Rosy me cuenta como se cogió a Alex de nuevo II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Entramos pues, y Alex me dijo que tenía sed, así que abrió el pequeño refrigerador que estaba cerca de la cama y sacó una botella de ron y la indispensable Coca Cola.
Yo estaba hirviendo; entre las cosas que me hizo antes de llegar al hotel y hasta fuera de la habitación, su actitud desinhibida de verdadero macho y la curiosidad por lo que me esperaba ya a solas, cubierta de cuatro paredes, sin testigos… me estaba derritiendo.
Después vería que no era como lo pensaba, sino mejor.
Mientras sacaba las botellas del pequeño refrigerador y nos servía, Alex me dijo que ya me había visto y probado muchas partes, pero no había visto el conjunto.
Me quité las zapatillas y la chamarra, ya con vista panorámica me mostré con la delgada y suelta falda blanca que, por el tipo de tela, se pegaba a mis piernas y culo; también lo dejé ver mi blusa azul de la que sin duda atraía el escote tan pronunciado que ya para ese momento, dejaba ver la parte superior de mi sostén negro, un tanto fuera de lugar por el ajetreo previo.
Recorrí la habitación moviendo el culo lo mejor posible; le comentaba lo bien que se veía la mesita, el cuadro, la pantalla, esto, aquello y mi pasarela fue interrumpida por Alex cuando me dijo: "y qué, ¿tu marido no tiene idea de dónde estás?" Había apagado el celular, lo prendí y llamé entonces a mi esposo un poco escondida entre la cortina y la ventana del cuarto que daba a un espacio abierto al que miraban las ventanas de otros cuartos.
La llamada era para algo olvidado, lo saludaba y trataba de explicarle cuando sentí la mano de Alex subiendo mi falda.
No sé cómo no se dio cuenta mi marido del sobresalto.
Trataba de seguir hablando, pero sentía los dedos de Alex sobando muy fuerte mi vagina y haciendo ligeros intentos de entrar en mi ano.
Súper perturbada pero no hice intento de alejar a Alex .
Cerré los ojos para concentrarme en hablar mientras dejaba que Alex siguiera metiendo sus dedos como quería.
Le preguntaba a mi esposo cosas que ni recuerdo para que hablara él y me dejara respirar disfrutando los dedos de Alex.
De pronto sentí algo helado entre las piernas y la mano de Alex sujetándome fuerte por la cintura; sabía que era él pero no sabía qué era eso que sentía tan frío.
Lo que fuera, presionaba mi vagina que ya estaba escurriendo y la presión fue tan rica a pesar del frío que yo misma comencé a presionar con mi culo hacia atrás.
Alex tomó mi mano libre, con ella levantó la parte de enfrente de mi falda y la guió hacia mi vagina, quería que sintiera aquello tan helado que, por cierto, ya se sentía caliente.
Era el cuello de una botella.
Lo miré y me hizo la seña de seguir hablando con mi esposo.
Casi podía sentirme escurriendo por mi piernas.
Alex jugaba con la botella en mi vagina, sin meterla, mientras instintivamente yo buscaba su verga mientras trataba de hablar con mi esposo sin que notara algo.
¡Estaba hablando con mi marido, desde el cuarto de un hotel, donde mi ex me pasaba una botella por el culo y mientras le acariciaba su verga!
Casi hipnotizada seguía en eso cuando Alex metió la punta del cuello de la botella en mi vagina.
No pude evitar un contenido "mmmmm" que mi esposo advirtió y que tuve que justificar con un "me quedé pensando, pero nada".
Mi esposo me pidió que lo esperara un momento y yo aproveché para empujar mi trasero hacia atrás y hundirme más aquel juguete improvisado.
Alex ni se movía, mi esposo volvió al teléfono para despedirse yo cerré el tel y lo apagué, con toda la intención de saltar sobre Alex que en ese momento había empujado más la botella y ya me estaba cogiendo con ella.
De inmediato Alex sacó la botella; yo sentí un enorme vacío dentro de mi, me quedé inmóvil y él se alejó.
Me miró y me dijo: "¿y ese pendejo creyó que me había ganado al casarse contigo?; él diciendo pendejadas en el teléfono y yo aquí cogiéndome a su mujercita como toda una puta.
"
Yo sólo le dirigí la mirada más cachonda que pude y él me dijo: "¿ya viste en dónde estás?"; mientras con un gesto me señalaba la ventana.
Nunca me di cuenta que estaba entre la cortina y la venta y que al tener la luz encendida de la habitación se podía observar todo hacia adentro, desde los cuartos que daban al frente de la ventana.
Mientras Alex se reía por su hazaña, yo me alejé de la ventana y caminé hacia la cama; me senté y lo llamé, pero él seguía preparando los tragos.
"¿Ya me quieres ahí?" me dijo y le respondía que sí; "pero me lo tienes que pedir como la puta que eres.
Yo no estaba acostumbrada a hablar así, pero la necesidad de sentirlo dentro y el recuerdo vivo de todo lo que me había hecho ese día, me ayudó.
Casi sin conocerme a mi misma, me acosté en la cama, abrí mis piernas aún vestida, recorrí mi tanga y me masturbé mientras le decía: "ya me calentaste mucho, necesito sentirme llena de tu verga, cógeme".
Se sentó en la pequeña salita, puso los vasos en la mesa, se sacó el pene y me llamó.
