Mi vecino confidente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era una tarde calurosa cuando a través de la ventana vi a la nueva familia que se mudaba en la casa del frente, sigilosamente me asomé y vi una amorosa pareja de unos veinte y tantos años abrazándose y besándose suavemente en la entrada de la casa, me dije, son muy guapos ambos, ojalá podamos ser amigos, ya nuestro grupo de amistades era de 6, un grupo un poco aburrido pues todavía no nos habíamos relacionado mucho.
Con la llegada del verano mi marido y yo planeamos un viaje a la playa, al mencionarlo a los otros amigos ellos dijeron que querian participar y que los nuevos vecinos también querian unirse al grupo, me contente un poco, con una leve malicia, ya que en varias ocasiones no había podido dejar de observar a mi vecino cuando iba al trabajo, un hombre moreno, alto, con barba que encajaba perfecta con su hermosa cara, una sonrisa encantadora y un cuerpo que definitivamente era muy deseable.
¡¡¡mujer que cosas son esas!!! Me decía, deja de observar al vecino, se va a dar cuenta.
Aunque el dichoso viaje nunca se dió, pasaron los dias y nos reuníamos mucho más a menudo, nuestra amistad se hizo fuerte un muy buen grupo, las conversaciones eran cada día más interesantes y divertidas y el tema en común era el sexo, todos se fueron desinhibiendo y contaban las más locas historias sexuales.
Yo hacía lo mismo pero mi esposo no le gustaban mucho esos temas y no asistía mucho a las reuniones, y me di cuenta que mi amiga tampoco le prestaba mucha atención a su marido por lo que en varias oportunidades terminabamos nosotros dos en el sofá compartiendo anécdotas mientras el mundo seguía girando a nuestro alrededor.
Poco a poco las manos fueron tomando su papel, ya no sólo era hablar, sino colocar su mano
en mi pierna, en la espalda, cosquillas y miradas, y al finalizar siempre un prominente beso en la mejilla que sin duda me ruborizaba y mejaba por horas pensando en él.
Una noche me prometí, que no iba a dejar que una simple calentura dañara un matrimonio tan lindo y perfecto como el de ellos y tampoco el mío, que aunque mi marido no era tan cariñoso y amable era un hombre encantador y muy cumplidor en sus deberes sexuales, aunque había sido mi único hombre, sabía que su desempeño sexual era superior al de muchos.
No quería convertirme en infiel y mucho menos con el esposo de una muy buena amiga.
La siguiente reunión fue de sólo mujeres, relatos sexuales iban y venian, todas habían tenido otras parejas sexuales menos yo.
Cuando es el turno de la esposa de mi vecino nos cuenta que ella estuvo en una relación de infidelidad y que estuvo cerca de separarse de su marido, que amaba con locura al que había sido su amante por mucho tiempo y que aunque él la haya dejado todavía tiene sentimientos hacia él, en ese momento, obviamente mi promesa se vino abajo, no me entraba en la cabeza cómo podía haber hecho eso, teniendo a su lado un hombre que a mi criterio era espectacular, claro no la juzgué, porque era exactamente lo que yo le quería hacer a mi marido espectacular, pero desde allí todo cambió.
Una tarde me llega un mensaje de texto de mi vecino, Holaaaa, yo repondo hola como estas? Él dice: ¡Bien Qué estas haciendo? Yo repondo: Estoy comiendo y le envío una foto de unos camarones al ajillo deliciosos, él me responde: Umnnn que rico, tu los pelaste? Yo le respondo: si, están bien pelados?? Él responde: si, tu tienes cara de pelarlo bien y de comerlo rico también, yo le dije: eso me han dicho, pero sólo una persona, hasta no tener una segunda opinión, no me lo creo, él responde: quieres una segunda opinión?? en ese momento comencé a excitarme y no podía parar, le dije: si quiero, pero no me atrevo, él dijo: no seas mala mira que yo me mojo rapidito, yo dije: yo también me mojo rápido, ya estoy super excitada, el me dice: Estás excitada? tócate, yo respondi no puedo, no me da chance voy a salir.
Y así terminó esa conversación, no podía creer lo que había pasado, había cruzado la delgada línea de la insensatez y sabía que eso no iba a quedar allí.
