Mi suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, me llamo Gerardo, tengo 40 años, argentino, casado con una chica peruana, y vivimos en Argentina.
Una tarde me dice mi mujer que había hablado con su madre que estaba sola en Perú, ya que los dos hermanos de mi mujer viven también en Argentina.
Yo ya sabía a donde iba a venir mi suegra, ya que nosotros eramos los que estamos en mejor posición económica, pero bueno, la casa es grande, así que no dije nada y que venga.
A fines de Octubre del año pasado vino, la fuimos a buscar, se acomodó en casa.
Me sorprendió la señora, una señora de 65 años, ni gorda ni flaca, nalgas muy marcadas, su cara sin ninguna arruga por la edad, se notaba que cuando fue joven, había sido una mujer muy atractiva.
Se instaló en casa, la convivencia era muy buena, una señora que no se metía en nada de la pareja, iba a casa de sus hijos que viven en la misma calle que nosotros, y la pasábamos bien.
Los fines de semana hacíamos reuniones familiares, nos tomábamos nuestras cervezas, realmente no molestaba para nada la señora, aunque en sus ojos había un dejo de tristeza, pero yo no decía nada.
Cuando llegan las fiestas de navidad, como siempre se dijo de pasarlo en casa, ya que en el fondo tengo un quincho grande junto a la pileta y la parrilla.
Nos reunimos todos y me sorprendí cuando la vi, maquillada, con una falda hasta mas abajo de la rodilla pero amplia, cómoda y una blusa blanca a juego, estaba muy atractiva.
La cerveza empezó a correr, las picadas, pasaron las doce de la noche, los abrazos, los saludos, y seguimos tomando.
Mis cuñados estaban bastante borrachos, que como de costumbre los tuve que llevar a sus casas, básicamente para que no se caigan, ya que sus mujeres, estaban tan borrachas como ellos.
Cuando regreso a casa, la encuentro sentada sola en el quincho a mi suegra, tomando mas cerveza, "estas solita China", le dije, ya que a mi suegra de cariño le decimos China, "si, estaba que te esperaba, tu mujer ya se fue a dormir también", me dijo, pasándome su vaso para que tome con ella, se la notaba medio mareada, "China, qué te pasa, que estás triste", le dije, devolviendo el vaso con cerveza para que tome ella ahora, al principio no me quería decir nada, hasta que se animó y me contó, que en su país, una de sus hermanas estaba en la pobreza total y un montón de desgracias más.
Seguimos hablando y tomando, me contó que el marido la había dejado, "pero que paso que te dejó, con lo linda que sos", le dije, "ya no estoy tan linda como antes", me dijo, "no digas eso, estas hermosa, y esa ropa que tenes puesta y el maquillaje, estás para la conquista", le dije, "ay Gerardo, no me digas eso que no te lo creo", me dijo, sonriendo y tomando casi medio vaso de cerveza de un solo trago, los ojos los tenía vidriosos y se le trababa la lengua cuando hablaba, "podíamos darnos un baño en la pileta", le dije, "ay no, gracias, me da pereza ir a buscar el traje de baño", me dijo, "nos bañamos en ropa interior o desnudos", le dije, agarrando una de las piernas de mi suegra, que las noté duras, "estas loco?, como me voy a denudar frente a ti", me dijo, pero no me sacó la mano de su pierna, "y que tiene?, se nota que tenés un cuerpo muy bonito", le dije, pasando mi mano por su pierna, "hay no, soy una vieja, como te va a gustar verme desnuda, tú eres distinto, eres joven, atractivo, a ti si que daría gusto verte desnudo", me dijo riendo.
Yo me reí y metí mi mano debajo de la falda, "si yo me desnudo, te desnudas vos también?", le dije, acariciando su pierna, "si tú te desnudas, yo me quedo en ropa interior", me dijo, sin decir nada que mi mano acariciaba su pierna, "yo me desnudo, pero vos te sacas todo, podes quedarte en sujetador nada mas", le dije, llegando con mi mano, hasta mas arriba de su rodilla, "que me saque los calzones y me quede en corpiño?, para eso me saco todo", me dijo, riendo y volviendo a tomar.
To me puse en pie y delante de ella me quedé en bolas.
Mi suegra me miró de pies a cabeza, "te gusta lo que vez?", le dije, moviendo mi cintura y haciendo que mi pija se mueva.
