Mientras no estabas aqui
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me he animado a escribirlo, por dos razones, la primera porque mi marido decidió quedarse un año más, a pesar que le he rogado por que viniera de nuevo con nosotros. La segunda, porque soy lectora y he visto como muchas mujeres comentan, al igual que los hombres, sin reparo, sus aventuras sexuales.
Yo soy una mujer delgada, con senos pequeños pero muy sexys, con piernas delgadas, largas pero bien cuidadas, mi piel es trigueña, tengo ojos verdes y mi trasero es compacto, con dos lindas nalgas que me resaltan cuando uso pantalones. Soy muy ardiente en el sexo, me gusta que gocen mi cuerpo y me gusta gozar el cuerpo de mi amante. Antes de mi marido tuve seis novios antes, con todos tuve sexo, asi que cuando me casé con mi ahora marido no era virgen de nada. Cuido mucho mi dieta, hago ejercicio cuando puedo y algunos me dicen que no se nota que se una mujer con dos hijos.
Luego de once meses sin sexo y sin hombre, y con la noticia que mi maridito se quedaría otro largo año en el norte, decidi ligar con alguien, con quien no tuviera compromiso de nada, simplemente sexo. Pensé primero en alguien con quien no tuviera nada que perder, que no fuera conocido, no muy guapo, varonil si eso si. Y frente a mi casa estaban construyendo una casa, y el capataz, un hombre maduro de unos 45 años, alto y fuerte, que me decía piropos todo el tiempo, desde buenos a muy atrevidos, este hombre que llamaré Nico, me esperaba a las horas que llegaba yo casa del trabajo, pues trabajo de secretaria en una corporación y siempre salía a verme, creo que aveces me vestía sexy para oir sus piropos y para que me comiera con los ojos, como dije soy una mujer muy cachonda.
Estuve varias veces a punto de tomar la iniciativa y entablar una conversacion con él, pero me arrepentía, pero un día tomé la determinación y cuando pasé a su lado y me lanzo su tradicional piropo, yo me detuve, di la vuelta, él se imaginó lo peor, y yo lo saludé, le dije que me llamaba Yoly, y que cuando saliera de trabajar lo esperaba en la casa para "platicar", fue algo estupido esto último, pero asi lo dije, él se sonrió y me dijo que estaría allí.
Entré a mi casa, mis hijos estaban con mi hermana, pues ella no trabajaba y me los cuidaba mientras yo no estaba, le llamé para decirle que llegaría a traerlos más tarde, yo sabía que mi admirador, el capataz salía dentro de media hora, asi que fui al baño y me lavé la panochita, me cambié ropa interior, me puse un desodorante íntimo, me puse una blusa de tirantes y una falda muy corta hasta los muslos y esperé, Nico se tardó más de lo esperado, pero por fin oí el timbre de la puerta, era él. Le abrí la puerta, él tipo era más alto de lo que yo me había dado cuenta, se había dado un baño pues olía a limpio, luego vió para todos lados y me preguntó por mi esposo, le dije que él estaba muy lejos, entonces entró y me abrazó y me besó salvajemente, apenas podía guardar el equilibrio, su boca atrapaba la mía con todo y lengua, me levantó con facilidad y metiendo las manos debajo de mi falda me levanto por las nalgas y me aprisionó mientras yo correspondía a sus húmedos besos. Luego me detuvo con uno solo de sus fuertes brazos y con el otro me bajó los tirantes de mi blusa, yo no tenía sostén, descubrió mis senos y comenzó a mamarlos con fuertes chupones en mis pezones, lo hacía fuerte pero no me causaba dolor, mis pezones pronto se pusieron duros y yo no dejaba de gemir, pues la forma tan salvaje de tomarme, casi sin decir nada era muy erótica.
-donde esta la recamara?- me preguntó él soltando mis senos.
yo solo le señalé una dirección y luego él la siguió sin dejar de cargarme en peso, me fue llevando a mi habitación matrimonial, empujó la puerta y me llevó directo a la cama, alli me fue colocando y él encima de mi, siguió besándome los labios y el cuello, buscó mis tetas y las mamó abundantemente, me hizo estremecer la forma en que se devoraba mis senos, la panocha se terminó de mojar entre mis piernas. Nico sacó mi blusa y luego mi falda y mis bragas en segundos, me dejó desnuda a su merced, luego de mis senos fue bajando por mi vientre y encontró primero una linea de pelos púbicos recortados que yo me dejó siempre en mi vulva, luego comenzó a comerse mi panochita, que estaba mojadisima, sus labios y lengua se apoderaron de mis labios vaginales y de mi clitoris, Nico me hizo retorcerme de placer sobre mi cama, no pude evitar gemir y casi gritar de placer, -assi, assi papi, assi cometelo bien, ahhh!!!- y orgasmo sacudió mi cuerpo, Nico no dejó de pasar su lengua por mi vagina mientras yo eyaculaba mis juguitos íntimos.