Me acerqué y me dijo: "híncate y chúpame la verga".
Yo no tardé ni un segundo; me hinqué y me devoré su pene.
Lo succionaba, lo comía completo y con la punta de mi lengua lamía sus testículos.
Alex me jaló, se empezó a masturbar y tomándome del cabello me dirigió para que lamiera sus testículos.
"¿Te gustan?", preguntó, y yo respondí: "me encantan".
"Entonces chúpame los huevos".
Era delicioso mirarlo a los ojos y ver cómo se tocaba mientras yo hacía de sus testículos el más rico de los dulces y los lamía.
Él sólo decía "sí perrita, sí" y me di cuenta que en verdad parecía una perrita hincada y lamiendo.
De pronto me tomó del cabello y me metió su pene en la boca, yo entendí y se lo mamé como si con eso le pidiera que me cogiera ya.
Sentía como se ponía dura en mi boca, podía sentir sus venas, la podía sentir caliente.
Sin sacarla lamía su punta y tomaba un líquido entre salado y agrio que le salía.
Con mis manos sobaba sus testículos y de pronto sentí que Alex se movía tratando de llegar a mi garganta.
Sacó su verga de mi boca, la tomó con su mano y así me metió de nuevo la punta diciéndome "¡chúpamela, chúpamela!"
Yo la succioné muy fuerte mientras pasaba mi lengua por su pequeño orificio y el se masturbaba (con su verga dentro de mi boca) hasta que sentí cómo disparaba su semen dentro de mi.
Me sorprendió y un poco salió por mi labio inferior, pero de inmediato Alex me presionó hacia él, metió más su verga y yo tuve que comer todo lo que salía.
Parecía que nunca terminaría.
Yo estaba loca, hincada, con la verga de mi ex novio vaciándose de semen den mi boca y yo comiendo todo lo que salía.
Sentí como su verga perdía rigidez y Alex la empujó toda hasta meterla por completo; de pronto la sacó y por instinto yo me hice hacia delante como si me hubieran quitado un dulce.
Volvía a chuparla muy fuerte, sentí pequeñas gotas desamen en mi lengua y Alex me retiró.
Alex recargó su espalda en el sillón y me dijo "¡qué buena come vergas eres!", yo limpié con mi lengua lo que había escurrido por mi barbilla.
Estaba extasiada porque jamás había hecho un sexo oral así, ni me había comido el semen de alguien.
Sin poder reaccionar, seguía disfrutando ese sabor en mi boca…yo seguía hirviendo y escurriendo.
Alex me dijo que me sentara en el otro sillón, me dijo que tenía sed y me dio mi vaso.
Yo estaba ya desconcertada porque me hervía la vagina de ganas porque me la metiera y él ya había terminado; creo que lo miré con desconcierto porque el me aclaró: "tranquila putita, todavía no acabamos, tenemos tiempo y hoy no te vas de aquí hasta que no te reviente todos los hoyos como la perra que eres…tómate eso".
Era una cuba muuuuuuy cargada y se lo dije; él me respondió que me la tomara que cuál era el problema si ya me había estado cogiendo.
No me gustó mucho el sabor, pero entre la orden y el calor que sentía, lo hice.
Él me dijo que se moría de calor así que me pidió que abriera las cortinas.
Yo estaba aún vestida así que sólo le recordé que él tenía el pene de fuera y que si alguien se asomaba por las ventanas del frente lo verían.
Me dio que no le importaba y que todos iban a ese lugar a lo mismo.
Todavía sorprendida por la actitud súper pervertida de Alex , me levanté y abrí las cortinas.
Regresé al sillón aún sin saber qué hacer.
Yo quería que me cogiera y él estaba muy tranquilo bebiendo.
Entre "salud" y "salud", casi me terminaba la cuba y me sentía ya un poco mareada pero igual de caliente.
Alex tomó el control de la pantalla de la habitación, la encendió y sin más puso una peli xxx.
Yo había visto pelis así en Internet, pero sola, nunca con compañía y menos con un hombre.
De canal en canal, llegó a uno donde una chica y su pareja llegaban a una casa muy linda donde los recibía un amigo.
Era claro el tema.
Seguí bebiendo lo que quedaba de la cuba y la peli atrajo mi atención.
En poco tiempo la chica se dejaba hacer por los dos.
Creo que Alex advirtió mi interés (yo me hubiera calentado en ese momento hasta con dibujos animados), me tomó de la mano, me levantó y me sentó en sus piernas.
Yo intenté besarlo y me dijo que no, que pusiera atención a la peli.
Mirando fijamente la pantalla me calenté aún más viendo a la chica chupando dos penes, después chupando uno mientras el amigo le hacía un sexo oral riquísimo.
Pero lo mejor fue cuando Alex puso un dedo sobre mi boca, lo metió, lo lamí como si fuera un pene y de ahí fue directo a mi vagina.
En plena pose de puta, estaba yo recostada sobre Alex en el sillón, con la falda arriba, las piernas abiertas, mirando un trío increíble y con un dedo de Alex cogiéndome.
Alex lo notó y me dijo: "te dije que aún teníamos tiempo y todavía no empezamos"; me metió otro dedo en la vagina, los movía como loco y… tenía razón, lo que había pasado era sólo el comienzo, un comienzo muy "Light".
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