NO CREIA QUE ME PUDIERA PASAR A MI
Cuando una milf se siente bien y vuelve a encontrarse con la pasión y el sexo.
NO CREÍA QUE ME PUDIERA PASAR A MÍ
Nunca me vi como una mujer que levantara pasiones, en el instituto y en la universidad pasé algo desapercibida, ahora tengo 49 años toda mi formación académica, se ha ido desvaneciendo, me casé con 25 años y me dedique a criar a nuestras dos hijas mellizas que hoy tienen 23 años, mi marido subió profesionalmente como la espuma, ahora es el doctor jefe de una clínica privada, paso el tiempo entre salidas con amigas, compras y organizar la vida cotidiana, me cuido y mi imagen no está mal, aunque si es cierto que me quedo muy por detrás de tantas chicas jóvenes con sus cuerpos perfecto y su bonitas caras.
Me atrevo a escribir lo que me ha sucedido hace muy pocos días, ya que me ha subido la libido y me ha sacado de esa hibernación permanente en la que me había acomodado, como ya os he dicho mi vida es algo aburrida, la casa perfecta, mis hijas de “Erasmus” fuera del país, mi marido en su clínica y llegando a casa casi solo para dormir si no está de viaje, me cansé de acompañarlo para dar paseos sola por ciudades que una vez que había visitado varias veces, dejaban de apasionarme, ahora he contactado con un grupo de chicas , vamos al gimnasio, sesiones de belleza de lo más esnobistas, paseos por el campo o incluso escapa a casa rural. Alguna vez merendamos o hacemos una cena donde siempre acabamos eligiendo el camarero más guapo o más sensual, las más atrevidas cuentan aventuras o experiencias con sus maridos o amigos en la cama, me mantiene bien, hablamos, reímos y nos evadimos de un mundo que casi todas tenemos parecido.
La pasada semana acudí a una boutique por la que paso todas las temporadas, compré varias cosas para el verano, dejé la compra para que le realizaran alguna compostura, tres días después pasé a recoger mi compra, estuve en la peluquería y viendo que llegaba un poco tarde, llamé por teléfono para decirles que estaba a unas pocas cuadras, que me esperaran, el chico que me atiende habitualmente me recibió con su sonrisa, me dijo que estaba todo preparado, me invito a que volviera a probar para dar el ok, me acompañó a una zona que tienen reservada para ropa de fiesta, yo no tenía demasiadas ganas de desvestirme, le dije que no venía preparada de zapatos, pero el insistió, me acompaño al probador, me facilito unas sandalias altas para que me viera mejor, ya dentro me di cuenta que el bra que llevaba se veía demasiado y hacia feo, me lo quité, me coloqué un vestido de gasa estampada, me marca la cintura, cuando me vi con él me dio una subida de ánimo, me vi muy bien el pelo y las piernas, se veían mejor formadas después del ejercicio, y con esas la sandalias hacia que me viera más alta y esbelta, me di cuenta que con el fresco del aire acondicionado mis pezones se habían endurecido y se marcaban, el no llevar sujetador me dejo indefensa ante la marca que producían en el vestido, el chico me agasajo diciendo lo bien que me veía, se colocó detrás de mí, casi me hablaba al oído, nos comunicábamos a través del espejo, y sentí una atracción hacia él, que creo compartíamos, di un paso hacia atrás y con esas sandalias altas me desequilibré, el me sujeto por la cintura, note sus manos como presionaban, y no hice por escapar, nuestras miradas se cruzaron a través del espejo, yo retire la mirada, algo sonrojada me volví al vestidor, ya dentro, me recupere, mi pulso se había acelerado, me sentía acalorada, le dije que era tarde, que tenía que cerrar la boutique, él me contestó que no había problema.
