Rosy del gimnasio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Rosy, morena, culona y a sus 37 años esta divina.
La conocía solo de vista y de ponerme a pensar guarradas con los amigos en el gym como de tantas mujeres buenotas de su edad como se paseaban por allí.
Ambos vamos a uno de los gimnasios mas exclusivos de Texcoco.
Un día de suerte la encontré en la plaza de gran patio Texcoco.
Decidí acércame a – Hola, ¿que tal? creo que te conozco del gym.
– Si claro, como no recordarte con las miradas que me das.
– Es que eres las mas guapa de todas las chicas del gimnasio.
– Claro eso se lo dirás a todas- respondió entre risas-.
Seguimos la charla por un buen rato, y de un momento a otro nos dimos un beso.
– Me estas poniendo muy cachonda cabronazo y por lo que noto yo a ti también.
Y me agarro la verga que ya la tenia dura de tanto roce, así mejor decidimos alir de ahí, tomamos un taxi rumbo a mi casa.
En el taxi no paraba de tocarme y de decirme al oído lo grande que la tenía.
Estaba claro que ella llevaba un calentón impresionante y mas cuando tras cerrar la puerta de mi piso, metí la mano en su falda y comprobé que su tanga estaba empapado.
Entonces le dije:
-Estas caliente eh putita.
-Mucho respondió entre suspiros.
-Pues las buenas zorritas no pasan a la cama sin una buena mamada aquí así que ponte de rodillas.
La visión de su escote cuando iba bajando como se abrió en cuclillas y fue abriendo mis pantalones, mi verga salto como un resorte sobre su cara pero ella rápidamente y sin manos se la metió en su boca.
Me fue imposible no coger su cabeza cuando mirándome a los ojos me dijo: "que delicia de verga y que grandota".
Fui cogiendo cada vez mas fuerte de la cabeza y follándole la boca.
De camino al dormitorio se fue quitando la ropa y que ricura de tetas tan grandotas con unos pezones que daba ganas de comerlos.
-Tranquila que el tanga ya decido yo cuando te lo quito.
-Lo que sea pero yo quiero ya esa verga dentro de mi.
Estoy cachonda nada mas de pensar en como me coges.
Tras eso me tumbo en la cama y se subió en mi clavándose toda mi verga despacio y sintiendo cada centímetro, una vez se la clavo, empezó a botar y a gemir.
-Si puta vamos clávatela toda y disfruta seguro que tu marido no te coge así
-Si cogeme cabronazo, hazme sentir como nunca.
-¿Eres mi puta a que si?
-Siiiiiiiiiiiii, toda tu puta, que me bien me coges que dura, ahhhhhhhhhhh, vas ha hacer que me venga.
-Si vente
-Yaaaaaaaaaa lo siento me vengo, siiiiiiii ohhhhhhhhhhhhh
Tras esa venida tan intensa, la puse a cuatro frente al espejo, le quite el tanga que tenía empapado y me dispuse a follármela a cuatro patas.
Empecé despacio y cuando mi verga iba por la mitad le dije:
-Vamos demuéstrame lo puta que eres y clávatela tu solita.
Ella respondió clavándosela toda de golpe y yo dándole unos vergazos terribles acompañados de varias cachetadas.
La cara de zorra que ponía a cada vergazo y yo al verla en el espejo.
-Me vengo de nuevo cabrón.
-Si puta córrete demuéstramelo guarra que eres.
La tomei del pelo para poder clavársela mas adentro.
-Siiiiiiiiiii me vengo me vengoooooooooooooooooooo
La deje descansar un poco boca arriba.
Luego fui para su cara y empecé a meter mi verga.
-Quiero venirme en tu cara.
-Nunca lo ha hecho mi marido.
-Mejor así demuestras que eres mi puta.
Se la trago de forma muy lasciva.
Empecé a coger su cara sin compasión.
-Quiero tu leche, quiero sentirla calentita.
-Siiiiii toma leche puta, tómatela todaaaaaaaaaa, abre bien esa boca.
Me vine en su cara y en su boca, la deje con algunos restos en su cara y en sus tetas.
Cuando miro el reloj me dijo que se tenía que marchar pero que nos volveríamos a ver en el gym.
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