No me pude aguantar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, escribo esto, como para descargar un poco mi conciencia.
Soy una mujer boliviana, divorciada, con una hija de 10 años, yo tengo 35 y me llamo Ana María, aunque todos me dicen Ani. Cuando me divorcie, quedé con mi hija, prácticamente en la calle, mi marido se fue a Bolivia dejándome sola con mi hija, cuando se lo conté a mi amiga Graciela, ella vive con si marido Gastón, los dos son argentinos, un matrimonio de 50 y algo cada uno, mi amiga se lo dijo a su marido y me acogieron en su casa a mí y a mi hija, el marido de mi amiga va todos los días al gimnasio antes de llegar a casa,, él trabaja de noche y mi amiga de día, es un hombre muy simpático y agradable de ver, yo busco trabajo, pero como esta la situación acá en España, no encuentro nada, y ellos corren con nuestros gastos también, así que por agradecimiento yo me hago cargo de todo lo de la casa.
Cuando Gastón llega del gimnasio, lo espero con el mate y nos ponemos a tomar, conversamos mucho con él, me hace reír mucho, es muy simpático, tiene unas salidas que son para descojonarce de risa, yo soy una mujer baja de estatura, con algunos kilos de mas, se que no soy atractiva, por eso él no me mira como mujer, sino como la amiga de su mujer. Un fin de semana, se fueron de escapada romántica, me dejaron a mí y a mi hija solas, bueno, limpiamos toda la casa, pasamos entretenidas, cuando ellos regresaron el domingo a la noche, salimos a tomar unas copas, y cuando regresamos a casa, nos habían comprado un pequeño detalle, a mi hija unas chanclas muy bonitas y a mi unas bragas muy sexys, cuando las veo nos reímos los tres, "y con quien las voy a lucir?", les dije riendo, "te las eligió este loco", dijo mi amiga, señalando a su marido, eran unas bragas pequeñas por delante y por detrás completamente transparentes, nos fuimos cada uno a sus habitaciones y nos dormimos.
Al otro día, Graciela, mi amiga se va a trabajar, y su marido al gimnasio, cuando regresa, como siempre lo esperé con el mate y nos ponemos a hablar, "te probaste las bragas?", me dijo, sonriendo, "hay no pues, Gaston", le dije, un poco avergonzada. "o sea que no voy a ver como te quedan?", me dijo riendo, "hay, que cosas tienes loco", le dije, notando que los colores me subían a la cara, bueno, terminamos de tomar mate y de eso no se habló mas, pasaron los días y yo seguía pensando en lo que él me había dicho, no sabía si me lo había dicho en broma o en serio, lo que si notaba, es que ese hombre cada vez me gustaba mas, sentía envidia de mi amiga de tener un marido así, hasta que un día, cuando el regresa del gimnasio, yo estaba con una bata de dormir, cosa que yo jamás estuve así en la casa, ya que siempre estaba de chándal, nos pusimos a tomar mate, "sabes que me probé las bragas que me trajeron", le dije, dándole un mate, "así, y como te quedó?", me dijo, tomando el mate, yo me puse de pie, me levanté la bata y deje que me viera como me quedaba la braga, "que bien te queda, date la vuelta, déjame verte el culo", me dijo, mirándome, yo entre avergonzada y excitada
Me di la vuelta, dejando que me vea el culo, ya que la parte de atrás es completamente transparente, "que hermoso culo que tenés", me dijo, pasando sus manos por mis nalgas sobre la prenda intima, eso me hizo dar como un escalofrío, Gastón me agarra de la cintura y me atrae mas hacia él, apretando mis nalgas, metiendo la braga entre mis nalgas, pasando su manos por delante mio y pasando sus dedos por mi concha, que se estaba mojando, yo suspiraba de placer al sentir las caricias del marido de mi amiga, cuando siento como empieza a meter un dedo por el costado de la braga y lo pasa por los labios de mi concha, ahí se me escapo un gemido de placer, abriendo un poco mis piernas, el se puso de pie y me quitó la bata, dejándome solo en bragas, acariciando mis tetas, que las tengo bastante caídas, me mordía la nuca, me la besaba, me acariciaba mi panza, siempre yo dándole la espalda y con mi braga metida entre mis nalgas, "te gusta Ani?", me decía, acariciando todo mi cuerpo, "me encanta, sigue cariño, sigue", le decía dejando que recorra todo mi cuerpo con sus manos
Yo pase mis manos para atrás buscando la verga de ese hombre, que estaba muy dura, la empecé a tocar por sobre la ropa, que grande que es, que gruesa, me parecía una hermosa verga, él se despega de mi, y saca su verga, dejando que la agarre y la acaricie mientras el seguía besando mi nuca, y acariciando todo mi cuerpo, me da la vuelta, dejando de frente a él, y me besa la boca, metiendo su lengua dentro, yo temblaba entre sus brazos, siento que hace presión hacia abajo sobre mis hombros y entendiendo lo que quería, me fui arrodillando frente a él, y le empecé a chupara esa hermosa verga que tiene, se la chupaba muy suave, la lamía, disfrutaba de esa tremenda verga en mi boca, Gastón me agarro de la cabeza y la empezó a hacer entrar y salir de mi boca, yo pensé que se quería acabar y se la seguí chupando, dispuesta a tragar la leche de ese hombre, en un momento dado, me saca su verga de la boca
