PRIMER FANTASIA DE MI ESPOSA.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una vez le propuse salir de la rutina y nos fuimos a coger a un hotel de paso, mientras yo me duchaba, mi mujer encendió la televisión y en ese momento estaba una película xxx,
Cuando salí del baño, estaban una escena en donde un negro con una tremenda verga, se estaba cogiendo a una güera bien sabrosa. Observe que eso le daba en el ánimo de mi mujer, note que con su mano se estaba sobando su rica cosita. Me senté a un lado de ella, preguntándole ¿te gusta?, ¿te gusta como la tiene ese negro?, a lo que ella me contestó con cierta vergüenza, ¡Sí! ……un tanto excitado, le volví a preguntar ¿te gustaría estar ahí?, ¿te gusta su verga toda negra?, ella se me quedo mirando toda apenada, y con una mirada de lujuria, me contesto firmemente, ¿si me gustaría mucho? Al oír eso, se me paro la verga automáticamente, el solo saber que le gustaba eso, me excito muchísimo y sin más me la empecé a acariciar, y le pedi que se sentara sobre mi, sobre mi vrga, accedió sin perder de vista la película inicio unos ricos y suaves movimientos,

Mientras me la estaba cogiendo, note que ella entre gemidos de placer, no perdía detalle de lo que pasaba en la televisión, eso me excito más le pedí que siguiera on sus movimientos le diara más y más, hasta que terminamos los dos, ella tuvo un largo y prolongado orgasmo Yo no sé, si fue por el efecto de la cogida o por lo que estaba viendo, como veía que seguían cogiendo el negro y la güera, le seguí preguntando ¿Que harías con esa vergota negra? Ella me contesto con una mirada lujuriosa, no te enojas si te digo, le dije, que no, me dijo, la mamaria desde la punta hasta las bolas, después la montaría y la cabalgaría como una loca, me reí nervioso, le dije ¿a poco te gustaría?, si mucho, me contesto, pero yo sé que tu no me dejarías. Al escuchar esas palabras me volví a excitar y le empecé a meter los dedos en su conchita húmeda, mojada por mi leche, pero también por sus jugos vaginales, ella de verdad estaba empapada, yo, a todo esto, estaba cada vez más excitado, por lo que, empujaba más fuerte mis dedos dentro de su vagina, mientras le repetía, imagínate que te está cogiendo el negro, ella sin dejar de gemir, ni de ver la película, repetía ¡Que grande la tiene!, ¡cómo me gustaría estar con el!, que dura la tiene. Ho ho ho mientras se chorreaba en mi mano al ver que el negro se venía abundantemente en la cara de la vieja que se estaba cogiendo, le dije muy quedito, mira qué cantidad de leche te gustaría tenerla en tu cara, Ella instintivamente se pasó la lengua por sus labios, como imaginado que el pinche negro, se los había soltado a ella. Yo le seguía metiendo los dedos, cada vez más rapido, mientras ella se chorreaba abundantemente con sus jugos, por la tremenda excitación que le estaba dando. Después le pregunte muy quedito, ¿te gustaría que otro hombre te cogiera? Ella a punto de tener un sabroso orgasmo, gemía diciendo, ¡si me gustaría que me cogiera otro hombre!, dijo entre gemidos, pero que sea un negro, que me coja bien rico!, esa fue las últimas palabras que dijo, antes de venirse profusamente en mi mano, quedo tendida de espaldas con las piernas abiertas, y estremeciéndose de placer, me trepe encima de ella y le metí toda mi verga, le di rápido varias embestidas y no logre controlarme estaba demasiado caliente me vine como un loco.

Después de que se repuso, ya calmado, le pregunte ¿Te gustó?, ella me contesto que mucho entornando los ojos, supongo que se refería a la fantasía que había tenido con el negro de la película,Después de eso nos bañamos y nos fuimos a casa.

Durante una semana estuve pensando en la fantasía que me había dicho y que yo provoque que me dijera. Durante esa semana también mi mujer estuvo muy pensativa, por lo que decidí hablar con ella. Después de comer le pregunte que le pasaba y me respondió, Mi amor estuve pensando lo que te dije en ese hotel y estoy sumamente apenada , sin dejar que continuara le dije que no se preocupara y que me respondiera honestamente, ¿ya que esa fantasía, me excito demasiado y creo que a ti también verdad?, le dije, que me contestara con la verdad, le dije, que yo no me iba a enojar, ella me dijo que ¡sí!, yo me quede mirándola, le pregunte ¡deberás! ¡Deberás, estarías dispuesta a hacerlo!, ella me contestó muy convincente, SI, ¡Eso si tú lo quieres y me das permiso!

La bese apasionadamente como respuesta de que tenia mi consentimiento, le comente que eso deberíamos planearlo muy bien y decidirlo entre ambos para no tener complicaciones, a lo que estuvo de acuerdo, volvimos a tratar el tema del negro, yo le dije, ¡está bien!, pero lo vas hacer como yo lo diga para esto a esa persona no la vas a conocer, hasta el día en que hagamos realidad tu fantasía. La conocerás poco antes de que lo hagamos, y será una persona ajena a nuestra vida, discreta y de buen ver, te presentaras como mi esposa, y si me excito participare en un trio, tu debes obedecer todo lo que yo te diga, y como te quiera poner. Después de escuchar lo que yo le proponía, ella acepto con algo de gusto, después durante las dos siguientes semanas, me dedique a buscar un negro, en todos los anuncios de escort que encontré en mi camino. Por fin lo encontré, cuando lo contacte, le dije, que quería, que le hiciera un trabajo muy especial a una persona que quería mucho.

