Rosy putita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Rosa María la más putita y caliente
Voy a contarles como le fui infiel a mi esposo y me encantó, desde ahí no he parado, me volví la más puta de todas.
En mi negocio todos lo saben, todo mundo murmura de mi, pero mi esposo ni enterado.
Vivo en Texcoco, tengo un negocio propio, mi esposo trabaja todo el día y muy pocas veces me hace caso y miren que yo estoy muy bien (digamos bastante buena a mis 35 años).
Nuca faltaron los hombres que se fijaban en mí, que me piropeaban en la calle lanzándome sus clásicas palabras: estas muy buena mujer, te quiero hacer mía toda la noche, quien fuera tu hijo para chuparte esas tetas (cuando caminaba con mi hijo recién nacido por las calles), me hacían sentir una mujer muy sensual y sexy.
Un día muy aburrida tuve que ir de compras en mi camioneta la cual empezó a fallar y tuve que salirme de la carretera como pude logre llegar hasta un taller mecánico que por suerte estaba cerca de la casa de mis papás, maneje hacia la entrada y un tipo como de 30 años me atendió y me hizo que manejara la camioneta sobre una fosa que estaba en el piso apague la camioneta y el tipo empezó a revisarlo, bajo a esa fosa y otro tipo como de unos 40 años salió de un cuartito y también bajo a esa fosa; estaba haciendo calor, me baje del auto para hablar por teléfono a mi esposo que en ese momento estaba trabajando no me había dado cuenta que estos tipos desde esa fosa me habían estado viendo las nalgas pues vestía un vestido corto y tenia puesta una tanga.
Me hice como la que no se había dado cuenta y les seguí el juego a estos tipos, seguí intentando comunicarme con mi esposo sin éxito y de vez en cuando me agachaba para quitar algo de mi zapato y así dejarles ver mas, aquel juego me estaba calentando de pronto unos de los mecánicos me pidió que bajara para explicarme el problema yo le obedecí y baje a esa fosa que tenia un foco que colgaba de un cordón dándole una iluminación muy baja, esa fosa olía a aceite, grasa a gasolina ese olor me gusto, el tipo mas joven se puso detras de mi y pegando su cuerpo en mis nalgas me apunto hacia una parte del carro diciéndome la parte que estaba fallando yo deje escapar un gemido al sentir su contacto y el lo tomo como una invitación, le escuche decir a su amigo que cerrara la puerta del taller mientras el deslizaba su mano por debajo de mi vestido llegando a mi zona intima yo solo gemí de placer ese olor a gasolina aceite y grasa hacían que perdiera mis sentidos quería ser poseída por ese mecánico.
Su amigo regresó y empezó a tocarme los senos mientras me besaba en la boca yo correspondía a sus caricias, mientras su amigo me había despojado de mi tanga y hundía su lengua en mi ano nunca había sentido esa caricia y me encanto abrí lo mas que pude mis nalgas para que aquel hombre me comiera.
Ellos empezaron a despojarse de su ropas quedando completamente desnudos frente a mi; al único hombre desnudo que yo habia visto era a mi esposo, clave mi mirada en sus penes que estaban bien parados los tenían mucho mas grandes que el de mi marido me hinque frente a ellos y empecé a acariciarlos olían a gasolina, grasa, aceite ese olor me volvió loca y empecé a chuparlos apenas me cabían en mi boca aquellos hombres gemían de placer y eso me gusto me pararon y me quitaron el vestido quedando completamente desnuda el mas joven se recostó en el suelo y empecé a meterme esa enorme verga dentro de mi sentía como abría como nunca mi vagina me tomo un poco acostumbrarme a esa verga dentro de mi, me recosté en su pecho ofreciendo mis nalgas al viejo que estaba detrás que de inmediato se puso a trabajar en mi ano yo estaba súper caliente no me importaba darle mi culo virginal a este hombre y pensé en mi marido que siempre me lo había pedido y yo siempre se lo negué.
