Mi secretaria y yo tenemos una historia.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En ese entonces, me quedé sin secretaria en la empresa. Debo indicar que no voy a decir muchos nombres y lugares porque pueden herir susceptibilidades y comprometer gente.
La empresa me envió a los mejores 3 curriculums de las mejores 3 candidatas según el Depto de Recursos Humanos. Y a decir verdad, Jessie me impacto desde que entró por la puerta de mi oficina, 20 años, un precioso rostro, 1.75 mt de estatura, piel blanca muy fina, cabello largo castaño medio, entró con un vestido de esos que se pegan al cuerpo y zapatos de tacón altos, talvez no era el vestido de lo que se espera de una secretaria candidata, pero luego vi su curriculum, era impecable, la mejor de su clase. No fue comprometedor escogerla, mi secretaria era eficiente y una belleza, unas piernas ni delgadas ni gruesas, largas y su piel era de seda, sus ojos claros, su sonrisa me cautivaba, como dicen me enamoré de ella al verla, pero tenía un defecto, era casada como yo lo era.
Pasaron los meses y a pesar que los compañeros de la empresa decian que no haríamos pareja en el trabajo, resulto que si, mi departamento tuvo mejores resultados que los demás, Jessie además de secretaria era una importante asistente y muy inteligente,no pude evitar entablar amistad con ella y preguntar por su vida privada y si había un lunar en ella, su esposo, que aveces la llegaba a traer a la hora de salida, era alcohólico; el padre de Jessie había muerto hace un año y no tenía hermanos, el papá le había dejado la casa donde vive, pero su esposo no duraba en los trabajos debido a su dependencia y casi siempre estaban con problemas financieros.
Mi relación con Jessie llego a hacer más que una simple relación jefe-secretaria, pero ella solo me dejaba llegar a primera y segunda base y ya no más, ella decía que era casada y que no podía hacerle eso a su marido. En una ocasión, era el aniversario de la empresa, la llevé a su casa, en eso se puso a llorar dentro del auto, me confesó que su marido estaba en un centro de rehabilitación por una semana, la abracé y la consolé, de pronto nos encontramos dando un beso muy húmedo, le bajé su escote, casi siempre los utiliza muy atrevidos, le acaricie sus senos tan finos y sedosos, luego mamé sus pezones delicadamente y ella gimió de gusto; por su parte ella deslizó su mano hasta mi entrepierna y apretó mi miembro viril que estaba endureciéndose sin remedio, luego yo bajaria mi cierre del pantalón y ella tomó mi verga con su delgada mano y me acariciaba; al rato yo no solo besaba sus labios, su cuello y sus bellas tetas, sino también deslicé una mano entre su diminuto bikini y acaricie los labios vaginales de su casi depilado coñito, nos pegamos una tremenda excitada, solo faltaba follar alli dentro del auto, pero ella me detuvo y me dijo que no estaba bien, que los dos eramos casados,se arregló la ropa y salió del auto.
La situación con el esposo de Jessie se repetía cada ciertas semanas, Jessie lo metía a rehabilitación, creo que casi todo su salario se iba en eso. Con Jessie hubo otros tres o cuatro momentos parecidos a lo que sucedió en el auto, nos comíamos a besos y acariciábamos nuestros sexos, pero siempre ella nos detuvo y siempre decía que sería la última vez, pero la atracción mutua existía.
Asi llegó el día. Eran como las diez de la noche, yo estaba en casa con mi esposa, viendo tv en la cama, de pronto una llamada no conocí el número, pero al contestar me di cuenta que era Jessie, estaba llorando me dijo que estaba en la comisaría de Policía, me contó que su esposo tuvo una pelea en un bar y acuchilló a otro, al parecer esta persona estaba muy grave en el hospital y el marido de Jessie en la carcel, ella sonaba desesperada y le dije a mi esposa que era un conocido que estaba en la cárcel y quería mi ayuda, asi que salí hacia allá. Llamé un abogado para que se encargara y entre vueltas y todo, dieron las doce de la noche. Había que esperar y el marido de Jessie no se salvaba de pasar algunas noches en la carcel hasta que hubieran noticias del herido y que se pudiera poner una fianza.
La llevé a la casa, ella a diferencia de otras veces,si me invitó a pasar, luego nos sentamos en un sofá, me agradeció que la estuviera apoyando, en eso como en otras ocasiones, nos empezamos a besar, nuevamente saqué sus bellos senos y comencé a comerlos con ricas chupadas de sus pezones, ella ya había sacado mi verga y la acariciaba, pero las cosas no fueron como siempre, ella se agachó y tomó mi verga con sus labios y comenzó a chupármela con deliciosas succiones que me sacaban gemidos de pasión, era la primera vez que ella me hacia una felación, sabía lo que hacia Jessie, me dio una de las mejores mamadas de mi vida, le acaricie sus bellas nalgas y acaricie su chuchita por atrás, sentí como mis dedos se mojaban acariciando su chuchita. De pronto ella levantó su rostro y se dirigió hacia mi "-quiero coger contigo!-",
Me tomó de la mano nos pusimos de pie y caminamos hacia su recamara, alli seguimos besándonos acostados, luego ella luego se puso de pie y se quitó la ropa y se quedó en ropa interior, yo hice lo mismo y luego nos acostamos de nuevo a besarnos, yo tomé la iniciativa, le fui quitando el resto de la ropa hasta dejarla en cueros, era una belleza, le fui besando todo el cuerpo, desde la boca hasta los deditos de sus pies; le besé el cuello, sus erectos pezones, su vientre plano, luego me comí un buen rato su chuchita usando mis labios y la lengua, la tenía increíblemente rica, luego la hice vibrar lamiendo su clitoris y al mismo tiempo metiéndole un dedo en su vagina, se corrió y le pase la lengua por la entrada de su vagina y tomé algo de sus jugos íntimos. Luego chupé sus muslos y finalmente sus preciosos pies dedo por dedo, yo veía que todo lo que yo le hacía le provocaba placer, cerraba sus ojitos y lo degustaba.
