Sexo con mi futuro suegro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
PROMISCUIDAD
Hola a todos los lectores de estos sitios. Mi nombre es Marta y me dicen Tita. Tengo ahora 22 años con un hijo y este es mi relato.
Vengo de un hogar desintegrado, somos tres hermanos, mi madre desde que mi padre la dejó por otra, se le puso un carácter irritable y por eso decidí dejar el hogar desde muy temprano. A los 18 conocí a Roberto, de quien me enamoré y le entregué todo incluyendo mi virginidad. A los 19 decidí irme a vivir con él sin casarnos. Me llevó a la casa de su padre, quien es viudo, que era donde vivía. Pronto me di cuenta que yo le gustaba a su papa, quien me daba miradas lascivas a mis piernas y mi escote, debo decir que he tenido bonitas piernas y un busto de buen tamaño. Esas miradas me ponían incomoda, pero no podía decirle nada a Roberto, para no enfadarlo. Además la casa era de su padre.
El señor padre de Roberto, hacía lo imposible por fisgonearme, si yo me bañaba el trataba por entrar o ver por cualquier medio, en más de una vez lo vi abrir la puerta de nuestra recamara, cuando Roberto y yo hacíamos el amor, al principio me cortaba la excitación y yo lo maldecía por eso. Pero hasta que en cierta ocasión, nos habíamos tomado unos tequilas con Roberto en la cama, luego las caricias nos calentaron y empezamos a hacer el amor. Yo estaba encima de Roberto clavándome con buenas cabalgadas, los dos gemíamos mucho, los tequilas nos habían desinhibido, en eso veo que el padre de Roberto entreabrió la puerta, yo estaba de frente y lo vi, e hice como la que no lo había visto. Fue entonces que comencé a tocarme las tetas, a cabalgar más fuerte, subiendo y enterrándome la buena pija de mi novio, le estaba dando un buen espectáculo a mi suegrito.
Aún más, giré 180 grados y me puse de espaldas siempre sobre la pija de Roberto, de ese modo mi suegro podía ver buena parte de mi rajita clavada por la pija de su hijo, me empecé a mover lujuriosamente y gemía mucho. Roberto se puso a dedearme mi culito mientras yo lo cabalgaba, no sé por qué, pero tuvimos un grotesco orgasmo, en mi caso también ayudó que el padre de Roberto estuviera fisgoneando, sentí excitación por ser observada por primera vez en mi vida.
A partir de esa noche, ya no me incomodaba que mi futuro suegro estuviera viéndonos. En esas ocasiones yo me portaba como una puta en la cama, pidiéndole más pija a mi novio y me gustaba que me pusiera en posiciones en donde pudiera mostrar todos mis encantos a la vista. Yo sé que el padre de Roberto se regresaba a su habitación a darse unas buenas masturbadas pensando en mi.
Al año casi de estar viviendo con Roberto, resulté embarazada y dí a luz un varoncito, el cual no fue planificado, pero como a veces mi novio no usaba protección. El mantener a un bebe ocasionó que el salario de Roberto no alcanzara, vivíamos muy limitados, eso ponía a Roberto de mal carácter y decidió lo peor. Decidió ir al norte por un año y ganar dólares para traer, yo no estuve de acuerdo, porque me dejaba con su padre. No podía regresar a la casa de mi madre y con un bebé.
Los primeros dos meses, Roberto enviaba dólares y nos iba bien, me hizo pensar un momento que la decisión había sido la mejor, a pesar que su padre seguía insistiendo en espiarme y ver mi cuerpo sin ropas. Quien me ayudaba mucho, fue un hermano de Roberto, de nombre William que llegaba por temporadas a la casa para cuidarme a mi y a mi bebé, por encargo de Roberto, eso ocasionaba que mi suegrito se comportara bien.
De pronto Roberto dejó de enviar dólares y de comunicarse conmigo por internet. Temí lo peor. Pasaron cuatro meses y lo poco que había ahorrado de lo que me envió se acabó, comencé a depender de mi suegro para todo gasto. Las miradas de él se volvieron más lascivas y me dejaba ir varias indirectas cuando me daba dinero. Mi bebé aún tenía seis meses yo aún lo amamantaba.
