Mi terapia con Karla
Quiero compartirles este relato, es una fantasía mía, pero esta basada en personajes reales, yo y Karla, una hermosa psicóloga que me encanta. .
Yo trabajo en una institución de educación media superior, tengo 35 años mi nombre es Juan y en la institución trabaja también Karla, una hermosa psicóloga de 25 años. Resulta que Karla fue mi alumna hace algunos años, cuando yo comencé a trabaja en la institución ella cursaba el segundo grado. Ella es una chica muy hermosa, delgada, chaparrita, medirá 1.55, morena intensa, con una carita angelical y una voz muy dulce, su cuerpo es hermoso, como dije es delgada, pero tiene todo muy bien, un culito de ensueño, unas piernas delgadas y hermosas, cinturita y cadera proporcionadas y unos pechos que sin ser muy grandes tiene un tamaño ideal, cabello negro y largo.
Al graduarse de la institución Karla estudio psicología, cosa que le quedo como anillo al dedo pues por su personalidad dicha profesión es ideal para ella. Al terminar su carrera comenzó a hacer sus prácticas en la institución donde estudio, donde yo trabajo, quien diría que unos años después llegaría a sr una colega de trabajo. Estuvo por un año haciendo sus practicas para después quedarse a trabaja como la psicóloga de la escuela.
Ahora leva ya 4 años trabajando allí, siendo mi colega. Mi relación con ella siempre ha sido amistosa, incluso actualmente ella está casada y yo asistí a su boda. Yo había tenido una relación que duro bastante tiempo, fue una relación muy intensa con una chica que debo decir también es muy hermosa y lo mejor, muy caliente, con un cuerpo de ensueño y un culote que uff, aun lo extraño debo ser sincero. Esa relación termino y me dejo muy mal, caí en depresión por un buen tiempo, me costo mucho trabajo superarla, casi un año. Para cuando comencé a recuperarme la chica que me dejo ya llevaba como cuatro relaciones, la verdad es que es toda una putita, de ella les contare después.
Un día, sentí la necesidad de hablar con alguien para finalmente exorcizar mis demonios y quien mejor que Karla, después de todo ella me dio algunos consejos para superar mi ruptura y estaba mas o menos al tanto de las cosas. Así que un día al salir de la escuela, como todos los días le daba un aventón a Karla, y en el camino le platique que me gustaría platicar con ella como psicóloga para terminar de desahogar lo que aun sentía. Karla de inmediato se puso a mis ordenes y me dojo que esa misma tarde podía recibirme en su consultorio privado, así que agendamos la cita para las 5 de la tarde.
Y bueno para no dar tanto rodeo, se llego la hora de la cita. Fui al consultorio de Karla, al llegar esta terminado una consulta con otro paciente, así que espere en la sala de espera valga la redundancia. Pasaron casi 20 minutos cuando la cita con el otro paciente termino, salió del consultorio y se fue, Karla salió a recibirme muy sonriente y amable como es ella. Con esa voz tan linda y dulce me saludo y me pidió disculpas por la espera.
- Discúlpeme profesor, me demore un poco mas de lo que pensaba con la cita anterior, pero ahora sí, ya tengo el resto de la tarde libre para usted.
- No hay problema Karlita.
Ella fue a la puerta del consultorio a cerrar y después pasamos a su despacho. Comenzamos a charlar, ella muy amable me hacia preguntas personales para hacerme sentir cómodo, era una platica amena. Después de un rato pasamos al meollo del asunto y comencé a desahogarme con Karla platicándole mis sentimientos y todo lo que quería sacar. Ella me escuchaba paciente y atenta, ocasionalmente también tomaba la palabra para explicarme algunas cosas.
Le conté a Karla que después de casi un año ya me sentía mejor conmigo mismo, aunque aún le guardaba cierto rencor a mi expareja, ella me daba consejos para lidiar con eso. Pero había algo más allá de los sentimental con lo que no podía lidiar, con un poco de pena, pero con confianza porque Karla es una psicóloga muy profesional me decidí a decirle
- Sentimentalmente, ya no siento nada por ella, pero debo confesarte algo Karla, la verdad es que mi vida sexual con ella fue muy buena, me da un poco de pena decírtelo, pero la verdad era muy buena en la cama y de eso no me puedo olvidar.
- No se apene profesor, yo lo entiendo, claro que después de tantos años es normal que siga sintiendo eso.
- Aun extraño estar con ella en la intimidad, era muy buena, siento que no volveré a encontrar a otra mujer como ella en la cama.
- No tiene por que pensar de esa forma, claro que, si lo hará, talvez incluso a alguien mejor.
