MIS ANTOJITOS DE EMBARAZADA
un nuevo relato de mi amiga, quien resultó ser mas morbosa y pervertida que yo.
este relato es de autoría de una buena amiga, quien me pidió que lo publicara en esta pagina para todos ustedes… esta es la primera parte (hetero, exhibicionismo, masturbación, infidelidad, maduros, incesto y mucho morbo) esperamos les guste, agradecemos sus comentarios
Mi nombre es Gloria, en la actualidad tengo 30 años, soy contadora publica y trabajo la mayor parte del tiempo desde mi casa, llevo la contabilidad de pequeños negocios familiares cerca del barrio, soy felizmente casada desde hace 11 años, mi marido se llama Gabriel, tiene 43 años, maneja un negocio de venta y reparación de computadores que lo mantiene muy ocupado a diario y tenemos un hermoso hijo, Santiago de 10 años, que es mi adoración… físicamente, aún conservo un buen cuerpo, aunque no soy tetona, puedo decir que tengo un buen par de tetas, soy más bien caderona, pero mi mayor atributo son mis nalgas, que son bien paraditas redonditas y llaman bastante la atención, y un buen par de piernas muy bien torneadas, que siempre trato de lucir, tengo cabello castaño largo, tez blanca y considero que tengo un bonito rostro… yo quedé embarazada muy joven, a los 19 años y por eso terminé casándome con el papá de mi hijo… pero recuerdo mucho que durante ese embarazo, se alteraron demasiado mis hormonas, se me subió mucho la calentura solo pensaba y quería sexo a toda hora, pero mi marido casi ni me miraba durante esos meses, por lo que me tocó recurrir a la masturbación… cada día lo hacía más seguido, cada día tenía fantasías más locas y calientes, cada día se me antojaba darme dedo más fuerte y empecé a meterme cosas raras por esa panocha… siempre me dijeron que los antojos durante el embarazo eran normales, y que lo mejor era satisfacerlos, pero en mi caso, mis antojitos eran muy especiales
Luego que di a luz a mi hermoso hijo, se me calmo un poco la calentura, pero si me di cuenta que me volví más calenturienta y pervertida que antes del embarazo, cuando amamantaba a mi pequeño hijo, se me calentaba la raja sintiendo como me chupaba los pezones y varias veces terminé masturbándome mientras le daba pecho… pero ahora, después de 10 años, sin buscarlo, volví a quedar embarazada… no pensábamos tener más hijos, pero en un descuido, volví a quedar preñada… el problema es que, como ya me conozco, me volvieron a empezar mis calenturas, y ahora mucho más fuertes que antes, y me temo que no puedo controlarlas… cuando me confirmaron que estaba embarazada, ahí mismo empezaron mis antojitos muy peculiares… como en el primer embarazo, me antojaba a diario autosatisfacerme con mis manos o con lo que tuviera a mano, empecé con salchichas, zanahorias, desodorantes… llegue al punto que, cuando iba al supermercado de compras, no miraba los artículos por su precio o calidad, ahora los escogía por su forma fálica, por su tamaño y por el grado de satisfacción que pudieran darme… pero pronto eso ya no era suficiente, entonces empecé a meterme pepinos cada vez más grandes y luego que terminaba de masturbarme, se me antojaba dejarme adentro el pepino… entonces ahora andaba por toda la casa, todo el día, con un buen pepino dentro de mi raja… me daba mucho morbo caminar por la casa, junto a mi marido y delante de mi hijo, sin que sospechen que ando chorreando jugos, con un pepino bien metido entre las piernas… ya luego se me antojaba salir a la calle con el pepino adentro… luego me compre en la farmacia unos condones, con la excusa que eran para unas ecografías transvaginales que me iban a realizar… y entonces, metía una salchicha dentro del condón y luego me la metía toda por el culo, dejando la base del condón por fuera, para después poderlo sacar con facilidad, y ahora, me encantaba salir a la calle, a la tienda o simplemente al parque a caminar un rato, con el pepino bien metido entre la chocha y la salchicha entre el culo… se sentía delicioso al caminar o cada vez que me sentaba en algún parque público, siempre terminaba corriéndome mientras movía el culo suavemente contra la silla… me daba más morbo venirme mientras la gente caminaba a mi alrededor… cada día me sentía más puta.