El mecánico acerco su verga a la entrada de mi culo y empezó a empujar despacio en ese momento tuve un enorme orgasmo siguió empujando y logro meter la cabeza de su verga me dolió pero me aguante hasta que sentí que la metió toda fue una sensación extraña sentir dos vergas dentro de mi solo las separaba una pequeña capa de piel, aquellos tipos empezaron a moverse rápidamente dentro de mi y tuve miles de orgasmos uno tras otros así estuvieron unos minutos y de pronto sacaron sus vergas y se pusieron de pie yo quede hincada en el piso acercaron sus vergas a mi boca y empezaron a venirse en mi cuerpo.
Sin duda me habían desgarrado todo el culo, juré que aunque lo había disfrutado no lo volvería a hacer por ahí.
Después que terminaron tome mi vestido y salí de esa fosa me fui al baño y me cambie me arregle lo mejor que pude y con alivio escuche que habían arreglado la camioneta, salí del baño y me entregaron la camioneta les pregunté cuanto les debía y se rieron me dijeron que cuando quisiera un servicio no me cobrarían que siempre sería un cliente muy especial.
Salí de ahí y me regrese a casa para darme un baño pues olia a gasolina grasa aceite que a partir de ahora serán mis olores favoritos.
Rosy y el ex novio
Bueno me llamó Rosa María y todos me dicen Rosy tengo unas tetas a mi parecer ricas ya que son grandes pero sin exagerar y no muy duras (siempre suelen decir en todos los relatos que son enormes y duras, pero yo nunca miento), pero eso si con unos pezones que se paran duros cuando me excito, mis piernas son gruesas están muy duras y mi culo eso si es hermoso ningún hombre cuando me pongo pantalones ajustados deja de mirarlo, tengo un culo grande de buen tamaño, la verdad esta todo en su lugar, mis nalgas son duras y redondas.
Bueno después de esa ocasión con los mecánicos me di cuenta que podía cogerme a quien yo quisiera y cuando quisiera.
Mi vida sexual inició desde la prepa en que tuve un novio llamado José que en algunas ocasiones me acompañaba a clases y todas las noches pasaba por mí, en aquel tiempo tenía 17 años y no tenía nada de sexo salvo unos fajes o polvos como le dicen muy ricos con el, siempre mi novio estaba excitado y eso me encantaba, sentía su pene duro y rico rozándome siempre, eso siempre me hacia estar muy mojada, pero nunca paso de ahí hasta que conocí a Mario un hombre perfecto, además de ser muy guapo y tener siempre a todas las mujeres de mi escuela locas por el, poseía un cuerpo de maravilla, jugador de football americano, hombros anchos, brazos y piernas musculosas, un culo duro y muy rico y por comentarios de varias chicas que tuvieron relaciones con el, un pene de lo mas rico ya que en aquel tiempo me decían que era largo como de 24 cms.
y muy gordo eso lo hacia el amante perfecto ya que a las chicas mas zorras de la escuela se las cogió y a decir de ellas lo disfrutaron de lo lindo.
Bueno Mario compartía conmigo la aula y por los apellidos se sentaba detrás de mi, el nunca puso sus ojos en mi ya que la verdad en esos días mi manera de vestir y la falta de mas ejercicio no hacían que mi cuerpo llamara la atención, por esto y por que el poco a poco se hizo amigo de mi novio no me quedo mas remedio de hacerme su amiga.
Los comentarios de amigas mías y otras chicas me hicieron desearlo mucho y siempre buscaba la oportunidad para mirarle su bulto que siempre estaba listo para coger, en varias ocasiones lo vi fajar con algunas chicas en la escuela y eso me volvía loca y propició que con mi novio fuera cada vez teniendo mas sexo pero
siempre imaginaba que era Mario el que me penetraba.
