No me siento infiel, o no quiero sentirme infiel?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Negrita_sexy.
Más que mi relato es mi caso. La infidelidad que hasta hace poco tiempo me caia su significado como una tremenda culpabilidad y falta de todo respeto hacia la persona amada, hoy pienso que el tener placer de forma unilateral en la pareja, manteniendo todo lo demás, incluso el amor, no debe tratarse como una infidelidad.
Yo entiendo que la infidelidad sería el tener un amante en toda la extensión de la palabra. Tener sentimientos especiales hacia otro que no es tu esposo, sentir que a su lado eres feliz y desear que eso se prolongue de manera indefinida.
Aunque esto sea más de otro tema, mi esposo, me insistió mucho para convencerme hacer trios HMH. Yo soy dominicana de 26 años y mi esposo es español de 55 años, vivimos en REp Dominicana. Aduciendo el que él no podía darme en la faceta sexual todo lo que seguramente yo podría necesitar para sentirme realizada, me propuso lo de los trios, lo que yo no acepté inmediatamente. Sin embargo poco a poco me fue convenciendo, incluso preparó dos encuentros al principio de manera que parecieran casuales. No hicimos el amor, pero comenzamos con charlas, algun beso inocente y alguna caricia prudente. Asi poco a poco me fue gustando el tema.
Por otro lado, sirvió de terapia a mi esposo ya que cuando tuvimos algún encuentro, él se excitaba, incluso cuando hablábamos de ello, de cómo había sido la cosa, de que yo había sentido o como sería el próximo encuentro, mi esposo tenía erecciones más fuertes y también mucho más frecuentes. Me extrañó también su comportamiento en la práctica pues más que hacer lo que se entiende por un trío, lo que realmente a mi esposo le gustaba era presenciar como lo hacíamos el y yo, por lo que llegué a la conclusión de que era lo que le gustaba, lo que verdaderamente le excitaba era verme en brazos de otro hombre, como me acariciaba, como me besaba, como jugábamos y como me penetraba. Su participación era se podría decir como animador y si, eso lo hacía como un profesional, no obstante confieso abierta y rotundamente que a mi me llegó a encantar estos encuentros, aunque también es cierto que por muy liberal que te sientas y por mucho que pierdas la vergüenza, nunca el comportamiento teniendo a tu esposo delante puede ser igual que si estás a solas con tu hombre.
Todo podría haber ido bien, pero parece que, aunque parezca extraño, mi esposo me ama mucho y empezó a sentir celos, él nunca lo manifestó pero yo me daba cuenta. De tal manera que poco a poco también fue cambiando la forma de seleccionar a los posibles candidatos. Yo, que se supone era a mi a quien tenían que gustar para sentirme placentera con ellos, pasé a segundo plano y paulatinamente fue mi esposo quien también quiso dominar esto. Cuando él veía que alguien podía gustarme mucho, sencillamente lo rechazaba aduciendo cualquier justificación, con lo cual la que empezó a desencantarse fui yo y me rebelé contra estas arbitrarias decisiones, finalmente hablamos y como no legamos a ningún acuerdo decidimos dejarlo.
Pero con todo esto él mismo me hizo sentir la falta de un sexo especial, pues especial es el encontrarse solo para recibir y dar placer, sin ningún otro interés, sin ningún sentimiento amoroso y sin ningún compromiso. Cuando sólo y únicamente interviene el deseo y la atracción física mutua, el sexo se convierte en algo maravilloso.
Empecé a repasar todas las justificaciones que mi esposo me había hecho considerar cuando quería convencerme para hacer los tríos. Que el sexo es necesario; que se puede separar el sexo del amor; que sentir placer no puede ser malo; que el mismo se sentiría muy feliz de ver como yo gozaba ……..Si tú gozas mucho con un hombre pero me amas a mi –me decía frecuentemente- nunca podré sentirme mal, y un larguisimo etcétera.
Como su respuesta sexual había bajado notablemente desde que dejamos de hacer los trios, yo me sentí cada vez con mas ganas de probar por mi lado, a escondidas de él. En la universidad tenía un profesor que hacía dos años se me venía insinuando. Esto es normal acá en mi país. No era él solo quien se me había insinuado o hecho propuestas, pero si me refiero a este es porque este me gustaba mucho como hombre. Un día me sentí atrevida y fui a plantearle algunas dudas que tenía, sin escandalizar lo hice de forma un tanto coqueta y provocadora, prudentemente pero que él notara que sentía agrado por él …… comenzó a explicarme sobre mis dudas y yo a felicitarle la visión a través del escote, ladeándome o inclinándole para que tuviera una buena panorámica, -en estos momento me rio porque mi esposo me sugiero hacer esto con algunos de los chicos con los que nos entrevistábamos antes de decidir ir a algún sitio intimo- dos o tres veces me puso la mano sobre mi brazo de forma acariciadora y yo no rehusé, finalmente me comentó que para explicarme bien tendríamos que tomarnos un tiempito largo fuera del aula, pues no era fácil ahí.