Mientras me seguía chupando la panocha, el se iba quitando la ropa, luego que se quedó en cueros, se fue subiendo sobre mi y me puso su verga en el rostro, era obvio que quería que se la chupara, su verga era la más larga y gorda que había visto, la tomé y la tragué para mamarla, el se acomodó poniendo sus rodillas en la cama dejándome en medio de su cuerpo, me tomó de la cabeza y del cabello y comenzó a moverse como follando mi boca, su dura verga me entraba hasta casi provocarme nauseas. Yo mamaba mientras el me follaba la boca, pude sentir algunas gotas saladas que salían de su glande.
El tipo gemía y cerraba los ojos, la estaba pasando bien. Luego me quitó la verga de la boca y se colocó entre mis piernas, el quería cogerme ya y yo quería sentir una verga entrando en mi panocha desde hace tiempo, frotó su gordo glande contra mi panocha y luego sentí como su larga verga me partía en dos la panocha, su verga iba abriendo mi vagina con dificultad, a pesar que yo estaba muy mojada, me la hundió y luego se puso a pistonearla, no pude evitar gemir de gusto, mientras el con todo su peso me la metía hasta lo más profundo, me pistoneaba ahora fuerte y duro, -que rica estas mamita, tenía mucho tiempo deseando cogerte y ahora lo estoy haciendo!!- me decía Nico mientras me follaba. Luego se colocó completamente sobre mi con todo su peso, sentí que su verga me topaba en el fondo de la panocha, el estaba encima y solo movia sus caderas pistoneando su verga, yo lo recibía con las piernas completamente abiertas para que mi delgado cuerpo recibiera ese tremendo palo.
En eso comencé a sentir el orgasmo más brutal de mi vida, me abracé más a él, y ensarté mis uñas en su espalda al mismo momento que mi panocha se chorreaba y mojaba ese enorme pedazo de carne que tenía por verga Nico, nuestros sexos hacian un ruido como de chapoteo de agua, Nico no dejaba de follarme y creo que andaba buscando correrse, pues aumentó sus movimientos y de pronto su verga estalló dentro de mi, sentí su semen caliente dentro de mi panochita, pegó todavía varios pistonazos dentro de mi, hasta que sacó la última gota de su esperma. Luego quedó sin movimiento todavía encima de mi. Luego de un par de minutos, Nico se fue quitando de encima, al sacar su pene de dentro de mi panocha, un río de semen salió de mi vagina.
Luego de ver y sentir el semen de Nico salir de mi panochita, un sentimiento de culpa se apoderó de mi, le dije a Nico que se fuera porque mis hijos en cualquier momento vendrían a casa, lo cual no era cierto, pues yo debía ir a traerlos con mi hermana. Me quedé en la cama mientras Nico se puso la ropa y se fue. Me había estrenado de adultera, pero sexualmente había estado fantástico, que rica cogida me habían dado. Fue el inicio, pues todavía cogí un par de veces más con Nico. En la segunda, que fue siempre en mi cama, me puso en cuatro y luego de pistonearme su gran verga en mi panochita, me metió uno de sus gruesos dedos en mi culito, me folló un buen rato con sus dedo, esperando dilatarlo, luego se puso atras y me la metió en mi ano toda completa, aullé de dolor y luego de gusto, me dio la cogida de mi vida por el culo, me hizo correrme como una perra a través de mi recto, luego se puso acostado y me pidió que lo cabalgara pero por el culo, entonces, me puse encima y me senté con el culo sobre su verga y creo que me llegó hasta el ombligo pues solo sus huevos quedaron afuera de culito. Nico se corrió dos veces en mi recto sin descansar. Fue un sexo increible. Lo gocé mucho.
Luego una tercera vez, me fue a traer al trabajo en auto, prestó uno, me llevó a un motel exclusivo y alli me clavó por tercera vez, me la metió por la panocha y por el culito, pero me hizo mamarsela y se corrió en mi boca, me hizo tomarme su venida. Me folló en varias posiciones antes de correrse. Nico era muy bueno en la cama, ese día le dije que me gustaba hacerlo con él más que con mi marido. Creo que eso no le gustó porque después me evitó y dos semanas después la obra terminó y ya no lo ví más.
No fue con el unico que fui infiel…
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