- Lo he pensado, pero siento que no, incluso hace unos días intente estar con una chica, pero no fue lo mismo, te confesaré que tuve problemas para conseguir la erección, cuando la conseguí no la mantuve por mucho tiempo y no me sentí excitado, por eso pienso que no podre volver a disfrutar como lo hoce con ella.
- Que barbaridad profesor, ¿a ese grado ha llegado?
- Así es Karlita
- Pues mire, definitivamente no creo que algo ande mal con usted físicamente, todo esta en su mente, se apego tanto al sexo con su expareja que ahora le cuesta conseguir lo mismo con alguien más, pero eso se puede solucionar.
- ¿Tú crees que si?
- Claro, a ver sin pena dígame en qué momento perdió la erección esta ultima vez que lo intento.
- Pues mira, empezamos a fajar, las cosas fueron poniéndose más intensas pero aun así no lograba conseguir la erección, después de un rato trate de concentrarme en el momento y lo logre nos desnudamos y si sentí un poco rico cuando vi a la chica desnuda y me tocaba el pene, y al manosearla yo pero algo faltaba, y cuando la chica comenzó a hacerme un oral allí empecé, fue vergonzoso pero la chica entendió y ya no pudimos seguir.
- Ya veo. Acaba de decir que sintió que lago le faltaba a esa chica y que perdió la erección cuando empezó el oral, ¿usted a que cree que se deba?
- La verdad es que mi expareja era mas sucia al hacerlo, me decía cosas sucias y guarras y eso me excitaba mucho y sobre todo era muy buena en el oral, me daba unos increíbles, nada que ver con lo que me hizo esa chica no sentí lo mismo.
- Pues allí esta profesor, ese es exactamente el problema, no es que no pueda sino que necesita la misma estimulación que de lava su ex. Estoy segura que si se lo hacen así usted va sentir lo mismo y no tendrá ningún problema.
- Pero como encontrar alguien así.
En ese momento sucedió algo inesperado, algo que jamás hubiera pensado que pasaría. Karla me miro fijamente y sonrió de una manera muy dulce, estaba sentada junto a mí en el sillón de su despacho, puso su mano en mi pierna y comenzó a acariciarla suavemente.
- Mire profesor debo confesarle algo, desde que fui su alumna usted siempre me pareció muy apuesto y amable, yo era una jovencita en ese entonces, pero a veces tenía tontas ideas sobre usted.
- ¿A si?, ¿Qué ideas?
- Le parecerá tonto, pero me imaginaba que era su novia jaja
Yo me quedé sin palabras, Karla como ya lo dije siempre me pareció una chica increíblemente hermosa y me caía muy bien desde que fue mi alumna.
- ¿En verdad?
- Si, claro. Bueno espero que no le incomode que se lo confiese, pero creo que ahora que ya han pasado algunos años y ya no soy su alumna puedo decírselo, además ahora somos compañeros de trabajo.
- Pues debo decirte que me sorprende, pero me alaga lo que me confiesas.
- Y la verdad es que aun siento eso por usted, aun me gusta mucho y mas ahora que compartimos en el trabajo y lo he llegado a conocer mejor, me siento muy atraída por usted.
Como ya lo mencioné, para ese momento Karlita ya era una mujer casada, llevaba casi ya un año de matrimonio, por eso me sorprendía que me dijera eso.
- Me dejas sin palabras Karlita…
Karla noto que aquello no me incomodaba pero me sorprendía, yo me puse un poco nervioso y confundido así que ella muy dulce y linda hizo algo que me impactó.
- Ya se profesor, esta pensado que soy casada y no debería decirle esto, pero sabe, es muy normal, es algo que es parte del ser humano incluso aunque estés casado o casada no puedes dejar de sentir atracción por otras personas, es algo que talvez es mal visto por la sociedad, pero es inevitable, la mayoría de las personas piensan que es algo malo y se sienten culpables por estar casados y aun así sentir atracción por otras personas, yo pienso que eso no debería de ser así. Claro no voy a ir por la vida diciéndole a mi esposo que me gusta usted, pero no me siento culpable por eso, yo quiero mucho a mi esposo y me siento agusto con él, pero también me gusta mucho usted y no creo que sea algo malo.
Yo solo miraba a Karla mientras me dicha aquello con esa dulce y hermosa voz, aquellas palabras me reconfortaron y me tranquilizaron, me dieron confianza y me anime a decirle.
- Pues me alagas demasiado Karlita, y pues ahora yo te confieso que siempre me has parecido hermosa, muy atractiva me encanta tu forma de ser, tu voz, todo de ti, desde que eras mi alumna siempre pensé que era maravillosa.