No dijo nada, solo se puso en pie y se desnudó ella, "te gusta lo que vez?", me dijo moviendo sus hombros y haciendo que sus tetas se muevan, "me encanta lo que veo" le dije, y la abrazo, metiendo una de sus tetas en mi boca y agarrando una de sus manos hice que me agarre la pija, "la cosa es tocarse también?", me dijo, subiendo y bajando el prepucio de mi pija haciendo que se ponga dura en su mano, "la cosa es hacernos disfrutar", le dije, besando su boca y acariciando sus nalgas, "pero es que vas muy rápido tú, no te olvides que soy tu suegra, la madre de tu mujer", me dijo, pero no soltaba mi pija y me dejaba que la bese toda y le meta mano por todos lados.
"Vení", le dije, sentándome en una silla, y haciendo que ella abra sus piernas se sentó encima mío, haciendo que mi pija se pierda dentro de su concha, "mmmmmmm Gerardo, me estás cachando", me dijo, dejando que yo agarrando su cintura la mueva sobre mi, y que mi pija se mueva dentro de su concha, "haaaaaa, que rico se siente", me decía, dejando que le chupe las tetas mientras la cogía, "te gusta mi pija, te gusta tenerla bien adentro?", le dije, buscando su boca, "me encanta", me dijo, besándonos los dos con mucha pasión, y entre besos y caricias, sin dejar de movernos, me acabo dentro de su concha, escuchando sus gemidos de placer al sentir como le llenaba la concha de leche y ella siguió moviéndose sobre mi hasta que también se acabó.
"que rico me has cachado", me dijo, bajándose de mi pija y veía como le caía la leche de su concha, "me llenaste la cuca de leche, no sabes cuanto hace que nadie me cachaba", me dijo, empezando a vestirse, "ahora a dormir, yo en mi habitación y tú con mi hija", me dijo, y nos fuimos juntos a casa.
Ella se metió en su cuarto, pero antes me da un beso en la boca y yo me acosté al lado de mi mujer.
Como al medio día nos levantamos, nos saludamos y como si no hubiera pasado nada.
Un par de veces estuvimos en la pileta y mas de alguna que otra caricia no hubo ningún tipo de contacto en mi suegra.
Pasó fin de año, la relación con mi suegra era como si se hubiera estancado, ya que mi mujer estaba siempre en casa, pero yo sentía que mi suegra quería volver a coger conmigo.
Una mañana mi suegra se fue a hacer unos mandados con unos de sus hijos, nos quedamos solos con mi mujer hasta que suena el teléfono, era Silvia, una amiga de mi mujer y le dijo si podía ir a su casa, mi mujer consultó conmigo y llamamos un remís para que se fuera, y le dije que a la noche iba yo a buscarla, ya que tenía que trabajar.
Ella se fue y yo me puse a hacer cosas que tenía que hacer, como a la hora mas o menos llega mi suegra, cuando entra la abracé, la empecé a besar, "no está Judith", me dijo, que así se llama mi mujer, "no, estamos solos", le dije, sacando su camiseta por su cabeza y su corpiño, empezando a chuparle las tetas, "que rico, me vas a volver a cachar", me dijo, apretando mi cabeza contra sus tetas, "te voy a hacer de todo", le dije, desabrochando sus vaqueros y nos fuimos a mi habitación, la tendí en mi cama, la termine de desnudar y le vi esa concha bien peluda de labios bien gruesos, le abrí las piernas y le empiezo a chupar la concha, escuchando como gemía.
Le lamía toda la concha, me iba bien hasta abajo, y le lamía la parte de abajo de la raya del culo, la hago dar la vuelta, la dejo con el culo para arriba y le abro las nalgas, viendo su ojete, peludo, oscuro y bien apretado, "haaaaaa, que rico, esto mi marido nunca me lo hizo", me dijo, cuando empecé a lamer el ojete de mi suegra, "nunca te chupó la concha ni el ojete, nunca te cogió por el culo?", le dije, intentando meter mi lengua por su ano, chupando su ano fuerte, escuchando sus gemidos bien fuertes, "no, nunca me hizo nada de esto", me decía entre gemidos de placer.
La puse boca arriba, me acomodé entre sus piernas y le empiezo a meter la pija en la concha, sus gemidos de placer, parecían gritos.
