Mi primo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por flacoluis.
Mi primo

Con mi primo Arturo siempre tuvimos una relación muy especial.

Prácticamente nos criamos juntos, somos casi de la misma edad y –-vivíamos muy cerca uno del otro, yo soy unos meses mayor que él.

Cuando el despertar sexual que fue juntos, empezamos con las pajas, luego nos tocábamos uno al otro y llegó el momento en que pasamos de pajas a tener sexo.

Ahí viene lo de la relación especial.
A mí me gustaba, yo gozaba haciéndolo gozar a él.
No me gustaba penetrarlo, tampoco disfrutaba mucho con su penetración, pero me hacía muy feliz verlo gozar , saber que gozaba cogiéndome.
Siempre era asi, yo me dejaba y el me cojia.

Un día tuvo la infeliz idea de lleva a un amigo suyo para cogerme entre los dos, le dijo que a mí me gustaba mucho la verga y que iba a ser la perrita de los dos.

Se terminó todo, no me dejé más ni por él ni por ningún otro.
Tampoco nunca sentí ganas de que me penetraran-
Pasaron muchos años, yo me fui de esa ciudad, me casé con una mujer preciosa y tengo un buen trabajo que me permite vivir comodo y ser feliz con mi esposa.

Hace poco tiempo un día apareció Arturo a visitarnos luego mucho tiempo de no vernos, y lo invitamos a quedarse en casa hasta que terminara la auditoría que fue a hacer.

Cuando quedamos solos, me empezó a decir lo buena que estaba Lolita, mi mujer, y que debía de tener un polvazo, que se le notaba lo caliente que era.
Yo sabía o intuía sus intenciones y no quise hablar del tema pero como insistía le dije que cortara, que si no iba a tener que pedirle que se fuera de mi casa.

Nacho, como me vas a decir eso, de la misma forma que te hacía gozar a ti con mi pija, la voy a hacer gozar a tu Flaca.

No Arturo, ni lo pienses, no la vas a tocar ni con un dedo, y no insistas.

Nacho, piénsalo, como te hacía gozar a ti, ahora va a ser doble, vos vas a gozar viendo como disfruta tu Flaca, y sabiendo que tu primo querido también está gozando.

No se hasta ahora como me dejé convencer, lo cierto es que propicié un “encuentro” entre ellos y … se la cojiò , por todos sus agujeros, hizo que le chupe bien la pija, le rompió el culito y le acabó en la concha.
Por supuesto que no lo hicieron a escondidas, sino con mi permiso.

Pasaron un par de días en que cada vez que yo llegaba de mi trabajo, estaban revolcándose.
Eso , lejos de enojarme, me hacía feliz de ver a las personas que mas quería en mi vida, disfrutaban como locos.

Pero … la historia vuelve a repetirse, una noche llega mi querido primo con un amigo para cojerse entre los dos a mi mujer.

Por supuesto, lo eché de mi casa.
No quiero saber nada mas de el, nunca entendió que mis cosas no son para que gozen sus amigos.