Mi vecina rumana 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Anika es una mujer muy inteligente, ya que cuando nos cruzabamos en la calle, y ella iba con su marido, apenas nos saludamos, siempre distante de todos cuando estaba con él.
El martes me llama por teléfono y me dice que vaya a su casa, «no está tú marido?», le digo, «fue a hacer unas comprar a Talavera, va a demorar por lo menos una hora», me dijo, «pero en una hora no voy a poder hacerte mucho», le dije, saliendo de casa y yendo a su casa sin dejar de hablar, «tú no, pero yo si tengo tiempo de hacerte algo», me dijo riendo, parada en el balcón de su casa.
Me abre el portal y cuando llego a su casa, la puerta estaba abierta.
Nos abrazamos y nos besamos,.
ella estaba de pijama, le empecé a meter las manos dentro de la ropa, acariciando sus nalgas, sus tetas, ella gemia lamiendo mi oído, se fue poniendo de rodillas frente mío, me bajó el pantalón besando mi pija, tirando para atrás el prepucio, lamiendo la cabeza de mi pija, la metió en su boca y la chupaba.
La volvía a sacar de su boca, la lamia toda, la seguía chupando subiendo y bajando el prepucio.
Se la metía hasta la garganta, me chupaba solo la cabeza, «mmmm, mmmmmm», hacia mientras chupaba y lambia mi pija.
Empezó a chupar con mas fuerza, moviendo su cabeza para adelante y para atrás, haciendo que mi pija entre y salga de su boca.
«Anika, me voy a correr en tú boca», le dije acariciando su cabeza y ella siguió chupando hasta que di un fuerte gemido y me empecé a acabar en su boca.
Ella seguía chupando, mientras los chorros de leche de mi pija inundaban su boca.
Me miró con la boca abierta, dejando que vea la leche en su boca, la tragó toda y empezó a lamber mi pija.
«Vez que yo si pude hacerte algo en menos de una hora?», me dijo poniéndose de pié, «ahora vete que no va a demorar mucho en regresar mi marido, ya te llamo cuando este sola», me dijo abriendo la puerta y me fui.
«Anika, no queres venir a mi casa?», le dije hablando por teléfono con ella, «no, me gusta mas que vengas tú, me da mucho morbo follar donde duermo con mi marido», me respondió.
«Cariño, el sábado mi marido trabaja medio día, quieres venir cuando se haya ido?», me dijo por teléfono, «a que hora se va?», le dije, «a las seis, tú ven a las seis y media más o menos», me dijo y quedamos así.
No me hacía ninguna gracia madrugar tanto para coger, pero Anika la rumana vale la pena.
El sábado estaba lloviendo, no sabía si su marido trabajaba igual con lluvia, de echo no sabía ni en que trabajaba.
Como a las seis y cuarto le mando un mensaje y ella me llama, «ven ya que estoy sola», me dijo, «ya voy, esperame desnuda», le dije escuchando su risa antes de cortar.
Crucé la calle corriendo, ella me abrió el portal y cuando llego, la puerta de su casa estaba abierta, entro y voy al dormitorio, ella estaba tapada hasta el cuello, me mira sonriendo y se destapa, completamente desnuda me estira los brazosdos, «ven mi hombre de sangre caliente que acá está tú mujer para disfrutar de tú polla», me dijo sonriente y desnuda, abriendo sus piernas dejando que le vea su concha totalmente depilada.
Me desnude y me metí en la cama, entre sus brazos, besando su boca, chupando sus tetas, pasando mi mano por su concha y ella agarrando mi pija.
«Deseaba estar de nuevo entre tus brazos», me decia besando y lamiendo mis labios.
La empecé a besar toda, bajando hasta su concha, «no, no cariño, no me gusta que me chupen el coño», me dijo, haciendo que suba sobre ella y le meto la pija en su concha bien mojada, «vez cariño, para eso es mi coño, para comerte toda la polla, no para que lo chupes», me dijo envolviendo sus piernas en mi cintura, moviendo sus caderas, gimiendo mientras la cogía.
Nos besamos con pasión, le chupaba las tetas mientras mi pija entraba y salía de su concha, ella gemia y me clavaba sus uñas en la espalda.
«Me gusta tú polla,.
como me follas, haaaaa, como me haces disfrutar», me decía sin dejar de besarme.
Seguíamos cogiendo así, hasta que me dice que se la saque de la concha, me hace sentar en el borde de la cama, Anika me da la espalda y agarrando mi pija se la acomoda contra su ano y se empezó a sentar, dando fuertes gemidos a medida que mi pija le iba entrando en la cola, hasta que quedó sentada sobre mí con toda la pija metida, gemia, daba ayes de placer moviendo su cola en círculos.
Yo mientras la cogía por la cola, le metía los dedos en la concha, le apretaba y le acariciaba las tetas, le mordia la nuca, pasaba mi lengua por sus orejas.
«Cariño, que bien me follas, me haces disfrutar como nunca disfruté», me decía gimiendo, tirando su cara para atrás buscando con su boca la mía sin dejar de mover su cola.
Anika estaba con los ojos cerrados, se notaba en su cara y en sus gemidos como estaba disfrutando.
«Cariño, deja que me ponga en cuatro y me sigues follando el culo», me dijo entre gemidos.
Yo dejé que se levante, se puso en cuatro patas, abriendo sus nalgas y yo aprovechando lo abierto que tiene el ano, se la metí toda, escuchando ese gemido de placer que Anika.
La seguí cogiendo así, en cuatro patas,escuchaba el sonido de sus nalgas al chocar contra mi pelvis cuando le metía la pija dentro de su cola.
Ambos estábamos sudados de coger, seguíamos cogiendo como si no hubiera un mañana.
«Anika, te voy a llenar el culo de leche, no doy más, me corro dentro de tú culo», le dije empezando a acabarme dentro del culo de mi amante rumana.
«Y vos mi amor, no te corres?», le dije sintiendo mi leche salir a chorros de mi pija dentro de su cola.
«Ya me corrí dos veces cariño, no quise decirte nada para que me sigas follando», me dijo jadeando de placer.
Cuando terminé le saque la pija de la cola, quedando impresionado con el tamaño de su ojete, Anika se fue acostando de costado, nos abrazamos, nos besamos.
«Cariño, cuando te vayas cierra la puerta, yo voy a dormir», me dijo besando mi boca y se acomodó para dormir.
Así que me vestí y me fui, dejando que Anika duerma y cerré bien la puerta.
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