Karla sonrió.
- ¿En verdad?, ¿eso piensa de mí?
- Claro que sí.
- Entonces ya que los dos nos hemos confesado lo que sentimos y ahora que usted sabe cómo pienso, creo que podre ser más directa y ayudarle a superar su problema…
En ese momento Karla hizo lo impensable, jamás creí que llegaría a darse eso, y lo que ocurrió a continuación me dejó sin palabras. Karla se levanto del sillón solo para ponerse frente a mí, mirándome y sonriendo de una manera inexplicable, dulce y picara, se sentó sobre mi abriendo sus piernas a los lados de mi quedando frente a mí, me sonrió y tomo mis manos y la puso sobre su hermoso culito, ella usaba un pantalón de licra negro ajustado que marcaba perfectamente su cuerpo, su piernas y se le marcaba muy rico la panochita, se le miraba un triangulito precioso, usaba una playera tipo polo azul marino y zapatillas negras.
Yo me quede anonadado no podía creer aquello.
- Ahora profe, usted solo relájese y déjeme ayudarlo a superar su problema, déjemelo todo a mí y disfrute…
Comenzó a besarme muy suave y tierno, yo tarde unos instantes en asimilar aquello, pero unos pocos minutos ya me encontraba correspondiéndole el beso, su lengua húmeda y tibia jugaba tiernamente con la mía, podía sentir su corazón acelerado, mis manos acariciaban su hermoso culito, le sobaba las nalgas y las apretaba suavemente. Estaba empezando a sentí lo mismo que me hacia sentir mi ex y era increíble. Poco a poco le beso fue subiendo de intensidad, Karla estaba provocándome para excitarme, y lo estaba consiguiendo. En un momento ya estábamos fajando con mucha intensidad, Karla movía su cuerpo sobre mi si parar de besarme.
Después Karla hizo el siguiente movimiento algo que me dejo con la boca abierta. Se levanto del sillón y se paró frente a mí, mirándome y sonriéndome me dijo con su dulce y hermosa voz.
- Quiero que me mire profe, mire mi cuerpo disfrute de verme.
Dijo eso a la ve que se tocaba ella misma con sus manos recorriendo todo su cuerpo, se tocaba sus hermosos pechos sobre la playera y deslizaba sus manos hasta su panochita, se frotaba el triangulito que se le veía con ese pantalón de licra, hacia como si se masturbara. Giro dando media vuelta u mientras giraba su cabeza para verme me mostraba ese hermoso culito que se veía delicioso con ese pantalón. Yo solo la miraba con lujuria, no podía creer que aquello estuviera sucediendo.
- ¿Le gusta lo que ve profe, le gusta mi cuerpo?
- Me encanta Karlita, no lo puedo creer.
Se rio dulcemente, y se acercó a mí, arrodillándose frente a mi coloco sus manos sobre mi verga sobre el pantalón y su cabeza hacia mi mirándome muy tierno y sexy, comenzó a desabrochar mi pantalón y me lo bajo hasta las rodillas, dejando con el bóxer negro que llevaba. Era increíble y seguía sin poder creerlo.
Karla miro mi paquete, tenía ya una tremenda erección, comenzó a acariciármelo sobre el bóxer y a besarlo lamerlo, mientras susurraba con su dulce voz.
- Lo ve profe, solo es cuestión de saber hacerlo, mire nada mas que cosa se le mira, la tiene bien parada y apuesto que la tiene hermosa y deliciosa, creo que solo hay una forma de saberlo…
Karlita me bajo el apretado bóxer y mi verga dura emergió sacudiéndose un poco, Karla hizo una hermosa cara de sorpresa y la mir fijamente con lujuria y ternura.
- Que pinche vergota mas hermosa se carga profe, mmm justo como siempre me la imagine jaja
En ese momento esa dulce, tierna y amable chica que siempre había conoció comenzó a transformarse en una depredadora sexual una putita hambrienta y pervertida pero que no dejaba de tener esa dulzura, esa combinación era increíblemente excitante. Yo, aunque seguía un poco sorprendido por todo aquello ya me encontraba mas que absorbido por la lujuria del momento y comencé a disfrutar como me dijo Karla.
- Uy Karlita, no te conocía ese lado…
- Jaja, pues hoy lo va a conocer profe…
Karla comenzó a besar y lamer mi verga como si fuera una paleta mientras me jalaba suavemente el escroto. Lo hacia de una manera increíble. Poco a poco fue subiendo la intensidad, la lamia como una perrita y la besaba muy rico.
