No al mal trato femenino 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Casi todas las mañanas, cuando se iba el marido de Ahia, yo me iba a su casa, y aunque no hicieramos nada, estábamos en la cama abrazados.
Ahia se había dormido mas de una vez entre mis brazos.
«Toma cariño, te doy una llave de casa así entras sin golpear», me dijo.
Ella siempre me espera en la cama, desnuda y se hace la dormida.
Yo meto mis manos debajo de las sábanas, acariciando sus pies, subiendo mis manos por sus piernas y me meto en la cama, abrazando a esa mujer que todos los días está dispuesta a darme su cuerpo y su amor.
«Te gustan mis pies cariño?», me dice, acariciando mis piernas con sus pies, «me.
gustan tus pies, tus piernas, todo tú cuerpo mi vida», le digo pasando mis manos por su cuerpo y hablando con mi boca pegada a su oído.
Ahia ronronea y restrega sus nalgas contra mi pija.
«Quieres disfrutar del cuerpo de tú mujer?», me dice agarrando mis manos y se las lleva a sus tetas, «siempre disfruto de vos», le dije besando y mordiendo su nuca, notando como su cuerpo se estremece.
«Cariño, he estado pensando en lo que me dijiste el otro día», me dijo volteando su cuerpo y quedamos con las caras casi pegadas.
«Si yo me fuera contigo, cuando sería?», me dijo besando mis labios y pasando su rodilla por mi pija, «yo pongo mi casa en venta, y no bien la venda nos iríamos juntos», le dije besando sus tetas.
«Harías eso por mi?», me dijo con los ojos llenos de lágrimas, «Ahia, sabes que te quiero y quiero estar con vos», le dije besando su boca, metiendo mi lengua en su boca y subiendo sobre ella, «espera cariño, disfruta de lo que mas te gusta de tú mujer», me dijo, acomodandose en cuatro patas en la cama abriendo sus nalgas, «ahí tienes mi culo, el culo de tú mujer, disfrutalo, follalo todo lo que quieras», me dijo, abriendo y cerrando su ano.
Cuando lo abría me impresionaba su tamaño, «mi vida, que abierto tienes el ano», le dije apoyando mi pija.
contra su ojete y empezando a meterla en el culo Ahia, «haaaaaaaa, como no quieres que lo tenga grande, si me follas el culo todos los días», me dijo gimiendo y haciendo fuerza con su cuerpo para atrás, haciendo que mi pija desaparezca dentro suyo.
«Cariño, como me gusta sentir tú polla dentro de mi culo, con que suavidad lo follas», me decía gimiendo y moviendo sus nalgas contra mi pelvis.
Así estuvimos un buen rato, moviéndonos suavemente, casi sin sacar mi polla de dentro suyo, solo nos moviamos en círculos.
«Cariño, deja que me de la vuelta y me sigues follando el culo, pero chupando mis pies», me dijo, haciendo que la deje acomodar, Ahia pasaba sus pies por mi pecho, por mi cara, por mis labios.
Mientras le acomodaba la pija contra su ano, le empecé a lamer los dedos de los pies, empuje una vez, dos veces y ya la tenía toda dentro.
Yo sacaba y metía suavemente mi pija en su ano, y metía uno primero y luego el otro pie, chupando y lambiendo los dedos, Ahia con una mano se acariciaba la concha y con la otra sus tetas mientras yo no dejaba de cogerle el culo.
Ella movía su cuerpo para los costados, gemia, daba fuertes ayes de placer, «siempre me vas a tratar con tanta dulzura?», me dice Ahia con los ojos cerrados y con un gesto de enorme placer en su carita, «siempre mi amor», le dije metiendo toda mi pija en su culo, y bajando mi cabeza, nos besamos en la boca.
Los gemidos y los movimientos que hacía con su cuerpo eran cada vez mas fuertes.
«Cariño, cariño deja que disfrute un poco yo de ti», me dijo Ahia, haciendo que saque mi pija de su culo, me acostó boca arriba y besando mis labios, fue a chupar mi pija, sentía su lengua pasar por todo el tronco, sus besos, como la metía en su boca, llegando casi a su garganta, chupando fuerte, subiendo y bajando su cabeza, sacándola de su boca y pasando mi pija por sus tetas, volviendo a meterla en su boca, ahora el que gemia y movía el cuerpo de placer soy yo, «llena de leche la boca de tú mujer», me dijo chupando con fuerza, «mmmm, mmmmmm, mmmmmm», hace Ahia subiendo y bajando su cabeza, haciendo que mi pija entre y salga de su boca, «no aguanto más mi vida, te lleno la bocaaaaaa», le grite y me empecé a acabar.
en la boca de esa mujer que quiero que aparte de ser mi amante, vivamos juntos.
Sentía con que fuerza salían los chorros de leche en su boca, ella no dejaba de chupar y tragar, su lengua se movía dentro de su boca acariciando mi pija, hasta que quedé exhausto en la cama, Ahia limpió bien mi pija con su lengua y se acostó a mi lado, «eres el hombre que siempre soñé», me dijo y nos abrazamos.
Cuando me fui de su casa, puse la mía en venta, me quiero ir con ella lo antes posible, quiero esa mujer solo para mi.
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