Sexo con mi jefe antes y después de la boda
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Con mi novio acordamos trabajar previo al matrimonio para hacer lo que muchas parejas hacen, comprar sus cosas antes de la boda, que sería ocho meses después, asi que conseguí trabajo como asistente de un ingeniero industrial de una empresa, en la entrevista me di cuenta que mi jefe era un hombre de 1.85 mt, muy atractivo, con unos ojos muy grandes y lindos, de unos treinta y tantos años. En mi caso, tengo un cuerpo deseable por los hombres, mis senos son medianos de buena forma, soy muy delgada pero tengo caderas en forma de guitarra, con un trasero y nalgas en forma de un ocho acostado, tengo piernas largas, siempre me visto muy sensual y soy muy caliente. Acepto que mi nuevo jefe me dejó impresionada por su linda figura. Quien no quisiera darse una revolcon con un hombre como mi jefe.
Poco a poco fui conociendo el trabajo y como soy muy propositiva, es decir que tomo la iniciativa, no espero ordenes para hacer lo que tengo que hacer, fui causandole una buena impresión en mi jefe, que se me olvidaba, era casado. Fui notando que mi jefe además de reconocer mi trabajo, me coqueteaba y me gustaba que lo hiciera, ya que cada vez lo miraba más lindo y con más detalles para mi.
Cierto día mi jefe, que llamaré Rodrigo, me dijo que lo acompañara a unas presentaciones en una ciudad a cuatro horas de allí, nos quedaríamos una noche y regresaríamos al día siguiente, yo no sabía que ese día cambiaría mi vida. Mi novio no quería que fuera, pero lo calmé diciendole que era una sola noche y que yo lo amaba.
Fuimos con mi jefe de viaje y luego de una presentación que hicimos frente a otra empresa que ibamos a representar, todo fue un éxito, mi jefe ya en el hotel, me dijo que me fuera a dar un baño y que me invitaba a cenar, para festejar lo de la presentación. Acepté después que el me insistió. Fui me bañé y sentí en mi corazón que esa noche tendría sexo, pues me puse muy sensual, una mini cortita, una blusa que resaltaba mis pequeños senos, iba muy linda y sexy, noté que él también me veía asi. Durante la cena, empezaron las insinuaciones, terminamos y pidió una botella de vino a su habitación y me invitó a tomarla con él. Entramos a su habitación y no tardamos en abrazarnos y empezar besarnos, pensé ese momento que una aventurilla antes de casarme era buena, pues luego de casada no quería serle infiel a mi esposo. Sentí el cuerpo fuerte y tibio apretarme, sus labios devoraban mis labios, su lengua se incrustaba en mi boca y buscaba mi lengua para enrollarse. Fue un beso muy ardiente.
-Te deseo!- me dijo mi jefe Rodrigo, quitándome la blusa, luego mi pequeño sostén, su boca tomó mis senos y los mamó muy rico, me excitó su forma de chupar mis pezones, les pasaba la lengua haciendole pequeños circulos que me volvían loca de placer.
Luego, me colocó en la cama y tomando una de mis piernas la levantó, me quitó el zapato y comenzó a besar mis deditos, primero los lamía y luego los metía entre sus labios uno por uno, Después me tomó la otra pierna e hizo lo mismo con ese otro pie, me daba unas cosquillas diferentes, luego subió a besarme los muslos y la entrepierna, por inercia yo me tapé la chuchita, pero el con besos y lamidas me los fue quitando hasta dejar descubierta mi parte íntima, sentí como su lengua se entrelazaba con mis labios vaginales, emití varios gemidos de excitación, cerré los ojos y me puse a degustar la lengua de mi jefe Rodrigo, se notaba que era habil en el sexo oral, pues con la yema de uno de sus dedos me estimulaba el clitoris mientras su lengua iba de arriba a abajo en mi chuchita, no pude evitar correrme y entregarle mi eyaculación a su lengua que eliminó cualquier rastro de mi venida.