Y paso lo peor. Cierto día mi suegro salió con sus amigos a beber. Yo estaba dormida y por error no cerré con llave la puerta de mi habitación. En eso, crei tener un sueño, manos masculinas me acariciaban mis piernas y su mano llegaba hasta mi sexo, sus dedos jugaba con los labios de mi raja, y me mojé, tantos meses sin sexo ayudaron mucho para eso, y para mi mala suerte mi hijo había dado mucha lata en la noche y apenas me había quedado dormida cansada. En eso cuando el tipo del sueño me quitó el calzón y se subió sobre mi, desperté y me encontré a mi suegro queriéndome coger. Lo golpee para que se quitara, pero con lujo de fuerza me tomó de las manos y me dijo –déjate, desquita lo que yo te mantengo, hija de p..-, eso hizo resquebrajar mi resistencia y su pija se fue metiendo en mi raja, fue una violación!, yo comencé a llorar mientras el me follaba sin cesar, elevó mis piernas para meterla hasta el fondo, luego comenzó a mamar mis tetas llenas de leche materna y el muy perverso tenía los labios llenos de mi leche, le encanto mamarlas.
Todo duró unos diez minutos y luego de acabar en mi rajita, tomó sus ropas y se marchó, dejándome violada allí en mi cama. Mi bebé dormía en una cuna a mi lado. Lloré el resto de la noche por mi suerte.
Lo anterior se fue repitiendo frecuentemente, mi suegro entraba de noche, yo me levantaba el blusón que uso para dormir y él se subía en mi y me clavaba su pija, me pistoneaba duro, al principio yo lloraba, pero luego lo fui aceptando eso de mi suegro, como cuando la víctima se identifica con su opresor.
Mi suegro comenzó a variar en la forma de penetrarme, me ponía en varias posiciones que yo había hecho antes con su hijo. Me pidió disculpas por como todo había empezado, pero me decía que el era muy caliente y tenia mucho tiempo sin una mujer. Contra mi voluntad, pero la naturaleza es mas fuerte, es decir mi necesidad sexual, con el tiempo, le fui sintiendo sabor a sus cogidas y pronto ya gemía cada vez que follaba en mi cama, además el ya no se comportaba brusco, sino era mas tierno cuando me hacia el amor, asi que más tarde comencé a tener orgasmos con él, primero uno, luego dos y hasta tres corridas por noche, mi suegro inicio con cogidas de 5 minutos y ahora eran de 30 o 40 minutos, dejándome agotada y con la raja llena de su leche.
En una de esas noches yo estaba tan excitada, ya había tenido dos orgasmos casi consecutivos, su pija estaba de lujo esa noche, pues se había corrido una vez pero seguía tan rigida como al inicio, en eso mi suegro comenzó a tocarme mi ano y metió un dedo en el, me queje pero el siguió metiendo y sacando su dedo de mi hoyito, a la vez me mamaba mis senos, me calenté tanto que yo misma le dije que me tomara por allí, mi novio, su hijo ya me lo había desflorado hace mucho tiempo, y el no escucho dos veces mi petición, me coloco en cuatro con mis senos colgando y me metió por mi culito de forma bien rica, no fue tosco ni grosero, sino mas bien fue paciente y cuidadoso, cuando yo le decía que me dolía, el paraba de follarme y luego me pistoneaba lento, debo decir que el sexo anal era una cosa que antes no me gustaba mucho, pero la técnica de mi suegro que era más paciente que la de mi novio, el sabía esperar para luego gozarme poco a poco la colita.
Con el tiempo el padre de mi novio se volvió mi violador-amante. Económicamente mejoró mi situación y la de mi bebé, ya no nos faltada casi nada. Pero en el fondo me sentía sucia y mi carácter comenzó a ser muy irritable, me sentía muy culpable de no haber detenido esa relación con mi suegro y aceptar ser su amante y por otra yo era joven y necesitaba un hombre conmigo.
Pero los meses pasaron y mi esposo no aparecía por ningún lado ni me escribía. Mi suegro y yo vivíamos ya un vida marital, ya salíamos a pasear juntos, el me decía que saliera de mi encierro en la casa, mi suegro recibía dinero de dos negocios que tenia, uno era un bar nocturno pequeño y el otro era una venta de comida. Mi suegro me sacaba a pasear y compraba mis cosas, como si hubiera sido mi esposo.
Un dia me quede pensando en mi futuro y el de mi hijo, mi hijo algún dia sabría de mi relación con mi suegro el padre de su papa, y mi novio Roberto no aparecia por ningun lado. Asi que espere a que mi suegro no estuviera, aliste mis cosas y no me quedo mas remedio que humillarme ante mis papas y pedirles apoyo. Mi suegro nunca ha llegado a buscarme, ni mi novio.
Esa es mi pequeña historia caliente.
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