Después nos colocamos en una deliciosa 69, yo metido entre sus perfectos muslos comiéndome su raja y ella mamando mi verga como una diosa, yo la llevé al cielo y la hice correrse de nuevo, qué facilidad para llegar al cliimax de ésta mujer, y ella me llevó casi al punto de no retorno, pero aguanté y la quité de alli, yo quería cogerla cuanto antes, lo deseaba desde hace meses, asi que empezamos con la posición del misionero, ella abajo y yo metido entre sus muslos, la clavé de un solo empujón, mi verga entró hasta que mis huevos rebotaron en la entrada de su vagina, luego nos fundimos en un delicioso ritmo, mi verga entraba y salia de su chuchita que estaba caliente y mojada, hicimos un buen dúo en la cama, parecía como si lo hubiéramos hecho muchas veces antes, tal vez en nuestros sueños.
Luego cambiamos y nos pusimos en la posición vaquera, ella arriba cabalgándome la verga y yo sentado mamando sus tetas, ella lo hacia de maravilla, sus caderas se movían acompasadas, alli se volvió a correr y yo también le llené de leche la vagina, seguimos como si no hubiera sucedido nada, mi verga no bajó ni un centímetro de erección, en el fondo quería seguir fajando a esta semejante hembra. Al rato la puse al estilo perruno, su trasero, nalgas, culo y raja eran un poema, me puse atrás y la seguí cogiendo rico, a cada momento me detenía solo agacharme para besar y chupar sus nalgas, su ano y su chuchita, además le metí un dedo en el culo, asi pude ver que su ano se dilataba rápidamente, no es que sea un experto en sexo, pero era obvio que ella y su marido practicaban el sexo anal con frecuencia, pude haberla cogido por alli, pero pensé que para la primera vez era suficiente darle por la chuchita, asi que hicimos otras dos poses antes de volver a correrme adentro de su chuchita.
Terminamos agotados de tanto sexo. Ambos descansamos sobre la cama, mi verga resplandecía por los jugos que tenía impregnados, tanto de ella como míos. Ella se levantó primero para asearse en la ducha, salió e ingresé yo a lavarme la verga y los huevos. Salí y ella ya tenía una bata puesta, esperó a que me vistiera y me acompañó a la salida, alli nos dimos otro agasajo con nuestros labios y lengua, por fin me fui de su casa, eran como las dos de la madrugada.
Al otro día, las cosas no fueron como siempre. Nuestras miradas eran de fuego cada vez que nos veíamos. Ella pidió permiso para ir a ver su marido, se fue una hora antes del almuerzo y regresó una hora después. Le pregunté como estaba la situación, ella me dijo que igual. La abracé y nos besamos de nuevo, corto pero delicioso. Por la tarde, todos se había ido y solo ella y yo permanecíamos en la empresa. Creo que cada uno pensaba en lo mismo. Nos abrazamos, ella me dijo al oído que lo de anoche había estado muy rico, entonces la levanté y la acosté sobre mi escritorio que es largo, le quité la camisa y luego le rompí sus bragas, me sumergí entre sus muslos y le dí una monumental mamada de raja, ella se retorcía de placer sobre mi escritorio, luego puse sus piernas sobre mis hombros y la penetré duro, ella me regalaba deliciosos gemidos de placer que salían de su boca, lo cual me encendía más, la hice correrse con fuertes bombeos profundos
Luego nos fuimos al sofá y ella se montó sobre mi de frente, yo sentado, follamos como si se acabara el mundo en los siguientes minutos, ella como siempre llegó a su climax antes que yo, luego se detuvo y levantándose un poco sacó mi verga de su mojada vagina y con su propia mano la fue colocando en su ano, luego ella se fue sentando encima de mi verga, su ano fue traspasado por mi verga, era apretadito pero rico. Mi verga se fue desapareciendo entre su culo, luego de tragarse una parte, comenzó a moverse encima metiendo y sacando mi carne de su recto, hasta que después de un minuto ya lo tenía todo adentro, después comenzó a cabalgarme la verga con su culo, era tan apretado que me no duré mucho, en cinco minutos ella me hizo correr, ahora acabé dentro de su recto, estuvimos un rato aún besándonos, luego ella se levantó y de su culito salió un chorrito de .mi semen.
Los días pasaron y sucedió lo peor, el herido del hospital falleció y su marido fue sentenciado a diez años en la cárcel inconmutables, no es raro pensar que me volví su amante y protector de Jessie, fue un sexo fantástico, antes del año ella me dijo que estaba enamorada de mi. Ella ha tramitado ya su divorcio.
FIN
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