PERMISO PARA SER INFIEL (CON FOTOS)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
CON PERMISO PARA SER INFIEL”
Soy una mujer casada, apenas hace 3 años, trabajo en una oficina como secretaria, a mis 30 años me conservo delgada, tengo una estatura normal, mi cintura es pequeña, tengo mis nalgas grandes y paraditas, pero mi orgullo son mis piernas, aunque no me gustan las faldas, prefiero los pantalones ajustados, mi marido es muy petulante, y siempre me molesta, por ello es que decidí aceptar su permiso, le cuento.
Nos quedamos en la Oficina mas tarde de lo normal, debido a las cargas de trabajo, eran pasadas de las 6:00, mi esposo me espero como siempre en la oficina de al lado aguardando a que me desocupara, después de cerrar su escritorio, se levanto de su silla, y se asomo mi lugar, lo vi de reojo, estaba yo parada junto al archivero, me había puesto el vestido blanco ajustado que tanto le gusta y que uso sin ropa interior.
Se me notaban mucho los pezones, y con la luz se traslucían mis nalgas que tanto le gustan a los hombres, oí pasos en la escalera y voltee a la puerta, vi entrar a aquel vendedor de zapatos en abonos.
Un viejo de mas de 50 años, panzón, regordete, y tan bajo de estatura que parece un enano, mal vestido y siempre sudando, en verdad era feo el tipo, además de muy libidinoso con las mujeres, Daniel mi esposo siempre me estaba molestando con el, al grado de que me dio su permiso "para acostarme con el" sabiendo de antemano que nunca me acostaría con otro y mucho menos con ese tipo.
Vi que el viejo me miro con mucho deseo, en ese momento mire a Daniel me sonreia burlándose de mí, recordé sus palabras y decidí tomar "mi permiso".
Le sonreí coqueta al viejo, camino hasta mi escritorio, se me acercó y me preguntó que porque estaba ahí todavía, le respondí que tuve trabajo de mas pero ya había terminado, me le quede viendo directamente al bulto que se le notaba bajo el pantalón y le dije que si me mostraba su mercancía me quedaría un momento mas, mirándome con descaro los pezones me pregunto "esta sola en la oficina, Elenita"
Yo le conteste “mi marido me esta esperando, pero le voy a decir que luego lo alcanzo”
Esto pareció enloquecer al viejo, saque mi celular y le escribí un mensaje a Daniel.
Mi amor.
Si gustas, no me esperes o quédate a observar…no se te olvide que tu me diste Permiso”
La verdad todavía estaba cachonda, todo el día había tenido antojo de sexo, y aunque el viejo no era atractivo, ya me había puesto muy nerviosa el bulto que se le notaba en medio de las piernas.
Daniel contesto mi mensaje “Elena amor, me causas mucha risa, me quedare a observar,”
Se metió tras la fila de archiveros, ocultándose para observar.
Yo me volví de espaldas y caminé hasta mi escritorio moviéndome con sensualidad, me senté para provocar al viejo, la verdad esta dispuesta a darle una lección a mi marido, me dije solo cachondeo un rato, e inmediatamente me voy.
Como era viernes por la tarde la oficina estaba casi sola, salvo la gente de intendencia,
El vendedor me dijo, traigo unos zapatos que son su numero, se los muestro, sacó unas zapatillas rojas de tacon, se arrodilló y me levantó una pierna para probármelas…y levante de mas mi pierna dejando que mirara mi concha, sorprendido me miro con vulgaridad y me empezó a acariciar la pierna, yo acepte el manoseo, empecé a sentir como mi vagina se comenzaba a mojar por el deseo, mientras Daniel miraba atónito, no concebía como un viejo como ese, estuviera disfrutando a su adorada mujercita.
El viejo se levantó y me empezó a besar en la boca, devorándose mis labios, metiéndome su lengua hasta mi garganta, este beso tan vulgar, me éxcito mucho
Me empezó a apretar mis pechos, metiendo su mano bajo mi vestido para acariciar mi sexo, mordía mi cuello, chapándomelo, dejando marcas , pellizcaba mis pezones, estaba frenético de deseo.