A los 4 meses de embarazo, ya se me empezaba a notar la barriga y empecé a usar ropa de maternidad, vestidos que tienen el resorte, elástico o la pretina justo debajo de las tetas y con la cintura suelta, tenía varios que me llegaban arriba de la rodilla, pero como me iba creciendo la barriga, cada vez me quedaba más corticos por delante… y como las tetas me empezaron a crecer, parecía que se querían salir por entre el escote… me compré unos sujetadores o brasieres o sostenes de maternidad o lactancia que llaman, de esos que tienen una abertura frontal, la cual se puede tapar o destapar, lo que facilita la lactancia… entonces me ponía uno de esos bra, dejando destapada la parte de adelante, de esas forma, el sujetador me mantenía las tetas bien levantadas, pero sentía mis pezones expuestos, además que se me marcaban muy bien sobre la tela del vestido… me encantaba salir así a la calle, podía sentir la mirada de los señores sobre el movimiento de mis tetas al caminar, y en más de una ocasión, pude ver a mi pequeño hijo mirando disimuladamente mi pecho y mis pezones marcándose contra el vestido… debo aclarar, que cuando estaba mi maridito en casa, usaba el bra con la abertura tapada
Ya luego, se me antojó salir a la calle sin calzones… aunque ya no usaba el pepino, por temor a que se saliera en cualquier momento, por el hecho de andar en vestido y sin calzones, pero si seguí usando la salchicha dentro del preservativo bien metida entre el culo… así me sentía más puta y más pervertida, más caliente y mojada a toda hora y en todas partes… ahora salía a caminar todas las mañanas, solo para pasar frente a los talleres de mecánica del barrio, frente a las construcciones donde habían obreros o entraba a los negocios que eran atendidos por hombres viejos a preguntar cualquier cosa… nunca me dijeron nada vulgar como hubiera querido, pero sentía delicioso caminar frente a esos viejos con una salchicha entre el culo, sin calzones y con las tetas expuestas… estos antojos me estaban convirtiendo en una puta pervertida y lo peor de todo… o mejor ???… es que cada día quería más y más… muchas veces pensé en comprarme un anal plug, como los que había visto en internet, para usar en vez de la salchicha y así disfrutar mejor, pero el miedo a que mi marido lo encontrara por ahí y no tener explicación me lo impidió… pero a lo que no pude resistirme fue a un dildo de tamaño considerable, que encontré en una página de sex shop… era bastante largo, grueso y venoso, y lo mejor era que tenía una base que se puede adherir a cualquier superficie plana… no me aguante las ganas y terminé pidiéndolo a domicilio… afortunadamente, el paquete llego por correo bien envuelto, sin marcas, y llegó en horas de la mañana, cuando mi hijo estaba en la escuela y mi marido trabajando… aun no sabía dónde lo iba a esconder, para que nadie de la familia lo encuentre, pero las ganas pudieron más… ahora, pegaba ese juguetico al vidrio de la ducha y me divertía de lo lindo mientras me duchaba cada mañana, en la cocina lo pegaba en la puerta de la nevera y sentía delicioso como ocupaba todo el interior de mi panocha mientras preparaba el almuerzo o lavaba los trastes, siempre fantaseando e imaginando que me penetraba algún viejo pervertido, mientras yo hacía mis deberes…. Fantaseaba con tener una verga adentro todo el día, mientras trabajaba, mientras dormía, mientras me bañaba, mientras miraba la tele… una tarde en que mi hijo se encontraba en su cuarto haciendo las tareas del colegio, yo puse el bendito juguetico adherido a la base de una silla en el comedor… como estaba en vestido de maternidad y sin calzones, me fue fácil y rico sentarme en esa cosota y sentir como me entraba centímetro a centímetro hasta el fondo, hasta quedar bien ensartada, luego arreglé bien el vestido, para que no se viera nada y me puse a revisar unos papeles de una contabilidad.