Nos quedamos de ver en el x lugar, nos saludamos, de entrada vi que tenía buena pinta, era alto y esbelto, Nos sentamos y pasamos a nuestro asunto, le dije ¡Quiero hacerle un regalo "muy especial" a mi esposa!, Él me pregunto, ¿quieres que me la coja?, ¡sí le respondí!, le dije, que era una fantasía de mi mujer y quería darle ese gusto. El me pregunto en donde sería el encuentro? le dije que en un hotel. Me pregunto si quería que le hiciera algo especial a ella, le dije le diera sexo oral y después se la cogiera como ella quisiera, pero que debía usar condón, que seria decisión de mi mujer mamarle la verga

Así que decidí que se haría el encuentro, en la fecha en que cumplía años mi güera, ese seria su regalo.
Bien llego la fecha salimos de la casa como a 9 de la tarde, mi mujer se notaba muy nerviosa, le pregunte si estaba convencida, respondiéndome que SI!! Sin dudarlo, solo estaba emocionada y un poco nerviosa que la comprendiera, nos dirigimos al hotel y nos encontramos en el lobby, después de presentarnos, nos dirigimos a la habitación mi mujer subió antes, pidiéndonos que esperáramos un poco en el lobby con el fin de arreglarse, después de esperar media hora, recibí un mensaje de ella, en donde me decía que subiéramos. Subimos a la habitación y me la encontré cachondamente vestida, llevaba puestas baby Doll color rojo sin brasier apreciándosele sus hermosos senos, unas zapatillas de color negro con tacones altos y una tanga de color blanco que dejaban libres sus nalgas, nos quedamos viendo los tres, sin saber qué hacer, el negro, me dijo, que me saliera, yo le dije que no, que yo me quería quedar, porque asi era nuestra fantasía yo tenía que verla coger, entonces le indico a mi mujer que se subiera a la cama y que se colocara en cuatro patas, ella me miró fijamente para ver que decía, yo le dije adelante, con una seña.

Mientras ella se acomodaba como le dijo, el negro se colocó atrás de mi mujer, dándole dos cachetadas en las nalgas, a continuación la empezó a lamer el culito, muy lentamente de arriba hacia abajo, después se lo chupo, mientras lo hacía, mi mujer arquea la espalda, le pidió que le metiera un dedo, el negro sin dudarlo se lo introdujo al tiempo que ya con su baca abarcaba su rajita y su culito, mi mujer tenia el rostro descompuesto lleno de lujuria de deseo, gemía y gemia apretando los puños, sin poder evitarlo se vino bien rico, un lao de sus jugos se derramaron en el piso y parte del colchón, con voz entre cortada y sin fuerzas le pidió que la penetrara, el negro apunto su enorme verga en la rajita de mi mujer y esta al sentir la gruesa verga negra que la penetraba, se empezó a quejar, pidiéndole se la metiera despacito para que no la lastimara, con paciencia y poco a poco se fue abriendo espacio tremendo vergon en la rajita de mi mujer hasta llegar a tope, vi os ojos de mi mujer casi a punto de salirse, le pregunte se estaba bien, solo acento con su cabeza si!!!, después el negro la empezó a bombear bien rico y a cada metida de la verga del negro, mi mujer lanzaba una serie de gemidos que me ponían bien cachondo, así estuvo un largo rato, nada más se oía el golpe seco de los huevos del negro cuando pegaban en sus nalgas, cuando se la metía toda. Después el negro, se tendió de espaldas en la cama con la verga bien parada, al tiempo que mi mujer se acomodó la verga del negro con las manos en la entrada de su vagina, dándose un rico sentón se la trago toda, mientras veía como se la tragaba, me empecé a sobar la verga, tratando de contener la eyaculación.

Para ese entonces Mi mujer tenia un buen rato cabalgando al negro, tal como lo había deseado, después, el negro la volteo, se acomodó sobre ella y la empezó a bombear, al principio con rapidez, sacándolo un sin fin de gemidos y gritos de placer, hasta que la hizo venirse profusamente entre grititos y quejidos de placer. Ella tuvo un largo orgasmo, al tiempo que el negro, todavía la estaba bombeando muy lentamente, en deliciosas estocadas profundas, la puso en cuatro patas y se la dejo ir todita haciendo gritar de gusto a mi vieja., mientras el negro se estaba viniendo dentro de mi mujer, que si no hubiera tenido condón la hubiera embarazado de tanta leche que echo.

Después de terminar el negro se del cuarto, quedándonos en la cama mi mujer y yo, ella bien dormida por la tremenda cogida que le dio el negro, yo al verla desnuda y mojadita le monte para acabar dentro de ella, que sin aliento me susurro le echara mi leche dentro, sin demora y por lo caliente que estaba en un dos por tres acabe derramándome dentro de la panochita de mi mujer….a veces comentamos sobre el negro, y solo nos quedo el recuerdo del negro para mi tere y para mí, solo como eso, un recuerdo de una noche de placer que yo le regale a mi Guera con otro hombre. La verdad el negro ese desquito cada peso que le pague por cogerse a mi vieja.