oportunidad unica
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola voy a compartirles lo que me sucedió hace dos semanas. Yo me llamo Inés, estoy casada hace 19 años, tengo un hijo de 17 y mi profesión como Odontóloga me consume las mañanas en mi consultorio, es un buen trabajo, lo disfruto y me va bastante bien, mi esposo es ejecutivo de una multinacional y hace tres meses lo enviaron al exterior a adelantar un curso de especialización en finanzas y aún se demora un mes más.
Hace dos semanas estaba tomando un café con una colega que tiene el consultorio en el mismo centro donde tengo el mío, hablábamos de diferentes cosas y de pronto me comento que tenía una invitación ese fin de semana a un congreso de odontología, pero que estaba dudosa de asistir por no dejar solo a su hijo, el chico tiene más o menos la misma edad de mi hijo. Se me ocurrió decirle que lo dejara en mi casa, así tendría compañía. Me dijo que era una buena idea y que me agradecía mucho el ofrecimiento, que lo conversaría con su hijo. De esto no volvimos hablar y llegado el viernes en la tarde mi hijo me dijo que unos amigos lo habían invitado a una fiesta en su casa de campo y se quedarían el fin de semana, le dije que bueno. A eso de las 5 de la tarde pasaron y lo recogieron y me quede sola en casa. Estaba viendo televisión cuando sonó el timbre, me levante a atender la puerta y allí estaba mi amiga con su hijo y la maleta, cruzamos dos palabras porque estaba retrasada camino al aeropuerto y el chico entro. Le indique cuál sería su habitación para que se instalara, lo deje allí y le dije que estaría en la planta baja preparándole algo de comer pues ya eran la 7 de la noche y supuse que no habría cenado.
Luego de instalarse, el bajo y me pregunto por mi hijo, le respondí que unos amigos lo habían invitado esa mañana a la finca y se había ido hacía pocos minutos antes, y que si hubiera caído en cuenta le habría dicho que lo invitaran a él también, pero ya no había nada que hacer.
Después de comer lo invite a ver televisión, pero me dijo que haría un trabajo y luego subía. Él se quedó en el comedor con su computadora y yo subí a mi habitación, después de una hora baje para ver que se le ofrecía y cuando me acerque él estaba concentrado en su aparato y cuando me vio se sorprendió. Él no cayó en cuenta que a su espalda había un gran espejo, de manera que sin ningún esfuerzo vi que no estaba estudiando sino entretenido con una película porno, observé las escenas de un hombre y una mujer teniendo sexo y el tratando de controlarse me dijo que ya pronto terminaría y subiría. Como hacia tanto tiempo que no veía estas películas desde cuando estaba recién casada con mi esposo, la situación me sacudió y me fui a mi habitación algo excitada.
Se me ocurrió ponerme el pijama y por estar viendo la televisión no tuve presente que no estaba sola y no cerré la puerta de la habitación. Empecé desprevenidamente a quitarme la ropa para ponerme la pijama doblando cada prenda poniéndola sobre la cama. Ya estaba solo con ropa interior cuando de reojo note que Jorge, el chico de mi amiga, me observaba desde la puerta de la habitación y yo tratando de mantener la calma me apresure a ponerme el pijama y luego entre al baño a desmaquillarme. Al salir Jorge estaba sentado en mi cama y me miro de arriba abajo notando la transparencia de mi baby doll. Me metí bajo las cobijas y hablando tonterías se me ocurrió comentar que tenía un dolor en el cuello y la espalda, quizás por el trabajo que había tenido esa semana.
Jorge acucioso se levantó y poniéndose al lado de la cama me dijo… acuéstate boca abajo y veras, sé hacer unos masajes que te aliviaran de inmediato y yo como una tonta le obedecí. Él comenzó sus masajes en el cuello y la verdad me alivió bastante. Luego bajo un poco por mi espalda, pero mi pijama no le permitía obrar como lo había hecho en mi cuello. Me dijo deja que suba un poco tu camisón y te podré masajear mejor. Y así continuó, pero en la medida que me pasaba el dolor sentía que sus masajes me excitaban. En ese instante pensé, yo sola con este chico que poco conozco, me acorde lo que él estaba viendo en su computadora, luego como me había observado prácticamente desnuda hacia unos momentos. Todo esto me estremeció y sentí humedad en medio de mis piernas.
El chico continuaba con sus masajes y yo estaba disfrutando tanto que no me preocupaba del camino que estaban tomando sus dedos al bajar hasta mi busto y esto me iba excitando sobre manera. Tenía los ojos cerrados y estaba gozando tanto que me di vuelta quedando boca arriba y el chico sin más continúo sus masajes, pero esta vez subía sin ningún impedimento hasta mis senos y me los masajeaba deliciosamente. Yo estaba como en las nubes sin caer en cuenta de lo que estaba provocando, pero seguramente tres meses de abstinencia, con mi marido lejos de casa, la película del chico y mis deseos acumulados estaban saliendo a flote.
