Rompe Juramentos.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Mamencita.
Soy una chica que se rige por unas normas y la que voy a tratar hoy es que me dije a mi misma siempre que nunca mantendría relaciones sexuales con alguien que tiene pareja o que está casadx (la x es por no definir un género) todo sucedió tiempo atrás y volveré para contar todo desde el principio.

Es un viernes por la noche, por lo tanto me había arreglado para salir a pasarlo bien como normalmente hago, me arreglo bastante, me hago la raya del ojo con cuidado y cautela, quiero que quede perfecta mi mirada te va a hipnotizar, mis labios tienen un color llamativo porque yo lo escogí para que te fijes en él, mi pelo va suelto, me gusta que mi melena vaya libre para que veas como se crea una estela, mi vestido corto que está ceñido a cada centímetro de mi piel sirve para que no apartes la mirada, es negro porque me encantan los vestidos negros con un escote pronunciado, no soy una chica que le gusta pasar inadvertida, me gusta que se fijen en mí, soy coqueta como me han dicho.

Ya con todo preparado, mi amiga me llevaba en su coche, paramos a repostar, ella entró a pagar así que me quedé sola en el coche cantando la canción que sonaba en la radio de la gasolinera, cuando de repente un chico con una moto bastante grande (no entiendo de motos pero creo que era Suzuki) se pone a la par del coche y dice

-Vaya, menudo concierto estás dando eh-

Yo sólo me limito a sonreírle.

-Vaya sonrisa más bonita tienes, bueno como toda tu cara- dijo mientras se quitaba su casco oscuro.

Se quitó el casco y era un hombre en una edad mediana entre los 25-33.
Con el pelo corto, castaño y bien peinado, ojos verdes, la piel era blanca pero no pálida, no era muy alto 1’73m ya que no me sacaba mucho, los labios finos, con un cuerpo en forma pero sin estar musculoso a tope.

Se presentó.

-Hola, me llamo Raúl, encantado.
–

Le respondí –Yo soy Mamen-.

Rompió el hielo hablando de la canción que estaba escuchando y como era bastante guapo le seguí el rollo, mientras yo me iba de fiesta, él se iba para su casa, mi amiga tardó unos 5 minutos en salir tiempo suficiente para que me diera su número de teléfono para que me pusiera en contacto con él sólo si me apetecía claro.

Ese día continué, No le conté nada a mi amiga que para cuando salió, Raúl se había ido, continué con normalidad, salí, bailé, lo pasé bien, pero tenía a Raúl en mi cabeza, pensaba en él y en qué estaría haciendo para no salir un viernes a la noche.
Pensé tanto en él que esa noche no me enrollé con ningún chico ni mostré interés en nadie, estaba más a otra cosa.

Al día siguiente mientras me daba vueltas en la cama, agarré el móvil para leer los mensajes de la noche anterior.

-aggg que coñazo demasiados mensajes, leer, leer, leer, etc…-

-Un momento, el número de Raúl lo tengo guardado, ¿le hablo o no le hablo?-

5 minutos estuve pensando con una sonrisa leve, decidí hablarle, le envié un hola soy mamen, al minuto me respondió con bastante entusiasmo, no se esperaba que le mensajeara ya que en toda la noche no lo había hecho.

Hablamos, él me contó que tenía 28 años, que cuando le vi volvía del trabajo me contó muchas cosas de su vida, los días fueron pasando y de los mensajes pasaban a llamadas, largas, me divertía porque era alguien bastante interesante, me saca 10 años y qué, nadie sabía que estábamos conociéndonos.

Un día me pidió una cita en un bar, acepté claro porque tenía muchas ganas de verle en persona, se tardó un poquito en lanzarse (no entendía porque).

Me arreglé como a mí me gusta, quería que Raúl me devorara con su mirada, que se relamiera al verme, llegué al bar ahí estaba él un poco nervioso, hablamos toda la velada, hasta que en el final, él me plantó un beso, la verdad es que me sorprendió pero me gustó y agarré su cabeza mientras sus manos bajaron a mi cintura, fue un morreo bastante largo e intenso, pero de ahí no pasamos a más, me llevó a casa y me despidió con otro beso, me encantaba ese chico porque lo tenía todo, después del beso todo cambió, teníamos conversaciones calientes hasta las tantas de la noche, hasta que un día le pedí una foto desnudo en broma y él me la envió, no tenía pelos en el cuerpo, claramente porque se depilaba, el culo duro y firme, sus piernas eran normales, el cuerpo bastante en forma pero no de gimnasio, tenía su musculito pero sin exagerar, lo mejor fue que su polla estaba sin empalmar en la foto pero se veía grande y grueso para estar en reposo.

Llegó un día sin esperarlo, Raúl me invitó a su casa, pero estaba serio, quería hablar conmigo.

Acepto ir, acudo a su casa, arreglada como me gusta ir por supuesto.
Llegue toqué el timbre, él me abrió la puerta de su apartamento me invitó al sofá, pero Raúl estaba bastante serio y me preguntaba porque.

-Mamen, tengo que confesarte algo: estoy casado.
–

Me sentí contrariada, -¿después de todo me dices que estás casado?-

Me contó que desde que me vio se sintió atraído por mí, también que su matrimonio era una mierda, que no había amor, me lo explicó todo pero algo me dijo que no me fuera, me gustaba ese chico.
(Dios ya estaba infringiendo mi código ético).

-Estas bastante guapa, te has arreglado para verme y me encanta esa carita que tienes.
– Me plantó un beso en la mejilla, después un pico en los labios, yo le aparté un poquito pero le devolví el beso con más intensidad, me senté encima de él y le planté un beso con lengua.

-¿Que me pasa? Estaba muy caliente, no me importa todo lo demás, había ido a hacer algo y no me iba a echar para atrás,- Pensaba mi cabeza.