Luego se bajó los pantalones y abriéndome de nuevo las piernas me penetró, sentí como su verga recorría lo largo de mi vagina hasta detenerse y luego bombearme su grueso pene, me empezó a coger duro, levantó una de mis piernas y la puso en uno de sus hombros y siguió cogiéndome, Rodrigo tiene un buen torso y brazos fuertes, en cada vaiven su verga me llegaba bien profundo, no pude evitar gemir y quejarme, pues estaba muy excitada. Luego Rodrigo me puso en cuatro, en la posición perruna y colocándose atras de mi, frotó su pene contra mi chuchita y me la dejó ir adentro de nuevo, A continuación sentí uno de sus dedos jugar con mi agujerito del ano, lo mojaba con mis jugos y luego presionaba con el mi hoyito, pude sentir como su dedo entró en mi colita y después de eso se puso a pajearmelo. Rodrigo me metía su dedo en mi ano y luego me nalgueaba con la otra mano. Yo estaba al borde de otra corrida, la cual no tardó en llegar, Rodrigo me dió más duro y de la excitación casi me ahogo, me hacía falta el aire, nunca había experimentado un orgasmo asi.
Luego de eso, él se acostó y me pidió que me subiera sobre su verga, quería que lo jineteara un rato, asi que empecé a hacerlo, me subí sobre su verga y guiándola con mi propia mano la hundí en mi chuchita, hasta que solo sus cojones quedaron afuera, luego me puse a montarlo, yo me movía adelante y atras, luego arriba y abajo, su pene entraba y salía de mi vagina, yo estaba gozándola mucho, no dejaba de gemir, de cuando en cuando, Rodrigo me jalaba y me chupaba los pezones, en eso volví a sentir una corriente fría por la espalda,
Increiblemente me corrí otra vez, pero estaba vez me comencé a mover salvajemente sobre el pene de Rodrigo y lo vi que ponía sus ojos en blanco, una corriente caliente de semen sentí en el interior de mi chuchita, los dos gritamos de gusto y luego de varias explosiones de él dentro de mi, vino la calma, me quedé encima de el, pude sentir como su verga se iba poniendo pequeña y flácida.
Luego de vestirnos, tomar otro poco de licor y de darnos algunos besos húmedos, me retiré a mi habitación. Pero apenas esto empezaba con mi jefe.
Antes de la semana después, yo estaba con las piernas abiertas sobre su escritorio en su oficina y el estaba penetrándome duro de nuevo, ese día me quedé a petición de él, para "trabajar" extra, me chupaba la chuchita y luego me penetraba, en una de esas volvío a meter un dedo en mi ano y besándome me dijo que quería metermela por alli, le dije que yo era aún novata por ese lugar y que ni mi novio me había penetrado, eso creo que lo motivó más, pues un segundo dedo entró en mi ano, luego puso mis piernas en sus hombros y poniendo su verga en la entrada de mi culito me lo desfloró sin misericordia, le pedí que se fuera despacio y suave, pero Rodrigo que estaba muy excitado, me penetró y me culió duro, entre dolor y placer sentí esa tarde, luego se corrió dentro de mi recto llenandolo de lechita calientita. Mi jefe se adelantó a mi novio, quien me había pedido hace algunos meses atras, que en la noche de bodas me iba a coger por alli también.
Llegó la boda y dejé de tener sexo con mi jefe dos meses antes, quería llegar y ser solo de mi novio, ahora mi esposo. Pasaron siete meses muy tranquilos para mi, dedicándome a mi esposo. No había renunciado a mi trabajo. Y en otra gira que hizo mi jefe me asignaron a acompañarlo, mi jefe mandó unos cuatro arreglos florales a mi habitación, mandó una botella de vino y cena para dos, luego llegó él y tuvimos una noche de sexo. Rodrigo me perforó todos los agujeros de mi cuerpo, se corrió tanto en mi vagina como en mi recto. Era de madrugada y aún nuestros cuerpos estaban fusionados uno con otro, no dejaba de follarme o comerse mis senos y mi chuchita, Se portó incansable esa noche. En la mañanita yo estaba agotada y con sueño, pero tuvimos que ir a la segunda parte del congreso. De regreso a casa, le hice jurar que sería la última vez. Espero que lo podamos cumplir…
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