Mis primeros cuernos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como muchos, nunca pense que llegaría a escribir un relato en una pagina de este tipo, siempre crei que eran solamente fantasías hasta que a mi me ocurrio.
Soy un hombre casado de 46 años de edad ahora, mi aún esposa tiene 32, digo aún porque pese a que me puso los cuernos todavía sigo con ella.
Hace 4 meses que empecé a sospechar que ella escondía algo, sobre todo cuando la veía hablar por telefono, la escuchaba y la muy puta no demostraba si era hombre o mujer el interlocutor, si le preguntaba decía que era una amiga, pero no, quien estaba del otro lado de la línea era nada más que su ex.
A diferencia de otros que escriben sus relatos ocultando los nombres de los autores, yo no lo hare, dire los nombres para que si ella algún día lo llega a ver se entere que la exhibi.
Mi nombre es Saul, ella se llama Adriana; mide 1.60m, pesa 62 kg, piel blanca, pelo largo un poco más de los hombros, piel blanca, nalgona, se depila por completo su conejito y aunque tiene unos pechos pequeños son bastante bonitos y muy ricos cuando uno los tiene en la boca.
Pues bien, a los hechos, todo sucedió en el mes de diciembre, aunque en ese entonces no sospechaba nada, sino hasta enero del presente año, cuando la escuchaba hablar por telefono y en su tono se le denotaba emocionada, como dirigiendose con mucho cariño con quien hablaba.
Para enero, un jueves por la noche tuve que quedarme a trabajar en la sala y tan pronto se entero, ella tomo el telefono y se fue a la habitación, pero entonces yo sospeche algo y lleve una grabadora activada para retirarme y que ella se confiara, entonces si, grabe todo y me entere de lo que pasaba, pero obviamente no escuchaba lo que su ex le decía.
Parte de la grabación decía así:
– Hola amor, como estas, no podia llamarte porque estaba en la sala con mi esposo.
– Si, te extraño, ¿en serio me harias todo eso que dices?
– Me acuerdo cuando lo hicimos por primera vez, sólo a ti te di mi culito, ni a mi esposo se lo he dado.
– ¿En serio vas a venir a visitarme?, tendría que buscar una excusa para salir de casa sin que mi esposo se entere.
– A mi me encantaría estar otra vez en us brazos y sentirte todo dentro de mi, que me la metas toda y me hagas gritar de placer, tu sabes que soy muy gritona cuando me excito.
– Bueno, entonces el viernes nos vemos, nos enviamos mensajes, al fin que todos los estoy borrando incluyendo las llamadas que nos hacemos.
Llegado el viernes, ella no tuvo necesidad de buscar un pretexto para salir, pues ese día yo sali de casa muy temprano para trabajar, así que con toda la confianza se fue a su cita, pero no supo que en su bolso deje activada la grabadora para tener evidencia de todo, así fue como me entere que si se acostó con el, la verdad es que no me lo esperaba, crei que solo sería una fantasia o que jugaba en las llamadas telefonicas con su ex dándole alas para que se emocionara.
Pero no, de ahi que luego escuchara la grabación en la que deduje primero se vieron en un restaurant o cafe y escuche lo siguiente:
– Hola chiquita como has estado.
– Bien, ultimamente no dejo de pensar en ti.
– Sabes que te tengo muchas ganas quiero estar contigo a solas, hacer el amor y metertela por todos lados.
– Ahhh de por si ya venia excitada imaginando, y con lo que me dices me mojo más.
– ¿En serio corazon, que te pusiste bajo el pantalón?
– Me puse una tanguita chiquiita de esas que siempre te gustaron.
– mmmmm me muero de ganas por quitartela con mi boca, ¿te parece si nos vamos a un lugar donde podamos estar solos?
– Sí, vamonos.
Despues escuche el abrir y cerrar de una puerta, sonidos de una pelicula porno y hasta que volvieron a hablar.
– Dejame ver esa tanguita cielo, aunque me gustaria más ver lo que esconde.
– Es tuyo papacito, lo que tu quieras, pero tu también dejame ver lo que escondes.
Al parecer ambos se desnudaron y de inmediato iniciaron los jadeos.
– Mamita pero que rica estas, mmmm quiero comertelo, pero quiero que tu me la mames primero, como tu sabes.
– ¿Todavía te acuerdas?, pues te la voy a mamar mejor aún, para ponertela bien dura y que me la metas toda, quiero sentirla en todos mis agujeritos.
– Si, te la voy a meter en tu rico bizcochito y tu culito no se me escapara, quiero sentirlo de nuevo apretando mi verga.
– Ahhhh papi estoy muy caliente, mira que mojada estoy, metemela no seas malo.
– Lo que tu pidas, te la metere toda ahora, pero ponte de perrito para ver tu culito al mismo tiempo.
– Si papi, dale, cogeme como una perra, soy tu puta.
– Toma puta, tragate mi verga, ahhhh que ricooo, voy a meterte un dedo en el culo.
– meteme lo que quieras pero no te detengas, ni mi esposo me coge así, mmmm, que rico me lo hacesss.
Así fue como me entere que era un cornudo, pero pese a ello y luego de las discusiones con mi esposa la perdone, y aunque ella jura que no ha vuelto a tener contacto con su ex yo tengo mis dudas, por eso es que me atrevi a escribir este relato, porque ahora me excito mucho imaginando que se la estan cogiendo en algun hotel y quien sabe, a la mejor ya no solo coge con su ex y hasta a sus amigos les da el culo y bizcocho.
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