Sin decir nada, aprovechó que estaba encima suya besando para llevarme a su cuarto.

Ahí estaba su cama de matrimonio, dónde me tiró se puso encima de mí y continuaba besándome, baja por mi cuello, se quita la camisa, su torso desnudo, me quita el vestido y me sigue besando el cuello pero ahora baja por el cuerpo, me besa los pechos, me besa el abdomen, me quita el sostén.

Tengo los pechos al aire, Raúl está jugueteando con mis pechos los está mimando, con su mano y su lengua.

(Que rico, ya estaba a 100% mi coño está chorreando ya no hay vuelta atrás, quiero más).

Él lo sabe así que me quita mi tanga mientras besa mis muslos, después de quitarme las bragas pasó a besar mi vagina, besitos, lengua, estaba chorreando, mi clítoris era el punto de encuentro entre su lengua y yo, que rico, su lengua se mueve dentro de mi coño de arriba abajo, esa lengua que estaba caliente, esa lengua gruesa y suave me hacía cosquillas algo que me encantaba, se le daba muy bien, sabe cómo comer un coño, le estaba poniendo muchas ganas, estaba tan mojada por su saliva y por mi fluido que parecía un rio, mi corazón va a mil por hora.

Le digo:
-Quítate los pantalones, YA.
–

Se lo quitó, no llevaba nada más, estaba esa polla de unos 20 cm superdura con sus venas marcadas, me arrodillo ante él y sin dudar agarro su polla con la mano, se la masturbo y me la llevo a la boca sin pensármelo dos veces, era gruesa también así que me ocupé de recorrer cada centímetro de su polla con mi boca con mi lengua con mi labio.

-Túmbate en la cama- Le dije.

Se tumbó me puse a la altura de su cintura, se la chupé con ganas, cada vez me la metía mas buscando el límite, probando hasta donde podía tragar, conseguí tragarme más de la mitad de su polla, con la mano le masajeaba la polla, pero no perdía el contacto visual, mis ojos le continúan mirando mientras se la chupo, a él le encanta mis ojos, mi mirada inocente chupando su tremenda polla, desde el glande hasta los huevos, subiendo y bajando, él con sus manos me agarro la cabeza y empujó para follarme la boca con su tremenda polla.

-Me encanta chupar pollas, me encanta tragármela, me encanta sentirla en mi boca.
–

Raúl agarro los condones que tenía en la mesita, me lo dio para que se lo pusiera, cosa que hice con cuidado para no romperlo, así como se lo puse me monte encima para cabalgar sobre su herramienta, sin pensármelo dos veces, son rechistar me senté encima para que entrara toda, quería sentirla toda dentro de mí, el condón era ultrasensible así que prácticamente la sentía piel con piel abriéndose dentro de mí, recorriendo mi coño, buceando mis profundidades, abriéndose paso por el camino del placer, cabalgando sobre su polla él me daba azotes en las nalgas, a mí me encantaba así que gemía con mucho placer.

-Vamos follaje bien duro cariño.
–

Me agarra me tumba boca arriba, sin sacar la polla de mi coño se tumba encima de mí, y desde arriba me folla duro, tengo su pecho duro y sexy en mi cara, estoy con las piernas abiertas recibiendo lo que Raúl me estaba dando sin piedad, me gusta el ritmo duro que me folles con ganas, que me agarres con intensidad.

-Me encanta follarte mamencita (Por eso me puse el nombre en SST).
Con niña de cara buena pero eres muy puta.
–

-Follaje que hoy soy tu mujer.
– Le respondí.

Me puso a 4 patas sobre su cama, y me la metió hasta el fondo, sin parar inicio el bombeo, le encanta agarrarme el culo, le encanta azotarlo, pero también le encanta agarrar mi pronunciada melena mientras me penetra el coño desde atrás.
Su polla ya se ha hecho dueña de mi coño, está a su placer, entra y sale cada vez que entra puedo sentir sus huevos golpeando mis nalgas, esos huevos cargados y duros, golpeándose contra mí, de agarrarme el pelo me empuja la cabeza contra la almohada, mientras me pone el culo en pompa, me encanta que me hagan eso, me encanta que me hagan morder la almohada de lo bien que hace su trabajo el hombre cuando quiere, del buen uso que hacía de su polla mi Raúl.

-Te voy a follar así hasta que llegues al orgasmo, ahora eres mi puta.
–

-Vamos follaje que soy tuya vamos Raúl, vamos JODER.
–

Llegue al orgasmo por 4 vez (soy multiorgasmica) pero el cuarto fue intenso, él lo noto porque no pude contener un gemido que venía con muchas ganas.

-Me encanta como has gemido putita.
–

-Quítate el condón que quiero mi recompensa.
– Le respondí.

Se lo quitó se puso encima mío a la altura de mis pechos y puso su gran polla en la cara, sin mediar palabra me la llevo a la boca, él me agarra la cabeza para follarme la boca otra vez pero no tan intenso, está cansadito, lo dio todo, poco duro la mamada hasta que salió una gran cantidad de semen y un gran gemido de alivio por parte de Raúl, en mi boca la mayoría fue pero también en mi cara en la barbilla hasta al pecho llego el semen caliente, que estaba muy rico, muy intenso, algo salado, se corrió en mi boca y lo que pude me lo trague, lo que se quedó en su polla lo limpie con la lengua lo, con su polla ya más calmada termine el trabajo de limpieza jiji.

Me fui al baño a asearme claro me lavé, me quedé a dormir con él ya que su mujer estaba en casa de sus padres, nos fuimos al salón a ver una película por la noche y acabe otra vez chupándole la polla.
(Algo que me encanta hacer no sé porque).

Gracias por leer.