En una fiesta Mario se puso detrás de mí y froto su pene en mi culo, fue la gloria, él se movía frotando su pene en mi culo y yo dirigía mi culo hacia su pene para sentirlo más rico, todo iba bien y solo esperaba el momento en que el me llevara a coger cuando en eso llegó José y todo se vino abajo, me quede súper excitada y no me quedó más remedio que coger con José como una perra en celo, más tarde Mario llegó con la chica mas bonita y sexy de la escuela a la fiesta de graduación y era lógico que mi fantasía no se cumpliría.
Así pasó mi vida no seguí estudiando y me casé con mi esposo, pero ahora que había descubierto los años perdidos de coger tan rico pues me decidí a buscar a
Mario.
Le llamé por teléfono y lo invité a mi casa.
Cuando Mario toco a la puerta y me dio una alegría enorme verlo nuevamente, entro y me dio un beso en la mejilla y me abrazo, me encantó el contacto directo que tuvieron mis senos en su pecho, musculoso, platicamos de nuestras vidas y él me comento que hacía un año que se había casado y que regreso a vivir aquí nuevamente con su mujer, Mario jugaba con mi hijo y todo fue platica .
Yo no dejaba de verle su bulto, en mi cabeza pasaron los recuerdos del día que estuve a punto de hacer el amor con él, eso me puso súper mojada estaba hecha polvo, súper mojada y excitada, mis pezones erectos.
Poco a poco fuimos metiendo el tema del sexo hasta que logre ya sin prejuicios que me platicara de todas las chicas que se había cogido, me platicaba a detalle como lo había hecho, yo le confesé que cuando era novia de José le puse los cuernos, engañándolo con Juan un chico con el que hice el amor, eso a él le interesó mucho, platicamos también como le había hecho el amor a dos maestras y como se cogí a la madre de un compañero de la escuela, eso me gustó mucho ya que reafirme que Mario cogía por placer y no importaba quien fuera y el hecho que se cogió a una mujer casada, a la mamá de un amigo suyo me hizo saber que no tenía remordimientos de coger a mujeres casadas y que la amistad no era obstáculo para él.
Me dijo que en el sexo todo se valía para satisfacernos y no quedar con el que hubiera pasado si lo hacía o no, que el amor poco tenía que ver con el sexo cuando este se tomaba solo para coger por gusto.
Esas palabras directas me hicieron pensar que ya estábamos listos para hacerlo, mis pantaletas no podían negar con su humedad que yo deseaba coger como una loca con él, y su bulto siempre erecto me decían que él también lo esperaba.
Después de eso nos volvimos a ver en otra ocasión en mi casa, me vestí con un pantalón muy ajustado marcándome muy bien el culo, me puse un sostén transparente y una blusa muy escotada y semi transparente, no dejaba nada a la imaginación, me peine, me pinte los labios y me vi muy sexy en el espejo, tanto que me empecé a acariciar mis senos y a sóbrame mi rajita que estaba muy húmeda, me volví loca de solo pensar que Mario me haría el amor ese día que empecé a masturbarme y tuve un orgasmo súper mojado y prolongado, teniéndome que cambiar de tanga, escogiendo otra que solo me tapara mi depilada y húmeda vagina.
Cuando llegó Mario puso una cara de asombro al ver como se transparentaban mis tetas y note como su pene crecía entre su pantalón, yo no dejaba de pasearme por toda la casa meneando mi culo, me sentaba y habría mis piernas, el no dejaba de verme y veía un brillo de excitación en sus ojos, también no dejaba de ver al patio de servicio donde yo había colgado una tanga y sostén a propósito para que el los viera, su vista cambiaba de ver mis prendas íntimas colgadas y mi culo y tetas que para ese momento sobresalían mis pezones muy parados y calientes,
me dijo “yo me sentiría orgulloso de lucir a mi mujer por la calle y a mis amigos vestida así, que sepan que pedazo de mujer tan sexy tengo”
Gracias eres un amor – me acerque a el y le di un beso en la mejilla pintándosela con mi lápiz labial,
Perdón te pinte todo – y sin que el quitara su mano de mi cintura me le acerque logrando rozar una teta en su brazo, con mis dedos le despinte las dos marcas de mis besos diciéndole:
No quiero que Bety (su esposa), te vean pintado con mi lápiz labial.
