Mi vida con un cornudo obligado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
MI esposo y yo nos casamos teniendo 22 años cada uno, eramos fogosos desde novios, lo cual fue por un año, experimentamos casi todo en el sexo, con excepción del sadomasoquismo. Teníamos en nuestro haber disfraces para hacer dramatizaciones para cumplir nuestras fantasías; juguetes sexuales como dildos, mi esposo me metía uno en el ano y el me penetraba por la rajita, simulando un trio o algo asi. Lo hicimos en lugares públicos. Total que nuestra vida sexual era muy activa.
Pero, en un pleito, mi esposo recibió un golpe en la espalda que le rompio una de las vertebras cercanas al cuello y de la noche a la mañana, ya no tenía erecciones, sus movimientos en las piernas eran muy limitados y lejos de mejorar fue empeorando. Todo cambió.
En mi caso, yo soy de ojos café claro, soy de tez muy blanca, de talla pequeña 1.63 mt, cabello castaño oscuro, mis bubis son del tamaño ideal en relación a mi estatura, son paraditas y con pezones carnosos, tengo bonitas piernas y mis caderas le dan un toque especial a mi trasero que es redondito y parado, y como mi esposo tenia fetiche por los pies, siempre los ando bien presentables, pies pequeños, muy blancos, de muy bonita forma.
Lo único que podía hacer mi marido era darme sexo oral y meterme un dildo en la rajita, al principio con eso era suficiente, pero conforme pasaban las semanas, a nadie de los dos satisfacia solo eso. Asi que me propuso acostarme con otros hombres, al principio yo no quise, porque yo soy muy cachonda, pero nunca ni de novios le había fallado a mi esposo. Luego de pensarlo varios meses, mi esposo me hizo acostarme con su mejor amigo, y fue en nuestra propia cama, ese amigo que luego ya no lo fue, porque luego de ese encuentro planificado, donde me cogió bien rico, debo decir que gocé esa vez, pues llevaba más de un año sin ser penetrada por una verga de dura carne, yo también lo cabalgue hasta que lo hice explotar, y mi marido logró tener una erección viéndonos, pero luego ese amigo de mi esposo me estuvo acosando, llamándome para citarme y que nos vieramos sin el consentimiento de mi marido, yo se lo conté a mi esposo y ya no es su amigo.
En este relato no puedo escribir sobre cada encuentro que tuve, algunos fueron muy malos, regulares y muy buenos, asi que relataré aquellos que fueron especiales. Por ejemplo, mi esposo me propuso entrar a un teatro de cine, en donde exhibían peliculas porno, la mayoría o todos son hombres casi siempre en ese tipo de peliculas, La idea era incitar a alguno a tener sexo alli mismo. Mi esposo entró primero, él usa silla de ruedas casi siempre, luego entré yo, iba con un vestido de una pieza muy corto, zapatos de tacón y en realidad muy provocadora, vi a unos chicos de 20 o 22 años y entre ellos había uno que no estaba mal, era muy alto y fornido, le sonreí y me senté unas dos filas adelante de ellos, la película entró en sus escenas muy crudas de sexo, yo me estaba calentando y de repente veo que el chico grande a quien le sonreí se sentó a mi lado, me saludó e hizo un comentario caliente de la pelicula, los dos amigos atras le animaban a hacerme algo, él me preguntó si me estaba gustando la peli, yo le dije que si, luego me tocó las piernas, yo lo dejé, luego el me preguntó que cuanto cobraba, el chico creyó que yo era una puta, lo cual me excitó en su momento, le dije que $50, él me dijo que nos fueramos a la última fila de atras del teatro, caminé con él, mi esposo no perdía detalle de lo que sucedía, el cine pues estaba con poca afluencia, lo cual facilitó todo, en la última fila no había nadie, alli él se sentó y me invitó a sentarme en sus piernas, lo hice y el comenzó a tocarme las piernas y los senos por encima de mi vestido.
El chico se puso cachondo muy pronto pues rapidamente una de sus manos entró en mi braguita y me tocó la rajita, sus inexpertas manos me tocaban toda la vagina y pronto sentí su respiración muy acelerada y sus besos en mi cuello, yo movia mi trasero y lo frotaba contra el bulto en su pantalón que crecía y crecía mucho, el chico estaba bien dotado a primera vista. Sus dedos jugaban con mi rajita y amenazaba con meterme uno de sus dedos en mi interior, yo comencé a mojarme, pues a todo esto se agrega las escenas tan calientes de la pelicula porno en la pantalla en donde el tipo en la posición misionera y con las piernas levantadas follaban a una tipa pequeña como yo.
En eso él susurra en mi oido -te voy a follar putita rica!-, me levanta un poco, baja mi braguita, en un suspiro sacó su verga erecta de su pantalón sin bajarselos, luego me fue sentando sobre su verga, yo tuve redirigirla con la mano y sentí su enorme glande abrir mis labios vaginales e insertarse en mi rajita, di un gemido que no fue oido por los gemidos de los protagonistas de la pelicula, -uff que caliente la tienes mamita!- me dijo el chico mientras su verga me recorría la vagina y por fin se detuvo cuando sentí que mis nalgas topaban en sus piernas, el chico me la tenía bien metida, luego comenzó a tomarme de las cintura para que moviera, yo comencé a moverme también, subía y bajaba sobre su buena verga, me sentía llena por su verga. A pesar que desde que había entrado al teatro, me había planteado que si follaba no iba a gozarla, solo a recibir pene, pero primero el chico no era feo y luego su verga era dura y de buen tamaño que me penetraba profundo, no pude evitar empezar a sentir placer y lo aumenté moviendome rico sobre su verga como si quisiera destriparla, llegué a un orgasmo si hacer mucho ruido, pues no quería que todo el teatro supiera que me cogían allá atras.
Cuando levante el rostro veo a los dos amigos del chico que folla conmigo, uno de ellos se sienta a nuestro lado, pero el más pequeño, se queda de pie y saca su verga para pajearse frente a mi, ya la tenía dura desde el principio, hago algo que no tenía planeado, le digo que se acerque más, con una de mis manos le tomo la verga y me la meto a la boca, y comenzamos un ritmo infernal, un chico cogiendome duro y al otro le como su compacto pene.
El otro chico, el tercero, que se sentó a nuestro lado, se la ha sacado y se pajea, esta muy excitado y le dice a su compañero que quiere cogerme, asi que me cambio de pene, me levanto y ahora me siento sobre la verga de ese otro chico y me la metio de un solo empujón, luego comencé a mover las nalgas y a subir y bajar de esa otra verga, no sabía donde era observaba por mi esposo, pero definitivamente alli estaba presente. Luego para no cansarlos me senté en la verga del chico al cual le comi su verga, me montaba por turnos en cada verga hasta que lo hice acabar dentro de mi, para ello tuve otros dos orgasmos, pues definitivamente estaba excitada y la gocé como una verdadera puta. Fue un poco más de media hora de estar ensartada en tres lozanas y duras vergas y todavía con $150 en la bolsa.
Sali de ese teatro con un mezcla de tres diferentes espermas en mi rajita, al salir me ní a mi esposo me dijo que era la primera vez que masturbándose llegó a dos corridas, desde el accidente.
En otra ocasión, me hizo seducir a un mi catedrático de la universidad,……………………………. pero si les gustó el presente relato, me atreveré al siguiente.
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