- Ahora profe, doce usted que extraña como su ex se la chupaba, que cree que nadie lo puede hacer igual, le voy a demostrar que si es posible y no solo igual, sino que aún mejor…
Y así, Karla comenzó a devorarse mi verga de una manera salvaje alternado con suavidad me acariciaba los huevos y los besaba y lamia como una perra en celo mientras jadeaba. Llego un momento en que comenzó a hacerlo hasta el fondo, no se como mi verga cabía en su pequeña boquita, pero la putita se la tragaba toda hasta llegar a la raíz quedándose así hasta que le faltaba la respiración, se sacaba mi verga de la boca y la dejaba bañada en su saliva, llego un momento en que su saliva ya chorreaba y escurría por mi entre pierna y ya le había mojado la playera. El maquillaje de sus ojos se le había empezado a escurrir y tenis los ojos rojos y le brotaban lágrimas. En verdad me estaba demostrando que, aunque las mamadas que me daba mi ex eran deliciosas, no se comparaban a aquellas tremendas embestidas que le daba a mi verga Karlita. Yo gemia de placer y tomaba a Karla de su cabeza haciendo que deborara toda mi verga
- Oh dios mío, no pares Karlita, es increíble.
- Lo ve profe, apuesto lo que sea a que su ex jamás se la mamo así, ¿verdad?
- Ni ella ni nadie más, nunca me la había chupado así
Karla se ríos y continuó haciendo aquello, después de unos minutos se puso de pie, su saliva le mojaba la barbilla y yo tenia la verga bien bañada en ella, se miro la ropa y sonrio.
- ¡Ups!, mire como me deje la playera profe, porque no viene y me la quita…
Son pensarlo ni un segundo me levante del sillón y comencé a besar como loco a Karla mientras la despojaba de la playera y de su brasier, mientras ella se desabrochaba su pantalón y comenzaba a bajárselo, moviendo solo los pies se quito las zapatillas, quedado aun mas bajo, ella es chaparrita como lo dije pero es una diosa. Se inclino para liberarse del pantalón quedando solo con su panty, un cachetero de encaje negro que se le miraba precioso. Acto seguido Karla comenzó a terminar de desnudarme, despojándome de mis zapatos, pantalón y mi camisa, y así quede completamente desnudo Karla comenzó a besarme como loca mientras me jalaba la verga y gemía como perrita en celo, yo apretaba sus hermosas nalguitas sobre su cachetero que se sentía ya mojado de su néctar.
- Y ahora profe, porque no me enseña lo que usted sabe hacer
Enseguida la tome de la cintura y la cargue, ella rodeo con sus piernas mi cuerpo comencé a besarle el cuello hasta llegara sus hermosos pechos, su piel morena hermosa, y sus negros pezones bien duritos, las besaba y las lamia, mordisqueaba un poco sus peones y los succionaba ella vibraba de placer y gemía me apretaba fuerte con sus piernas y sus brazos alrededor de mí.
Después de un rato la lleve al sillón y la deje caer, quedo sentada y me arrodille ante ella, la despoje de su panti y de inmediato abrió sus piernas dejándome ver era preciosa y dulce panocha depiladita, negrita, su vulva era de un tono negro intenso, sus labios brillaban por el néctar que los bañaba. Me lance sobre ella para chuparla como loco, lamia en círculos su vulva y saboreaba ese delicioso néctar, pasaba mi lengua por su clítoris provocándole espasmos de placer y unos gemidos que sonaban delicios con su duce voz. Comencé a introducir mi dedo en su concha al tiempo que la lamia ella me tomaba de la cabeza y me empujaba haciéndome devorarle el sexo húmedo.
Despues de un rato Karla se recostó en el sillón y dándole unas palmadas a su panocha me dijo
- Ya no aguanto mas profe, métamela, no se imagina cuanto he esperado por este momento,
De inmediato me subía al sillón y poniendo sus piernas en mis hombros tomé con mi mano mi verga poniéndola en la entrada de su agujero, comencé a empujar mi verga dentro de ella mientras ella gemía y se mordía los labios haciendo un gesto de dolor y placer.
- Ay dios mío, que vergota profe, despacio, despacio mi panochita esta pequeñita para su cosota.
Lentamente la fui metiendo hasta que ya estaba toda adentro y comencé a bombearla suavemente ella gemía de una manera tan hermosa, sonaba con una gatita ronroneando. Poco a poco la fui martillando mas y mas fuerte hasta que llego el momento que la penetraba con gran fuerza, su néctar chorreaba y sonaba como aplausos con cada impacto de mi pelvis contra su sexo.
