¡Mis padres se follaron a mi novia!

Una novia que solo quería disfrutar el momento….
Esto sucedió hace unos años, cuando todavía vivía con mis padres. Mi novia Fabiana se estaba quedando a dormir, y los dos nos despertamos en medio de la noche por ruidos extraños que provenían de la habitación de mis padres. Con el tiempo nos dimos cuenta de que no era más que sexo puro e intenso. Sonaban como algo que escucharías viendo porno.

El sonido de su cama estrellándose contra la pared que compartimos; los fuertes gemidos; mi madre por más, y más profundo…   Todo se escuchaba claro…

Fabiana y yo tuvimos reacciones totalmente opuestas a lo que escuchamos. Mientras yo estaba congelado y avergonzado, ella sonreía. En un momento dado, sugirió que nos escabulléramos para echar un vistazo.

—»¡¿Hablas en serio?!» —susurré—. «No pienso ver a mis padres teniendo sexo».

—Vamos, no seas tan mojigata —dijo ella, levantándose ya de la cama—. «Es solo una pequeña mirada. ¿No te has preguntado alguna vez cómo se ve tu mamá desnuda?

Antes de que pudiera responder, salió corriendo por la puerta sin siquiera molestarse en cambiarse. Rápidamente corrí detrás de ella y vi a Fabiana ya asomándose por la puerta del dormitorio principal. Siguiendo el ejemplo de mi novia, miré adentro a regañadientes.

—»Cariño, mira eso…» Mi novia me susurró como si estuviera en trance. «Es tan intenso… ¿Cómo es que nunca me follas así?»

No pude darle una respuesta. A decir verdad, me hice la misma pregunta.

Realmente fue una vista increíble. Papá tenía a mamá en la cama, follándola duro y rápido sin ni ninguna pizca de fatiga. Los dos deben haber estado tan cachondos que se olvidaron de que nos quedábamos en la habitación de al lado, o simplemente no les importó.

Eventualmente, cuando se dieron cuenta de que mirábamos desde el otro lado de la puerta, ninguno de ellos pareció sorprendido.

—»¡Hola niños!» Papá nos saludó con la mano desde su posición junto a la cama. Ni siquiera se molestó en detenerse. Espero que no los hayamos despertado.

Mi novia abrió la puerta y entró con una gran sonrisa en su rostro. «¡Oh, en absoluto! Estábamos admirando el espectáculo». Se sentó casualmente en las sábanas junto a mis padres teniendo sexo. «Tengo que decir que estoy realmente impresionada… No te molesta tener espectadores, ¿verdad?

—»¡Claro que no!» La voz de mamá sonaba apagada ya que su rostro estaba siendo empujado contra las sábanas. «Solemos hacer este tipo de cosas para nuestros amigos. ¡Ponte cómoda!»

Seguí a Fabiana al interior, pero me senté en una silla en el otro extremo de la habitación, frente a la cama. A pesar de que decían que estaba bien, se sentía raro ver a mis padres follando desde tan cerca. Incluso a esa distancia, podía ver claramente los detalles de sus rostros y el sudor que goteaba de su piel.

Mi novia, por otro lado, se sintió muy cómoda estando cerca de la acción. Fabiana poco a poco empezó a involucrarse. Al principio era bastante inocente. Empezó a masajear los hombros de papá. Entonces empezó a besar a mamá y a sentir su cuerpo. Después de eso, no pasó el tiempo suficiente para que papá tomara el asunto en sus propias manos.

—»Hijo, no te importa que la use, ¿verdad?» Papá me pedía permiso, pero empezó a desnudar a Fabiana antes de que yo tuviera la oportunidad de responder.

—»S-Solo por esta noche», dije mientras su verga se deslizaba dentro de ella, haciéndola gritar de placer.

Era el turno de mi novia de ser follada, y estaba decidida a disfrutar cada segundo. Era un lado de ella que nunca había visto. La forma en que su cuerpo se movía y las cosas repugnantes que salían de su boca hacían que pareciera que estaba poseída por la verga de mi papá.

—»Oh, cariño, lo siento mucho», me dijo sin una gota de arrepentimiento en su voz. «Tu papá se siente tan bien…»

—»Está bien, bebé…» —dije con una vergüenza insoportable—. «Yo… Sé que todavía me amas…»

Mamá se rió mientras besaba el cuello de mi novia. «¡No estés tan seguro! ¿Recuerdas a nuestros vecinos que se divorciaron hace poco? Bueno, digamos que el marido sonaba como tú.

—»Oh, ese era un marica», se rió papá mientras golpeaba el coño de mi novia. «¿Qué clase de hombre deja que otra persona se folle a su esposa? Uh, sin ofender, hijo.

Fui derrotado. Mirando a los 3 pasando el mejor momento de sus vidas sin mí, me pregunté si esta iba a ser mi vida a partir de ahora. No me quedaba más remedio que sujetar mi verga y comenzar a masturbarme. Después de todo, de algún modo tenía que disfrutar el momento.

La mañana siguiente fue increíblemente incómoda. Los tres se dieron cuenta de que no tenía sentido vestirse, así que yo era el único que llevaba pijama en el desayuno. Mientras comíamos, el trío pasó un buen rato recordando la última noche. Hablaban de sus poses favoritas, y se burlaban de mí…

Fabiana y yo no duramos mucho más después de eso, y ni siquiera era porque ella estaba constantemente en la cama con mis padres. En realidad ella tenía que mudarse a otra parte del país por trabajo, así que decidimos terminar.

En cuanto a mis padres, todavía es un poco incómodo estar cerca de ellos. Ya casi no usan ropa en la casa y tienen sexo en cualquier lugar, incluso si estoy presente. Me ha costado un poco acostumbrarme.

¿Y mi vida sexual? Bueno, todo el asunto me dejó muy inseguro, por lo que mis relaciones no duran mucho. Si realmente logro tener sexo, me pregunto si papá podría hacerlo mejor. Por suerte para mí (y para mis parejas), mamá no es celosa y mi padre está más que dispuesto a echar una mano.