Seduje a un farmaceuta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por locaporpenes.
En la farmacia cercana a donde habito, empezó a trabajar un tipo que me llamaba mucho la atención. Dirán lo que quieran pero los feos me agradan, haha. Este usa lentes, medio narizón y algo panzón, debe andar cercano a los 50 años y tiene unas manotas que al ver sus dedos, los imagino curucuteándome por mis cuevas, mmmmm…. Estaba decidida a seducirlo así que un día, luego de una cogida de mi perro papi, dispuse que iría en busca de ese hombre e intentaría embobarlo, por lo que me puse una faldita corta, hilo dental, una blusa de tiritas amarradita sin sostén y unas sandalias que dejan al descubierto mis lindos pies. Pues enfilé rumbo a la farmacia en el auto y, al llegar, me atendió mi objetivo con pene, haha. De inmediato le saludé con sonrisa pícara, el man era tímido:
-Holitaa, buen día señor -Y le guiñé un ojo.
-Bue..buenos días señorita…. ¿En qué le puedo servir?
-Eeeeh pues, en mucho, haha. Necesito antinflamatorios, sabe? Tengo algo hinchado un tobillo…. -Inventé esa excusa.
-Ah bien, ya le busco uno.
Fue y me trajo dos para escoger, al tomarlos, aproveché rozar sus manazas con mis deditos y verlo a la cara con malicia. El hombre se puso rojito, haha. Entonces le dije en ese momento:
-Una amiga me recomendó éste -Señalé una de las cajas -Y también me indicó que necesito un masajito en mi tobillo….
-Okey, eehh, bien…. Éste es bueno, tómese una cápsula cada 6 horas y espero le den un buen masaje, imagino que es casada y o ennoviada y su pareja podrá atenderla, no?
-Pues atinó, soy casada, pero mi marido anda de viajes…. Viaja muucho, sabe? Y estoy solita sin nadie que me dé ese masaje que tanto necesito…. -Esto le decía poniendo cara de niña triste mientras emitía un suspiros viendo las manos del farmaceuta.
El tipo se puso a sudar, creo que le llegó mi mensaje subliminal, hehe. Pero tartamudeaba y se tocaba el coco como angustiado, lo tenía loquito….
-¿Usted no me podría dar ese masajito? Digo, si no hay problemas con eso y su mujer no se pone brava…. Soy una paciente y usted me dará un servicio, sólo que a domicilio, sí?
-¡Caramba señora, esteeee.. pues yooo! Es que estoy trabajando y, buenooo…. ¡Soy farmaceuta, no masajista! Y mi empleada está de permiso….
-Ay, me va a decir que no sabe algo de masajes…. Ummm, ¿cuánto tiempo toma un masaje, ah? No será mucho…. Cierre y venga conmigo, vivo cerquita, ¿qué,? a cuatro manzanas….
-Uff pe..pero es quee.. no sé…. O sea, si sé algo de masajes terapéuticos, peroo….
-¿No me quiere atender? ¿Será tan malito conmigo? Vamos en mi auto y luego lo traigo, es que me duele y molesta ese bendito tobillo, andeee…. Aunque bueno, ¡no está bien obligarlo!
-Bien, eehh.. si la quiero atender, imagine no más….
-Pues cierre entonces, venga, acompáñeme y no perdamos tiempito que es valioso….
El señor casi no creía lo que pasaba, sabía que mi invitación era a algo más que un masaje y lo tenía embrujado, contra la espada y la pared ¿Cómo negarse ante las peticiones de una nena sexy que pedía a gritos le diera un "masaje"? Ahí pues el señor cerró y puso el cartelito de "regreso pronto", se montó en mi automóvil y llegamos a mi casa que estaba cerca como dije. Al bajarme, me movía más insinuante de lo normal, quería excitar al narizón ese…. Pasamos y le pedí se sentase en una silla frente al sofá, mientras le dije que iba a la cocina a tomarme el antinflamatorio. Aproveché y traje aceite de baby cuando volví a la sala:
-Mire, traje aceitico, no tengo cremas mentoladas (mentía, sí tenía pero la idea era otra, no oler a mentol precisamente, haha).