Al poco rato mi hijo bajó a ver televisión a la sala, que se encuentra junto al comedor y no hay división que los separe, y eso me puso más cachonda
Santi – ma, puedo ver la tele ???
Yo – ya terminaste tu tarea???
Santi – si ma, ya termine todo
Yo – bueno amor, y de pasada me haces compañía
Cada vez me movía más descaradamente sobre mi nuevo juguetico mientras mi hijo estaba concentrado en la tele… yo lo veía sentado de perfil, es decir, que él podría verme con solo girar un poco su cabeza hacia donde yo me encontraba y eso me excitaba mucho… en un momento llegue a imaginar a mi hijo chupándome las tetas mientras yo cabalgaba ese juguete sobre la silla… esta calentura me estaba volviendo loca, ya me calentaba hasta con mi propio hijo… al poco rato llegó mi marido, abriendo la puerta principal y saludándonos
Gabriel – hola familia
Yo – hola mi vida, como estas ???
Mi hijo se paró a recibirlo y abrazarlo, mientras yo lógicamente me quede ahí ensartada, perdón, sentada sobre la silla
Yo – perdona que no me levante, pero esta barriga cada día pesa mas
Gabriel – tranquila amor, yo te entiendo
Sentí muy rico cuando me beso mientras yo sentía esa cosa dentro de mi… sin que el sospechara nada… no sospechaba que estaba casado con una puta enferma y pervertida… y eso me ponía a mil
Gabriel – estas trabajando ???
Yo – si amor, necesito terminar esto hoy mismo
Mi marido se sentó en la sala, acompañando a mi hijo a ver la tele… yo me seguía moviendo suavemente de adelante hacia atrás y de lado a lado, cada vez con más descaro, sin perder de vista a mi marido y a mi hijo, que seguían inocentes de todo… hubo un momento en que ellos estaban tan concentrados en el televisor, que yo me atreví a moverme, pero de arriba hacia abajo, sintiendo como me entraba y volvía a salir mi juguetico tan rico, que tuve uno de mis más deliciosos orgasmos de mi vida, ahí sentada y bien ensartada en la sala a escasos pasos de mi marido y de mi hijo, sin que sospecharan que yo me estaba corriendo a chorros frente a ellos, eso me dio mucho morbo y lo disfruté mucho.
Me tocó seguir ahí sentada con esa cosa bien adentro un buen rato, hasta que mi marido subió a cambiarse y le pedí a mi hijo que se fuera a bañar las manos para la cena… entonces me paré rápidamente, viendo como quedo empapado de mis fluidos el juguete y la silla… limpié la silla con unas servilletas y me fui para la cocina para esconder mi juguete… al fin y al cabo, ni mi marido ni mi hijo van mucho a la cocina y allí lo podría esconder bien
El problema es que ahora estoy antojada de una verga de verdad… pero no de la verga de mi marido ni de cualquier verga… estoy antojada de una verga bien madura… tengo antojos de que un viejo verde bien pervertido me manosee y me morbosee y me meta la verga bien rico… y cómo iba avanzando el tiempo y creciendo la barriga, así mismo iba creciendo mi calentura y mis antojos… entonces empecé a maquinar y buscar un viejo, ojala bien feo y morboso para mis propósitos… llegue a la conclusión que ese viejo era don Jacinto, un viejo que al parecer ya pasó los 60 años hace tiempo… el problema es que él es un viejo que vive en el barrio, no tiene amistad conmigo ni con mi familia o amigos y eso me conviene, pero él trabaja como sastre, el hace vestidos de paño para hombres… entonces empecé a maquinar como iba a hacer para abordarlo y seducirlo y esperando que le gusten las putas preñadas como yo… en la siguiente parte contaré como fue mi aventura con don Jacinto
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!