Me saca la braga, dejándome completamente desnuda para él, se sienta en el sillón, me atrae hacia él, y yo me fui acomodando sobre sus piernas, agarrando su verga y llevándola a la entrada de mi concha, que estaba toda mojada, me fui sentando en su verga, sintiendo como entraba, como me estaba llenando la concha con esa hermosa verga, hasta que quedé sentada sobre sus piernas con las mías bien abiertas y su verga completamente dentro de mi concha, yo suspiraba y movía mis caderas disfrutando de tan deliciosa verga y él me chupaba las tetas, haciendo que gima de placer, que disfrute como loca de su verga, "hay Gastón, como me haces disfrutar", le decía yo sin dejar de moverme, "Ani, la quieres por el culo?", me dijo, mordiendo mis pezones, yo hacía mucho tiempo que no lo hacía por atrás, pero ese hombre me gustaba mucho, me estaba cogiendo de una forma como jamás nadie me había cogido, sabía que me iba a doler, pero no me importaba, en ese momento él era mi hombre y yo su mujer, "métela en mi culo si quieres cariño" , le dije besando sus labios
Sentía sus manos jugar con mis nalgas, pasar su dedo por mi ano, eso me tenía loca de calentura, él me hace bajar de su verga, que le de la espalda, me hace abrir mis nalgas y pasa saliva por mi ano con sus dedos, metiendo uno dentro, moviendo su dedo, haciendo que gima muy fuerte con su caricia, yo un poco agachada, dejaba que Gastón me vea el ojete, que lo acaricie, que pase toda la saliva que quiera, me va bajando, y siento que acomoda la cabeza de su verga contra mi ano, y me hace sentar despacio, "haaaaaa", se me escapo cuando esa enorme cabeza empezó a abrir mi ojete, sentía como me entraba, como me abría el culo de nuevo, después de tanto tiempo sin que entre nada por ahí, me dolía, me dolía mucho el ojete, pero el placer de sentir como esa verga se iba metiendo en mi culo era superior al dolor, hasta que quedé sentada en su falda, sentía su verga dentro de mi culo hasta lo mas hondo, sentía mi ojete abierto, latir, sentía como me estaba cogiendo el culo ahora, sentía mi concha latir de caliente, cada vez mas mojada, yo seguía con mis nalgas abiertas, moviendo mi culo despacio, en círculos, dejando que Gastón me agrande bien el ojete
Siento sus manos pasar por mi barriga, por mi concha, por mis tetas, siento como me pasa sus manos por debajo de mis nalgas, haciendo que las suelte, me dice que me acaricie mi concha, mientras él empieza a levantarme y bajarme de su pija, haciendo que entre y salga de mi ojete, yo gemí, me empecé a acariciar mi concha y dejaba que Gastón me coja el culo todo lo que él quisiera, sentía su verga entrar y salir de mi culo, sentía el placer de estar siendo cogida después de tanto tiempo, me había acabado un par de veces, mis dedos salían empapados de mi concha de tan mojada que estaba, sus movimientos eran mas fuertes, su verga entraba y salía de mi culo mas fuerte, tenía mi ojete tan dilatado que no me dolía nada, solo sentía placer sintiendo su verga entrar y salir, los besos, las mordidas que me daba en el cuello me hacían estremecer de goce
Sentía como su verga se hinchaba en mi culo, sentía como esa hermosa verga estaba a punto de darme lo mas hermoso de un hombre, toda su leche, sus movimientos eran mas y mas fuertes y rápidos, hasta que me sienta bien en su verga, haciendo fuerza hacia abajo, acabando, llenando mi culo de su leche, yo casi grito de placer, me abría las nalgas, hacia fuerza con mi culo hacia abajo también, como para meter su verga tan adentro que su leche me salga por la boca, yo gemía, me pegaba contra él, movía mi culo en círculos, sintiendo los chorros de leche llenar mis intestinos, llenar mi culo con su leche caliente, me sentí acabar de nuevo, estaba en el cielo, hacía tanto que no disfrutaba tanto cogiendo con un hombre como estaba disfrutando con el marido de mi amiga, que hasta lagrimas de felicidad me caían por las mejillas
Así nos quedamos un rato, yo sentada sobre él y su verga hasta el fondo de mi culo, "que bien me cogiste mi amor", le dije besando sus labios, "que pasa, Graciela no te da el culo?", le seguía diciendo sin sacar su verga, "si, me lo da, pero dice que le duele mucho, que casi no la aguanta", me dijo, acariciando mis tetas, "ahora tienes el mio, yo si te la aguanto mi amor, todo lo que tu mujer no se deje hacer, acá estoy yo para que lo hagas conmigo, si a ella no le gusta tragar tu leche, seguro que a mi me va a encantar, todo, pero todo lo que Graciela o se deje hacer, hazlo conmigo", le decía besando sus labios. Así fue como me fui enamorando del marido de mi amiga y poco a poco, nos fuimos haciendo amantes.
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