Pero el muy torpe decidió irse y a mi me dejo húmeda, entre a la casa y de lo cachonda que estaba tome un cepillo con un mango grande, me desvestí y empecé a frotarlo imaginando que era su pene llegando al orgasmo de inmediato, en eso llego mi marido y me metí a duchar para que no me viera en ese estado.
Otro día me dijo que vendría a casa así que solo me puse una tanga junto con una bata de baño esperando la llegada de Mario.
A las 10.
30 a.
m.
llegó vestido de pants lo recibí en la puerta cerrándola con seguro, y nuevamente repetí el mismo beso muy cerca de sus labios, el tomándome de la cintura nos encaminamos a sentarnos en la mesa.
Que tal estas Mario, bien respondió
sin dejar de mirar como mi bata se abría mostrando mis tetas un poco y vi como su pene estaba ya levantado, tenía unas ganas enormes de lanzarme a chapárselo pero me detuve.
Quieres refresco – levantándome de tal manera que al inclinarme hacia el tuviera una visión más amplia de mis tetas cosa que hizo bajar su vista hacia ellas
Si por favor.
– levantándose con migo.
Desde la cocina lo miraba, sin perder detalle de su bulto que en ese momento sin descaro se marcaba totalmente erecto, yo por un momento pensé, que vas a hacer Rosy no seas tan puta, pero la humedad de entre mis piernas me pedían seguir adelante, vi nuevamente a Mario con su tremendo bulto, metí mi mano entre la bata y me toque, nunca me había mojado tanto, metí mi mano entre mi tanga y acaricie mi rajita imaginando que era la mano de Mario, y me dije Rosyeres una puta y si lo vas hacer gózalo y nada de remordimientos, disfruta el momento porque si no nunca sabrás si valió o no la pena.
Me desabroche el lazo que sujeta mi bata, me acerque a Mario y cuando le di el vaso en la mano desaparte mis brazos que sostenían la bata abriéndose esta totalmente dejando al descubierto todo mi cuerpo, nunca pensé que Mario se sorprendería tanto al verme, por unos segundos miro mis tetas, bajo su vista hacia mi tanga la cual solo cubría con un pequeño triangulo mi rajita, yo baje la vista y vi como su pene se levantaba con descaro y firmeza entre su pants.
Dejo el vaso, me tomo de los hombros dejando caer toda mi bata.
Rosy estas hermosa – con su mano toco mi seno izquierdo, yo me sentía desfallecer, las piernas me temblaban, me electrifico todo el cuerpo al tocarme, al fin había llegado el momento tan esperado, habían pasado muchos años para que el me hiciera el amor.
Mmmmm, Mario te deseo tanto.
Y yo a ti Rosy me tienes loco.
Nos dimos un beso, riquísimo, nadie me había besado así, nuestra saliva se intercambiaba al mismo tiempo de que ya con sus dos manos me acariciaba mis pezones que estaban a punto de estallar, acerco su boca y me las besó mordiendo muy rico mis pezones, lo hacía tan bien, al mismo tiempo que acariciaba mi culo con sus manos.
Yo bajé mi mano hasta su pene y por primera vez la tomé, la sentí muy dura, Mario se bajó el pants, dejando salir de un salto ese hermoso, grande y gordo pene, tomo mi mano y me la coloco en su pene, empezando yo a masturbarlo, la sentía muy dura y caliente.