Me acosté sobre ella, la besaba, le chupaba las tetas, hacía que mi pija entre y salga de su concha, ella estaba con las piernas lo mas abiertas que podía, "ahora te vas a dar la vuelta y te voy a romper el culo", le dije, chupando fuerte uno de sus pezones, haciendo que grite de goce, "hay que miedo, me vas a romper el chiquito", me dijo, haciendo que saque su teta de mi boca y me besa, dejando que le meta la lengua en su boca, "me lo vas a dar verdad?", le dije, quedando arrodillado entre sus piernas agarrando sus tobillos, y sacaba casi toda la pija de su concha y se la volvía a meter toda, "si Gerardo, te voy a dar mi chiquito", me dijo, moviendo su cuerpo para un lado y para otro.
Le saqué la pija de la concha, la hice poner en cuatro en el borde de la cama, le volvía a abrí sus nalgas y le seguí chupando el ojete, escuchando como gemía.
Agarre el pote de vaselina que uso con mi mujer y le empecé a pasar bastante vaselina por el ojete de mi suegra, ella se abría sus nalgas, "despacio Gerardo, despacio que tengo pito el chiquito", me decía, nerviosa, ya que jamás había echo nada por el culo.
Le pasé bastante vaselina, me acomodé entre sus nalgas, le acomodo la pija contra su ojete y haciendo fuerza siento como le empieza a entrar y ella da un grito de dolor cuando mi pija empezó a romper su ojete.
No hice caso, e hice otra fuerza y siento como la pija se le deslizaba para adentro de su culo, "haaaaaa, siento como me rompes el chiquito", me decía mi suegra a medida que mi pija le entraba en el culo, le dije que abra de nuevo sus nalgas y cuando lo hizo, en un último empujón se la metí toda, "haaaaaaaaaa, adiós mi chiquito pito, me has roto la cola", me dijo, quedándonos un rato quietos, con mi pija toda metida en su culo.
Yo le pasaba las manos por la espalda, bajaba hasta sus tetas, que se las apretaba, me empecé a mover despacio, haciendo que mi pija muy despacio empiece a entrar y salir de su culo, le quería abrir el ojete con cuidado.
Cuando le abro las nalgas vi que la parte de adentro estaban sucias de sangre, le saco la pija sucia de sangre, su ojete con sangre también, se la vuelvo a meter y le seguí cogiendo el culo, así en cuatro, escuchando sus gemidos un poco de dolor y otro poco de placer, le saqué la pija, la hice acostar boca arriba, le levanté bien las piernas y se la vuelvo a meter, "te gusta China?", le dije, "si, pero me duele mucho", me dijo entre gemidos, "ya te vas a acostumbrar y no te va a doler", le dije, moviendo mi pija dentro de su culo, y con unos de mis dedos le acariciaba el clítoris, "me vas a seguir cachando por chiquito?", me dijo, gimiendo y moviendo su cuerpo, a medida que yo le acariciaba el clítoris, sentía como se relajaba, "si, esta es la peor parte, te lo acabo de romper, por eso te duele, pero después te vas a acostumbrar y te va a gustar", le decía sin dejar de mover mi pija, agrandando su ojete y ella gemía a medida que le acariciaba el clítoris, "que rico culo, como me gusta cogerlo", le dije, sacando casi toda la pija y volviendo a meterla toda, "no te va a gustar?, encontrar una mujer de 65 años con el chiquito pito y que tu lo hayas roto, que seas el primero en cachar su cola", me decía entre gemidos de placer.
Yo le seguía cogiendo el culo y seguía volviéndola loca con las caricias en su concha.
Mi suegra empieza a temblar, a gemir, a mover su cuerpo como si estuviera convulsionando, abre su boca y solo decía "haaaaaa, haaaaaaaa", mientras yo metía y sacaba mi pija mas fuerte y mas rápido de su culo, hasta que se la metí toda y yo también empecé a gemir y a gritar mientras le llenaba el culo de leche a mi suegra, sentía como me palpitaba la pija, no podíamos dejar de gemir y mover nuestros cuerpos.
Caí como fulminado al lado de mi suegra, nos abrazamos, nos besamos, le daba besos en las tetas, "ahora vamos a buscar a tu hija a casa de su amiga?", le dije, acariciando sus nalgas, "sí, pero deja que me lave, que me duele mucho el chiquito", me dijo, "sí, lavate que yo también me voy a lavar la pija que esta sucia de sangre", le dije, dejando de abrazarnos y yendo los dos al baño para lavarnos.
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