Me ordeno que me acostara en el escritorio, sin poder negarme obedecí, me sacó el vestido hasta dejarme desnuda, solo con las zapatillas rojas, se sacó su verga, muy gorda y babosita, se empezó a masturbar.
Me empecé a acariciar los pechos y el clítoris mojando mis dedos con mis líquidos vaginales, estaba completamente empapada, chupaba mis dedos y miraba como Daniel estaba mitad enojado y mitad excitado.
El Viejo se jalaba la verga con fuerza, le dije “Quiere ver mi Culo”
Quiere ver como me lo abrió mi marido en la mañana cuando me cogió.
Me separé del escritorio y empecé a caminar desnuda por el pasillo, movía mis nalgas grandes y paradas, me di la vuelta y me subí a otro escritorio, con mis manos me abri las nalgas para que me viera mi ano aun dilatado.
Le grite que quería que me lamiera el culo, se acercó y me introdujo su legua en mi ano, me dijo “eres mucho culo para un solo hombre” ya se había dado cuenta de que Daniel observaba, vas a ser mi puta.
Que nalgotas, perra cachonda, que culo tan sabroso, te quieres comer esta verga.
Báilame mas y dime que te dicen en la calle cuando te pones esos pantalones apretados puta…Yo respondí “Todos quieren mi culo, pero el único que tiene permiso de mi marido eres tu cabron, esta panocha esta esperando tu verga”
Esto lo calentó mucho, me arrodillé, se acercó y sentí como la punta de su verga, empezó a deslizarse por entre mis nalgas, hasta llegar a mi ano abriéndomelo de golpe con una sensación de dolor y de placer, me empezó a dar muy fuerte por el culo, me empecé a excitar mucho.
El viejo me dio la vuelta, me tomó por las piernas y metiéndome su lengua en la vagina me empezó a devorar, yo gritaba de placer, me mordía los labios y me restregaba su barba a medio crecer en el clítoris, yo sentía la gloria, me sentía como una verdadera puta, se levantó y me clavó su verga en la boca, yo empecé a chupar fuerte, a cada embestida metía mas adentro su miembro, hasta que casi llego a mi garganta.
Se arrodilló entre mis muslos, me levantó mis piernas poniéndoselas en los hombros y me clavó hasta el fondo su verga de un solo golpe, empecé a gemir como loca, mi vagina empezó a latir por la tremenda cojida, no alcance a darme cuanta, pero de pronto frente a nosotros, mirándonos, estaban los dos tipos de intendencia, también vean a Daniel.
Al viejo no le importo, me pellizcó con fuerza los pezones, sacando completamente su verga de mi hoyo de placer, para después tomar vuelo y encajármela con toda su fuerza hasta el fondo, yo ya no podía mas, me estaba viniendo riquísimo, me empecé a mover como loca, sentí como mi rostro se tensó, respiraba con dificultad, y sentía los latidos de mi corazón al máximo, grité, grité con fueza, al tiempo que me venía.
El viejo sin dejarme descansar dijo, mira socio como voy a bañar con mi leche a tu mujercita y tendida aun en el escritorio con mi vagina aun latiendo, me jaló del cabello restregándome su verga babosa en mi cara y en mi cabello, de pronto sentí chorros de semen en mi cara, en mis senos, ese liquido caliente resbalando por mi cuello, mientras me lo untaba en mis pezones.
Me ordenó que me volteará, “Voltéate y muéstrame tu culo, te voy a dejar un recuerdo para tu marido, y seguidamente orino mis nalgas, las abrió para que su orín entrara dentro de mi culo.
Se levantó y se vistió, dejándome tirada desnuda en el escritorio, tomó mi cara entre sus toscas manos y metió su lengua en mi boca y me dijo “de ahora en adelante eres mi Puta, no lo olvides” se alejó, no sin antes decirle a mi marido “Que rica vieja tenemos”.
Los de limpieza me ayudaron a levantar, mas que eso, me manoseaban toda, querían también un trozo de mi, Daniel salió y se detuvieron, no sin antes amenazarnos con contarles todo a nuestros jefes, si no cooperaba yo, Daniel aceptó, solo que seria en nuestra casa para no arriesgarnos mas.
Pero bueno eso se los contaré en nuestra próxima cita….
Esto es completamente real, lo avalan las fotos….
Besos.
No encontré las fotos