Estaba a punto de bajar a mamarlo cuando el me dio la vuelta, me beso el cuello, mi espalda, se agacho y me beso mi culo, chupando y mordiendo mis nalgas, me quito mi tanga y metía su lengua entre mi raja, me chupaba toda, pasaba su lengua también sobre mi ano, todo esto sin dejar de pellizcar y jalar mis pezones hacia abajo, estaba en la gloria, no tarde nada en tener mi primer orgasmo, llenando su cara con mi jugos, se levantó me dio la vuela y me beso nuevamente, probando en ese beso mis jugos embarrados en su boca, era riquísimo.
Me puso en cuatro patas sobre la cama pensé que me metería su pene hasta el fondo, pero no, siguió chapándome toda, metiéndome uno, dos, tres dedos dentro de mi, yo gritaba como loca, jugaba con mi clítoris, el cual al pasar su lengua por el electrificaba todo mi cuerpo haciéndome llegar a otro orgasmo interminable.
Pero lo que más deseaba era tener su pene en mi boca así que me di la vuelta y ahí estaba Mario (se había desnudado completamente) con su pene gordo y largo todo mojado, lo tome entre mis manos y lo empecé a besar, a chuparlo todo, me atragantaba ya que quería tenerlo todo adentro de mi boca pero era demasiado grande.
Mario me tomo de la cabeza y seguía el movimiento de mi mamada, también estrujaba mis pezones, alcanzaba mi culo acariciándolo, era sensacional
Lo más sorprendente era que no se venía, mi marido con unas cuantas mamadas eyaculaba y Mario no lo hacía, yo quería probar su néctar, quería tragármelo todo.
Tal vez estaba a punto de eyacular ya que me separó y me recostó boca arriba volviendo chupar mi raja y mi clítoris que para ese momento estaba tan hinchado y sensible.
Se subía hacia mis tetas chapándolas riquísimo yo le gritaba: ¡ cógeme ya cabron, métemela que ya no aguanto mas!, en eso le tomé el pene y me lo clavé sin compasión de un solo empujón, el rápidamente empezó el vaivén de mete y saca, cada vez más rápido, más rico, – así cógeme, reviéntame
– yo le agarraba su culo empujándolo mas adentro de mi, el me besaba, estaba gozándolo, me estaba dando una cogida, se estaba cogiendo a una perra en celo, Grrrrrrrrrrrr hahahahahahahaaaaaa, Rosy estas riquísima amor, eres una puta, eres mi puta – me decía gritando.
No cabe duda que me había convertido en la mas puta de las mujeres, pero no me importaba y deseaba que toda la vida fuera así, no dejaría pasar ni un solo momento, ni una oportunidad para repetir toda aquella locura que tenia adentro, toda la vida sería su puta sin importar nada, ni nuestros esposos, ni mi hijo, nada, yo solo quería que me perforara, que me hiciera suya cada vez que el quisiera.
El seguía perforándome riquísimo, puso sus brazos entre mis piernas para abrírmelas mas y seguía metiendola y sacándola, en momentos me sacaba todo el pene y me lo volvía a meter nuevamente para seguir bombeándome sin dejar de besarme y morder mis tetas, otro maravilloso orgasmo me invadió haciéndome gritar como una loca.
Después de unos minutos se detuvo, pensé que quería eyacular y yo estaba lista para tragarme su semen, se levantó llevando su pene hacia mi boca, y desde esa posición me fue metiendo su pene en ella, simulando que me cogía por mi boca, metiéndola y sacándola, yo acariciaba mi raja metiéndome los dedos, tocándome mis tetas, en eso el se dio vuelta e hicimos un magnifico 69.
Estas deliciosa Rosy, ven móntate encima -dijo Mario al mismo tiempo que se recostaba boca arriba y tomando su pene poniéndolo erecto hacia arriba yo me le monte clavándome en el.
Cabalgaba en la gloria, tenía todo el pene adentro, raspaba hasta lo mas profundo de mi, el se inclinaba subiendo a besarme y a chuparme mis tetas, los dos gritando y gimiendo de placer.
