarlo poco a poco hasta que ya tenía la mitad del miembro dentro de su preciosa boca.
Por un momento creí que terminaría todo antes de tiempo, pero no fue así, su esposo paro en un semáforo y me pregunto si quería otra cerveza, yo veía subir y bajar la cabeza de su esposa mientras el me daba otra cerveza de lata preguntando si mejor íbamos a un hotel, en ese momento sentí los dientes de su esposa, me estaba mordiendo suavemente como si no lo hubiese podido evitar, y comenzó a succionar más profundo y fuerte.
Lo pensé un segundo mientras le daba un trago a la cerveza y le dije que mejor buscara un lugar en la calle, parece que esto les gusto a los dos porque el arranco de inmediato y ella comenzó a tocarse, yo por mi parte la deje hacer mientras le acariciaba los pechos con la mano derecha y con la izquierda sostenía mi cerveza. Termine de un trago toda la cerveza y comencé a tocar sus pechos con las dos manos, por lo que sus pezones se pusieron aún más duros ya que tenía la mano fría por la cerveza ella siguió chupando mi miembro, metiéndolo casi es su totalidad, era mi primera vez y fue increíble, de vez en cuando sacaba mi pene de su boca para chuparme también los testículos y decirme cosas como: estas bien rico chiquito, me encanta tu verga, está bien dura, es toda para mí, si me la vas a dar, quiero que me cojas con tu verga rica mi amor.
Estaba a punto de llenar su boca de semen cuando su marido me hizo una señal para ver un lugar donde estacionarse, era una calle sola muy alumbrada detrás de una escuela y del otro lado un edificio grande con departamentos de lujo, la calle se veía bastante segura a pesar de estar sola, no había más coches, le hice un gesto de que si y le señalé debajo de un roble grande que tapaba casi todo el auto con su sombra.
No me considero exhibicionista, pero me pareció una buena idea y muy excitante, al mismo tiempo pensaba que un hotel podría no ser tan buena idea.
En cuanto se estaciono prendió un cigarro mientras veía por el retrovisor como su esposa seguía devorando a otro hombre, me ofreció otra cerveza y un cigarro igual que a su esposa, que solo movió su cabeza diciendo que no, yo acepte el cigarro mientras buscaba en mi saco unos condones que ese mismo día me regalo un amigo en la fiesta.
Honestamente siempre he sido un poco inocente, aun mas en esos años, ni siquiera había imaginado usar los condones esa misma noche, pero como dicen las cosas pasan por algo.
Ella seguía chupando mi duro pene con esmero, tocando mis testículos con una de sus manos mientras que con la otra se tocaba sin ningún disimulo, yo tenía un condón en la mano pero ella saco de su bolso otro condón sin que me percatara y en un segundo ya me lo había puesto alrededor de mi pene, incorporándose hasta llegar a mi boca, metiendo toda su lengua dentro, por lo que yo hice lo mismo comenzando a besarnos como dos enamorados calientes, una vez más ella tomo el control de la situación y se levantó un poco para bajarse las los pantalones deportivos, sin dejar de besarme, se quitó el pantalón por completo se hizo a un lado su pequeña tanga y se sentó sobre mí, al principio lo hizo lento como saboreando el momento, además que le costó un poco entrar ya que estaba muy apretada pero en cuanto entro toda comenzó a moverse de adelante hacia atrás, con mi pene completamente metido dentro de su apretada vagina, tuvo su primer orgasmo apenas comenzamos, sentía como escurrían sus jugos por mis piernas, fue entonces que su esposo le pregunto que si estaba rico, que si yo le gustaba para cogerla todos los días, ella solo gemía diciendo si, si, si me gusta, si está bien rico, mientras que ella no paraba de moverse a una gran velocidad sobre mí, y yo solo sentía como me apretaba aún más fuerte que cuando lo hizo con su mano, era como si me estuviera succionando el pene, a parte que estaba completamente mojado incluso el asiento se sentía húmedo y un fuerte olor a sexo termino de embriagarme de lujuria. Su marido volvió a preguntarle si le gustaba su regalo, ella empezó a gemir aún más fuerte hasta que termino otra vez después de unos 20 minutos moviéndose sobre mí.
Después de eso se quedó quieta un momento recuperando la respiración, estábamos completamente sudados y calientes, podía sentir como palpitaban sus labios alrededor de mi verga, era como tener su mano alrededor de mi pene apretándolo muy fuertemente.
Unos minutos después la levante con cuidado disfrutando de como salía mi verga de su vagina poco a poco, abrí la puerta para salir del auto, le di la mano para que saliera conmigo, completamente desnuda, ella al principio se negó pero no lo pensó mucho cuando ya estábamos afuera del auto besándonos y masturbándonos mutuamente, su esposo salió también del coche y nos observaba fumando un cigarro y bebiendo una cerveza, yo por mi parte tome a su esposa de la cadera haciéndola girar para ponerla en cuatro sobre la cajuela del carro, se quejó un poco cuando se recostó con sus pechos desnudos sobre el coche ya que estaba frio lo que le provoco un gemido muy excitante seguido de “ya métemela quiero volver a sentirte dentro, estoy bien mojada”, con un firme movimiento se la metí toda con tanta fuerza que sentí como chocaron mis testículos sobre sus labios mojados, haciendo un fuerte sonido y comencé a embestirla rítmicamente mientras veía sus perfectas nalgas, redondas y duritas como se comían todo mi miembro, estaba sudando a pesar del frio de la noche, su esposo volvió adentro del coche para sacar un par de cervezas y ofrecerme una mientras yo me cogía sin piedad a la diosa de su mujer, ella no paraba de gemir y decirme que cogía bien rico y seguro ya tenía mucha experiencia, yo por dentro solo pensaba en que era mi primera vez.
Espero hayas disfrutado leyendo mi primer escrito, prometo ir mejorando con la practica hasta convertirme en un gran escritor y que compren mis libros, si quieres contactarme para compartir tus opiniones conmigo y/o comentarios así como para conocerme dejare mi face en este perfil gracias
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