- Oh si Karlita, me encantas
- Profe, usted, usted es increíble, Dios mío que ricoooo no pare.
Después de un rato de penetrarla le saque la verga y me pare a un lado del sillón, ella de inmediato comprendido que quería otra mamada, así que se levanto del sillón y me dijo
- Ahora profe, le voy a dar la mamada de su vida…
Hizo que me sentara en el sillón y me indico que levantara mis piernas y las sujetara con mis manos, en ese momento comencé a recibir sin duda alguna la mamada más rica de mi vida.
Karla comenzó a lamer y escupir en mi ano, mientras me chupaba los huevos y me masturbaba la verga con fuerza y lujuria, por momentos unida toda su hermosa carita en mi culo mientras su lengua lamia mi ano dándome un placer increíble, por momentos se trabajaba mi verga como lo había hecho antes metiéndola toda en su boca y dejándola hasta no poder respirar, chorros y chorros de su saliva bañaba mi verga y se escurría por mis huevos hasta mi culo que seguía mamando con pasión, la saliva le bañaba toda la carita y le escurría por el cuerpo.
- ¿Le gusta que le mame el culo profe?
- Es riquísimo Karla, no pares si, mama mi culo y mi verga
Después de un rato seguimos con el mete saca en varias posiciones, después de darme esa tremenda mamada Karla se puso en cuatro en el suelo sobre nuestra ropa y yo comencé a darle, mi verga entro con mas facilidad esa segunda vez, el cuerpecito de Karla e miraba espectacular así, la tomaba de la nalgas y se las apretaba, dándole ocacionalmente unas fuertes nalgas que la hacían gemir y gritar como perra.
- Ay profe me va a romper la panochita con esa vergota…
- ¿Te gusta? Eso quieres
- Si, siiiiii
Después me acote en el sillón y ella me cabalgaba la verga dando tremendos sentones mientras sus hermosos pechos brincaban sin control, se dejo caer sobre mi y yo la comencé a bombear mientras le apretaba el culo y nos besábamos con pasión.
Pasado un rato Karla sintió que estaba apunto de explotar, así que se levanto y de inmediato se arrodillo en el suelo abriendo la boquita, yo me levanté del sillón y parándome frente a ella comencé a jalarme la verga con energía, Karlita gemía mientras se acariciaba su panochita esperando mi leche.
Finalmente dando un grito de placer mi leche salió expulsada en un gran y fuerte chorro de mi verga cayendo en la carita y la boquita de Karla quién gemía de placer. Me exprimí y me sacudí la verga para darle hasta la ultima gota de leche a Karla, ella se trago la que cayo en su boca y son sus manitas recogió la que le cayo en el cuerpo y se la llevaba a la boca, después se acercó a mi para lamer y besar mi verga mientras se me tranquilizaba. Después Karla se puso de pie y me llevo al sillón donde se sentó en mis piernas rodeando mi cuello con sus brazos y besándome muy tierno.
- Profe, es increíble, jamás me habían cogido así, ni mi esposo lo hace, de hecho, es el muy malo en la cama.
- Jaja, pues yo sigo sin palabras Karlita, es que no puedo creer lo que acaba de pasar.
- Pues yo tampoco profe, pero de que paso, paso, y estivo delicioso, ahora dígame le ayudo mi terapia, ahora ve que si puede llegar a sentir lo que sentía con su ex.
- Dio mío Karla, no fue lo mismo fue mucho mejor, nunca pensé que fueras tan pervertid y caliente, siempre pensé que era muy recatada.
- Jaja, pues ya ve que caras vemos calenturas no sabemos profe.
Y así nos quedamos un rato platicando, Karla me dijo que no sentía ninguna culpa por hacer eso, aunque estuviera casada, que ella amaba a su esposo pero que no veía nada malo que haber tenido sexo conmigo. Se paso el tiempo hasta que Karla noto la hora y me dijo que faltaba poco para que su esposo llegara por ella al consultorio, así que de inmediato nos vestimos. Por las prisas ya no hablamos más, pues casi justo terminábamos de vestirnos cuando sonó el timbre del consultorio, su esposo ya había llegado. Así que salimos a la sala de espera y ella abrió la puerta, su esposo entro y la saludo y me saludo, el me conocía y sabía que trabajábamos juntos y que se día tenia una cita con Karla, yo solo me despedí de ellos y me fui. No podía creer lo que había pasado me sentía aún muy excitado, pensaba que si su esposo supiera lo que acababa de pasar en el consultorio de Karla.
Y bueno aquí no termina todo…
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