Eres mi puta Rosy estas riquísima amor.
Si soy tu puta, toda para ti mi vida.
Acaríciate, toca tus senos, aprieta tus pezones, gózalo puta – yo lo obedecía con mucho gusto tacándome mis senos, subiendo y bajando, cabalgando como nunca lo había hecho.
En eso tocaron a la puerta, nos asustamos tanto que me quite de encima de el, pensé que era algún familiar que llegaba a la casa, nos levantamos rápidamente, me asome por la ventana y era un vendedor, le dije que no quería nada que estaba ocupada (muy ocupada), cerré la ventana, reímos con muchos nervios por el hecho de que nos encontraran en plena acción.
Nos besamos nuevamente, no dejaríamos para nada de seguir gozando, Mario me puso en cuatro patas sobre la cama y me la volvió a meter, cociéndome toda en esa posición que deseaba tanto, perforándome de lo más rico, mete y saca, mete y saca, apretando mis nalgas, acariciando mi tetas, dándome nalgadas fuertes poniéndome el culo toda roja, – Pégame mas fuerte carbón que se siente rico – le gritaba.
En eso empezó a acariciar mi culo, metiéndome poco a poco un dedo en mi culo, estaba muy apretado y además era casi virgen del culo y seria solo para el (no sería para ningún hombre mas, solo él me cogería por el culo, pensaba), poco a poco y con ayuda de su saliva y de nuestros jugos me abrió el ano y fue metiendo su dedo.
Ahhhhhhhaaaaaaaaa, mmmmmmmmmm, que rico -gemía yo.
Si puta ese hoyo pronto será mío – gritaba Mario.
Si amor solo tuyo – seguía metiéndolo y abriéndolo cada vez mas haciéndome llegar nuevamente a un orgasmo delicioso.
Puso en mi abdomen una almohada subiéndome mas adentro de la cama de tal manera que mi culo quedara levantado, saco su pene de mi vagina, mi culo empezó a ser penetrado.
Todo fue placer se movía mas y mas rico, penetrando todo el culo si parar, gritando los dos de placer, tomando mis pezones con fuerza y jalándolos hacia el, yo gritando y en eso al fin llego lo que esperaba, el de un fuerte grito, gimiendo cono loco eyaculo inundándome toda dentro de mi, bombeando mas fuerte, sentía chorros de semen caliente dentro de mi, fue tan rica la sensación que tuve un nuevo orgasmo, el mejor de mi vida, lo juro nadie en toda mi vida me había hecho venir tan rico, y tan prolongado, estaba en la gloria con un pene gordo reventándome el culo.
Al fin se había corrido deliciosamente aun que me desilusione al no tener su semen en mi boca para probarlo.
Como era lógico al sacar su pene mi culo derramaba semen y su pene había quedado manchado de mi excremento, lastima no se lo pude mamar.
Nos dimos un beso con mucha pasión, el se recostó y yo fui por papel higiénico, me limpie el culo y le limpie el pene, debo de confesar que me dio un poco de asco por mi excremento y pena a la vez, y pensé que para la próxima que lo hiciéramos no comería nada sólido desde un día antes para no dejar huellas de excremento.
Cuando se lo limpiaba todavía le salía semen y su pene, estaba solo un poco menos erecto, de verdad era fantástico que después de coger como locos aguanto tanto en venirse y además todavía lo tenia semi erecto.
Me recosté con el en su pecho y el seguía acariciando mi culo, que estaba muy lastimado, tiernamente me lo masajeaba, de igual manera tocaba mis tetas que seguían con los pezones paraditos.
Yo empecé a masturbarlo y en mi cabeza estaba presente el momento en el que el me llenara la boca de semen, y con los recuerdos de todo lo que jodimos, me sentía ansiosa de hacerlo de nuevo, aun que estaba hecha polvo de lo cansada que estaba, y más Mario que hizo tanto esfuerzo para satisfacerme.