Al día siguiente que habíamos quedado él me recogería con su carro me preguntó a donde podíamos ir. Yo le dije que no había pensado en ningún lugar pues creía que él dispondría de alguno donde tuviera costumbre ir para estos casos. El rió y dijo que si, que tenia uno pero que tal vez a mi no me gustaría y me asustaría. Después de un intercambio cordial de preguntas y respuestas con doble sentido, me dijo claramente que él era casado y yo también y que además él era mi profesor en la universidad, así que no podiamos ir a sitio donde alguien nos pudiera ver. Para decirme esto me puso por vez primera una mano en el muslo y mientras esperaba mi respuesta me lo acarició, yo le dije que estaba de acuerdo.
Fue un maravilloso encuentro, donde por vez primera desde hacia mucho tiempo, muchos años, volvía a sentir esa especial sensación de sentirme liberada totalmente para hacer todo lo que fuera necesario para proporcional placer a ese hombre y obtener de él también el máximo. Sencillamente fue maravilloso y me sentí muy realizada. Desde entonces hemos tenido un encuentro más, solo uno más a pesar de la insistencia que el tiene porque nos veamos más seguido. Aparte de mi relajación sexual también debo confesar que ha habido un beneficio extra que tampoco viene mal y es que mis calificaciones en su asignatura han subido notablemente a pesar de que no eran malas, parece que en los exámenes particulares he sabido estar a la altura.
De todos los hombres que vimos para lo de los trios, hubo uno que siempre me quedó en la mente y mi esposo nunca quiso que lo volvieramos a ver para hacer el amor. Era al principio, que yo no admitía el hacer el amor, pero si a pequeños acercamientos. Con este fuimos a la discoteca y ante los demás yo era un poco como la pareja de él y no de mi esposo. Por iniciativa de mi esposo pues el nos pidió que nos besáramos, que bailáramos, etc. incluso nos dejó en la mesa como una media hora solos para que habláramos. A mi me gustó mucho y además era muy atractivo, también que yo tengo cierta debilidad por los penes grandes, esto es desde siempre, y él lo tenia grande, pues cuando terminamos en la discoteca y yo no acepté el ir a ningun hotel, le llevamos a el cerca de su casa y mi esposo nos pidio que nos sentaramos los dos en la parte de atrás y nos dedicaramos caricias, yo le toque por encima del pantalón su pene y desde luego que era grande.
He citado esto de este hombre pues después de ya haberme acostado con mi profesor tomó más cuerpo la idea de volver a verle, me apetecía mucho y me hice la coincidente con él en el msn, tuve paciencia para que partiera de su lado el proponerme vernos, aunque “sólo era para hablar” pues intencionadamente le dije que habíamos tenido problemas mi esposo y yo con eso de los tríos y ya no lo hacíamos. Quedamos en una cafetería y después de un rato nos confesamos mutuamente lo mucho que nos habíamos gustado y lo bien que lo pasamos aquella noche. No tardamos mucho en estar sentados en la salita de su apartamento bebiendo un traguito y cada rato un besito, una caricia, algo de ropa fuera, hasta quedar los dos desnudos en la cama. Sinceramente no fue tan bueno como esperaba, pero la pase muy bien. Cuerpo precioso, pene rico y apetecible yo le gustaba muchísimo y los dos estábamos súper excitados, pero no era bueno rapando. Yo soy una chica que me vengo con mucha facilidad y bastante pronto, pero él era aún mas precoz que yo, suerte que la boca la manejaba mucho mejor que el pene.
Después volví a ver a mi profesor, hasta ahora una vez más, es decir, nos hemos visto y acostado dos veces.
Ahora tengo muchos deseos de hacerlo de nuevo, pero no quiero tener amante, pues aunque parezca mentira amo mucho, muchísimo a mi esposo y el verme con uno seguido y tenerlo como amante si me parece una autentica infidelidad.
Estoy contactando con hombres a través de algunas paginas y chats y creo que no voy a tardar mucho en repetir con alguno que realmente me guste y tenga seguridad que es bueno para la cama.
Yo soy muy ardiente y fogosa de siempre, quizás ahora algo más, pero no quiero dar la idea de que mi deseo es hacer esto de forma seguida y muy frecuentemente, yo creo que me sentiria relajada y equilibrada haciendolo con alguien como una vez al mes.
Esto que yo hago y deseo seguir haciendo es infidelidad?
No me siento infiel haciendo lo que a jucio de mi esposo es normal. No me siento infiel por que le amo mucho y cuando estoy con alguien solo me divierto, sin que intervenga ninguna otra sensibilidad que no sea sexual y/o erótica.
Estoy siendo sincera conmigo misma o sólo trato de justificarme para llevar una segunda vida sexual placentera que me equilibre.
Agradezco mucho las opiniones sinceras.
Besos a todos y a todas
CONCLUSIÓN: AMO A MIS ESPOSO POR ENCIMA DE CUALQUIER COSA. PERO AMO EL SEXO COMO PLACER, COMO LOS MAS MARAVILLOSO QUE LA NATURALEZA Y LA VIDA NOS OFRECE DE FORMA NATURAL Y GRATUITA,
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!