Mi suegra y yo somos socios 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Jamás imagine estar trabajando desnudo en el taller y menos con mi suegra, que también estaba desnuda.
Yo le veía sus tetas moverse haciendo lo que estaba haciendo, su concha bien peluda, sus enormes nalgas y como salía mi leche de su cola bajando por sus piernas.
Se respiraba un ambiente de confianza y complicidad con Teresa.
«Te gusto cogerle la cola a tú suegra?», me dijo dándome un atado de tubos de cartón grueso, «uffffffff, una cola divina tenes», le dije, acomodando los tubos para seguir haciendo los rollos para cortar las bolsas.
«Pura carne uruguaya», me dijo sin dejar de reír, «y a mi hija le haz cogido la cola?», me dijo echando una bolsa de bolitas de plastico en la tolba.
Yo no se que costumbres tendría, pero no era nuevo trabajar desnuda para ella por como se desenvolvia.
«Si, un par de veces, pero no le gusta por atrás, dice que le duele», le dije mientras seguíamos haciendo las cosas.
«Que boba que es mi hija, si no hay nada mas lindo sentir como entra y sale la pija del ojete, y que eso que tú tienes le duele?, si fuera como la de su padre que me hacía cagar cuando me metía esa enorme tranca por la cola ni te cuento, mi marido me dejaba sangrando el ojete en cada cogida y yo me desesperaba porque me coja la cola», me contaba como si estuviéramos hablando del tiempo.
Por eso el tamaño del ojete que tiene mi suegra, se nota que mi difunto suegro tenía una tremenda pija.
Así pasamos el dia, hablando y desnudos los dos.
En un par de oportunidades le había pasado la mano por los pelos de su concha, «no me pidas que me la afeite, a mi me gusta mi concha peluda», me decía pasando ella su mano por mi pija.
Volvimos a casa, nos duchamos, cenamos y nos quedamos hablando los tres hasta que nos fuimos a dormir.
Al otro día nos fuimos a trabajar con mi suegra, «y, anoche la pusiste?», me dijo metiendo su mano entre mis piernas, «no, nada que ver, y vos que raro no traes el mate?», le dije, metiendo la.
camioneta en el terreno del taller, «no, hoy quiero tomar mate pero con bombilla de cuero», me dijo pasando su mano por mi pija y su lengua por sus labios.
Encendimos las luces y Teresa enseguida se desnudó, yo también me desnude y nos pusimos a trabajar, «asi que mi hija lo tiene a pico seco a mi yerno?, menos mal que acá está tu suegra para aliviarte», me dijo empezando a acariciar mi pija y se arrodilla frente mio y se la mete en la boca haciendo que gima de placer al sentir como me chupaba la pija.
«Así sí da gusto venir a trabajar», me dijo Teresa y la siguió chupando.
Yo le agarré la cabeza y me empecé a mover como si la estuviera cogiendo por la boca.
Sentía su lengua pasar por mi pija a medida que la sacaba y metía en su boca.
Como ronroneaba sin dejar de chupar, yo me empecé a mover más rapido, se la metía casi hasta la garganta, hasta que me empecé a acabar en la boca de mi suegra y ella me agarro de las nalgas y se metió toda la pija en la boca hasta que terminé de acabarme.
«Que rico mate de leche me tomé», dijo lamiendo y besando mi pija.
Se puso de pié y seguimos trabajando.
Como al medio día Teresa se tira sobre unas bolsas abriendo y levantando sus piernas, «a ver mi yernito como le chupa la concha a su suegra y se la coge», me dijo abriendo los labios exteriores.
Yo la vi así y me volví loco, me metí entre sus piernas y le empecé a chupar su peluda concha, escuchando sus gemidos,los gritos que daba, sus ayes de placer al sentir mi lengua lamer toda su concha, chupar su clítoris, «cogeme, cogeme Matías, meteme toda la pija en la concha», me empezó a gritar.
Yo enseguida me acomode entre sus piernas bien abiertas, le acomode la pija contra la concha y se la metí, escuchando el grito de placer que dio mi suegra cuando le clavé la pija.
«Por dios, como me gusta coger, como me gusta que me cojas, chupame las tetas», me decía a los gritos moviendo sus caderas con toda mi pija dentro.
Yo le chupaba las tetas, le mordia los pezones, ella con sus piernas abiertas gritaba de placer dejando que le coja fuerte la concha, «así, así, dame fuerte, cogeme bien cogida la concha, clavamela fuerte, reventame la concha con tú pija», me gritaba gozando como loca, «que buena concha tenes suegra», le dije sacando y metiendo la pija en su concha, haciendo que grite de placer, «te gusta mi concha?, ahí la tenes para que la cojas y la llenes de leche cuando quieras», me gritaba clavando sus uñas en mi espalda.
«Dame pija, dame pija, haaaaaaaa», me gritaba acabando, moviendo su cabeza para todos lados de lo que estaba disfrutando, «llename la concha de leche, por favor,.
llename la concha de lecheeeeeeee», gritó y se volvió a acabar mientras yo la seguía cogiendo, hasta que me fui sobre mi suegra, metiendo bien adentro mi pija en su concha y me empecé a acabar, «sí Matías, llename bien de leche, dame toda tú leche en mi concha», me gritaba levantando mas sus piernas para que le entre mas la pija.
«Que bien me cogiste, como disfruté», me dijo metiendo sus dedos en la concha y sacandolos llenos de leche que los limpió con su boca, me agarra del brazo y me acerca a su lado y me limpia la pija con la boca.
«Te gusta tener una suegra como yo», me dijo besando mi pija, «me encanta», le dije acariciando sus tetas.
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