Como Jorge vio que le abría la puerta no dudo en agacharse y comenzar a besar y luego chupar mis senos y yo ha excitarme sobre manera. Mientras me deleitaba con su boca en mis senos, él deslizo su mano bajo el pantalón de mi pijama e inicio un recorrido por en medio de mis muslos y luego comenzó a acariciar mi vagina. El debió notar que estaba empapada y eso le facilito que introdujera al menos dos dedos y empezara a rozar mi clítoris. Yo estaba al borde del éxtasis cuando él se detuvo y llevó mi mano a su bragueta, haciendo que le corriera el cierre y entrara bajo su pantalón. Su polla erguida como no podía ser menos, empecé a acaríciasela suavemente.
Esto lo hizo reaccionar y se subió sobre mí y comenzó a besarme en la boca y yo le correspondí sin medida. Yo estaba fuera de control y todo podía pasar. Las caricias y los besos nos fueron llevando al límite. Él me quito mi pijama y luego hizo lo propio con su ropa. Finalmente estábamos desnudos entregados el uno al otro. Se deslizo por mi vientre y llego al vértice de mis piernas y comenzó a pasear su lengua por todo lo largo de mi vagina, me arrancaba corrientázos por todo mi cuerpo y cuando me tenía bajo su control me acerco su polla a la cara para que le hiciera lo mismo que él me había hecho minutos antes. Esto nunca lo hice con mi esposo, pero Jorge me había llevado hasta límites insospechados. Cuando él lo quiso me acostó nuevamente y se subió sobre mí y pronto sentí su polla deslizándose a lo largo de mi vagina y cuando menos pensé la empezó a meter y yo sentí algo increíble, algo que no voy a olvidar fácilmente. Su polla se habría camino y sentía cada centímetro que me taladraba lentamente hasta que nuestros pubis se pegaron.
Empezamos un beso profundo y lento y el comenzó a sacar y meter su polla dentro de mi cuerpo y como empecé a sentir los inicios de un orgasmo me abandone sin llegar a imaginar lo que este chico lograría conmigo. Yo gemía de placer, mi cuerpo era todo goce y finalmente llegue al clímax y cuando lo hice, le pedí que parara, pero él siguió y siguió, y creí que me iba a partir en dos, de pronto exploto dentro de mí, resoplando como una bárbaro. Nos quedamos inmóviles y en ese instante comencé a tomar conciencia de lo que había permitido. Jorge continuaba sobre mí y sentía que su polla se iba retrayendo. No sabía qué hacer. Ya no había lugar a dar marcha atrás.
Deje que el tiempo pasara y de pronto Jorge se levantó un poco y dándome un beso en los labios me dijo… son los momentos más maravillosos que haya vivido durante mi existencia. Yo también lo disfrute no lo puedo negar. Pero no debió pasar… Pero pasó… dijo él y que maravilla, repitió.
Este será nuestro secreto me dijo y se dejó deslizar a mi lado, boca arriba. Me levante al baño y esperaba que cuando regresara él se hubiera ido a su habitación, pero no, estaba allí esperándome. Apenas me acosté se acercó a mi oído y me dijo tienes un cuerpo precioso.
Yo no sabía qué hacer, lo único que estaba segura era que estaríamos solos. Nos quedamos dormidos y a la mañana siguiente cuando desperté note que Jorge no estaba. Pero a los pocos minutos entro con una bandeja en la que traía un jugo de naranja y una flor roja, que había cortado en el jardín.
No me quedo más alternativa que sonreír y dar las gracias. Después de desayunar entre a bañarme y cuando estaba lista a meterme bajo el agua apareció desnudo Jorge diciendo… te voy a ayudar a bañar y sin oponerme entramos. Allí me dio y le di, toda clase de caricias y besos por todo nuestro cuerpo. Por primera vez disfrute de sexo anal, él me fue llevando con suavidad y sin darme cuenta pronto su polla estaba dentro de mi culito, que hasta ese día fue virgen. Este chico en pocas horas había logrado lo que ni mi esposo, ni mis novios, lograron tiempo atrás.
Al llegar el domingo lo lleve al medio día a su casa y le pedí que fuera muy discreto en sus cometarios, me dijo… yo soy un caballero y no me acuerdo de nada. Salvo que hacer el amor contigo fue absolutamente maravilloso, no que va, súper-extraordinario.
En la semana siguiente Jorge me llamo para saber cómo estaba y tuve la tentación de pedirle que no viéramos, pero no podía hacerlo, debo cuidar mi matrimonio y nadie se va a enterar de lo que pasó. Espero les haya gustado.
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