Esa noche, mi marido y yo tuvimos sexo de manera formidable pero igual no podía dejar de pensar en él, pasados unos minutos recibo un mensaje de él, chateamos y cuando se iba a despedir me dijo: me estoy preparando para bañarme, quieres ver, le dije que no, e igual me envio una foto donde se veía su pene, no pude dejar de excitarme me dijo que se iba a masturbar y que le encantaría que se lo hiciera yo, me preguntó que cómo me masturbaba yo y quería que le enviara foto de mis pechos para poder imaginarse que las tiene en la boca, saboreándolas, mientras yo le explicaba como masajeaba mi clitoris suavemente el me decía que rico es marturbarme leyéndote y yo le respondí, que rico saber que te masturbas leyéndome, fue algo delicioso y nuevo para mi, le dije, creo que oficialmente acabamos de arruinar nuestra amistad, a lo que él contestó, no al contrario, ahora somos oficialmente confidentes.
Las ganas de cogernos eran bárbaras, cuando llegaba a mi casa buscaba las maneras de pasar cerca de mi y me rozaba su pene en mis nalgas situación que me ponía caliente de inmediato ya era común no usar ropa interior para ambos sentir esa sensación tan rica de nuestros roces, cuando nos quedábamos solos era motivo para rápidamente aprovechar de tocarnos y besarnos, definitivamente me lo quería coger y por mucho que amara a mi marido las ganas de tener sexo con este hombre no iban a parar hasta que lo hiciera.
Un día todo el universo conspiró para quedarnos solos, él en su casa, yo en la mía y él con las llaves de una casa en venta que había ofrecido mostrar a un amigo, me escribe y me dice: ven a la casa en venta, necesito ayuda con algo, es urgente, yo no me atrevía a bajar pero ante su insistencia pensé que de verdad era algo referente a la casa, llegué y entré a la casa y comienzo a buscarlo y por supuesto estaba en la habitación principal, antes de que yo huyera cerró la puerta y dijo, tranquila aquí no va a pasar nada que tu no quieras, ese era el problema que yo quería de todo, sin duda alguna mandé todo al demonio, me comenzó a besar y el mundo se me movió, su barba en mi cuello iba a hacer que mi clítoris explotara, mis pezonas iban a estallar, el nivel de deso era bárbaro, el sabía que era mi primera vez con otro hombre y lo disfrutó, me quitó el pantalón y comenzo a masajear mi clítoris muy mojado, yo me quite la camisa dejando salir mir pechos para ser saboreados por su lengua espectacular, no hacía falta más nada para mi, definitivamente quería que me lo metiera y duro, sus dedos eran formidables le dije que parara porque no quería acabar todavía, queria chupársela antes, cuando metí su verga en mi boca sentí su sabor y era exquisito, no podía parar de chuparlo y acariciarlo, a él le gustaba y tomaba mi cabello para ejercer control sobre mi, cosa que me encantaba, paré porque no aguantaba más y el vio mis ganas y me dijo: ¡te voy a coger vecina, nos lanzamos en la cama y sentí cuando entraba a mi fuertemente, fue una deliciosa sensación, al fin estábamos cumpliendo nuestro cometido, y sólo pensábamos en nosotros dos, me hizo acabar de manera descomunal la sensación no paraba y yo quería más, me puse en cuatro y le pedí que me lo metiera fuerte, el me daba palmadas en la nalgas que aumentaban más mi excitación me tomo del cabello y me haló tomando nuevamente el control y así siguió hasta que acabó en mi, sentía su líquido caliente dentro de mi y me encantaba, nos acostamos nuevamente en la cama a descansar despues de la faena y mientras todo volvía a la normalidad en nuestro cuerpo, también volvía la normalidad de nuestra realidad, nos vestimos y salimos de esa casa que de ahora en adelante guardaría nuestro secreto, así nos fuimos cada uno a su casa con una sonrisa en la cara y una consciencia más pesada, y como dicen por allí, no sabemos si estuvo bien.
pero si estuvo bueno.
Así siguio nuestra vida entre reuniones de amigos, copas, bailes, juegos y chistes, cada vez que nos veíamos una sonrisa pícara se escapaba, tal vez el universo vuelva a conspirar para que vuelva a suceder o no, lo que si es que mi vecino confidente y yo, compartimos muchas cosas y ambos hemos tenido muchosss beneficios.
Oigan me llegó un mensaje de mi vecino.
dice: ¡Holaaaa como estás?? Te gustaría participar en un trío???
No se pierdan mi próximo relato.
hasta luego.
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