POR BORRACHO MI MARIDO SE LO PIERDE
Ya en una oportunidad estuve a punto de serle infiel pero al final me arrepentí, pero en la última fiesta que hicimos en casa con motivo de mi cumpleaños, ese día estaba súper caliente y con ganas de sexo.
Tengo 38 años soy alta, delgada, piel blanca, buenos pechos pero pequeños y nalgas bonitas, mi esposo tiene 46 años hace ya veinte años que nos casamos y últimamente cuando vamos a una fiesta mi esposo toma demasiado licor y a veces se duerme profundamente, y eso me da pena con sus amistades, y en algunas oportunidades no falta un amigo que me haga propuestas indecorosas, hasta me han dicho tranquila que al fin y al cabo el ni se va a dar cuenta, y la verdad es que por más que platico con el no cambia,
Ya en una oportunidad estuve a punto de serle infiel pero al final me arrepentí, pero en la última fiesta que hicimos en casa con motivo de mi cumpleaños, ese día estaba súper caliente y con ganas de sexo, pero mi marido cuando está tomado aparte de dormirse tampoco se le para su pene, ese día invitamos muchos amigos y vecinos, pero como siempre mi esposo a media noche se emborracho y se durmió, luego a la madrugada toda la gente se empezó a retirar de la fiesta, yo me sentí frustrada por no tener un final feliz con mi esposo.
Al final solo estaba mi vecino, un hombre soltero de unos 30 años con quienes hemos congeniado porque es muy simpático, el me invito a bailar una canción de música suave y el pego su cuerpo al mio y yo se lo permití, pues en medio de todo yo quería y no quería hasta que dije que si, a los pocos minutos sentí su mano fuerte en mi cadera casi rosando mis nalgas, yo quise bailar un poco retirada pero él me apego a su cuerpo y no tuve la decisión para retirarme y le seguí el ritmo mientras él me sonreía y yo me sonrojaba, al poco rato sentí su pene creciendo rosando mi pelvis, no sé por qué pero sentía muy a gusto con su roce, su mirada me agradaba, y hasta el olor de su cuerpo me atraía, cuando termino la canción él se sentó y yo le serví otro trago mientras le miraba su bulto bajo el pantalón, y le dije ahora vuelvo, y entre a mi habitación y el tonto de mi marido roncaba a más no poder, entre a mi baño y pude notar mi panty mojado por la calentura que me había provocado el vecino y me quité mi panty y también me quite mi brasier y así salí sin solo con el vestido rojo que traía y debajo las medias de liguero que se pegaban a mis muslos.
Tenía toda la intención de sentir el cuerpo de mi vecino pegado al mio y cuando regrese a la sala mi vecino me invito a nuevamente a bailar pegando nuestros cuerpos, pero ahora fue diferente por qué no hice ningún esfuerzo por separarlo, y él se dio cuenta, me miraba y me sonreía, y al terminar la canción me miro a los ojos y me beso, como no hice reparos terminamos besándonos por varios minutos.
Después de esto él se tomo confianza y comenzó a acariciar todo mi cuerpo y debió evidenciar que yo no tenía nada bajo mi vestido.
Me recostó contra la pared y su pierna la acomodo en medio de la mías y esa fricción alboroto mi libido y de allí en adelante el fue el dueño de la situación.
Me dijo que desde hacia semanas cada vez que nos encontrábamos en el edificio siempre albergaba la esperanza que alguna vez pasara algo maravilloso entre los dos.
Pero en medio de sus palabras que para mi eran melodiosas sus manos empezaron a acariciar mis senos, y siendo este es mi punto débil mi excitación subió como espuma, mientras tanto el no paraba de mover su pierna entre las mías y la delgada tela de mi vestido me hacía sentir como si estuviera desnuda ante aquel hombre.
Yo estaba entregada y sin pensarlo dos veces baje mis manos y fui directo al cierre del pantalón de el y metiendo la mano busque lo que ya estaba deseando, encontrándome con una polla de muy buen tamaño que con algún esfuerzo pude sacar de su escondite.
Era larga pero lo que más me impacto fue su grosor.
Comencé a masajeársela y la sentía con una dureza total.
El por su parte empezó a recoger la falda de mi vestido y pronto mi sexo estaba desnudo y de frente a la polla de mi vecino.
El la acerco y yo sentí como un hierro caliente a la entrada de mi concha y gracias a mi abundante lubricación su polla se resbalaba en medio de mis piernas y yo moría en medio del deseo de sentir su penetración.
El logro llevarme con sus caricias y besos al límite y como yo no aguante mas, tome su polla, separe mis piernas y adelante mi pelvis para facilitar que él me penetrara.
Cuando lo hizo, por el tamaño de su polla, sentí cada centímetro que se abría paso en mi concha como un fierro caliente y llego tan dentro de mí como nunca lo hizo mi esposo.
Sentí que había tocado fondo y lentamente nos empezamos a mover y su polla hacia prodigios en mi sexo, mi excitación subía a todo vapor, me sentía en la gloria siendo penetrada una y otra vez y con cada penetración sentía le deseo que fuera más profundo por eso lo invite a cambiar de lugar y posición.
Me acosta en el tapete y abrí mis piernas invitándolo a que me follara.
Desde el suelo su majestuosa polla la vi aun de mayor tamaño, pero yo la deseaba dentro y ya.
El se arrodillo, se bajo el pantalón y reclinándose sobre mi fue dejando centímetro a centímetro de su polla en mi interior.
Esta vez sentí algo de dolor porque la penetración fue mas profunda, pero ese dolor se fue cambiando por placer y excitación y al final el me empujaba con fuerza su polla como yo se lo pedía y después de varios minutos de acción sentí que alcanza el orgasmo y cuando yo suspire por el gusto de haberlo alcanzado el me dijo, me voy venir no hay problema? Le dije, No, no hay ningún problema hazlo lo más profundo que puedas que lo estoy disfrutando.
Y así fue que todo su semen inundo mi sexo y quedamos pegados varios minutos, recuperando la respiración.
Cuando fue el momento nos separamos y al levantarme comencé a sentir como escurría por mi muslo la descarga que había dejado el vecino en mi interior.
Me fui al baño y seque mis partes intimas y cuando regrese mi vecino se había vestido y diciéndome que creía prudente irse, se despidió.
Le dije que estaba bien y que había sido una velada maravillosa.
Me dijo que para el también había sido espectacular, al tiempo que me prometió buscarme para que habláramos en los próximos días.
Han pasado dos semanas y no lo he visto de seguro estará viajando y en el fondo espero su regreso para volver a follar ya que mi marido no lo hace.
Super. Me encantaría una fiesta así . Pero hacerme el borracho y que algún vesino se comiera a mi esposa.