Recuperando el tiempo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de mucho tiempo por fin logramos coincidir, la semana pasada hablamos y acordamos buscar un espacio de tiempo para poder volver a estar juntos. Por ganas no faltaba, pero me sentía un poco mal de salud, él me dijo que me cuidara y que esperaría, así que llego el día, estaba que me quemaban las ganas, había cogido rico con mi esposo, sin embargo, me faltaba más verga, por la mañana, me arregle cuidadosamente, de hecho depile un poco mi vagina y corte el pelo para que luciera bien y bonita.
Al estarme bañando sentía una excitación muy especial al sólo pensar que en un rato iba a estar cogiendo con Art, me vestí un tanto sexy, quería estrenar una tanga negra que me acababa de comprar, sabía que con esto lo volvería loco. Tenía que apurarme ya que debía pagar en el banco, así que me apuré y salí pronto de casa. Rumbo al banco le llame y acordamos que pasaría a las 10 hrs. por mí en la escuela, tardo un poco y yo estaba un tanto nerviosa, creo que mi excitación se incrementa con la ansiedad, al verlo llegar sentí un tremendo alivio. Subí rápido su auto, nos besamos con mucha pasión, él sin perder tiempo puso una mano en mi entrepierna y señalo que la sensación seguía siendo deliciosa, sin pensarlo acercó su boca y tomó uno de mis senos lo sacó del sostén y chupeteó muy rico el pezón, me preguntó a dónde quería ir, sin pensarlo le dije que a algún lugar más tranquilo.
Arrancó el auto rumbo al sur sobre insurgentes, durante el trayecto metía su mano debajo de mi vestido, rosaba mi panocha con sus dedos, sobaba mis pechos, yo acariciaba su verga por encima del pantalón, en cada alto de semáforo, nos besábamos de los más rico, tomaba mi rostro y yo me entregaba completa a sus labios. No sabes cuanta falta me hacían tus besos –me dijo-, lo mismo me pasa a mí, pero en verdad me es difícil salir o bien llegar más tarde por las noches, pero verás que buscaré poder estar más tiempo contigo. Llegamos a un hotel, sin que yo pudiera ver en dónde estábamos, entramos y él pago y pidió unos refrescos y un jugo para mí.
Ya estando solos en la habitación, me miró muy serio y me preguntó, si es que le había extrañado en algún momento, -le dije- claro ¿tú crees que lo que pasó no me afectó?, pero también me permitió darme cuenta del cuidado que debemos tener, pero qué bueno que estamos nuevamente juntos, me abrazo y beso con furia, parecía que me quería comer, poco a poco fue quitando mi vestido, al quedar sólo en tanga y sostén, me miró y dijo, eres una mujer encantadora, sabes te ves como una diosa con esa desnudes, espero que esto dure un más que la vez pasada.
Me desabrochó el sostén y poco a poco me quitó la tanga, le ayude un poco levantando las piernas y me recostó boca arriba en la cama, se incoó, levantó mis piernas y mi vagina quedo expuesta y lista para ser devorada, se puso a mirar detenidamente y me dijo, es maravilloso pensar que este pequeño hoyito se vaya a comer esta verga que está que revienta. Pasó una y otra vez su lengua por mi vagina, deteniéndose por momentos en el clítoris, en ocasiones metía su lengua en mi vagina y hundía muy rico su lengua y la dejaba por momentos en mi interior, yo contraía mis músculos internos y le daba pequeñas mordidas, así estuvimos por un buen rato, yo reventaba de la excitación, le pedí que parara, se despego más por mi suplica que por gusto, se levantó y rápido se quitó la ropa, en menos de lo que les cuento, ya estaba ecueradito, él había subido de peso, se le veía más llenito, como es un hombresote, no podía creer que su cuerpo en poco tiempo estuviera encima de mí, al quitar su calzón salió su tremenda verga, mira como me tienes –dijo- y se acercó a mí, me beso dulcemente y puso su verga cerca de mi boca y sin remedio la comencé a saborear, despacio la metía y sacaba de mi boca, en realidad sólo entraba su cabeza roja e hinchada, el liquido lubricante con sabor a sal escurría por mis labios, él mencionaba que no podría estar mucho tiempo sin poder volver a tenerme enculadita. Se levantó y se acomodó para penetrarme de frente pero me dolió la pierna, así que le pedí me dejara móntame yo, se acostó boca arriba y me acomode, tome su verga que parecía que iba a reventar, la puse en la entrada y recargue mi cuerpo poco a poco me fui comiendo su rico chile, él permanecía quieto, una vez adentro casi toda, él me tomó de la cintura y me hizo subir y bajar un tanto rápido que delicia sentía en mi entre pierna, la presión de su verga aumentaba la sensación de sentirme completa, llena y por demás complacida. Tomo mis chiches y las apretujaba con cierta fuerza, pero sin lastimarme, yo me recargaba en su cuerpo y él hundía cada vez más fuerte su verga, eres una gran putita me dijo, al mencionar esto último sentí como se inflamaba su vergón y mi vagina recibía una gran dosis de leche, apretaba con fuerza mi vagina y él gemía, me abrace a él y nos besamos cayendo rendidos los dos por un momento.
Mire el reloj y vi que eran las 11:15, pensé en todavía tener tiempo para otro revolcón, él se paro y se fue al baño, vi que su verga aun estando en reposo era demasiado grande, se acerco a mí y me dijo, te amo muñequita, incado sobre la cama acarició mis pechos y mi raja, yo me di vuelta y quede boca abajo, él recorría mis nalguitas. Qué lindo culito tienes chiquita, es tan bonito como tú completa,
Se agacho y me beso toda la espalda, sus dedos se dedicaron a acariciar mi anito, me abrió las nalgas y metió su lengua en mi hoyito, que rica sensación, levante un poco el culo, necesitaba sentir su verga adentro, él acomodo su verga en la entrada de la vagina y poco a poco me la dejo ir, yo estaba que me moría, me tenía ensartada, me tomaba de la cintura y me jalaba de tal forma que toda su verga se encontraba en mi interior, me solté y comencé a mover el culo de tal forma que él se estremecía, me tomó nuevamente por las caderas y sus vergasos se hicieron fuertes y profundos sentí como estaba a punto de llegar, mis piernas temblaban pero yo quería llegar, él no dejo de bomber y vas, mi comencé a mover como posesa, no dejaba de mover mis músculos internos, esto hizo que Art comenzara a jadear y en poco tiempo mi panocha se encontraba completamente inundada de el semen de mi macho, nos quedamos pegados y quietos por un momento.
Él se separó de mí, no sin antes acariciarme el culo y las tetas, me quede un momento acostada, pero ya tenía que levantarme, aun recostado Art me acerque y le bese me jaló y quede sobre su cuerpo, en ese momento fui consciente de la diferencia en el tamaño, me sentía un mujer pequeña y frágil, sin embargo realmente pude con él. Nos volvimos a besar, no sin antes prometernos ver nuevamente y pronto, me bañe y salimos pronto hacía mi trabajo, ya que iba un poco retrasada, adolorida pero completa, al llegar, es decir antes de llegar nos besamos volvió a acariciar mis muslos, mis pechos y yo su verga, que aun con la batalla estaba nuevamente en posición, tiene que ser pronto –dijo él -, yo conteste –muy pronto-.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!