Dejé caer el vestido y me miré al espejo, aunque pocas veces me había visto tan bien medio desnuda, con aquellos tacones y en braguitas, me las subí por los lados para que me hicieran las piernas más largas, me giré y me miré el trasero, no me veía nada mal, por un momento pensé que se podía abrir la puerta del vestidor en cualquier momento, y entraría él, pero ahora lo escuchaba fuera haciendo algo propio de su trabajo, me pareció oír el sonido de los cierres de la boutique, me froté los pezones para que se bajaran, pero fue peor aún, ya que ahora me estaba excitando, me colocaba el siguiente vestido, este de tirantes y un escote algo generoso tanto por delante como por detrás, a propósito deje la cremallera de la espalda bajada, salí del vestidor y note que la parte de la entrada de la boutique se encontraba mas oscura, le pregunte que si estaba cerrando, él me dijo que no me preocupara, que sus compañeras se habían marchado y él no tenía prisa, insistió que me tomara el tiempo que necesitara, le pedí que me ayudara con la cremallera, se colocó detrás, y observe como miraba hacia el final de mi espalda, viendo mis braguitas, comenzó a subir lentamente mirándome , ahora si me deje caer hacia atrás, y él dio rienda suelta a lo que estábamos deseando, me cogió por la cintura y desde atrás comenzó a besar mi cuello al tiempo que yo simulaba zafarme de él, me decía lo magnifica que me encontraba, me atraía hacia sí, yo lleve mis manos hacia atrás y cociéndolo de las caderas le llevé hacia mí, notaba como estaba teniendo una erección y restregaba su entrepierna por mi trasero mientras me seguía besando el cuello y los hombros, me volví y nos besamos, su lengua entro en mi boca como un tsunami, me fue llevando hacia el vestidor y allí dejó caer mi vestido, me quedé desnuda, o casi desnuda.
Ahora estaba en sus brazos y no creo que me pudiera escapar, ni quería escaparme, me besaba el cuello y bajaba hasta mi pecho, chupaba y mordía mis pezones, yo eché la cabeza hacia atrás y lo dejé hacer, me estaba dando mucho placer, en ningún momento sentí pudor ni vergüenza, yo metía mis dedos entre su pelo, y atraía su cabeza hacia mí, me acabo empujando contra la pared del vestidor, se puso de rodillas y abrió mis piernas con decisión, separó mis bragas y al instante tenía su cara metida entre mis piernas, la situación me había desbordado, yo ya no era dueña de mí, me iba a provocar un orgasmo, lo levante y fui yo la que ahora se puso de rodillas y abriendo su cremallera metí mi mano y saqué aquel descomunal falo, que se había quedado bloqueado por la impronta de salir, salto como un resorte y al instante estaba dentro de mi boca, lamí y chupé, sentía la dureza de una verga joven y fuerte, cuanto tiempo y noches de fantasía sola en la cama había deseado algo así, las venas se le marcaban y yo las percibía con mis labios, comenzó el movimiento acompasado de sus caderas, entraba y salía, yo ponía cada vez más saliva en su polla, notaba como jadeaba mientras manoseaba mi pecho, pellizcaba mis pezones casi haciéndome daño, un daño que me excitaba aún más, al instante me levanto y con sus pies como si se tratara de un policía en un cacheo, abrió los míos, al instante entro en mi algo maravilloso, duro y cálido, de nuevo empezó en movimiento de sus caderas y no pude resistir más, comencé a tener un orgasmo que no se terminaba, se volvía a repetir y cuando estaba decayendo el derramo su néctar dentro de mí, me abrazó como fundiéndonos en una sola persona, y así estuvimos un tiempo que no sabría medir, sentía como movía su verga dentro de mí, después se apartó y su semen comenzó a caer por mis muslos, por un momento me dispuse a limpiarme, pero lo deje caer, hacía tiempo que no tenía esa sensación de vaciarme, de sentir mi vagina palpitar, de relajación, de no tener reparo, lo abracé y nos besamos, me hizo sentir muy bien, después recogí mi compra y me marche a casa, mientras me daba una ducha y esperaba a que llegara mi marido, en el espejo me vi un pequeño morado en el cuello, me sonreí a mí misma.
Pensé si volvería a hacerlo, ahora estaba confusa, tenía que poner mi cabeza en orden, para nada me sentía culpable , había disfrutado como hacía mucho tiempo, me había vuelto a sentir mujer y amante, aun así no sé si me tendría valor de volver, pero recordé que tenía que pasar a ver la colección de baño para verano, mi mano acaricio los pezones algo doloridos y después el clítoris, volví a tener un orgasmo tocándome y recordando una aventura que nunca creí que me pudiera pasar a mí.
Exquisito y de muy buen gusto, parece de novela de los años 40!
Felicidades… 😀
Gracias Darwin, eres muy amable, un beso ( por si te interesa, publico en sharesome con el mismo nombre)