-Ah buenoo, esteee.. la idea era colocarle una crema para rebajar la hinchazón, me hubiese dicho en el negocio y se la obsequiaba incluso….
-Ay cómo cree, la hubiese comprado…. Srrr?
-Me llamo Rodolfo, señorita.
-Sr. Rodolfo, okey…. Yo soy Raquel, puedes tutearme ¿pero no sirve entonces el aceite, ah?
-Mmmmm, bien, ¡algo es algo! ¿Qué tobillo te lastimaste?
Me senté en el sofá, justito frente al Sr. Rodolfo, de manera descarada monté mi pierna izquierda sobre las piernas del tipo y le indiqué que era esa mi parte afectada. Revisó unos segundos y me comentó:
-Pues Raquel, ¡veo su tobillo en perfecto estado, la verdad!
-Sí? -Moví mi pie haciendo presión sobre el bulto del farmaceuta ya de forma más que regalada, le sonreí y masajié su pene por encima del pantalón en forma acompasada. -Ay Sr. Rodolfo, ha de ser que ya se me pasó la hinchazón, haha.
-¿Será Raquel? O todo fue una invención para traerme hasta acá….
-Ummm, ¡me declaro culpable! Descubrió mis intenciones…. ¡Ay qué penaaa!
-Haha, no sientas pena, no la tuviste para apoyar tu pie sobre mi entrepierna causándome una gran erección…. Dime, siendo casada, ¿buscas una aventura, supongo?
-Bueee, sip. Le digo que en cuanto lo vi hace unos días en la farmacia me atrajo muuucho, sabe? Y pos hoy decidí ser abierta con Ud. No he hecho esto con nadie nunca antes, no crea, he sido muy fiel (¡ayy qué mentirosa!, haha, me costó poner cara de sincera) pero son cosas quizás que están por encima del control de una como mujer…. Ay, ¿me entiende? No sé qué me pasa, me alboroté hormonalmente, me gustó Ud. demasiado y aquí estoy, ¡aún en matrimonio pero con ganas de que me coma toditaa!
-Te comprendo, en ocasiones hace falta darle una nueva emoción a la vida, desatarse en una aventurilla sexual…. Es algo que solemos hacer los hombres pero muy pocas mujeres se atreven. Verás, soy casado también, pero la idea de tener sexo contigo me carga loco, eres una belleza y estás buenísima, desde que te vi entrar en la botica la vez primera tuve una erección inmediata, por tanto, ¡te propongo desatarnos sin compromisos!
-Me fascinas por ser inteligente, decidido y claro, hehe. No hablemos más, ¡pasemos a la acción! Mira, empiezo por desatarme la blusa….
Entonces fui aflojando las tiras de mi blusa que cubría mis pechos hasta que la tiré a un lado, Rodolfo veía deleitado mis melones expuestos ante él y para su disfrute. Tomé sus manotas y las conduje hasta mis tetas para que las tomara y atrapara, yo cerraba los ojos sintiendo las magreadas y suspirando…. Incrédulo me decía lo hermosos, perfectos que eran mis senos hasta que se acercó con su cara y se metió en medio de ambos. Así me los besaba, los recorría centímetro a centímetro, sacaba su sinhueso humedecida y tocaba mis pezones provocándome espasmos, mientras sus manos acariciaban mis cinturita. En eso estuvo varios minutos, literalmente devorando mis tetas y yo, en lo que se pegó a succionar mis picos, tuve mi primer orgasmo. Le pedí me besara entonces y unimos nuestras bocas en una sola, mmmm, metía su lengua entre mis dientes y labios, luego la hundía hábilmente en mi boquita y me hacía luego seguirla con mi lengüita. Los besos me prenden mucho si son bien dados y aquel tipo los daba magistrales…. Me senté sobre sus piernas para continuar los besos, me rozaba la espalda, yo mordía sus orejas y olía su cuello y manzana de adán, ese olor a hombre, ummm. Él me correspondía de la misma manera y yo aprovechaba para moverme en círculos sobre sus caderas, notando que su bulto se acrecentaba más y más. En un momento subí mis pies sobre sus rodillas, de esa manera Rodolfo les daba alcance y me los acariciaba, relamía mis pezones nuevamente y yo le tomaba la cabeza con ambas manos para indicarle que hacía deliciosamente su tabajo en mis pechos, al mismo tiempo que gemía, aahhhh….
