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Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Alfonso, tengo 42 años, 1,72cm de altura, 82 kilos de peso un poco de barriga cervecera, lo que viene siendo un cuarenton de lo mas normal o eso creo yo.
Estoy felizmente casado hace 15 años.
Mi mujer se llama Luisa, tiene 38 años, 1,63 cms, 64 kilos, pechos grandes y caidos sexo para empezar y no terminar.
Y ese precisamente era mi problema últimamente, me corria demasiado deprisa y la dejaba a medias.
Yo sin decirle nada habia probado a masturbarme antes, pero era peor el remedio que la enfermedad, ya que en el momento preciso no se me ponia dura y me reprochaba que ya no me guataba como al principio.
Yo la verdad es que nunca me he considerado celoso quiza porque nunca he tenido motivos.
Pero hace un par de años, Luisa comenzó un curso de inglés y coincidió con un viejo amigo, no por edad sino porque lo conocíamos hace unos años cuando compramos nuestra casa, y se tiraban horas despues de las clases hablando por teléfono cosa, que a mi me irritaba sobre manera.
Al principio todo era normal, los oía hablar de verbos, del presente, del pasado etc.
pero pasados unos meses la oia cuchichear como si no quisiera que oyera lo que decían.
Ademas por las noches siempre llegaba un poco mas tarde de lo habitual.
Como he dicho creo que no era celoso pero empezaba a tener mis dudas, así que una tarde me fui a esperar a la salida de clase, estube como cinco minutos esperando cuando comenzaron a salir personas, entre ellas los pude distinguir, iban andando juntos y salieron direccion hacia donde yo estaba pero no me vieron.
Se dirigieron al coche de Pedro y se metieron dentro, a mi me dio un vuelco el corazon ya que Luisa iba siempre con su coche.
Me acerqué todo lo que pude sin que me vieran y observe.
Se veia que estaban hablando y Pedro se acercaba y le cogía la cara como para besarla pero Luisa no se dejaba.
Yo tenia un calor interior que me enfurecia y a la vez me excitaba, por fin Luisa salio y se fue torpemente hasta el coche y se marcho, yo me quede un poco mas y pude observar como Pedro se estaba tocando la polla por encima del pantalón , lo que me confirmó que el buscaba algo mas que un beso.
Llegué a casa y pregunte a Luisa que tal, a lo que contestó como siempre que bien.
Cuando nos acostamos me arrime a ella buscando sexo y la encontré receptiva, comence a decirle lo buena que estaba mientras le acariciaba la espalda y amasaba una de sus tetas, ella restregaba su culo con mi polla que ya la tenia tiesa, le dije que me la tocara por encima del boxer y comenzó a agarrarla y menearla de una manera que me volvia loco, en ese momento le solte.
así es como quiere Pedro que se la toques.
Ella paro de inmediato y se volvió para mirarme y decirme que de qué estaba hablando.
Me disculpe y le dije que solo era una fantasía mia de verla con otro hombre, pero que estuviera tranquila que yo confiaba en ella, su respuesta me dejo de piedra, "cariño si te gusta me gusta".
Me confeso que Pedro le estaba tirando los tejos y que un poco le gustaba, me conto como aquel dia lo habia acompañado a su coche, habia intentado besarla y le pidio masturbarse juntos, todo lo que ya habia visto esa tarde.
Le dije que al día siguiente lo volviera a hacer y llegara todo lo lejos que quisiera y luego me lo contara, me dijo que no estaba segura que ya veria.
Al día siguiente estuve esperando que llegara a casa super excitado, no podia parar de pensar que ocurriría en el coche.
Llegó mas de media hora despues de lo normal y se la veia acalorada.
Cuenta, cuenta le dije con impaciencia.
Me conto que igual que el día anterior, se fueron al coche.
El comenzo a acariciar su pelo y a decirle que lo volvia loco que la deseaba y que yo no tenia porqué enterarme de nada, me conto como fue acariciando su muslo, llevaba una faldita corta ese día, y como la cogía de la barbilla acercandola a su boca, como acercaron sus bocas y como por fin juntaron sus labios.
El abrio su boca y le metio la lengua a la vez que la mano entre las piernas llegando a su humedo coño.
Fue un beso apasionado como los primeros besos de las parejas que parecen que no acabaran nunca.
Le urgaba en el coño intentando apartar las mojadas bragas mientras jadeaban la cogió una mano y la llevo a su polla, Luisa se quedo asombrada a parte de la mia y otro par de ellas antes de conocerme, nunca habia tocado una polla aunque fuera por encima del pantalón de aquel tamaño.
Pedro le susurraba al oido que fueran a su casa pero Luisa se negó, entonces Pedro le dijo que se la sacara, Mi mujer desabrocho el botón del pantalón y bajo la cremallera, poco a poco fue bajando los pantalones dejando solo los boxer, la agarro por encima y comenzó a masturbarlo, me confeso que estaba deseando quitarselos y ver aquel pedazo de cipote.
Pedro le habia desabrochado la camisa y le estaba comiendo las tetas, le mordia los pezones y ya metia sin problemas un par de dedos en su chocho, Luisa le metio la mano por una de las piernas y pudo tocar sus huevos y un poco mas arriba estaba el pollon que no pudo aguantar mas y sacó.
Era como el doble o mas que el mio.
Lo cogio con las dos manos y comenzó un sube y baja hasta que le pidio que se la comiera, empezo a lamerle los huevos y fue subiendo por el tronco hasta llegar a la punta que ya chorreaba el liquido preseminal pegajoso que sorbio con lujuria, trago todo lo que pudo, era imposible metersela entera, le dijo que se iba a correr pero Luisa a pesar que conmigo nunca lo hace, no paro y trago todo el semen que salio.
Pedro le pidio comerle el coño pero Luisa dijo que era tarde que no queria que yo sospechara, se vistio y dandole un morreo y un ultimo lametazo en el cipote se despidio.
Todo me lo conto mientras yo le comia el chocho para que ella tambien terminara ese día, ni que decir tiene que tambien la folle como hacia años que no se la metia.
Quedamos en que lo repetiriamos estando yo delante, pero por ahora no lo hemos echo, aunque Pedro lo sigue intentando y no entiende porque no ha vuelto a pasar.
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