Le di un dulce beso, y le dije levantándome.
Ven amor vamos a ducharnos.
Claro que si amor, nos hace falta.
Entramos a la ducha, nos metimos tomados de la mano y lo empecé a enjabonar, todo su cuerpo lo cubrí de jabón dedicándole mas tiempo a su pene que nuevamente estaba erecto, era el turno de el, me paso el jabón por todos mis rincones acariciándome y excitándome nuevamente, baje hasta su pene y empecé a mamarcelo, me sabia tan rico, el acariciaba mis tetas, me empujaba mi cabeza para que me metiera el pene hasta dentro de mi boca, quería probar su semen y lo conseguiría a como de lugar.
Salimos de la ducha y con mucho amor me secó todo el cuerpo y yo a el (era un amante perfecto, no solo cogía como nadie, sino que nunca dejo de ser tierno y amoroso conmigo, por esa razón siempre tuvo locas a todas las mujeres ahora incluyéndome a mi).
Nos recostamos en la cama y de inmediato seguí mamándoselo, el gozaba tanto y yo necesitaba nuevamente tenerlo dentro de mi así que continué con lo que tiempo atrás no pudimos disfrutar por que nos sorprendió el vendedor, así que tome su pene y me lo clave todo adentro cabalgando en el nuevamente, que rico era sentir todo ese pedazo de pene dentro de mi, cabalgue como nunca lo había hecho, no solo de frente a el sino también me di la vuela para sentirlo también así, el no dejaba de chupar y tocarme mis tetas, en eso nuevamente tuve un orgasmo riquísimo, Mario me levanto de la cama sin despegarse de mi, cargándome por el culo y yo atravesando mis piernas en su cintura, me recargo en la pared de la recamara y ahí me cogió en el aire logrando en cada movimiento que su pene entrara cada vez mas adentro de mi (eso solo lo había visto en las películas pornográficas y Mario gracias a su fuerza me lo estaba haciendo, cada vez me sorprendía mas).
Llego un momento en el que se cansó me sentó en la cama sacando su pene para meterlo en la boca, y ahí me empezó a coger, yo le chupaba todo, le chupaba su cabeza, sus huevos, todo, esta vez no tardo mucho y después de un grito inundó toda mi boca de un delicioso semen con un sabor muy diferente al de mi marido, un poco mas fuerte pero a la vez delicioso, no deje ni una sola gota de semen, casi me ahogo cuando eyaculo, yo al fin había conseguido mi objetivo y estaba feliz.
Así que seguí besando a Mario intercambiando nuestra saliva y el poco semen que todavía tenia en mi boca, sin comentar nada, solo quería hacerle sentir que siempre sería suya y que ahí estaría siempre esperando a repetir deseosa y caliente cada momento de placer que quisiéramos compartir.
Rosy, fue único, eres estupenda amor – me decía Mario.
Cuando quieres lo repetimos .
Me parece estupendo, pero no aquí, es muy peligroso, alguien puede sorprendernos.
Sí, te imaginas que hubiera sido mi esposo en lugar del vendedor, nos mata a los dos.
Si nos mata pero bien cogidos y excitados, no crees amor – dándome un beso.
Si Mario valió la pena arriesgarlo todo.
Bueno Rosy me voy, te llamo para ponernos de acuerdo en que haremos para seguir viéndonos.
Si amor, busca un lugar donde sigamos disfrutando juntos – se empezó a vestir, me dio un beso y se marcho, dejándome desnuda llena de sudor, semen y jugos vaginales en todo mi cuerpo.
Desde ese momento fui amante de Mario, nos veíamos por lo menos una vez a la semana en un hotel a las afueras de la Texcoco.
Cada vez que lo hacíamos el me iba metiendo a la cabeza ideas locas de hacer el amor en trío, ya sea con mujeres u hombres y todo eso inundaba mi cerebro de locuras y cada vez lo deseaba mas.
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