-Uff amor, ¡qué divino se sienteee!, me encantaa….
-Tus tetas son perfectas, Raquel, provoca besarlas y mamarlas todo el día, ¡qué obra maestra!
Me detuve, me paré y bajé mi falda quedando en hilo dental, coquetamente, di vueltitas y metía un dedito en mi boca cual niña tremenda, hehe. El farmaceuta se queda impávido viéndome, me di vuelta y acerqué mis nalgas a la altura de su rostro, le las restregué en su cara y cuando intenté apartarme, Rodolfo me tomó por la cadera atrayéndome hacía sí nuevamente, me quedé quietita…. Alabó mis cuerpo, decía que era la octava maravilla del mundo, haha, para entonces bajar mi pantaletita, elevé mis pies para despojármela y allí el tipazo inició besitos, pasadas de lengua y mordiscos sobre mis nalgotas tiempo en que yo me frotaba mis senos y sentía todo aquel deleite sobre mis posaderas. Tomó mis nalgas abriéndolas y mi sonrosado culito fue víctima de su osada lengua, mmm, lamía, succionaba mi orificio, entró con su lengua en él, yo me estremecía…. Ya luego metió un dedito, después dos y hasta tres, aquello era fantástico, después los sacó y pasó a chuparme la vagina fenomenalmente, allí tuve otro orgasmo supremo, mmmm. Le pedí se desnudara, ya mi necesidad de verga superaba mis límites, así que lo hizo y sin más, pasé a besar, lengüetear y apretar sus bolas con algo de desesperación, parecía poseída por comerme su herramienta, el farma se retorcía, lo estaba gozando mucho, pasé a chupársela con devoción y entrega, lo hacía como loquita…. Así se vino abundante luego de un gruñido y yo me bebí su manantial de semen:
-Aaaahhhh, Raquel, uuuffff…. ¡Qué mamada me diste! De veras te deleitaste y se notaba que te la gozabas, eh?
-Mmmm papito, me volví como endemoniada por tu verga…. Y tu lechita estaba sabrosita, hehe, ¡me la bebí toditaaaa!
-Imagino tu desesperación ante un pene diferente al de tu esposo en tus años de casada…. ¡Eres una tigra, mi reina! -Yo me sonreía con aires de inocencia y me decía para mis adentros "si supieras cuantos palos he mamado, hahaha".
Lo conduje hasta el sofá, allí me acosté y recibí su cuerpo panzón sobre mí, nos magreamos, tocamos, recorrió toda mi anatomía a punta de besos y chupaditas, su gran nariz me rozaba en ese paseo, le pedí pasase su falo por mis partes para que me marcase como perro a su perra, lo hizo mientras le decía que era suya ahora…. El hombre tuvo otra erección bestial, estaba colorado y algo eufórico por mis puterías, abría mis muslos, y conduje su herramienta hacia mi cuevita valvuleana donde me la enterró provocando en mí un gemido. Allí se inició la cópula, me daba rico, me sometía deliciosamente, sentía el entrar y salir de su caña mientras mis terminaciones nerviosas y erógenas me proporcionaban el goce supremo, en un movimiento, sin sacármelo, nos sentamos y lo monté un rato, ya había llegado otro orgasmo para mí, luego me di vuelta quedando de espaldas a él quien, hábilmente, metió su dedo pulgar en mi culito al mismo tiempo que me cogía. Quizás por notar que no le decía que "No" a nada, le provocó a mi macho su corrida que sentí inundar mi vagina. Me senté tantito sobre Rodolfo, sintiendo como bajaba su pene de tamaño en mi interior mientras de ladito nos besábamos. Me puse de pie y le dije que era hora ya de que regresase a la farmacia pues habían pasado más de dos horas. El carrizo a regañadientes se fue, pero le prometí buscarlo otro día para una nueva aventura pues su cogida fue divina.
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